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Burn Notice

Burn Notice

Status: En proceso
Genre:Terror / Romance / Pérdida de memoria / Salvando al mundo / Apocalipsis / Zombis
Popularitas:560
Nilai: 5
nombre de autor: B.E.M

En un mundo roto por criaturas sin alma, un chico despierta en un bosque, su mente vacía, con solo un cuaderno para anclar su existencia. Rescatado por Ana, una joven arquera, y su hermano León, se une a su peligrosa búsqueda de un refugio seguro en Silverpine.

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El Bosque capitulo 11

La noche ha caído como un manto impenetrable sobre el bosque, la oscuridad tan densa que apenas se distinguen las siluetas. Los caminantes, implacables, continúan cazando a los rebeldes, sus gruñidos y pasos torpes resonando entre los árboles. León y Zoe corren con todas sus fuerzas, el corazón latiéndoles en el pecho, el cuchillo de León y la katana de Zoe brillando débilmente en sus manos. Sus respiraciones entrecortadas los guían hacia el río, donde está la base rebelde, su única esperanza de refugio.

Liam, rodeado por una horda de caminantes junto a otros rebeldes, lucha con un machete, cortando a uno tras otro. Los gritos de los atrapados llenan el aire, mezclándose con el sonido de carne desgarrada.

—¡Sigan corriendo! —grita hacia León y Zoe, su voz ahogada por el caos, mientras esquiva un ataque y corta a otro caminante.

Con un esfuerzo desesperado, Liam logra liberarse de la horda, corriendo tras León y Zoe. Los caminantes, atraídos por los rezagados, se dispersan, dando al grupo una breve ventaja. Tras una carrera frenética a través del bosque oscuro, Liam, Zoe, León y un puñado de rebeldes —tal vez cinco o seis, todos heridos o temblorosos— llegan a un claro rodeado de árboles altos. El sonido de los gruñidos se desvanece a lo lejos, y los caminantes parecen haber perdido su rastro, al menos por ahora.

El grupo se detiene, exhausto, desplomándose sobre la hierba húmeda. Zoe, con la katana aún en mano, se apoya contra un tronco, el rostro cubierto de sudor y sangre. Liam, respirando con dificultad, revisa a los sobrevivientes, evaluando heridas y rostros desencajados. León, con el cuchillo temblando en su puño, se deja caer al suelo, las piernas apenas sosteniéndolo. Nadie habla por un momento, el silencio roto solo por el crujir de las hojas y sus jadeos.

—Pasaremos la noche aquí —decide Liam en un murmullo, organizando un turno de guardia—. La base está a unas horas, pero necesitamos fuerzas.

Zoe limpia su katana con manos temblorosas, asintiendo.

—Descansen, pero estén alerta —dice con voz ronca.

León asiente, mirando al cielo oscuro, pensando en Ana y Joel, rezando por sobrevivir hasta el amanecer. La noche cae sobre ellos, un manto frío y pesado, mientras intentan descansar entre las sombras, sabiendo que el peligro aún acecha.

Joel, tambaleándose, pero sostenido por Robb, llega al garaje de los cuervos donde Mark los espera. La sangre aún mancha la ropa de Mark, y el hacha descansa a su lado, pero al ver a Joel, una chispa de alegría cruza su rostro endurecido.

—¡Ganaste esta vez, Robb! —exclama, dando una palmada en el hombro de su hijo, una rara sonrisa asomando—. Lograste escapar y traerlo hasta aquí.

Robb, aún con el tubo en mano y los ojos enrojecidos por lágrimas contenidas, asiente débilmente, aliviado de ver a su padre. Joel, exhausto, se apoya contra un auto abandonado, respirando con dificultad. Mark lo observa, evaluando su estado.

—Bien hecho, chico —añade—. Pero no cantemos victoria aún. El garaje está siendo vigilado. Oímos guardias cerca del muro mientras veníamos.

El sonido de pasos pesados y voces lejanas confirma sus palabras. Las siluetas de tres hombres armados se mueven entre las sombras del muro, patrullando la zona. Mark agarra el hacha de nuevo, mirando a Robb y Joel.

—Prepárense —dice con seriedad—. Tenemos que salir de aquí antes de que nos encuentren.

León está sentado junto a una fogata improvisada en el bosque, las llamas crepitando débilmente mientras emite un calor escaso contra el frío de la noche. Alrededor, los pocos rebeldes que quedan—tal vez una docena, exhaustos y silenciosos—comparten latas de tomate abiertas con cucharas rudimentarias. Liam, sentado a su lado, rasca el fondo de su lata y dice con un tono cansado pero aliviado: Bueno, tenemos algo que comer.

León asiente, sosteniendo su propia lata, y murmura: Sí, es mejor que nada. Luego, con una pausa, levanta la vista y pregunta: ¿Y Zoé? Su voz lleva una mezcla de preocupación y curiosidad. Liam se encoge de hombros, mirando las llamas. No lo sé. Está muy enojada y se fue al río más adelante. No ha vuelto desde que ordenó la retirada.

León frunce el ceño, inquieto. ¿Zoe no ha comido nada? insiste, pensando en su líder agotada. Liam sacude la cabeza, evasivo. No lo sé, chico. Está en su mundo ahora. Tal vez necesite espacio. El silencio regresa, roto solo por el crepitar del fuego, mientras León se pregunta si debería ir tras ella, atrapado entre la preocupación y el cansancio.

León, impulsado por un coraje recién encontrado, decide dejar la seguridad del claro y la fogata. Se adentra en el bosque oscuro, el crujir de las hojas bajo sus pies acompañando su paso decidido hacia el río. Tras un trecho, divisa a Zoe sentada a la orilla, su silueta apenas visible bajo la luz plateada de la luna reflejada en el agua. Camina despacio hacia ella, el corazón latiéndole con fuerza, hasta que Zoe, al sentirlo, voltea con un movimiento brusco.

—¿Qué hacés aquí? —dice con voz cortante, una risa seca escapando de sus labios—. Es peligroso para un cobarde como vos.

León se detiene a su lado, mirándola con una mezcla de nervios y determinación.

—Capaz, pero siempre me vas a salvar, ¿no? —responde, dejando escapar una risa tímida mientras se sienta a su lado.

Luego, su tono se suaviza, y pregunta:

—¿Qué pasa, Zoe?

Su voz lleva una genuina preocupación. Zoe deja de reír, su expresión volviéndose seria, casi rota.

—Se acabó —dice, mirando el río con ojos vacíos—. Perdimos todo. El Capitán va a hacer lo que quiera con el pueblo de Grayskull y su gente. Creo que no hay nada que hacer.

Su katana descansa a su lado, abandonada, y el peso de la derrota parece aplastarla mientras el agua fluye indiferente frente a ellos.

León, sentado junto a Zoe, respira hondo y la mira con determinación. Sé qué hacer, dice, su voz ganando fuerza. Los rebeldes no están muertos todavía. Estás tú, Zoe, y Liam, los que están en la fogata ahora, y los que quedan en la base. Y no solo eso, sino que la gente del pueblo, dentro de cada uno de ellos, son rebeldes. No quieren al Capitán. Somos muchos. Antes decías que una batalla no gana ni pierde la guerra, que la gente es más fuerte que los cuervos. Sus palabras resuenan en el aire, un intento de encender una chispa en la oscuridad.

Zoe lo mira, sorprendida al principio, pero luego una leve sonrisa se dibuja en su rostro. Eres más líder de lo que parece, aunque seas joven, León, dice, su tono suavizándose. Asiente lentamente, como aceptando la verdad en sus palabras. Vamos a comer algo, añade, poniéndose de pie y riéndose suavemente. Bueno, vamos por esas latas de tomate.

León sonríe, aliviado, y se levanta con ella. Juntos caminan de vuelta al claro, el sonido del río quedando atrás, mientras la esperanza de una resistencia renovada comienza a tomar forma en sus corazones.}

NOTA 11

Nombre: La muralla del cuervo

Historia: Parece que la muralla originalmente fue creada por el gobernador y parte de los Rebeldes trabajando conjunto a los a la gente del pueblo de Grayskull para protegerse es una buena muralla no se si pueda caer de alguna forma

1
Kino No Tabi
¡No te detengas, por favor!
Glenda
Me has dejado en suspenso, necesito saber lo que va a pasar, ¡actualiza pronto por favor!
B.E.M: gracias mañana temprano salen 2 capítulo más
total 1 replies
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