En un mundo donde los dioses caminan entre mortales, un pequeño de siete años, que es mucho más de lo que parece, ha encontrado su propósito. Con un corazón puro y un amor inquebrantable, este dios cuida de su amigo, un joven alfa de 18 años marcado por el dolor y el desprecio de su propia madre. A pesar de las sombras que lo persiguen, el joven anhela la felicidad y la libertad que solo el amor puede ofrecer.
El pequeño dios, con su apariencia inocente, es un faro de luz en la vida del alfa, ayudándolo a enfrentar sus traumas y a encontrar la valentía dentro de sí mismo. Juntos, desafían las expectativas del mundo que los rodea, creando un vínculo que trasciende el tiempo y la edad.
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Cap 1: Sergei Pablov
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Sergei Pablov, es un joven alfa de 18 años, que ha vivido una vida marcada por el dolor y la lucha desde su infancia. El joven es hijo del alfa Pavel Pablov y el gamma Dariya, un gamma inestable, que maltrató a su hijo e intentó asesinarlo en varias ocasiones, debido a esto, el joven tuvo que alejarse algunos años de su padre para vivir con sus abuelos lejos del ducado. Al cumplir los 18 años, el joven decidió dejar atrás su pasado y decidió estudiar en otro continente, con el sueño de convertirse en un general de guerra.
— Padre, ¿ha pensado lo que le dije?— preguntó el joven mientras tenía un duelo de espadas con su padre.
— Estaba hablando de eso con tu tío, se que es algo importante para ti y quieres estar lejos de tu madre. Pero es un viaje peligroso.— respondió mientras atacaba a su hijo haciéndolo retroceder.
— Estaré bien, me sé defender y mi prima me cuidará con sus habilidades. Padre, por favor déjeme ir.
— Está bien, te dejaré ir, solo promete cuidarte mucho y estar en contacto conmigo.
— Claro que sí, le escribiré seguido.— respondió feliz por la respuesta de su padre.
— Sergei, no olvides que te amo, eres mi más preciado tesoro…. si te sucede algo moriré.
— También lo amo padre, me cuidaré mucho para que no muera joven.— contestó con una sonrisa.
El duelo duró unos minutos más hasta que los hombres se detuvieron para sentarse a charlar bajo un árbol.
— Ya tengo los papeles de divorcio. — expresó esperando la reacción de su hijo.
— Espero que ese señor no ponga problemas para firmarlo.— respondió el chico sin ningún signo de preocupación o tristeza.
— Ese señor es tu madre.
— Padre, una madre jamás atentaría contra la vida de su hijo, nunca lo lastimaría o usaría su vida para fines egoístas.
— Entonces también soy un señor para ti, todo sucedió por mi culpa. — sintiéndose culpable por la tristeza y dolor de su hijo.
— amarlo y darle una vida decente no es motivo para que lo odie y le haga la vida imposible. Tampoco es razón suficiente para que asesinara a mi hermano.
— No pienses en eso, solo concéntrate en ser feliz, lograr tus metas y ser un gran hombre, un hombre diferente a mí.
— No quiero ser diferente, padre, quiero ser como usted. Un gran duque, un excelente guerrero, un hijo ejemplar, amar a mi familia con devoción y cuidar de quien me ama.
— No de la forma en que yo lo hice, fui egoísta y tú estás pagando las consecuencias de eso.
— Padre, soy feliz, usted junto a los abuelos y tíos me aman mucho, me cuidan y me instruyen con firmeza. — respondió con orgullo
— Mi pequeño niño, ya es todo un hombre.
— Claro que sí, ya pronto cumpliré 19 años.
— Falta casi un año para tu cumpleaños.
— Lo sé, pero ya sé discernir entre lo bueno y lo malo, entiendo la situación entre usted y ese señor. También sé que ha tratado de que esta familia funcione y ese señor sea una madre….. padre, divorciese y sea feliz.
— Si mi hijo es feliz, yo seré feliz.
— Padre, no debe poner su felicidad en manos de otros, sea feliz genuinamente.
— Ya dejemos el tema y vayamos a comer.
— Vamos, hoy mi prima prepararía postres.
— Espero poder probarlos.
Los hombres se levantaron del suelo y fueron a asearse para luego ir al comedor dónde estaba Dmitry junto a Yuri y su hija.
— Me ha dicho mi hijo que tu hija cocinaría hoy.— comentó Pavel a su primo
— Tío, no sé cocinar, solo sé hacer postres sencillos.
— Solo sabe preparar un postre pero lo hace bien.
— Tío, le enseñaré a cocinar a mi prima, cuando volvamos de nuestros estudios lo sorprenderá.— presumiendo ante su prima.
— Qué me vas a enseñar si tampoco sabes cocinar.
— Mami Oleg me enseñó a cocinar.
La comida continuó con los alfas charlando sobre el divorcio de Pavel y todo lo que había sucedido con su matrimonio durante esos años. Dmitry al saber que dicho tema afectaba al alfa, cambió de tema para hablar sobre el viaje de los jóvenes.
— ¿ustedes cuando planean irse?.— preguntó a los jóvenes que discutían en voz baja sobre su viaje.
— Dentro de una semana, tía Romina nos acompañará.
— Yo también iré con ustedes, después de dejarlos instalados en la academia regresaré.— agregó Yuri, el esposo de Dmitry.
— Dentro de una semana es muy poco tiempo. — comentó el rey un poco preocupado por los jóvenes y no queriendo separarse tan pronto de su hija.
— Queremos iniciar en el segundo semestre de este año.
— Pavel, ¿Qué opinas?
— Es muy poco tiempo, pero hay que tener en cuenta que es un viaje bastante largo.
— Entonces mejor los transporto directamente allá y evitan ese viaje tan largo.
— Padre, ¿De verdad nos llevarás? — preguntó emocionada, la joven princesa.
— Los llevaré, cuando estén allá deben cuidarse el uno al otro y ser aplicados en sus estudios.
— Claro que sí tío, no lo decepcionaremos.
La familia siguió la charla sobre el viaje de los jóvenes mientras disfrutaban de la cena. Al terminar, Pavel se despidió de su hijo para ir al ducado, ya que quería solucionar el divorcio cuánto antes. Luego de que su padre se fuera, Sergei fue a su habitación a leer mientras se perdía en sus pensamientos.
— ((Espero que mi padre pueda divorciarse de ese gamma y sea feliz en el futuro.))
Al terminar su lectura, el joven se preparó para dormir, ya que al día siguiente debía practicar la espada y ocuparse de los pequeños deberes en el palacio.
creo que me perdí