Mi Pequeña Muda

Aunque la oferta de Jeremy le hubiese parecido tentadora a la Karla de antaño. Ciertamente, para la Karla actual no significaba nada.

Después de todo, Karla ya se había rendido con el piano desde hace mucho tiempo.

Volver a tocar para una audiencia era algo que Karla no iba a volver a hacer el resto de su vida.

Por lo que bajo la cabeza antes de sacar la libreta que siempre cargaba consigo y escribir.

"Gracias, pero no estoy interesada”

Karla sonrió de la manera más radiante que podía cuando le entregó la libreta, esperando que Jeremy no note la melancolía en su mirada al rechazar su oferta.

Cuando Jeremy terminó de leer lo que Karla le había escrito, la miró como si fuera estúpida.

Después de todo, la habilidad de Karla para tocar el piano eran superiores a sus ojos. Por lo que no podía aceptar que Karla desperdicie su talento de esa manera.

Bueno, Karla entendía el punto de Jeremy, pero ella también tenía sus razones para no aceptar su ayuda.

— Lástima, tienes un gran talento — mencionó Jeremy mientras la miraba con aquellos ojos oscuros que parecían esconder demasiados secretos, luego como si se hubiese acordado de algo, agregó — Este fin de semana estaré ocupado filmando un nuevo patrocinio, por lo que si ves algo extraño o necesitas algo envíame un mensaje.

Karla asintió al escuchar sus palabras.

Jeremy miró del piano hacia Karla para luego negar con la cabeza y subir las escaleras.

Él sintió que Karla estaba desperdiciando su vida. Sin embargo, no era como si él pudiera obligarla a hacer algo que no quería.

Por lo que se concentró en sus propios asuntos.

Cuando Jeremy no estuvo más en el campo de visión de Karla, ella no pudo evitar mirar el piano de manera renuente.

Karla realmente deseaba tocar para una audiencia y ser reconocida por todos.

Sin embargo, ese era un sueño imposible, mientras ella sea considerada como una plagiadora, lo único que iba a recibir de la multitud era abucheos e insatisfacción.

Ciertamente, ellos no la aplaudirán.

Antes de que Karla se convirtiera en una dibujante de cómics, ella tenía el sueño de ser una gran pianista, al igual que su padre, ese era su mayor anhelo y por el que trabajo toda su vida.

Con la ayuda de sus tíos, Karla se inscribió en los mejores conservatorios de música, participo en varias competencias, en las que obtuvo la mayoría de veces el primer lugar.

Realmente, parecía tener un futuro ilimitado y brillante, bueno, hasta que conoció a Sofía.

Aquella chica de ojos azules y apariencia angelical desde el primer encuentro mostró desagrado hacia Karla.

Después de todo, Sofia había sido siempre la mejor.

La chica más guapa.

La chica más inteligente.

La más acaudalada.

La mejor pianista, no, tacha eso, en esto debía conformarse con ser la segunda mejor.

Por lo que ella, que había estado acostumbrada a ser la número uno, no pudo aceptar ese tipo de resultado y menos si la persona que la superaba era alguien insignificante como Karla, una chica que ni siquiera podía decir una oración.

Una discapacitada.

A pesar de que Sofía era realmente hermosa, su alma no lo era. Ella amaba destruir a sus enemigos hasta dejarlos sin ganas de vivir.

En un principio, su discordia hacia Karla solo se basaba en apelativos soeces como: “maldita muda”, “zorra retrasada”, entre otro tipo de insultos que a Karla no le gustaba pensar, después de todo, solo conseguían perturbar su mente.

Luego, al notar que sus palabras no herían a Karla, empezó a idear pequeños esquemas para perjudicar a Karla.

Aunque si Karla era sincera, ella también era humana, por lo que las palabras de Sofía o de cualquiera que la haya despreciado en el pasado realmente se clavaban como un cuchillo en su corazón, pero tampoco era como si ella pudiera decir algo o hacer algo para detener este tipo de trato.

Ella una vez lo intentó, pero lo que consiguió es que todo se vuelva caótico.

Por lo que Karla soportó en silencio.

Sin embargo, este tipo de comportamiento de su parte fue como una espina en el ojo de Sofía.

Aquella chica encontró en Karla un enemigo formidable, por lo que sus ganas de destruir a Karla solo incrementaron.

Y lo hizo de una manera maravillosa.

Ella destruyó su sueño.

Ella destruyó su autoestima.

Ella destruyó su vida.

Debido a que Sofía orquesto un plan que hizo que Karla entrara en una profunda depresión de la que aún no podía salir.

Aquella chica contrató a una persona para que enamore a Karla y le quite la virginidad en el proceso, si lo hacía bien aquel hombre recibiría una gran cantidad de dinero.

Esto solo lo supo Karla tiempo después de que su vida se hubiera arruinado.

En ese entonces, Karla tenía un gran amigo, un chico que también sabía el lenguaje de señas debido a que su hermana menor había nacido sorda muda. Él también compartía su pasión por la música. Karla había estado enamorada unilateralmente de él durante algún tiempo, por lo que cuando esa persona empezó a dar algunas señales de que sentía lo mismo por ella.

Karla no pensó con claridad y se embarqué en la nube de sentimientos que había idealizado sin saber que todo era el plan de Sofía.

Aquella chica realmente era siniestra.

Ella buscó sus puntos débiles para acabar con Karla y lo hizo de una manera que casi hizo que se suicidara.

Debido a que Karla estaba demasiado enamorada de ese chico, ella bajo todas sus defensas contra él. Tal vez fue ese su error, debido a que ella confiaba en aquel hombre le mostró la partitura de la canción que había creado y la que iba a tocar en la competencia que se estaba llevando a cabo. Karla tenía la costumbre de que una vez escribia una canción ya no lo volvía a hacer debido a que tenía buena memoria y recordaba todo lo que había escrito. Aquel hombre se aprovecho de ello y robo la partitura para dársela a Sofía, la cual la registro como suya e incluso la toco para un grupo de personas antes de la competencia.

Por lo que cuando Karla se presentó en la competencia y toco la misma canción de Sofía, todos la acusaron de haber plagiado. Y aunque Karla intentó defenderse.

Nadie le creyó.

Ella no pudo presentar la evidencia, no tenía las partituras registradas, ni siquiera había algún registro sobre ella componiendo aquella canción. Por lo que fue condenada al ostracismo por parte de todos, incluso alguien subió la final del concurso en línea y empezaron a regañarla por plagiar la canción de Sofía.

Debido a que en ese entonces ella no tenía idea de que todo había sido un complot ideado por esa persona y Sofía. Cuando ese sujeto la consoló y la defendió de todos, Karla se sintió tan conmovida que creía que realmente había encontrado al amor de toda su vida.

Por lo que decidió dar el último paso.

Después de todo, él le había insistido tanto en las últimas semanas para tener relaciones sexuales, pero debido a que no se sentía segura, Karla se había negado.

Sin embargo, al ver cómo aquel hombre la defendía y creía en ella, Karla se sintió conmovida que no pudo evitar querer “recompensarlo”.

Ahora realmente deseaba darle una bofetada a su yo pasado por no darse cuenta de los entresijos que había detrás de todo lo que le había pasado.

Luego de que aquella persona confesó su fechoría, Karla no pudo volver a ser la misma.

— ¿Cómo me va a gustar una retrasada como tú? Si solo me convertí en tu amigo para qué me ayudarás a componer algunas melodías. Karla, para lo único que sirves es para que la gente te use y se burle de ti. ¿Acaso no te has evaluado a ti misma? Incluso deberías agradecerme por haberme acostado con alguien tan insípida como tú, porque nadie más que yo lo hará a menos que les pagues. Jajaja.

Incluso el recordar las palabras que aquel hombre le había dicho hacían que le doliera el corazón.

En ese entonces, había recibido golpe tras golpe. A pesar del apoyo de sus tíos para tratar de aclarar la situación, al final no había nada que se pudiera hacer.

La familia de Sofía Richie era una que no se podía ofender, por lo que no tuvo más opción que tragarse sus quejas, al menos fingir que lo hacía.

Porque Karla no pudo negar que intentó acabar con su vida.

Ella ya no le había encontrado sentido a su existencia.

Realmente, pensó que su vida había terminado, el dolor en su corazón era tan gigante que parecía que lo único que lo podía calmar era la muerte.

Justo cuando iba a saltar de un edificio, vio el anuncio de la biografía de aquel chico que hizo que el arcoíris saliera en su vida.

El anuncio decía algo sobre el renacimiento de una estrella. En el mostraban la infancia de Dominik, siendo un niño que perdió a sus padres en un accidente y quedó sordo. Por lo que tuvo que aprender el lenguaje de señas, cómo fue humillado y maldecido por ser diferente a los demás y como ahora era uno de los actores más populares del momento.

La historia de Dominik hizo clic con Karla. Por lo que ella no pudo evitar sentirse admiración por él.

Ella quería ser así de persistente que aquel chico que tuvo una experiencia casi similar a la suya.

Ya sea que su historia de fondo sea un invento o que su personalidad difiera de la realidad.

No le importaba en este momento a Karla, debido a que en aquel entonces le sirvió de inspiración y superación.

Dominik Powell.

Aquel chico de ojos azules y de tez pálida parecía una estrella demasiado brillante en el cielo oscuro que se había convertido en su mundo.

Le dio luz cuando la vida parecía estar envuelta en oscuridad, por eso se había convertido en su acérrima fan.

Ella que había perdido su camino, encontró uno nuevo para continuar viviendo.