Melisa es una agente secreta muy poderosa, desafortunadamente, muere a manos de su amado por órdenes del jefe de la agencia.
Sin embargo, se le da una segunda oportunidad de vivir en el cuerpo de una mujer débil que murió después de caerse de las escaleras.
Es en esta segunda oportunidad donde ella busca vengarse de su amante y del jefe de la agencia secreta, así como de aquellos que torturaron a la dueña del cuerpo en el que ahora reside.
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Capítulo 13
Grameisya fue subida al coche y se dirigieron a algún lugar.
Al llegar, era una fábrica de pan abandonada.
Llevaron a Grameisya adentro. Grameisya permaneció en silencio porque tenía curiosidad por lo que estaban haciendo.
La chica tomó su cámara y la colocó sobre su trípode.
"¡Vamos, háganlo! Lo grabaré", dijo la chica sonriendo feliz.
"Oh, me traes tan lejos solo para hacer un espectáculo, entonces trabajaré bien", dijo Grameisya con una sonrisa cínica.
"Vamos, rómpanle la ropa rápido y dejen que no use más ropa. De esta manera, difundiré tu video y haré que te expulsen de la escuela y no puedas ingresar a ninguna escuela", dijo la chica riendo triunfalmente.
"Está bien, entonces, vamos a hacerlo", dijo Grameisya.
Los dos hombres avanzaron para agarrar las manos de Grameisya, para que la chica le quitara la ropa a Grameisya.
Pero desafortunadamente lo que habían planeado no funcionó. Antes de que los dos hombres pudieran siquiera tocar las manos de Grameisya, los pies de Grameisya aterrizaron primero en sus cabezas.
¡Gdebuk!
El hombre cayó hacia atrás. Al otro hombre, Grameisya le jaló la mano, luego la arrojó al suelo y la pisó mientras tiraba de la mano del hombre con fuerza.
"¡Aduuuuuh!" El hombre gritó de dolor con la respiración entrecortada, poco después el hombre se desmayó.
La chica abrió los ojos con incredulidad.
"¿Este es el espectáculo que querías grabar?", preguntó Grameisya. Pateó al hombre a un lado.
"Él... él es muy fuerte, mejor me voy", dijo la amiga de la chica.
"Yo también", dijo su otra amiga. Ambos huyeron.
"Si hubiera sabido esto, no me habría involucrado", dijeron.
Rápidamente, Grameisya los persiguió y ya estaba frente a ellos.
"Qué rápido", dijeron sorprendidos.
"¿A dónde van? Después de ver el espectáculo de antes, ¿quieren irse así como así? Los dejaré ir, pero con una condición", dijo Grameisya levantando su dedo índice.
"¿Qué?", preguntaron asustados.
"Vayan y abofetéenla". Grameisya señaló a la chica.
"¡Qué! Imposible que la abofeteemos", dijo la amiga de la chica.
"Oh, no quieren, ¿qué tal si los golpeo como a él?", dijo Grameisya señalando al hombre desmayado que había arrojado al suelo.
"No queremos, no queremos, por favor perdónanos", dijeron arrodillándose suplicando.
"Bien, si no quieren salir heridos, hagan lo que les ordeno", dijo Grameisya cruzando los brazos.
"S-sí, lo-lo haremos", dijeron tartamudeando.
Miraron a la chica con una mirada de culpa.
"Lo siento, Ame, nos vemos obligados a hacerlo, espero que no te enojes", dijeron mirando a la chica entre la lástima y la compasión.
"¡Rápido! ¡O no los dejaré salir con vida!", gritó Grameisya.
"¡Sí!", gritaron al unísono por la sorpresa.
¡Plak!
¡Plak!
Ame se quedó en silencio después de recibir una bofetada de ellos mientras se tocaba la mejilla roja.
"Listo", dijeron.
"¡Otra vez!", ordenó Grameisya.
"Pero ya la abofeteamos", dijeron pidiendo clemencia.
"Sí, les dije que la abofetearan, pero no les dije que la abofetearan solo una vez, háganlo hasta que yo diga basta", dijo Grameisya con voz fuerte.
