La Caballero Del Emperador

En cada sitio que se detenían, Jasha y Elisa procuraban entrenadar, Jasha necesitaba aprender rápidamente el manejo de una lanza, Clhóe regresaba pues había ido por algo de comer cuando les ve en el patio, así que se acerca a ellos.

- ¿acaso crees que tenemos dos años para iniciar la rebelión?

Elisa y Jasha se detienen ante las palabras de Clhóe.

- el entrenamiento que le das es el mismo que le dan a los nuevos reclutas a ser caballeros y lleva más de un año aprender correctamente.

- ¿disculpa? Yo le doy lo básico para que pueda acostumbrarse.

Elisa pareció enojarse por las palabras de Clhóe.

- pero ese bastón no tiene el mismo peso que la lanza ¿como se acostumbrará si ambos son diferentes? no tenemos años para entrenar.

Jasha estaba en silencio, observando el bastón que tenía en mano, si lo piensa bien, Clhóe puede tener razón.

- ¿estás diciendo que lo que hago es inútil? El hecho de que hayas estado en batallas no te hace mejor.

- mejor que tú, si, porque se lo más obvio, la lanza que tiene no es tan ligera, ese bastón esta hecho de una madera ligera, mientras que la lanza tiene una más fuerte y por lógica, más peso, agregando también el peso del filo. Tenemos tiempo limitado, así que debe aprender lo más rápido posible, no tenemos tiempo para que uses esto para coquetear con el tonto.

- pero que...no voy a permitir que me hables así, estoy ayudando en lo que creo es lo correcto, si trata de usar la lanza sin saber que es más larga que una espada...

- calma, señorita Clhóe, la señorita Elisa solo trata de ayudarme.

- su ayuda no es la correcta. Saca la lanza, te voy a entrenar como se debe.

- no lo haga alteza, aunque tengamos tiempo limitado, debe aprender lo básico...

- pero ella tiene razón, el peso no es lo mismo.

Jasha deja el bastón y va en busca de la lanza, Elisa solo mira con enojo a Clhóe.

- ¿acaso estás celosa porque ahora pasa más tiempo conmigo?

- ¿y eso que? Estoy en camino a una batalla, no para conseguir un hombre.

- aunque digas eso, su alteza es muy guapo, es obvio que te debe gustar, pero nisiquiera te llevas bien con él.

- es mi aliado, no mi amante.

- dices eso, porque sabes que su alteza no se fijaría en una tipa marimacha.

- si yo quisiera, me lo llevaría a la cama esta misma noche.

Clhóe le sonríe con burla, no va permitir que esa chica se burle de ella de esa manera, además parece terca en no darse cuenta que su entrenamiento no tendrá resultados tan pronto. Minutos después Jasha regreso con la lanza en sus manos, ahora que la sostiene puede darse cuenta que Clhóe tenía razón al decir que el peso era distinto, incluso con el filo, era más largo.

- alteza por favor...podría salir herido.

- estaré bien. Señorita Clhóe que hago ahora.

- pelear...venga.

Clhóe tomo el bastón que Elisa tenia en manos y se dirigió hacía Jasha para atacarlo, el apenas y pudo levantas las manos al frente con la lanza que detuvo el golpe de Clhóe, tanto como podía iba moviendo la lanza en busca de solo defenderse, Clhóe pudo ver que el rubio no tiene intenciones de atacar.

- ¡ataca! Debes hacerlo.

- pero podría herirla...

- ¿tendrás esa clase de compasión con el enemigo?

Clhóe hizo un movimiento donde pudo golpear a Jasha, este se queja, pero Clhóe continúa hasta que finalmente la lanza cae de sus manos y él también termina en el suelo con varios golpes en el rostro y cuerpo, Elisa se acerca a Jasha para ayudarlo a levantarse.

- ya basta ¿no ve que ya lo golpeo demasiado?

- ¿crees que el enemigo se detendrá si le dices eso? Te haría a un lado para cortarle la cabeza a él y a tí, te llevarían como trofeo, cada uno de los soldados tomaría turnos contigo.

- señorita Clhóe...no es necesario que le diga eso.

- ella va con nosotros, es una batalla real en la que estaremos, debe saber a lo que se enfrenta, si mis palabras le duelen, más le dolerá lo que harán con ella si la capturan...

- es usted una perra insensible...

Elisa se levanta y sale corriendo para entrar a la posada, Jasha se pone de pié, estaba todo adolorido.

- no debió ser tan dura con ella.

- necesita saber a lo que se enfrenta. Yo también lo se, el enemigo siempre hace comentarios cuando ve a una mujer en el campo de batalla.

- lo comprendo, pero esa chica es del templo, decirle algo así, es cruel, es mejor decirlo con más tacto.

- no puedo ser amable.

- solo intente...

- claro. Lamento los golpes, esto ayudará a que no se inflame.

Clhóe saco una pequeña botella con una crema, tomo un poco en sus dedos y se acerca a Jasha pasando la crema en la mejilla del chico donde tenía un golpe que ella misma le dio, Jasha se inclino lo suficiente, entrecerrando los ojos, incluso se sonrojo levemente.

- p-puedo ponerlo yo mismo.

- soy amable y me rechazas...en fin ¿que quieres?

- no decía amable conmigo...

- no me voy a disculpar con ella. Vamos, hay que curar los golpes.

- yo puedo hacerlo, solo deme la crema.

- debo revisar como va herida de tu hombro, si no ha sanado por completo, los movimientos bruscos pueden rasgar la piel.

Jasha se dirige a su habitación siendo seguido por Clhóe, justo al momento de entrar le pide quitarse la ropa, siendo escuchados por Elisa, quien frunce los labios, habían dicho que no había nada entre ellos y ahora se meten a solas en una habitación.

- que mentirosos...

Al ver que la puerta no se ha cerrado bien, se acerca para mirar, Jasha solo estaba sentado en la cama, mientras Clhóe le toca por el hombro, al fijarse bien, se sorprende al notar la cicatriz en el hombro del chico.

- ha cerrado bien, pero ponle esto antes de dormirte, lo conseguí en el templo así que ayudará a que la cicatriz se borre casi por completo.

- gracias señorita, le aseguro que todo esto que hace por mí lo pagaré.

- si es así, con que cumplas tu parte del trato esta bien.

- así lo haré...

Jasha sostiene la mano de Clhóe y le besa el dorso de esta, Elisa quien aún mirada, se aleja de ahí, se equivoco, no es Clhóe quien gusta de Jasha, es Jasha quien parece gustar de Clhóe.