DEMONIO

La mole se vuelve a mover, curiosamente está semi agachada y eso me divierte, tal parece que mi pequeña amiga ha encontrado nuevas formas de cazar.

Un espadachín se aventura sigiloso hasta mí, logro esquivarlo y esto parece molestarlo, tres oscuros intentan acorralar me, varios murciélagos corren hacía mi seguido de varios topó.

Sonrió y solo me limitó a correr de un lado a otro, mató a tantos como puedo y en un mal cálculo voy directo a un murciélago que gustoso me recibe con sus hermosas tijeras clavándola en mi abdomen.

-¡Jum!- un gemido sale de mi garganta y el bicho frente a mí sonríe eufórico.

Leo el sadismo en sus ojos, sé lo que quiere hacer, pero soy más rápida y clavó a SARAM en su oído. Mientras trato de sacar las garras del murciélago de mi cuerpo, varios infectados se acercan a mí, una espada se clava en mi hombro provocando que grité.

Un oscuro estira su brazo juntando sus dedos y me atraviesa el vientre, veo el puño cerrado de la mole viajar hasta mí. Gritó por el dolor provocado y siento la sangre hervir por la rabia.

-Grrr- un gruñido sale de mi boca haciendo eco.

Todo se torna rojo a mi alrededor, mis garras comienzan a brotar, mi carne se vuelve más dura que antes, un gruñido sale de mi interior por cada respiro que doy.

Con mis garras cortó la flexible, pero dura piel del oscuro, con las otras garras cortó el largo brazo en forma de espada del espadachín, luego procedo a cortar las tijeras del murciélago.

Saltó a un lado y luego arriba para alcanzar a la mole, después...

-------------------------------------------------------------

Capitán

Ya oscureció y no hemos parado a descansar ni una sola vez, nos hemos turnado para cargar a Roy quien sigue dormido, la herida tiene mucho mejor pinta que está mañana.

Nos encontramos a pocos metros de el tráiler, espero que los demás hallan logrado bajar sin contratiempos. No hemos sabido nada de la chica así como tampoco no topamos a ningún zombi.

Al parecer no nos siguen y quiero pensar que es una buena señal, por la tarde se escuchó un rugido bastante fuerte y escalofriante. Las aves salieron despavoridas de sus nidos, no sé que fue eso, solo espero que ella esté bien.

Sé que debí quedarme a luchar a su lado, al menos eso hubiera hecho en otros tiempos, pero con las habilidades que ella demostró en el campo de batalla, si me hubiera quedado seguro solo habría sido una distracción.

Entre estarme cuidando y peleando, seguramente nada bueno hubiera salido de esa pelea, solo esperó que no haya muchos zombis al pie de la montaña.

-¡Mm mm!- escucho un leve gemido y me detengo a ver qué pasa.

Adam acomoda el peso de Roy en su espalda y este vuelve a quejarse.

-¿Qué pasa?- pregunta Roger.

-No lo sé.-Adam parece preocupado.

-Bájalo- ordenó, acercándome hasta ellos.

Adam obedece y con cuidado pone a su hermano en el suelo, Roy vuelve a quejarse y los tres nos miramos temiendo lo peor, tragó grueso con el corazón palpitando rápido.

Miró la herida y solo se ve el agujero que dejó el colmillo del topo al perforar la carne con unas cuantas estrías negras alrededor de este. La hoja del cuchillo está clavada unos centímetros más arriba lo que nos permite tener una buena visión de la infección.

-Mmmm- Roy se queja otra vez, pero en esta ocasión abre ligeramente los ojos para luego volver a quedar inconsciente.

Los tres respiramos aliviados, ya que sus ojos se veían bastante normales, le revisó los dientes y no han cambiado ni se han comenzado a caer, tampoco las orejas, ni la nariz, sus manos no presentan cambio alguno.

Sus dedos siguen iguales, con piel y uñas lo que es bastante bueno.

-Sigamos- ordenó, cojo a Roy con ayuda de Adam y Roger lo colocó en mi espalda.

Seguimos avanzando y por extraño que parezca, me siento aliviado, ya que Roy no presenta señales de cambio y la mordida está casi limpia. De pronto el chico no parece pesar casi nada y eso me da un segundo de alegría.

Tal vez, solo tal vez. Si Roy se salva de esto, podría decirse que encontramos una cura para evitar la transformación.

Caminó más de prisa y contento, los otros están igual que yo aunque no puedo ver sus rostros. A pocos metros de nosotros divisó luces lo que significa que los otros ya están aquí, esperó que no haya bajas y que no haya zombis cerca o podrían notar las luces.

Las luces se apagan de pronto, luego la luz vuelve, nuevamente se apaga y luego vuelve, para extinguirse totalmente.

-Son Marcos y los otros- dice Roger y solo asiento. Pues sé que son ellos, enviando señales para que los demás se acerquen.

El silenció es grande, nadie habla y procuran ser silenciosos al caminar, desde donde estamos logramos verlos a pesar de la oscuridad, Roger quiere ir con los otros así que lo dejo.

Invitó a Adam para que lo siga, pero este prefiere quedarse conmigo y con su hermano, sabe por qué razón no me aventuro a acercarme a los demás, no quiero generar pánico, puesto que conocen la condición de Roy.

Veo a María detener a Roger y proceden a revisarlo, una vez terminan lo dejan incorporarse con los demás y Marcos envía un saludo levantando la mano.

Todos se reúnen, no prenden fogatas para no llamar la atención, la noche es fría más que otras, una porque está nevando y segundo porque estamos al aire libre.

Afortunadamente, constantemente limpiamos esta zona de zombis y no muchos llegan a este lado tan abandonado, pero de igual manera no podemos confiarnos. Veo que varios montan guardia, sé que van a turnarse durante la noche y hago lo mismo.

A regaña dientes logró que Adam duerma primero mientras vigilo.

Levantó la vista al cielo, la nieve no deja ver la luna ni las estrellas, suspiró bajando la mirada hasta Roy, su herida ya está casi limpia.

-¿Cómo estás?- preguntó pensando en la chica de antes, me doy cuenta de que no sé su nombre.

No tuvimos oportunidad de presentarnos, aunque tampoco es que la situación lo hubiera permitido.

-Vuelve pronto- digo a modo de petición, como si ella estuviera frente a mí y de alguna manera le estoy suplicando que regresé.

Solo quiero saber que está bien, que nada malo le pasó, quiero volver a verla y darle las gracias por lo que hizo hoy. Quiero devolverle su cuchillo y...

-ROJA- murmuró viendo la pierna de Roy.

Así le llamo ella a su cuchillo, me preguntó de qué estará hecho esa cosa y ¿Cómo es posible que pueda limpiar la sangre infectada? Nunca antes vi algo igual, tampoco escuché de nada que se le pareciera.

Estiró mi mano en un intento por tocar el cuchillo y siento una tremenda descarga eléctrica que me hace contener un gritó y todo se vuelve oscuro.

...****************...