Sinopsis:
Joarah siempre había vivido una vida tranquila en México, hasta que se vio obligada a huir del país, dejándolo todo atrás. Perseguida por Emmanuel Gonzales, un poderoso magnate del crimen, no entiende sus verdaderos motivos, pero sabe que debe salvarse a cualquier precio.
Al llegar a Sicilia, Joarah pide ayuda a la única persona que conoce, su amiga Alice. Las cosas se complican cuando descubre que Emmanuel está más cerca de lo que imaginaba. Durante un tenso encuentro, Joarah se enfrenta a una sorprendente revelación: es idéntica a la ex esposa de Emmanuel, una mujer que muchos dieron por desaparecida y otros por muerta.
Emmanuel, frío y calculador, le propone un trato impensable: que Joarah se convierta en su esposa de alquiler, no por amor, sino por necesidad, para garantizar el futuro de su hijo y la seguridad económica de su padre. Joarah descubre secretos familiares que cambian su visión del pasado y de Emmanuel.
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Capítulo 12
Joarah González
- Joarah, ¿quién es ese chico? - pregunta Luisa, con sorpresa en la voz.
- Es mi hijo, Antonio -le digo, intentando mantener la calma-. - Tengo mucho que explicarle.
Dolores frunce el ceño, aún más confusa.
- Pero nunca mencionaste que tuvieras un hijo. Te conocemos desde hace cinco años.
- Lo sé -suspiro, sintiendo el peso de haber guardado este secreto durante tanto tiempo. - Era una parte de mi vida que mantenía en secreto por razones complicadas. Pero ahora ya lo sabéis, y os lo voy a contar todo.
Luisa y Dolores se miran, todavía sorprendidas, pero asienten. Sé que me apoyaréis, aunque os sorprenda. Antonio, ajeno a la complejidad de la situación, se limita a sonreírme, y eso me da fuerzas para afrontar lo que está por venir. La verdad es que no podía decirles en ese momento que Antonio no es mi hijo biológico, y además Emmanuel me hizo firmar un acuerdo por el que no le diría a nadie que no era la madre de su hijo.
Emmanuel López
Entro en el renombrado bufete de abogados, uno de los más prestigiosos del país. La elegancia del ambiente es palpable, desde el moderno mobiliario hasta el arte cuidadosamente seleccionado de las paredes. Me recibe una mujer que enseguida me llama la atención. Se presenta con voz suave pero urgente.
- Buenos días, señor Emmanuel. Soy Carolina, la madre de Laura.
Frunzo el ceño, intrigada. ¿Laura? No esperaba que ese nombre apareciera hoy.
- ¿En qué puedo ayudarla, señora Carolina?
Respira hondo, como si se armara de valor para continuar.
- Mi hija Laura está fuera de sí. Se lió con un hombre peligroso y le convenció para que matara a su propio padre. Ahora dirige su negocio en México.
Siento un escalofrío que me recorre la espalda. He oído hablar de casos similares, pero siempre es inquietante escucharlo de primera mano.
- Lo siento, señora Carolina, pero parece que es demasiado tarde. Su padre ya ha muerto. No hay mucho que pueda hacer al respecto.
Carolina me mira con una intensidad que me hace dudar.
- No he venido a pedirle que lo traiga de vuelta. - Su voz es firme, decidida. - Necesito que encuentres a mi otra hija, Joarah, y la mantengas a salvo.
La sorpresa me invade. Joarah, la mujer que ahora es mi futura esposa. Intento procesar la información mientras Carolina continúa.
- Si Laura descubre que tiene una hermana, no se lo pensará dos veces antes de matarla. Quiere ser la única heredera de todo el cártel y de la herencia.
Permanezco en silencio un momento, asimilando la gravedad de la situación. Joarah es más que una futura esposa; es la clave de un legado peligroso y disputado.
- "Lo comprendo", digo finalmente, con un tono de voz que no revela la agitación de mi interior. - Haré todo lo posible por proteger a Joarah.
Carolina deja escapar un suspiro de alivio, pero sé que esto es sólo la punta del iceberg. Hay mucho más en juego de lo que ninguno de los dos podía imaginar y me apresuro a decirle que Joarah está en mi casa y que pronto será mi esposa. continuar...
