Que? Ahora Soy. MUJEEEER!

Iba Verónica maldiciendo por tener que viajar en carruaje, pues le dejaba su trasero doliendo. Cuando oyó un bullicio fuera,

El grito de Rogelio era claro, estaban siendo atacados. Inmediato el choque de espadas, gritos de dolor, maldiciones la batalla era brutal. Dentro del carruaje Verónica estaba asustada, no sabía que hacer pues, en su vida había tocado una espada, menos quitado una vida

Verónica:su madre, ahora si me jodí. De aquí no salgo, si no es a verle la cara a Sam Pedro

Cuando la puerta del carruaje es abierta y uno de los bandidos jala a Verónica del cuello de su ropa, enseguida le da una bofetada rompiendo su labio, Rogelio vio esto y se desesperó y por ese descuido fue herido, pero logró derribar al hombre y corrió hacia Verónica la cual estaba siendo golpeada de manera brutal, la chica tenía su nariz y ceja partida por los golpes, pero Rogelio fue rápido y de un golpe derribó al agresor y le tiro una espada a Verónica que esta no logró apañar

Verónica:ay mamaita y ahora yo que hago, no sé usar esto.

Rogelio:Verónica!! Reacciona defiendete!!

Verónica:pero qué hago?

Rogelio no podía creer esto, pero la batalla era intensa, ya que el conde con ayuda de su esposa, robo monedas de oro de la oficina de Verónica, y con estas pago a más de treinta bandidos para qué eliminarán a Verónica. Pero no contó con qué los soldados de Verónica eran muy hábiles en batalla, y aunque la pelea fue dura lograron eliminar a los delincuentes, y algunos que lograron escapar. Ya iban de regreso al archiducado

Rogelio:estás bien *reseco con ella*

Verónica:no, no estoy bien. Me golpearon horrible y estoy asustada, me querían matar

Rogelio llevó a Verónica a su habitación y cerro la puerta tras él

Rogelio:dime quien eres, AHORA, porque Verónica nunca se hubiera dejado golpear de ese modo, mucho menos se hubiera negado a pelar.

Toda tú, eres diferente, así que dime quien eres y salva tu vida, si no haré que te corten la cabeza por usurpar un lugar que no te corresponde, que hiciste con Verónica.

NO MIENTAS!

Verónica:de... De que hablas yo soy Verónica Méndez

Rogelio:eso no es cierto, no mientas, que hiciste con Verónica. Me lo dirás o juro que te mataré

Verónica:espera que no ves como estoy toda golpeada, porque me tratas así

QUIERO LA VERDAD!!!!!

Verónica:está bien, está bien. Mira este cuerpo si es de Verónica, pero no el alma yo soy de otro mundo o época no sé, final me trajo para que ayudara a Verónica, porque ella ya no quería vivir

Rogelio:y esperas que te crea, que hiciste con Verónica?

Verónica:te lo juro puedes contar los lunares que tiene Verónica, si quieres pregunta algo que solo tú y ella supieran por qué tengo sus recuerdos. No te miento

Rogelio:bien digamos que te creo, ¿dime donde fue nuestra primera vez? Quiero detalles

Verónica:ok, fue en las caballerizas en la última caseta donde guardo mi caballo cuando faltaban tres días para mi cumpleaños eran como las dos de la mañana, veníamos de una misión por un pueblo que estaba siendo atacado por asaltantes.

Las lágrimas de Rogelio corrían como río no podía creer que su amor hubiera muerto y otra alma era la que ocupaba su cuerpo

Rogelio:o sea que todo esté tiempo me estuve acostando con otra.

Voy a atender mi herida y reportar lo sucedido, al emperador. Y necesito pensar

Verónica:Rogelio escúchame

Rogelio:Necesito pensar, por favor, entiéndame quien sea, que seas.

Rogelio se fue e hizo como dijo. Pero no se acercó más a Verónica, no sabía cómo actuar o que hacer, y esto le tenía el corazón dolido a Verónica pues se dio cuenta de que estaba enamorada de Rogelio

Y así llego el día de la boda de Verónica y Ian, pues por causa del atentado no pudo hacer lo necesario para cancelarla.

Rogelio se encontraba en una inspección por las fronteras pues prefiero alejarse para pensar en todo y poder hablar con Verónica y resolver su situación.

Pero nunca imaginó la sorpresa que se llevaría al regresar. El viene dispuesto a arreglar todo y la emoción es genuina, sin imaginar lo que le espera...