La Bendición De La Omega Rechazada

—Está bien, eres un buen chico —acaricio su cabeza —iré a buscar si todavía siguen por aquí, tu tienes que esconderte bien — respondo cargando mis armas, colocó los cuchillos en mi pantalón y botas y cuelgo mi arco y flechas.

—Hermana puede ser peligroso para tí si vas sola— se alarma.

—Estaré bien, tú te escondes bien regresaré pronto, pero si no lo hago te quedas aquí y cuando amanezca vas a buscar a Diana.

—Si hermana — sus ojos se vuelven un poco llorones, su cabello está largo debo cortarle un poco.

Rápidamente, corrí por el sendero de mi cabaña, buscando a los lobos nómadas para matarlos era un poco extraño que llegarán tan cerca si hay un perímetro que marque con trampas, pero por alguna razón no funcionaron.

Para mí, suerte no había rastro de lobos cerca la barrera protegió bastante bien, pero alguien estuvo cerca de nuestro perímetro seguro, lo cual no es bueno.

Después de revisar bien y asegurar nuestra seguridad regrese y aunque trate de ver algún animal salvaje no había nada, los nómadas se encargan de comerse todo lo que se mueva en el bosque. Al regresar había solo un plato de comida en la mesa pequeña que teníamos. Fruncí el ceño mirando a mi hermano.

—Hermana aquí está tu cena, yo ya cene así que puedes comer tranquila.

—No le mientas a tu hermana mayor, sé que no has comido este es el último trozo de carne seca que había guardado en nuestra alacena solo un trozo para una persona.

—Hermana yo...

—No me mientas otra vez Alan, es muy malo mentir y sobre todo a la familia dijimos que no había mentiras entre nosotros ¿lo recuerdas?— mis ojos tranquilos lo miran tan pequeño y frágil un niño debería estar gordo y un poco mamado sin salirse de la raya, pero su hermano no era así era más delgado y le faltaban muchos cuidados que ella no le podía brindar por más que quería su posición tan baja no se lo permitía.

—Lo siento mucho, no lo volveré hacer hermana no te enojes por favor— baja la mirada apenada.

—Alan — suspira como enojarse con este bebé — la próxima vez que no haya nada de comer para los dos, tú cómete lo que haya y no te preocupes por mí, niño si lo más importante es que tú comas y no te enfermes.

—Pero si yo lo como, la hermana se quedará sin que comer nada la hermana también tiene que comer ¿y se enferma?

—Niño tonto— golpea su frente con su dedo —está hermana puede comer algo fuera, además hay muchas raíces y plantas comestibles en el bosque puedo buscar algo para mí ahora.

—Está bien...— un poco reacio se sienta y empieza a devorar la carne casi comiendo sus dedos en el proceso, los mordió sin querer varias veces.

—Ahora comete esto, iré a trabajar y conseguiré algo que comer en el camino para mí y trataré de traer algo para nosotros luego — menciono dejando el arco sobre la mesa.

(•••)

La bebida nunca ha sido mi fuerte, pero eso no me impide trabajar en un bar como mesera nocturna, afortunadamente es lo mejor que he podido conseguir para alguien en mi posición. Pero no era agradable sensación de ser objeto fácil a los ojos de los demás, pero no podía encontrar nada mejor que entregar bebidas y recibir una miseria que algunas veces ayuda a conseguir algo de pan.

De igual manera me cuido de cualquiera que intente pasarse de listo para mi suerte mi desagradable y diminuto uniforme de mesera diablita. En realidad es un supuesto shorts que parece ropa interior roja como la sangre hecha de cuero y una blusa también roja que parece un brasier de cuero con medias de mallas y tacones rojos con las puntas de tacón negra lo único bueno es que le permite guardar un arma pequeña un cuchillo con un filo mortal pequeño pero peligroso.

Ella no tenía un teléfono era muy caro para ella y él que supuestamente iba a ser para ella por culpa del bastardo de su ex mate no lo obtuvo es que si lo hubiera obtenido hubiera llamado a los papás de Sebastián para decirle toda la basura que ese desgraciado a hecho con todos y no por ella en si sino por los demás humanos y omegas que están sufriendo por su culpa. Pero no podía y ya no podía aguantar más se iría pronto y no los vería más.

Estuvo de verdad agotada, hizo todo lo que pudo para ahorrar dinero no quería gastar mucho dinero, la mayoría lo usaría para irse de la manada con Alan y luego de irse buscarían un buen lugar donde los omegas sin lobos como ella y en compañía de Alan pudieran vivir bien y en paz, por qué gracias a Dios no todas las manadas eran tan mierdas como la de su ex familia y esa.

Llegó al un pequeño café internet que quedaba en el centro y detrás de este quedaba una de las entradas que llevan a su cabaña del bosque. Ella siempre con tantos enemigos en un mismo lugar dejar ver una rutina continua sería su perdición por eso era que siempre cambiaba los lugares por dónde entraba. Así que después de usar la internet regresaría.

Después de revisar los pocos trabajos que habían, vio que no había más ofertas en los que ella pudiera tomar, ya que había hecho la mayoría y los demás esos ya no eran unos de los cuales ella pudiera aspirar.

Entonces decidió pasarse un rato por la página de la universidad a ver si había algún trabajo extra para ella hacer allí. Pero no vio nada relevante, todo era sobre Sebastián y su pronta fiesta de toma de cargo oficial como el líder interino de la manada. Y también que en ese mismo día tomaría a su luna y la marcaría y luego llegarían las bendiciones de la diosa para sus integrantes de la manada por medio de la luna de la manada.

Lo que no sabía Sebastián era que su compañera elegida por la diosa luna era la única que le daría las verdaderas bendiciones prometidas.

Ignore eso y seguí bajado cuando unas fotos llamaron mi atención.

—Maldición, esa maldita perra de Bianca subió estás fotos y todos ya la han visto y muy perra puso una dirección y una frase yo la mataré.

Salí rápido y fui a la cabaña, y le indico a Alan algunas cosas y luego salgo con dirección a la universidad donde sabía que estaría esa perra, a la que hoy le arranco unos mechones.

Pero lo que Serena no sabía era que hoy su vida tomaría otro rumbo.