NovelToon NovelToon
PERTENECES A MI

PERTENECES A MI

Status: Terminada
Genre:Completas / Mi novio es un famoso
Popularitas:4k
Nilai: 5
nombre de autor: Deanis Arias

Perteneces a Mí

Una novela de Deanis Arias

No todos los ricos quieren ser vistos.
No todos los que parecen frágiles lo son.
Y no todos los encuentros son casualidad…

Eiden oculta su fortuna tras una apariencia descuidada y un carácter sumiso. Enamorado de una chica que solo lo utiliza y lo humilla, gasta su dinero en regalos… que ella entrega a otro. Hasta que el olvido de un cumpleaños lo rompe por dentro y lo obliga a dejar atrás al chico débil que fingía ser.

Pero en la misma noche que decide cambiar su vida, Eiden salva —sin saberlo— a Ayleen, la hija de uno de los mafiosos más poderosos del país, justo cuando ella intentaba saltar al vacío. Fuerte, peligrosa y marcada por la pérdida, Ayleen no cree en el amor… pero desde ese momento, lo decide sin dudar: ese chico le pertenece.

Ahora, en un mundo de poder oculto, heridas abiertas, deseo posesivo y una pasión incontrolable, Eiden y Ayleen iniciarán un camino sin marcha atrás.

Porque a veces el amor no se elige…
Se toma.

NovelToon tiene autorización de Deanis Arias para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 2 – El Precio de la Vida

Eiden despertó temprano, la cabeza llena de ruido. La caída de la noche anterior lo había dejado con el corazón acelerado, como si algo hubiera cambiado en su interior. Se miró al espejo. El chico que vio ya no era el mismo que había caminado por las calles, invisible y sumiso. El conjunto nuevo, la chaqueta de cuero ajustada, las gafas oscuras… todo lo que había comprado para cambiar, le daba una sensación extraña. No era cómodo, pero sentía que era el primer paso.

Miró el reloj. Mailyn no lo había llamado. Ni Dereck, ni los amigos de Mailyn. Nadie.

Eso lo deprimió. Pero algo más lo mantenía en pie. Ayleen.

La chica que había salvado la vida, que le había gritado y luego… lo había reclamado. Mío. Esa palabra retumbaba en su cabeza, como un eco.

Eiden decidió salir. Se sentó frente a la ventana de su casa vacía, la mansión de su familia, donde todo estaba impoluto pero muerto. Vio la ciudad desde su altura, las luces, la gente, el caos. Y luego, recordó a Ayleen. La chica del puente, la hija del mafioso, quien claramente estaba más allá del alcance de cualquier persona como él.

Se levantó, salió, y sin pensarlo demasiado, tomó un taxi hacia el centro. Quería verla de nuevo. No importaba lo que fuera a pasar. Necesitaba saber qué había detrás de esa mirada intensa, esa promesa peligrosa.

Cuando llegó al distrito donde vivía Ayleen, el ambiente cambió de inmediato. Todo era más sombrío, más tenso. Cada calle estaba marcada por la presencia de hombres de traje oscuro y mujeres que se veían tan frías como las puertas de hierro de los edificios.

Eiden sintió que se ahogaba. Estaba fuera de su zona de confort. Pero al mismo tiempo, no podía volver atrás. La imagen de Ayleen, su rostro lleno de furia y tristeza, lo perseguía. Necesitaba entenderla.

Entró en un café, como si fuera algo común. Pero todos allí lo miraban. Los ojos de Ayleen estaban grabados en su mente, como un tatuaje.

Entonces, vio a lo lejos a Ayleen. Ella estaba en una mesa apartada, hablando con un hombre mayor, vestido de manera elegante, con una calma que daba miedo. A su lado, dos chicos musculosos la observaban.

Eiden se acercó sin hacer ruido, y ella lo vio antes de que pudiera hablar.

—¿Qué haces aquí? —preguntó Ayleen, sin levantar la voz, pero su mirada era tan fría como el hielo.

—Vin... vine a… saber cómo estás —dijo él, torpemente.

Ayleen soltó una risa baja, sin humor.

—¿Preocupado por mí? —Su tono era mordaz—. Qué dulce, pero inútil.

Él no sabía cómo responder. ¿Qué podía decirle? Que la había salvado porque no podía dejarla morir? ¿Que sus ojos lo habían marcado? Pero se quedó en silencio, mirando esos ojos oscuros que lo desarmaban.

Ella dejó de mirarlo y habló con el hombre mayor en la mesa.

—Tienes un minuto para irte —dijo ella sin mirarlo—. Si te quedas más tiempo, no te aseguro que puedas salir de aquí sin problemas.

Eiden no se movió, aunque sus piernas temblaban. Algo en él se estaba despertando, y no sabía si era una advertencia o una invitación.

—Tienes muchas cosas que aprender, Eiden —le dijo ella, finalmente levantando la mirada hacia él—. Pero una de las más importantes es que, ya me perteneces. No lo sabías hasta ahora, pero yo siempre he tenido ojos para ti.

Eiden no podía hablar. La sensación de estar atrapado, de haber cruzado una línea invisible, le recorría todo el cuerpo. Pero en algún rincón de su alma, sintió algo que no entendía: empezaba a desearla.

Ayleen se levantó y lo miró de arriba abajo.

—Ven —dijo con tono autoritario—. Si realmente te atreves a seguirme, ven conmigo.

Eiden la siguió sin pensar, como si sus pies ya no le pertenecieran, como si el destino lo hubiera arrastrado hasta ahí. No sabía qué quería Ayleen de él, ni si realmente podía soportar lo que estaba comenzando a sentir. Pero en ese momento, en el que ella lo lideraba, él ya no era el chico invisible.

Se estaba convirtiendo en el chico poseído.

1
Yesenia Pacheco
Excelente
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play