Nicol una chica que pasó la mayor parte de su vida estudiando y trabajando muere en un accidente, pero lo que no esperaba era renacer como la hermana de la villana de la novela que leyó antes de fallecer, pero en dicha novela Nadia la hermana de la villana fallece, ¿ Nicol podrá cambiar su destino ?.
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Capitulo 13
Al llegar al palacio el príncipe fue escoltado a su alcoba y el rey fue donde su esposa, y le comento lo ocurrido con su segundo hijo.
- Creo que malinterprete las intenciones del duque, con lo que hizo por mi hijo, no creo que tenga planes de revelarse en mi contra.
- Majestad no cree que es raro que el haya encontrado al príncipe, tal vez es parte de su plan y de esa manera usted baje la guardia.
- El duque no fue quien lo encontró, fue su hija Alida, y no creo que sea ningún plan.
- Si usted lo dice debe de ser cierto.- la Reina no quiso decir más, pero le molestaba que el rey le tenga más aprecio a Rowan.
El rey decidió salir de la habitación de su esposa puesto que se sentía incómodo, si bien la apreciaba no la amaba, a quien realmente amaba era a la madre de Rowan su segunda concubina Nahara, ella era conocida por su belleza, inteligencia y sabiduría era una gran candidata para ser reina pero su familia no era de gran poder como el de la actual reina.
El rey decidió ir al sector de las concubinas, al llegar ahí fue a la alcoba de Nahara.
- Majestad, qué alegría verlo.- dijo realizando una reverencia y con un tono triste, pues estaba preocupada por su hijo.
- No estés así, nuestro hijo se encuentra bien.- lo dijo reconfortando a su concubina.
- ¿Qué lo trae por mis aposentos?.- pregunto pues esa noche debía estar con la reina.
- Quería platicar un poco.- respondió, pues sabe lo sabía que es su concubina.- ¿Crees que realmente el duque quiera revelarse en mi contra?.
- Majestad ya sabe mi repuesta, el duque no parece querer más poder, es un hombre honesto, cariñoso con su familia, y siempre ha respetado sus decisiones.
- No lo sé, el primer ministro dice lo contrario al igual que la reina.
- Majestad, no cree que sea extraño que la reina haya aceptado el compromiso del príncipe Káiser con la hija del duque.
- ¿A qué te refieres?.
- A que, si ella está segura de que el duque tiene planes de revelarse, no permitiría que su hijo se case con la hija de un traidor, ¿no le parece extraño?
- Viéndolo de esa manera si es extraño.
- Y no olvide que el primer ministro es tío de la reina.
El rey se quedó en la habitación poco tiempo más, luego decidió marcharse a su oficina a meditar un poco, pues lo que le dijo Nahara era cierto, el duque era obediente, no hacía nada que perjudicará al reino ni a su ducado, cuidaba de su gente y de su familia, pagaba los impuestos puntualmente y nunca generó disturbios. Pero se preguntaba en qué le beneficia a la reina que él dude del duque y lo vea como a un enemigo, tenía mucho que pensar.
- majestad últimamente no ha descansado muy bien, debería ir a su alcoba.- menciono preocupado su mayordomo.
- Tienes razón Sebastián, será mejor descansar, ¿cómo se encuentra mi hijo?.
- Bien majestad el príncipe Rowan solo necesita reposo para que su herida cierre.
- Me alegra, ya averiguaron quien ordenó el ataque al príncipe.
- Discúlpeme majestad, pero no hay rastros de los que atacaron al príncipe, pero seguiré investigando.
- Bien, moviliza a más hombres si es necesario para atrapar a esos bastardos.
Sebastián solo asintió y guio al rey a su alcoba para posteriormente marcharse.
Al amanecer la reina caminaba en dirección al jardín, cuando escucho algunas risas, al acercarse pido observar como su hija estaba platicando cómodamente con Cora cosa que molesto a la reina pues Cora era de muy bajo estatus y además se había enterado de los rumores sobre Cora y su hijo cosa que no le agradaba, así que decidió acercarse.
Al ver llegar a la reina Cora se levantó de su asiento para realizar una reverencia.
- ¿Qué hace esta muchacha en el palacio?.- pregunto a su hija, quien noto que su madre se veía molesta.
- Madre es mi amiga la invité a tomar el té.
- Y Nadia, ¿ella no era tu amiga?.
- Ya no hablamos hace mucho.- lo dijo en un tono triste pues extrañaba platicar con Nadia.
- Y solo por eso te vas a juntar con una plebeya.- lo dijo en un tono despectivo, Cora al escuchar lo último solo aprieta con fuerza su vestido pues no puede decir nada.- Acepte que realizas su fiesta, pero esto ya no lo admito, pareciera que vive en el palacio.
- Pero madr...
- Ya no la quiero volver a ver en el palacio.
Cora solo escuchaba, no podía decir nada y eso la molestaba, si tan solo fuera como Alida la reina la apreciaría y ella estaría comprometida con el príncipe heredero y no Alida.
- Y tú aléjate de mis hijos.- lo dijo en un tono amenazante, cosa que hizo que Cora empezará a derramar lágrimas.
- Madre no puedes tratar de esa manera a una invitada.- Káiser había llegado al jardín pues se había enterado de que Cora estaba en palacio y quiso saludarla.
Al ver a Cora llorando Káiser se acercó a ella para consolarla.
- Tú no vas a decir que hacer por una mocosa que lo único que sabe es llorar.
- Madre, no te permito que le hables de esa manera.
- Si quieres ser rey aléjate de esa mocosa, y acércate más a tu prometida.
Sin más la reina se retiró del jardín aún más molesto, esa chiquilla arruinaría sus planes si se sigue acercando a su hijo.
- Cora tranquila mi madre solo no te conoce, por eso actúa de esa manera.- menciono Káiser tratando de calmar a Cora.
- Así es, pero sería mejor que no vengas por unos días.- Cora solo asintió.
Káiser decidió acompañar a Cora a su casa pues aún la veía triste y no le gustaba verla de esa manera.
- Cora usted es muy bella, no debería de ponerse triste, le pediré a mi padre que no le niegue la entrada al palacio.
- Majestad haría eso por mí.
- Claro que sí, me caes bien además me gusta charlar contigo.
- Escuchar eso me hace tan feliz.- dijo Cora con una sonrisa y un pequeño rubor en sus mejillas.