Paloma está determinada en robar al novio de su hermana mayor y para ello está dispuesta a poner a todo el mundo en contra
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Capítulo 1
Noah
Después de que tuvo lugar la hermosa boda de mi hermano Mateo y su ahora esposa Elisa, estamos en la fiesta posterior y todo lo que quiero es celebrar, celebrar y olvidar.
Quiero olvidar que vine con mi novia y que ella se ve despampanante en un vestido sin espalda, pero que en lugar de pensar en que se ve atractiva, mi mente vuelve a pensar en si se vistió para alguien más.
Desde que Mateo me dijo cuál es mi destino si sigo con ella, he sido un desastre. Siempre pensé en ella como mi futura esposa, incluso tenía elegido el anillo que le compraría, pero ahora no sé nada.
Resulta que si me caso, terminaré engañado y abandonado y no seré el único al que Michelle abandonará, ella dejará a nuestro hijo conmigo.
Y aunque al principio no le creí mucho a Mateo, es imposible no creerle, cuando sabía tantas cosas sobre el futuro. Él volvió al pasado, junto con mi cuñada y lucharon por estar juntos y después de pasar por mucho, lo consiguieron. Desde hoy ya están casados y mi sobrino nacerá en unos tres meses. Ahora les creo que volvieron al pasado. Y como les creo, eso significa que aunque no quiera aceptarlo, tengo un futuro miserable si me quedo con Michelle.
Pero aunque lo sé, ¿cómo elimino todos estos años de quererla?
-Qué hace el padrino bebiendo de esta manera- pregunta Paloma, la hermana menor de Michelle, llegando a mi lado y quitando el trago que tengo en mis manos.
-Es el primero- miento.
-Al menos es el quinto- me contradice y aleja mi trago, cuando trato de arrebatarlo de vuelta.
-¿Has estado observándome?- pregunto.
-Sí. Me preguntaba, por qué es que mi hermana está bailando con medio mundo, mientras que su novio está tomando- responde, leyendo la situación a la perfección.
Ella siempre es buena para prestar atención.
-No lo sé, plumita. ¿Qué se supone que está haciendo mi novia, sin siquiera darse cuenta de que estoy tomando de más y no viniendo a mi lado? ¿En su lugar bailando con cualquier hombre que se lo pida?
-Dímelo tú, yo lo pregunté primero- dice, mirando hacia la pista de baile, miro también por un rato.
Ambos lo hacemos en silencio, mirando lo atrevido del baile de Michelle, que baila con algún tipo que no conozco y que probablemente sea algún cliente de los suegros de Mateo.
-¿Quieres devolverme ese trago?- pregunto, sabiendo que el alcohol no resolverá nada, pero queriéndolo de vuelta.
Paloma me lo devuelve sin decir nada y lo agradezco.
El tipo que baila con Michelle le dice algo al oído y ella le responde, después se separan. Él va rumbo a los ascensores, hacia la parte del hotel. Mis padres y los de Elisa, arrendaron todo el hotel por la noche para que se quedaran los invitados. Mientras que Michelle mira alrededor seguramente buscándome.
Paloma mira hacia mí y hago lo mismo, conversamos sobre lo felices que se vieron Mateo y Elisa en la boda, tratando de disimular que estábamos observando a Michelle, mientras ella se acerca.
-Cariño, estoy cansada de tanto bailar, me voy primero- dice, besando mi mejilla.
-Ve, me quedaré una hora más- digo, sabiendo lo que significa que se vaya, justo después de ese tipo.
Ella se despide de Paloma con un gesto y se va, rumbo a los ascensores también.
Estamos en silencio un momento y aunque quiero creer que Paloma no se dio cuenta de lo mismo que yo, sé que es más inteligente que eso.
-Debo parecerte patético- digo, sintiéndome como la mierda, cuando antes en la iglesia estaba tan feliz.
-No lo eres. Nunca he pensado que lo seas. Si alguien es patético es ella- responde, mirándome directamente.
Sonrío tristemente, porque supongo que ambos lo somos. Michelle y yo.
-Eres demasiado buena- digo, levantándome para seguir a Michelle. -Nos vemos después.
Avanzo, pero Paloma toma mi mano, deteniéndome.
-¿Quieres bailar?- pregunta, mirándome con una súplica en su mirada.
Seguramente no quiere que la siga y vea cómo me están engañando.
-Lo siento. En otra ocasión- digo, soltándome y avanzando.
Fui uno de los que ayudé a organizar la boda, porque era el padrino y porque se necesitaba mano de obra para que saliera pronto, antes de que el embarazo de Eli fuera demasiado incómodo para que ella pudiera disfrutar su día, así que sé en qué piso del hotel se está quedando quién. Sé que en el tercer piso están los clientes del padre de Elisa y estoy apostando que allí es donde encontraré a Michelle.
Cuando llego al piso, me traslado de puerta en puerta, escuchando el sonido del teléfono de Michelle, mientras la llamo.
La escucho en la cuarta puerta, el sonido apagado, pero distintivo. Ella nunca responde.
Me siento contra la puerta y cierro los ojos, mientras dejo que mi corazón se rompa un poco. Sabiendo que como antes, cuando ignoré algunas actitudes de Michelle, ahora también lo haré. Porque no soy lo suficientemente valiente para abrir la puerta y no soy lo suficientemente fuerte como para dejarla ir aún.
Puede que Plumita sea amable, pero sé lo patético que soy.
La he amado desde que la conocí y aún sabiendo que me engaña y que me dejará en el futuro, no puedo dejar ir este jodido sentimiento.