Reencarne En La Bruja Blanca

Dayana: (yo seguía con mi vestido de novia, Draco no me dejo quitármelo, viajamos por varias horas hasta que llegamos a una preciosa cabaña, rodeada de nieve hasta decir ya no más, dentro del coche casi no sentía frío, pero al salir se me congelaron hasta los pensamientos)

Draco: vamos hace mucho frío afuera, no te preocupes aun me quedo tiempo de mandar acondicionar todo para nuestra llegada, ¿te gusta?

Dayana: (por dentro es muy acogedora, solo tiene una alcoba, el baño, la cocina y un pequeño recibidor) si, es bastante cálida, bueno iré a quitarme este vestido ya me tiene un poco sofocada

Draco: (la cargue estilo princesa) mi querida hada, yo soy el único que te podrá quitar ese vestido esta noche

Dayana: (si ya se me estaba haciendo hábito sonrojarme y mirar a otro lado, soy virgen en ambos mundos pero no mustia, no iba desaprovechar la oportunidad de estar con mi papucho) ¿es...pe..ra que haces?

Draco: déjate consentir (tome un mechón de su cabello y lo olí, ella me parece la mujer más bella que haya visto jamás, la tome de la cintura para acercarla a mí, no la quería lejos, la quería sentir cerca, muy cerca, no aguante más así que tome ese bello vestido y se lo quite, realmente se veía hermosa en el pero ya me urgía verla sin nada de nada, casi me quedo sin aire al ver lo que tenía puesto, una diminuta ropa que solo cubría lo esencial pero alzaba su figura de una manera tan Exquisita, que solo me invitaba más y más hacerla mía, tocando suavemente) ¿qué es esto?

Dayana: (parecía un pulpo sus enormes manos no dejaban de tocarme) es un nuevo diseño, ¿te gusta? (frunció el ceño, así que retrocedí un poco pensé que fue mala idea ponerme esto)

Draco: te ves hermosa, me encanta, pero ahora mismo me estorba (la bese como un desesperado, como si llevara días sin comer) seré gentil, lo prometo, si te duele mucho puedes morderme o gritar

Dayana: (¿gentil?, con esa anaconda que lleva entre las piernas creo que necesitaré silla de ruedas, estoy segura que quedaré paralítica)

Draco: (quería ser gentil pero me estaba costando no devorarla al instante, fui bajando lentamente hasta estar en medio de sus piernas y vaya sorpresa al no encontrar ningún bello, eso me prendió aún más y estampe mi boca, solo escuchaba sus pequeños gemidos, sentí unas ganas enormes de hacerla gritar, así que no aguante más, comencé a meter mi amigo lentamente pero ella no estaba colaborando, está muy estrecha, hasta que termine de hundirme completamente en ella, me mordió duro pero eso no me importaba, cuando sentí que estuvo lista comencé con un vaivén lento)

Dayana: (dolio como el carajo, pero Draco me trata con mucha ternura como si temiera romperme, cuando el empezó ese rico vaivén, me acoplé a su ritmo y claro que también empecé a menear mis caderas, pero quería más) más... raa piii... do ahhh

Draco: (mi hada sí que sabe prenderme, le subí la intensidad hasta que ambos explotamos en un delicioso orgasmo) ¿estás bien mi hada?

Dayana: mejor que nunca (eso fue delicioso pero que hace, siento que su anaconda esta lista para el combate nuevamente, no se supone que con una vez es suficiente) ahhh, ummmm agghh

Draco: (no me basta con una sola vez Quiero más de ella todo si es necesario) di mi nombre umm vamos cariño solo dilo

Dayana: (no sé qué me pasaba sus palabras me excitaban y sentía que mi orgasmo se aproxima) Draco (solo grite su nombre como una desquiciada)

Draco: por fin eres mi mujer, sigamos

Dayana: ¿cómo que sigamos?

Draco: oh cariño, apenas estamos calentando y aun me falta algunas poses qué necesito probar contigo (su preciosa carita era un poema, pero solo me incitaba más a tenerla debajo o encima de mi gimiendo mi nombre)

Dayana: (que no tiene llenadera) ummm espera ahhhhg, eres un goloso

(estaba cansada y necesitaba ir al baño, pero este hombre con sus enormes brazos me tiene presa, me toco hacer maniobras para que me soltara)

Draco: umm ¿a dónde vas?

Dayana: necesito ir al baño

Draco: esto me recuerda algo, ven déjame ayudarte