¡A la horca!
Esas palabras resonaron en toda la sala.
Adela cayo sobre sus rodillas al escuchar aquella condena tan injusta que se le había impuesto, “yo no lo hice” se repitió en su cabeza. Despues de descubrir quien habia hecho tan miserable a su familia y la habia inculpado fue directo a la horca mirando el rostro satisfecho de su enemiga.
Es demasiado calido, Adela abrio los ojos y se encontro con cuatro paredes que ella conocia muy bien.
-Esta vez salvare a mi familia.
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Episode 14
—Perfecto, vendré mañana nuevamente a entrenar, espero puedan apoyarme, estoy realmente agradecida con Uds.
Adela concluyo con una sonrisa amable, Daniel la miro sonrojado y luego agrego.
—La estaremos apoyando, señorita.
Antes de que Adela pudiera continuar la conversación con Daniel, Doroty regreso con dos libros entre sus manos.
—Encontré estos dos señoritas, espero le ayuden, el de floriografia está un poco desgastado, puesto que estuvo guardado por muchísimo tiempo.
—No hay problema, me llevaré ambos gracias, nos vemos mañana.
Adela se despidió con una sonrisa de todos y ellos la miraron con admiración.
Al entrar al carruaje, Adela rápidamente saco del bolso los libros que le habían entregado, abrió uno de ellos y busco.
—Cathy… ¿Estás segura de que era una flor de lis?
Su sirvienta Cathy entendió rápidamente a que se refería Adela y contesto sin dudar.
—Sí, señorita, estoy segura.
—Bien… Lis, lis … Aquí está, flor de lis simboliza el poder, sabiduría y el honor.
Susurro bajamente Adela mientras leía en el libro que le habían entregado ase algunos instantes.
Esto tiene algo que ver con lo que sucedió en esa sala de entrenamiento, también sintió que el lirio del valle en su cuello tenía que ver con haber vuelto al pasado, “¿Por qué si ni siquiera soy una fan de las flores?”, pensó Adela mientras el carruaje se dirigía a la mansión.
Al llegar a la mansión Adela bajo del carruaje y luego camino por los jardines, entonces se encontró con Gabriel, quien estaba sentado en a la sombra del sauce del jardín. Adela se acercó silenciosamente y le sonrió acercándose a paso ligero, Gabriel se sorprendió y miro hacia sus lados esperando no encontrarse con Darwin, quien le había dado una clara advertencia sobre no acercarse a su hermana.
—¿Qué haces aquí? ¿Está esperando a mi hermano?
Gabriel, algo nervioso, respondió avergonzado.
—S… Si él me pidió que viniera hoy, pero el mayordomo me ha dicho que Darwin salió así que lo estoy esperando, porque por lo visto volverá pronto.
—Veo… Pero no preferirías esperarlo adentro, aquí ya está refrescando y no quiero que te enfermes.
Gabriel miró con ternura a Adela, quien estaba mostrando preocupación genuina por él, entonces se escuchó una voz que lo hizo volver a la realidad.
—Srta. Adela ya he organizado lo que me pidió y lo deje en su habitación.
—Muchas gracias Cathy.
—Entonces, joven Gabriel, me acompañará adentro.
Antes que Adela terminara su oración, Gabriel se levantó y acompaño a Adela a entrar.
—Le pediré a los sirvientes que le traigan té y algunos bocadillos mientras espera a mi hermano.
Mientras Adela hacía compañía a Gabriel, su padre entro al comedor.
—Adela, que bueno que te encuentro… Eh Buenas tardes, joven Gabriel, me imagino que está esperando a mi hijo, bueno al punto Adela, te he conseguido otro profesor para tus clases a la tarde, espero que puedas aprender lo suficiente de ellos.
Adela a quien le brillaron los ojos, luego pregunto.
—Que bien padre y ¿de quiénes se trata?