🔞⚠️ ADVERTENCIA: ES UNA HISTORIA CON CAPITULOS SENSIBLES ⚠️ PARA +18
Edward Safra lo tenía todo: belleza, dinero, poder y un escándalo familiar que casi lo destruye. Ahora dirige su propia empresa y jura no repetir los errores de su padre. Hasta que dos mujeres llegan para ponerlo de rodillas.
Estrella Portugal, sofisticada y prohibida, le enseña lo que es el deseo sin límites. Marcela Molina, audaz y curiosa, lo despierta con una dulzura peligrosa.
Entre encuentros secretos, miradas que queman y una tensión que no da tregua, deberá decidir si ¿someterse a la pasión que lo consume o dejarse llevar por la que podría destruirlo o reconstruirlo?
Una novela cargada de sensualidad, secretos, traiciones y encuentros que nadie debería confesar.
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13. Independencia
El sol aún no había despuntado cuando Marcela abrió los ojos. Había dormido poco y mal. Pero la emoción le recorría el cuerpo como una corriente eléctrica.
Ese era el día, hoy dejaría la casa familiar, para seguir soñando, para seguir creciendo como quien no tiene nada que perder, a veces las personas se pasan con tanto miedo de morir, que se pierden de lo más importante, vivir.
Marcela recogió con cuidado las últimas cosas del escritorio: su aro de luz, la libreta de planificación de contenido para el canal, una cajita con cosméticos en miniatura y, por último, un portarretrato con una foto de cuando tenía quince años y todo parecía tan simple.
Se detuvo frente al espejo. Llevaba puestos jeans rectos, una blusa blanca y una chaqueta liviana, nada especial, no sabía de seducción o de encanto medido, era tan natural como el rocío de la mañana, pero su rostro reflejaba una firmeza que no se había visto antes en ella.
- "¿Estás segura?", preguntó don Felipe, su padre desde la puerta; no sonaba enfadado, solo desconcertado, en su tiempo, las niñas se quedaban en casa, hasta que formaran su propia familia, pero ahora era diferente, tenía que adaptarse y dejarla volar.
- "Lo estoy, papá", respondió Marcela con ternura.
Él asintió lentamente, bajando la vista; tomó su mano y le dio un beso en la frente.
- "Para la suerte", dijo Felipe.
- "Entonces seré muy afortunada", expresó Marcela con una sonrisa.
Su madre no salió del dormitorio. No quería despedirse. En cambio, le dejó sobre la mesa un rosario y un sobre con dinero; sin nota, sin palabras. Marcela lo tomó y lo guardó en silencio, sabía que para su madre le era difícil, pero le agradeció en su corazón, por ese gesto, era a su manera, dejarla ir en paz.
Marcela alquiló una pequeña furgoneta con ayuda de su amiga Zulema, la única que la apoyaba sin dobleces. En menos de dos horas, habían transportado todo lo esencial: un colchón, una mesa de escritorio, dos sillas, una planta que se negaba a dejar y tres cajas de cartón llenas de cosas que contaban su historia.
El departamento quedaba en una calle tranquila, en un edificio viejo pero bien cuidado. Un ambiente, cocina integrada, baño chico, balcón estrecho; pero era su espacio personal, su sabor a independencia, la prueba de que vivía y que vivía con intensidad.
Esa primera noche cenó en el suelo, con una vela encendida y su computadora portátil apoyada en una caja. Abrió un nuevo documento:
“Diario de una mujer que vivirá cada día con intensidad.” Y escribió: “No me fui para rebelarme. Me fui para existir.”
Afuera, una ventana se iluminaba en el edificio de enfrente. Aparecía la silueta de un hombre en la sombra: alto, espalda recta, una taza en la mano. Marcela no podía saberlo aún, pero los hilos del destino la llevaban una y otra vez al mismo hombre —aquel vecino por ahora anónimo— también estaba empezando de nuevo.
Y aunque él aún se aferraba a otra mujer, con una esperanza que sabía a dolor, el destino comenzaba a mover sus piezas. Porque para saber a quién amas con verdad, debes conocer las sutiles diferencias de los sentimientos, y eso es algo que la edad le enseña a algunos, aunque se nieguen a aprender.
La experiencia tiene un fuego desmedido, y la inocencia un encanto desconocido, pero en ambos casos, puedes salir herido o recompensado, pero jamás ileso.
Su impulso juvenil lo impulsó a llevar a Estrella a una encrucijada, y cuándo ella decidió entrar en esa incertidumbre, él resulta que ahora ya no..
Me encanta ese poderío
Que excelente trabajo 👍🏻
Que verdades tan cargadas de realismo y sinceridad les fueron dadas a Edward, quizás para contextualizar la relación