De Mucama A Estrella

Luna parada en la oscura carretera caminaba para el norte era más cerca el paso de la frontera, que la capital.

Paso un camión y ella con el maletín cruzado en el hombro, hacía señas para que pare, pero siguió de largo su camino, ella continuaba caminando tratando de alejarse lo más que pudiera del pueblo, pasaría otro camión ella hizo señas y el camión paró.

Camionero: "Niña que haces en esta carretera a estas horas, ¿te escapaste de tu casa?".

Luna: "No, soy mayor de edad le muestro mi identificación si quiere, yo me escapo del alcalde del pueblo".

Camionero: "Sube niña, has tenido suerte que no pare un traficante esos te llevan y te venden para los bares a que atiendas a los hombres, tú ya me entiendes, pero cuéntame que quiere contigo ese viejo asqueroso del alcalde, si es de ese pueblo lo conozco bien".

Luna: "Me llamo Luna gracias por llevarme, ayer murio mi madre y él quiere volverme su amante a la fuerza, se supone que mañana me recogerá de mi casa y ya ordeno a todo el pueblo que ni un pan me vendan, solo traigo un pan que me regalo un buen señor con el que trabajaba, pero también lo amenazó".

Camionero: "¿Tú sabes que puedes pedir visa por asilo político?, para que no estés, escondiéndote de la policía de migraciones, a ver ¿qué pensabas hacer si no puedes pasar y caías presa te regresaban a la capital, en el mejor de los casos".

Luna: "¡Mil veces presa que ser abusada por ese viejo asqueroso!, y si me regresaban a México en la capital igual hay más trabajo y donde esconderme ese viejo no me va a dejar en paz, yo he visto como se llevaba a las muchachas y cuando se cansa de ellas vienen hombres armados y se las llevan en camionetas".

Camionero: "Ese tipo es un corrupto, las vende para los traficantes de blancas a ellos les pagan muy bien por cada chica que venden, verás que si te darán la visa por asilo político".

Luna: "Yo lo veo bien difícil, quien va a creer en las palabras de una joven que no tiene pruebas de lo que dice".

El camionero un señor ya de cincuenta años más o menos transmitía confianza a Luna y ella hasta se quedó dormida, cuando despertó el camión ya estaba estacionado en el paso y habían policías a los costados, al darse cuenta no se escondió, ni echo a correr, bajo del camión asustada tratando de aparentar estar serena.

Luna: "Señores policías buenos días, el señor conductor no estará en problemas por haberme traído, no es mi intención pasar de ilegal, aunque sea presa aquí estoy mejor".

Policía: "El comandante de la patrulla fronteriza la está esperando, tranquila pase por aquí, sígame".

Luna caminaba con miedo y al entrar tomo aire levanto la mirada y el comandante era el camionero.

Luna: "¿Es usted el comandante?".

Comandante: "Si, ayer recibimos una llamada anónima que el alcalde de tu pueblo haría una de las suyas y creían que escaparías, por miedo a que caigas en manos de los coyotes fui yo mismo por esa ruta para salvarte y que nos ayudes, queremos que des tu testimonio y denuncies al alcalde, a cambio te ofrezco la visa y estos amables señores de aquí ya tienen tu pasaporte, quien nos llamó dijo que no tenías, entre gobiernos es más fácil hacer algunos trámites".

Luna: "Me asusté al no verlo en el camión, pensé que lo habían metido preso, ¡si aceptó poner la denuncia!".

Comandante: "Soy el comandante Segura para servirte, sabía que aceptarías, con base en todo lo que me contaste ya está elaborada la denuncia solo faltan tus firmas para que sea legal, lee bien los documentos".

Luna leía bien cada hoja de la denuncia y firmo cada una de ellas.

Luna: "Que pasara con él".

Comandante: "Estamos juntando pruebas, tu denuncia es la décima, pero tenemos que grabarlo para poder pedir su captura internacional por traficante de blancas y abusador".

Luna: "Eso es bien fácil, su casa queda al costado de la municipalidad en la plaza principal del pueblo, ahí al frente hay una tienda es donde yo trabajaba, está sin trabajadora y lo ayudara su sobrina por unos días, si alguien trabajara allí puede poner a grabar desde la ventana y allí grabarían como las entran y como las sacan, del hotel se puede ver su piscina, y allí pueden grabar como somete a las pobres chicas, se ve desde las habitaciones de atrás, pero disimulado porque el viejo es astuto y los manda a pegar si ve que alguien lo observa".

Comandante: "Que buen alcance nos has dado, en ese pueblo nadie habla, esas denuncias que tenemos es de jóvenes rescatadas de los traficantes de blancas, si en las oficinas ya querían mi cabeza, ven tomate un café y viajas conmigo en el avión que me iré a New York allí hay más opción de empleo, tu pasaporte tiene la visa como asilada política, puedes trabajar y en caso de sentirte perseguida a cualquier policía le enseñas tu pasaporte y el documento adicional que te daré con mi firma, y te van a ayudar, sé que te irá muy bien, te salvaste de ese viejo y salvaste a más jóvenes de caer en sus garras".

Luna era llevada en un largo viaje en vuelo privado hasta New York, lo único que le aliviaba era que sabía inglés y que tenía algo de dinero para sobrevivir unos días.

Luna aterrizaba en un aeropuerto de una base militar el Comandante la dejo que espere en unas bancas y él entro a las oficinas tardo como una hora y salió.

Le dijo que la dejaría en una parte céntrica de la ciudad donde anuncian empleos seguros y que el tenía que volver en vuelo al paso, Luna le agradecía el haberla ayudado y se bajo de la camioneta por que ya habían llegado.

La dejo en e una avenida con bastante comercio y carritos de comida.

Luna pensaba que ahora sí parecía pueblerina, jamás salió de su pueblo y sale justo para ir a la gran manzana, a New York.