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"CAMINOS INESPERADOS" LOS DECENDIENTES YANKELEVICH Quinta Parte

"CAMINOS INESPERADOS" LOS DECENDIENTES YANKELEVICH Quinta Parte

Status: En proceso
Genre:Dominación / Equilibrio De Poder / Embarazo no planeado / Malentendidos / BDSM / Apoyo mutuo
Popularitas:14.6k
Nilai: 5
nombre de autor: Karina Garcia

bienvenidos a la quinta parte de los decendientes YANKELEVICH.

Vamos a conocer la historia de Los hijos del pequeño Max: David, Hanna, willmar Alexander y Chantal.
también conoceremos a los hijas de Claudia y Kilian: Dolores, Lupita y Aurora.
tendremos también las historias de los hijos de Aisha y Bruno: Leo y Leonardo.

cada uno tendrá que enfrentar nuevos enemigos y también conocerán el amor, nuevas aventuras tendremos en esta quinta parte y tendrán que hacer uso de sus enseñanzas para poder mantenerse con vida.
espero les guste está quinta parte.

NovelToon tiene autorización de Karina Garcia para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

CAPÍTULO 12

Willmar sabía que si se negaba era como cortar cualquier relación con ella, porque eso significaba que se iba a ir, que podía crear un resentimiento en su contra y eso era algo que no quería.

No entendía lo que le pasaba, pero la quería cerca de él, era una atracción tan intensa que no sabía ni lo que significaba y sin nada de ganas le dijo. – Esta bien Vanessa, pero tienes que prometerme que si no lo soportas me lo vas a decir y lo dejaremos.

Vanessa acepto lo que le dijo y los dos empezaron a comer, una vez que terminaron Willmar la llevo al cuartel que estaba a las afuera de la ciudad.

En el momento que llegaron Willmar tuvo que trabajar un poco tenía que hablar con el general del cuartel, ponerse de acuerdo para lo que seguía, movilizar a sus hombres a los pueblos y otras ciudades; iba a tener que salir un equipo de 25 a recorrer los primeros pueblos, tenían que investigar si en esos lugares habían desaparecido jóvenes, si encontraban algún problema podían matar o si podían atraparlos, pero estos movimientos eran para limpiar el país.

Una vez que termino de hablar con el general y se escogió el primer equipo, para que se prepararan, iban a tomar el camino al día siguiente en la madrugada, una vez que se les hablo de su misión, se fueron al enorme comedor del cuartel para comer, ahí ya estaba Vanessa esperándolo.

Se sentó a comer con ella, una vez que terminaron sin nada de ganas la llevo a uno de los campos de entrenamiento, era la parte donde los soldados corrían todas las mañanas, hacían ejercicios de estiramiento, abdominales y había algunos obstáculos bastantes altos para saltarlo.

Willmar le dijo que empezarían en ese lugar, cuando ella lograra saltar todos los obstáculos cambiarían a algo más; ella le puso mala cara, quería que le enseñara a pelear a tirar golpes, pero él solo quería que hiciera ejercicio, algo que no le gustaba mucho.

Él al ver sus gestos de desagrado se empieza a reír y cuando se calmó le dijo. – Vanessa, en mi familia todos empezamos haciendo esto, solo que lo hacemos cuando empezamos a caminar y saltar los obstáculos lo hacemos cuando tenemos 6 años, de ahí empezamos con entrenamientos más pesados.

Tu ya eres bastante grande, no tenemos que esperar que pasen los años para enseñarte cada paso, todo va a depender de ti, de lo que soportes.

Vanessa no le parecía, pero no tuvo más que hacer lo que le decía, ya que no pensaba enseñarle más si no hacia los pasos como tenía que ser; esa misma tarde empezó haciendo unos estiramientos, algo que no fue fácil de ver para Willmar.

Estaba siendo una tortura para él, ver como se doblaba para tocar sus pies, estaba detrás de ella, miraba su hermoso trasero en cada dobles que hacía, era algo tan excitante que no lo soportaba; tuvo que dejarla sola tenía que hacer 30 de ellas, le dijo que después de eso tenía que abrir sus pies y estirarse de un lado a otro tocando el suelo, tenía que hacer 30, después 30 sentadillas.

Tenía que hacerlas una tras otras sin descansar y si descansaba solo tenía que volver a empezar; sabía que no iba a poder hacerlo a la primera, podía alejarse un poco de ella, dejo a una mujer soldado vigilándola para que hiciera lo que se le ordeno.

Se fue al comedor, se preparó un café, se sentía algo incomodo, sabía que eso no iba a ser fácil, entrenarla iba ser una tortura y no sabía si lo iba a poder resistir, no se podía quitar de su cabeza lo que miro, era tan excitante que no lo podía olvidar.

Termino yendo a la oficina con el general, prefería estar trabajando en lugar de estar pensando en el cuerpo de Vanessa; le fue un poco complicado concentrarse, pero logro trabajar, cuando menos pensó ya eran las 9 de la noche.

Willmar pensó que era suficiente trabajo por ese día, se paró y le dio las buenas noches al general; al salir del despacho pensó en ir a buscar a Vanessa, estaba por ir a buscarla al cuarto que se le había designado, pero se alejó del despacho escucho que dos soldados estaban hablando, solo iba a seguir caminando sin prestar atención y en ese momento que paso a su lado escucho a uno decir. – Miraste a la mujer que llego con el joven maestro, es increíble, tiene horas en el campo de entrenamiento y cada que se cansa solo vuelve a empezar, la verdad no entiendo como tiene tanta resistencia.

Al escuchar lo que dijeron se va casi corriendo hasta el campo de entrenamiento y al llegar cual fue su sorpresa al ver como algunos de los soldados estaba ahí viéndola entrenar, gritando para animarla “tú puedes, uno más, uno más”

Se acerco y mira como ella se preparaba para empezar a saltar los obstáculos, se quedó serio viéndola, estaba sorprendido de que aun siguiera en el campo de entrenamiento y lo que más lo dejo sin palabras fue al verla saltar, una tras otra, manteniendo el mismo ritmo.

Estaba por lograrlo cuando su pie golpea una de las barras y eso la hace caer al suelo; ella golpeo su cabeza con la barra de enfrente, sus manos se rasparon con la tierra hasta unas piedras se encajaron en sus palmas, sus rodillas terminaron igual.

Willmar al ver el golpe que se dio en la cabeza corre hacia ella, para ver si estaba bien; fue el primero en llegar a su lado, al ver que aún estaba consciente y que trataba de levantarse sintió alivio, pero no dejo que se pusiera de pie él la tomo en sus brazos; no la dejo decir una sola palabra y la llevo al centro médico que estaba en la base militar

Hizo que el medico la revisara, más que nada del golpe que se había dado en la cabeza; una vez que sacaron las piedras que se encajaron en las palmas de sus manos, en sus rodillas y de asegurarse de que estaba bien, salieron de ahí, caminaron en silencio hasta llegar al cuarto de ella.

Willmar la hizo entrar al cuarto y él al estar adentro cerró la puerta, en ese momento le dijo. – Eres una irresponsable, está bien que quieras avanzar rápido pero no puedes lastimarte de esta manera, debes tener cuidado y si vuelves a lastimarte de esta manera, no te enseñare nada, regresamos a la ciudad.

Vanessa cruzo sus manos, estaba molesta no le gustaba nada lo que le estaba diciendo y cuando termino de hablar, le dijo. – Se supone que el entrenamiento llega a lastimar o me vas a decir que tú nunca saliste herido.

Deja de hacer un escándalo por esto, solo me caí y lo mejor fue que casi lo logro, me faltaron solo dos barras para llegar al final, si lo hubiera logrado tú mañana tuvieras que enseñarme algo nuevo.

Creo que tú realmente no deseas enseñarme y si esto que pienso es cierto, solo dímelo, regresamos a la ciudad que cada uno tome su camino, tampoco quiero ser una molestia, ni que te sientas obligado a estar cargando conmigo.

Willmar rápido le responde. – No eres una carga para mí, solo no quiero que te lastimes y si pienso enseñarte, pero trata de tomarlo con calma; vamos a tomar este mes para que agarres algo de condición física y tambien te ensañare defensa personal, golpes básicos, en el siguiente mes te mostrare como usar un arma, ¿te parece? 

 

Vanessa acepto y después de eso Willmar solo le dio las buenas noches, salió de ahí y fue a la casa que estaba dentro del cuartel que era para cuando alguien de la familia estuviera ahí.

En esa casa había suficientes cuartos, pero no quiso tener tan cerca a Vanessa, sabía que eso no iba a ser bueno para él, por eso la dejo en un cuarto de los que eran para los soldados.

Después de darse un baño se recostó en la cama, como casi todo es su familia le gustaba dormir desnudo, pero su cabeza no dejaba de pensar en ella, le gustaba demasiado y la deseaba, pero era algo que tenía que olvidar, ella estaba tan lastimada, que no iba a poder corresponderle de la manera que quería.

Eran las 5 am cuando se despertó, se levanta y se cambia, una vez que estuvo listo fue a correr al campo de entrenamiento, duro casi una hora, después fue a las barras que estaban a cierta altura donde empezó hacer flexiones.

Vanessa tambien se levantó temprano y fue al campo de entrenamiento, esta vez pensaba lograr terminar con lo que Willmar le asigno; estaba por empezar a correr cuando lo miro en las barras, estaba sin camisa y en cada flexión miraba como sus brazos crecían por los músculos que se hacían, pero lo mejor fue a ver sus pectorales bastante grandes y su abdomen parecía un empedrado.

Se le quedo mirando ese hombre era bastante atractivo y su cuerpo era el de un dios; muerde su labio inferior, deseando tocarlo, quería acariciarlo, disfrutarlo, aunque fuera una sola vez y si había pasado por un cruel trauma, pero era una mujer fuerte, no se dejó llevar por esos malos recuerdos, solo los enterró en el fondo de su mente, siguió con su vida hasta ese momento que lo miro.

Ella deseo poder tener una de esas secciones del BDSM, se imaginaba lo que sería ser su sumisa, lo que la haría disfrutar estar en sus brazos y ser tocada por esas manos; se sumergió en sus pensamientos mientras lo miraba, estaba hipnotizada con su belleza, en ese momento una mujer soldado que la miro se le acercó y le dijo. – Tiene un buen cuerpo ¿verdad?

No es de extrañar, todos los descendientes de la familia del maestro JEAN tienen ese cuerpo y esa belleza; la verdad nadie te puede culpar por quedártele viendo de esa manera tan lasciva, porque es lo que les pasa a todas las mujeres que logramos verlos con tan solo el pantalón puesto.

Cuando los descendientes llegan a estar en el cuartel todas las mujeres disfrutamos de estos momentos y las jóvenes maestras tambien son hermosas, con un cuerpo envidiable, te puedo asegurar que más de una de las mujeres del cuartel si se hacen lesbianas solo por estar con una de ellas.

Vanessa por un momento se sintió avergonzada, pero al escuchar lo que dijo de las mujeres de la familia del maestro se empezó a reír y la mujer soldado se unió a ella.

Sus risas llegaron hasta donde estaba Willmar, al escucharlas rápido deja de hacer sus ejercicios; suelta las barras y toma su playera se la pone, se acerca a ellas.

La mujer soldado podía ver a los descendientes de lejos, pero no podía estar cerca de ellos, su presencia era bastante imponente y eso no era agradable, quitaban el gusto de verlos; apenas se acercó ella le dio los buenos días y se retiró dejando a Vanessa sola con él.

Willmar apenas se acercó la invito a correr junto con él y los dos empezaron trotando y poco a poco lo hicieron más rápido; él tenía bastante condición, pero ella no, poco a poco se fue quedando atrás.

Corrieron casi hora y media, hasta que Willmar se dio cuenta de que Vanessa estaba que ya no podía, decide parar y la lleva al comedor; la sentó en una de las mesas y él fue por dos charolas de comida.

A diferencia de los militares de los países, los que eran de su familia comían muy bien y la base militar estaba conformado en equipos, cada uno tenía una semana para decir lo que comería; a ellos les toco suerte, el equipo de esa semana había decidido comidas tradicionales del país.

Al terminar de comer los dos fueron nuevamente al campo de entrenamiento, pero esta vez Willmar no la dejo sola; aunque seguía siendo una tortura verla hacer los ejercicios, era más su necesidad de cuidarla, se quedó observándola y esta vez para medio día ella había logrado completar los ejercicios que él le había puesto.

Ese mismo día pasaron a las barras, donde la puso a ser 30, igual empezó sin lograrlo, esto fue más difícil, le tomo casi dos días; los ejercicios siguieron y al mes ella ya tenía algo de condición, pasaron al entrenamiento más difícil, le enseño unas técnicas para pelear, a dar unos golpes, como el que daban a la garganta, tambien le mostro puntos del cuerpo donde podía golpear para provocar bastante dolor y si estaba en peligro pudiera escapar.

Con los pies fue más difícil, pero logro tener una patada fuerte, le enseño a usar armas cortas, armas largas y a pelear con una daga a usarla correctamente, a los dos meses ella ya sabía lo básico.

Willmar ya no podía seguir en el cuartel, tenía que regresar a la ciudad y seguir con su trabajo; al llegar a la ciudad él la llevo a un departamento que estaba en una de las mejores colonias, fue un regalo que le hizo, quería que tuviera un lugar que fuera solo de ella, su propio espacio.

Vanessa al principio quería negarse, pero al final termino convenciéndola, diciéndole que era parte del pago por salvarle la vida; la dejo en su departamento y él fue a trabajar, ese día tenía que reunirse con el presidente, las cosas iban bien solo tenían que ir a ponerse de acuerdo en lo que seguía.

Fue una reunión larga, salió a las 11 pm y se fue al hotel, no tenía sueño, solo estaba enfadado del día tan largo que había tenido; al llegar se dio un baño, pero no quería recostarse, había estado muchos días en abstinencia sentía la necesidad de tener algo de desahogo.

Tomo un pantalón de vestir color gris y una camisa de color negro de manga larga, se miraba muy bien; una vez que estuvo listo, salió del hotel, subió a la camioneta y ordeno a su chofer para que lo llevara a uno de los clubs del BDSM.

Al llegar bajo del carro, en ese lugar él ya había estado lo reconocieron apenas lo vieron y rápido lo dejaron pasar; pidió un privado y a la primera sumisa que miro, era bastante hermosa la joven y el atuendo que traía era bastante llamativo.

Ella traía una falda corta de color negro de piel, dejaba ver sus bragas que eran de color rojo bastante pequeñas, su pecho que era bastante grande estaba cubierto con un sostén de piel de color negro, apenas la cubría y se sujetaba a su cuello en un collar que a figuraba el de una sumisa.

La hizo bailar en una tarima que estaba en ese privado, la joven lo hacía bastante bien, pero para su mala suerte él no pudo concentrarse en ella, apenas la empezó a ver su mente lo traiciono.

Empezó a ver a Vanessa, era como si ella le estuviera bailando, su deseo se hizo bastante grande hasta que la joven al final del baile se fue acercando a él y esa ilusión esa terminó.

Al ver que no era Vanessa se le quitaron las ganas, termino rechazándola, se empezó a sentir frustrado y sale del club; ordeno al chofer que lo llevara al departamento de ella, pero en el momento que llego no se atrevió a bajar, solo se quedó mirando hacia arriba, se decía a si mismo que no podía molestarla con eso, que tenía que quitarse ese deseo.

Golpeo la puerta del carro, se sentía frustrado y ordeno al chofer regresar al hotel; al estar en su cuarto, se quitó la ropa, tuvo que volver a meterse a bañar, pero esta vez con agua helada, el deseo por ella era bastante grande y lo estaba volviendo loco.

Al salir y tirarse en la cama completamente desnudo, se quedó pensando en que lo mejor era mantener su distancia y desde ese día no volvió a buscarla, solo ordeno a uno de su gente que la ayudara acomodarse a trabajar en lo que ella quisiera.

Pasaron tres meses y él se había echo a la idea de mantenerse alejado de ella, se mantenía cada día que pasaba ocupado, metido en papeles y trabajando, hasta tuvo suerte al tener que ir a rescatar víctimas de los tratantes de personas, el ataque fue en una casa que no estaba en la ciudad, se había dado en un pueblo que estaba a una hora.

Al regresar al hotel se encontró con el hombre que designo para ayudar a Vanessa; lo hizo ir hasta su habitación y al cerrar la puerta le ordeno que le dijera que pasaba.

El hombre se pensó un poco sus palabras y empezó a decir. – la señorita quiere ser parte del ejército de la familia, regresar al cuartel y me dijo que si se negaba que entonces dejaría el departamento, que no volvería a molestarlo.

Joven maestro, creo que, si no la deja unirse al ejército de la familia, se va a unir al del país, se mira su determinación y no creo que algo la haga cambiar de opinión.

Willmar le dijo que él iría a verla y le ordeno que se fuera, una vez que se quedó solo se metió a bañar; al salir se quedó viendo por la enorme ventana de su habitación, pensaba en ella en como convencerla para que cambiara de opinión, pero sabía que nada de lo que le dijera la haría cambiar de opinión.

Al día siguiente se cambió con un pantalón casual de color blanco, una playera pegada a su cuerpo de color negro, unos tenis negros y una vez que estuvo listo, salió de su habitación.

Eran las 7 am fue a buscarla, al llegar a su departamento toco el timbre; era un edificio de mucha seguridad, pero él no tenía problema al pasar ya que era de su familia, eran gustos que la pequeña Neylane tenía en diferentes países, lugares donde ella y su esposo llegaban a pasar días o meses, para no estar en el hotel decidieron crear departamentos así.

Espero casi 10 minutos hasta que ella le abrió la puerta, al verlo le puso mala cara y rápido le dijo. – No pienso cambiar de opinión, quiero hacerme más fuerte y no tienes que seguir cuidándome, ser una carga para ti esa algo que no quiero.

Willmar no le prestó atención a lo que dijo, la miraba de pies a cabeza, traía puesta una blusa delgada algo floja y un short corto de tela ligera; era su pijama y podía ver su pecho sin sostén, no podía dejar de verla, era tan hermosa, su cuerpo era perfecto para él.

Se puso algo nervioso, termina volteándose y le dice. – Cámbiate, vamos a desayunar y hablamos; te espero en la camioneta.

Una vez que dijo eso salió de ahí a toda prisa, no quería perder el poco control que le quedaba; al llegar a la camioneta subió y cerro sus ojos, trataba de controlarse, aunque estaba siendo difícil la imagen de ella estaba en su mente, grabada como un tatuaje.

Tardo 40 minutos en bajar, algo que fue bueno para Willmar, pudo calmar sus emociones; la llevo a desayunar a un buen restaurante y mientras comían él trataba de explicarle sobre los peligros, pero por más que trato de hacerla cambiar de opinión no hubo palabras que la convencieran.

Vanessa se sentía molesta y después del desayuno le pidió que la llevara al departamento; solo iba a recoger sus cosas, pensaba salir de su vida y se lo dijo claramente a él, no pensaba seguir de esa manera, buscaría su propio camino, pensaba cumplir sus sueños.

En el momento que llegaron al edificio, baja de la camioneta ignorando las palabras de Willmar, que no dejaba de pedirle que no hiciera una tontería, que pensara un poco en lo que iba hacer.

Subió el elevado y estaba por presionar el botón para ir a su departamento cuando Willmar entro junto con ella; no pensaba dejarla ir a ningún lado, quería cuidarla y no estaba dispuesto hacerla cometer una tontería.

Llegaron al departamento Vanessa trato de dejarlo afuera, pero él entro antes que lograra cerrar la puerta; ella termina ignorándolo y va a su habitación para hacer su maleta.

Era cierto que todo lo que tenia se lo había comprado él, pero llevaba su cuenta, solo estaba esperando a empezar un trabajo para pagarle cada peso que había gastado en ella.

No doblo ni la ropa solo aventó todo a como callera estaba tan molesta que solo quería irse de ahí, abrió el cajón del buro que estaba aún lado de la cama, tomo lo que había ahí y lo hecho en la maleta, en ese momento él entro.

Willmar pensaba seguir insistiendo, pero se quedó callado al ver lo que estaba en la maleta encima de su ropa; era unos juguetes para adultos y un collar de sumisa.

Se quedo viendo los juguetes y ella se dio cuenta de lo que estaba viendo, los dos se quedaron parados sin decir una sola palabra.

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Jesus Castro Montero
Gracias escritora Karina por deleitarnos con tan hermosa novela te felicito escritora nunca dejes de escribir hermosas novelas
Jesus Castro Montero
Que te pasa David estas enamorado de Alma por que no le dices que no se case que estas enamorado de ella y punto seguro que ella también puede estar enamorada de él
Jesus Castro Montero
Me gusta mucho como estos hijos de Jean Yankelovich hicieran todo los que les habían enseñado lo hicieran perfecto gracias escritora Karina por deleitarnos con tan maravillosa novela
Jesus Castro Montero
Esta narración está magnífica no tienen que distraerse sipre tienen que recordar los consejos de su padre Jean hojala que nada malo les pase tienen que llegar sanos y salvos 🤣 🤣 excelente capitulo
Jesus Castro Montero
Como pueden malograr la mente de sus hijos con cosas asquerosas son todos traidores hojala les den una buena lección y que maten a todos los traidores buenísima. historia
Jesus Castro Montero
Me fascina esta novela y este capitulo esta muy bien planificado se ve que es muy peligroso por eso Jean mando a todos sus hijos por que ellos saben como trabajan sus padres buenísima novela me como las uñas de los nervios
Jesus Castro Montero
Hay pequeño Max le echaste toda la culpa a tu hijo Willmar pero tu hijo sabrá que lo hiciste por el bien de Vanessa hojsla que ellos dos se queden juntos y sean felices por que la familia Yankelovech son personas muy unidas hermosa novela gracias Karina
Jesus Castro Montero
Pobre Irma antes que llegue al lado de la familia Yankelovech estaba secuestrada y la obligaban hacer cosas que ella no quería y por eso ella entiende a Vanessa hojala ella entienda lo que Irma le está contando para que sepa que nadie la va a juzgar excelente novela te felicito escritora Karina nunca dejes de escribir hermosas novelas
Zaidymar 🌠
No me gusta ni Amadis, ni Wilmar Alexander los cambio en mi imaginación porque no gustar, los demás bellos! /Kiss//Kiss//Kiss//Kiss//Kiss/
Jesus Castro Montero
Hojala VAnessa y Willmar se queden juntos siempre Jean y Neylane son de dar oportunidades a sus hijos y nietos y seguro Irma y pequeño Max también lo hará por que así funciona la familia Yankelovech
Jesus Castro Montero
Escritora Karina cada capítulo es una alegría sabes me emociona leer tu novela por que se que le pones alma corazón y vida eres fantástica y sensacional te adoro muchas bendiciones y muchas felicidades
Jesus Castro Montero
Vanessa acepta a Willmar el es un joven bueno y su familia también es buena vas aprender mucho de ellos y lo importante es que no te van a gusgar el te rsta tomando tal cual eres excelente 👌 novela grandiosa querida escritora Karina te felicito de todo corazón ❤️ ❤️ ❤️
Jesus Castro Montero
Hay lectora Zaidymar me he reído con tus comentarios son bien locos pero creo que es lo mejor Willmar aprovecha no tienes que pedir permiso a nadie cada cosa que se les presenta a estos jóvenes del maestro Jean jajaja/Tongue//Tongue//Tongue//Doubt//Doubt//Doubt/
Jesus Castro Montero
William enséñale a Vanessa a manejar armas y artes marciales como lo hacen tus tíos cumple con lo que prometes y ha ese Sergio deben matarlo por traidor y encima era un volador de niñas igual que Nathan no merece vivir buenísima novela te felicito escritora Karina
Zaidymar 🌠
David estaba enamorado de la amiga? pobre azul quedó
Elisa del Valle
excelente sigue así 👍
Zaidymar 🌠
Eso es un licuado de Bruce Lee, chaky Chang, rambo, Rocky, Terminator, el depredador, los juegos del hambre, Jack el destripador, pero me encanta esto es puños, patadas, mordiscos, todos contra todos. pero hay que detener a la Chucky bruja 🧹🪄🧹
Jesus Castro Montero
Aurora quien era ese gordo por que te sorprendió verlo ahí me encanta esta novela gracias escritora Karina te felicitó
🇻🇪 marberys 🇻🇪
felicidades autora toda sus novelas son un éxito dio la bendiga siempre 🙏🏻🙏🏻❤️❤️🙏🏻🙏🏻🇻🇪🇻🇪
Jesus Castro Montero
Por favor qué encuentren rápido a las dos ho se Hannah y Aurora que nada malo les pase a la familia Yankelovich
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