Entre Las Sombras

Entre Las Sombras

Destino

Mi corazón latía con fuerza mientras observaba a los soldados dispersarse alrededor de la casa de la manada. El ruido de sus botas y el tintineo de sus armas resonaban en la noche, cubriendo el sonido de mi respiración agitada.

Me agazapé detrás de un grupo de arbustos, con mi cuchillo apretado en mi mano sudorosa. El escuadrón que entró en la casa parecía estar buscando algo, o a alguien.

Me pregunté si sabían que estaba aquí, si sabían que era una de las lobas que habían estado atacando sus patrullas. Mi instinto me decía que debía salir de allí, pero mi determinación de proteger a los míos me mantenía firme. Esperé, lista para atacar, mientras observaba a los soldados que permanecían fuera, sus ojos escaneando la oscuridad en busca de cualquier señal de movimiento.

Me lancé hacia los soldados, mis pies estaban descalzos golpeando el suelo con fuerza. Realicé un salto mortal hacia adelante, mis puños volaron hacia los rostros de mis enemigos.

El primer soldado no tuvo tiempo de reaccionar antes de que mi puño impactara en su mandíbula, haciéndolo caer al suelo con un golpe seco. Me giré en el aire, utilizando mi impulso para lanzar una patada hacia otro soldado, que se tambaleó hacia atrás con un gemido de dolor.

Continué avanzando, mis movimientos fluidos y precisos, como si hubiera nacido para luchar. Los soldados se dispersaron, intentando defenderse, pero yo era una fuerza imparable.

Mi cuchillo brillaba en la oscuridad, cortando el aire con un silbido mortal. Los soldados caían uno a uno, hasta que solo quedó uno en pie. Me enfrenté a él, mis ojos ardiendo con furia, y mi respiración agitada.

—¿Qué buscan aquí?— gruñí, mi cuchillo apunta hacia su garganta.

—¡Detente!— me detuve en seco, con mi cuchillo aún apuntando hacia el soldado tembloroso a mis pies.

La voz había sido como un trueno en la noche, sacudiendo el aire y haciéndome sentir un escalofrío en la espalda. Me giré lentamente, mis ojos fijos en la figura que emergía de la niebla.

Era alto, imponente, con una presencia que parecía llenar el espacio a su alrededor. Su rostro era fuerte, con mandíbula marcada y ojos color hielo que parecían ver más allá de la superficie.

Su mirada se encontró con la mía, por un momento, nos quedamos inmóviles, midiéndonos mutuamente. Luego, él habló de nuevo, su voz baja y autoritaria.

—Soy el rey Alfa Kaiden Blackwood, y esta manada está bajo investigación— me miró con una intensidad que me hizo sentir como si estuviera estudiándome, como si estuviera tratando de ver más allá de mi exterior. —¿Quién eres?—

Un hombre detrás de él al ver que no respondía decidió hacerlo por mí. —Es la salvaje señor—

Su mandíbula se tensó ligeramente, pero su voz permaneció calmada y autoritaria. —La Salvaje— repitió, con su tono neutral. —Un nombre que sugiere una historia interesante. ¿Cuál es tu verdadero nombre?—Su mirada se estrechó ligeramente, como si estuviera esperando que yo mintiera o tratara de evadir la pregunta.

Me mantuve firme, con mi mirada fija en la suya. —No tengo un nombre que te importe— Kaiden arqueó una ceja, pero no pareció sorprendido. —¿Qué hacen ustedes aquí?—

—He venido a traer comida y medicina, desde ahora mismo esta manada queda bajo mi protección—

Me quedé sorprendida por la respuesta de Kaiden, mi mente aún está procesando la información. ¿Ayudar? ¿Protección?

No podía creer que un rey Alfa como él se molestara en venir a ayudar a una manada como la mía. Mi instinto me decía que había algo más detrás de esto, algo que no estaba viendo. Miré a Kaiden con escepticismo, tratando de leer su expresión. Pero su rostro era una máscara de serenidad, sin revelar nada.

—¿Protección?— repetí, mi voz llena de duda. —¿Qué te hace pensar que necesitamos tu protección?— sonrió ligeramente.

—Porque ahora sois parte de mi dominio. Y como tal, estáis bajo mi responsabilidad— Su mirada se estrechó, como si estuviera desafiándome a contradecirlo. Sentí un escalofrío recorrer mi espalda al darme cuenta de que Kaiden Blackwood no era un hombre que se tomara a la ligera sus palabras.

—Sé quién eres perfectamente, y sé que lo que buscas es que te obedezcan— respondí.

—No busco que me obedezcan— dijo. —Solo quiero protegerlos y darle seguridad—

—¿De verdad?— reí fríamente. —Eso no pasará aquí— dije caminando rápidamente mi expresión de risa a sería totalmente.

—Dime como te llamas—dijo dando un paso hacia adelante quedando más cerca de mí.

—No Estoy interesada en hacer vínculos con usted Su Majestad— gruñí en respuesta.

—Dominarte no es mi intención—

—Y eso jamás ocurriría— desafié.

—Ya te he dicho que solo busco darle seguridad y que me den lealtad y respeto—

—Eso se gana, no se exige— en ese momento Un fuerte viento nos envolvió llevando mi dolor hacia él.

Vi como sus fosas nasales se ensancharon, sus pupilas se dilataron. Y su gran lobo real surgió a la superficie, brillando con una mirada helada.

En ese momento yo también lo pude olfatear y entendí.

Di un paso atrás.

—Si— No, claro que no, de ninguna manera. —Tu eres...—

Esto no puede ser cierto.

—Ni siquiera lo pienses— gruñó, girando y corriendo hacia los árboles.

—No te vayas, ¡Espera!—

Seguí corriendo lo más rápido y salté a un tronco lalanzándomeerrama en rama siendo salvaje y rápida.

—¡Vayan por ella!— grita. —¡Rastréenla!—

En su voz era notablemente el pánico que emergía.

Yo no me detuve, no lo haría.

Me negaba a ser suya.

Ni de nadie más.

Corrí con todas mis fuerzas, mi corazón latía con furia en mi pecho.

No podía creer que mi destino estuviera ligado a alguien como Kaiden Blackwood, un rey Alfa que parecía pensar que podía controlar mi vida.

Me negaba a ser su prisionera, su compañera o cualquier cosa que él quisiera que fuera. Mi libertad era lo único que me quedaba, y no estaba dispuesta a renunciar a ella.

Mis sentidos me indicaban que él era mi compañero predestinado, pero no me importaba. No iba a dejar que mi instinto decidiera por mí.

Iba a seguir huyendo, seguir luchando, hasta que estuviera segura de que estaba a salvo.

La luna llena estaba cerca, y sabía que mi transformación sería más difícil de controlar si estaba cerca de Kaiden.

Tenía que encontrar un lugar seguro para pasar la noche, un lugar donde pudiera dejar que mi loba saliera sin peligro...

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Comments

Betty Saavedra Alvarado

Betty Saavedra Alvarado

Kelinda estoy leyendo bla historia interesante y amena

2025-08-31

1

Alisson

Alisson

me gusta 😻

2025-08-29

2

Isabel...

Isabel...

Está interesante😊

2025-08-29

3

Total

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