CAPÍTULO 5

Un villano obsesionado con Serah, destinado a traer el fin del mundo, pero ella jamás lo había creado como el prometido de la protagonista.

Si bien al momento de escribir, ella estaba con el gusto de las novelas de "romance prohibido", con diferencia de edad y en un ambiente escolar, estaba segura de que entre el villano y la protagonista no había una relación más allá de la obsesión de este por ella.

Aunque el dolor estaba a todo dar, fuera lo que fuera que le había dado tomar, estaba haciendo que se mantuviera despierta.

..."¿Este lugar es...?"...

Se hizo mentalmente aquella pregunta, mientras observaba como el auto se acercaba a un puente, encima de un enorme lago, cuyo letrero en lo más alto se podía dejar leer: "Bienvenidos a Hell city", lo que provocó que cerrara sus ojos ante el miedo que sentía.

Una puerta punzada presidió una breve, pero terrorífica visión. Donde todo aquel paisaje, los rascacielos, el propio puente y el lago, todo estabas sumergido en llamas.

Quería huir, salir corriendo de aquel coche, alejarse kilómetros de distancia de Solomon, y no podía hacerse a la idea de estar atada, por el deseo retorcido de aquella ia, con el hombre que desataría el infierno en la tierra y cuya maldad realmente había sido ella misma la que creó.

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El reloj digital de pared marcaba las 4 de la tarde, mientras el cielo de la ciudad se tornaba más gris con cada minuto que pasaba.

Cubiertos baja el pecho de un enorme y lujoso hospital, donde no los pudiera tocar, las primeras gotas que estaban cayendo, se encontraba Solomon tomando un café.

Observando las gotas golpear contra la ventana, escuchaba de fondo el sonido de su hermana tecleando en el escritorio de su despacho.

—¿Cuál es el estado de Serah?—preguntó cansado de esperar.

Clarity tuvo que detenerse tomando, profundamente una bocanada de aire. Estaba cansada después de 8 horas de cirugía y apenas salió, hacía dos horas, cuando debía hacerse cargo del problema en el que su hermano estaba involucrado.

—¡Maldita sea, Solomon!—le recriminó—Me he aguantado porque eres el futuro patriarca de la familia pero....¡Pobre chica! Esta es la cuarta vez, en menos de dos meses, que ella pisa urgencias por tu culpa.

—¿Mi culpa?—cuestionó molesto.

—¡Lo es!—gritó.

No obstante, sabiendo que era peligroso meterse en contra de su hermano, se quedó callada unos segundos, mientras dejaba que su mente se enfriara un poco. Ya que era la doctora principal de la salud de la futura esposa de su hermano, y ya que no podía ir en contra de sus órdenes, al menos sería lo más sincera posible con él.

—Me pediste como directora del hospital, mantenerme al cargo de la salud de Serah... así que te lo diré de la forma más directa posible—lo increpó—¡suspende su maldita orden! El cuerpo de tu prometida es frágil, al no ser una Valentine pura, es imposible que se recupere como nosotros.

—¡Le di el compuesto en el carro!—resultó su hermano—sigue viva, y mientras lo esté, no me importa si queda en silla de ruedas.

Vio como su hermana negó con la cabeza, sabía tan bien como ella que era un milagro que aquel compuesto experimental hubiera funcionado en Serah. Sin embargo, su problema era evitende: se le había salido de sus manos la situación que el mismo propició.

Ya que, al ver cómo desde niña, Serah sufría el desprecio y el maltrato de los demás, el mismo había propiciado que aquello aumentara, a tal punto que el acoso llegara a la escuela y fuera escalando a nivel físico extremo.

No quería matar a Serah, solo quería volverla sumisa, al punto en que ella, al no tener a más nadie que solo a él, se volviera dependiente emocionalmente y que, llegado el momento en que se volviera su esposa, en sus ojos solo estuviera él.

—Hablaré con Rebeca—dijo levantándose—lo importante es que Serah sobrevivió, ya ella se recuperará.

—No solo la parte física me preocupa—dijo Clarity—Rebeca también es tú prometida, escogida por el abuelo. Apenas este se entere, se irá en contra de Serah.

—No lo hará—dijo con voz ronca—si quiere que el clan se mantenga unido. Y te recuerdo que Rebeca solo será una concubina, mi única esposa ya tiene nombre: Serah.

Clarity sintió un frío extremo recorrer su espalda, mientras su hermano se marchaba de su oficina. La única razón por la que este, por encima de los demás candidatos de la familia, era el sucesor del abuelo, radicaba en la fuerza interna de este, y que hacía competencia al patriarca actual.

Antes de ir a la habitación en la que había ingresado Serah, Solomon se detuvo un momento, analizando la situación. Había pasado algo raro en Serah, tal vez un colapso, pero ella jamás, con el nivel de sumisión que estaba, había tomado iniciativa sola sobre qué hacer.

Debía hablar con Rebeca, y calmar un poco las aguas, mientras ajustaba su plan. Rebeca era su mejor herramienta para someter a Serah, sunque tuviera que engañarla con falsas ilusiones de amor, ya que realmente solo estaba interesado en su hermana menor.

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Mientras tanto, escuchando como la lluvia golpeaba con más fuerza sl hospital, Serah estaba despierta y acostada en la cama de una habitación privada. Si bien no era una VIP, al menos era digna y cómoda, para un ser humano.

Recordando como en las memorias de la Serah original estaban imágenes de la pocilga donde habitaba antes, así como la preocupación por el tema de ser la prometida del villano, se sorprendió un poco al ver a la pantalla del sistema aparecer de la nada.

..."Misión del capítulo 1 completada"...

..."Se ha desbloqueado el apartado de "misiones""...

..."Debido al éxito de la misión, el usuario ha ganado 100 puntos canjeables en la tienda o en el árbol de habilidades"...

Serah frunció el entrecejo, sin entender la lluvia de palabras que aparecían en frente de ella. Pero lo que la sorprendió aún más fue ver cómo el sistema la enlazaba con Tuny, por medio de videollamada.

—¡Felicitaciones, autora! ¡Has conseguido avanzar mucho! Y eso que es solo el primer capítulo—dijo contenta la IA, observando la pantalla de su celular—si vieras la cantidad de reacciones que ha tenido el capítulo, ¡hay 5 mil lecturas! Déjame decirte, que esto es raro teniendo en cuenta el género y el trasfondo de la historia.

—¡Sácame de aquí, maldita!—exigió Serah—¡¿Cómo te atreves a hacerme la prometida del villano?!

—¿Cómo?—preguntó dejando de un lado su celular —¡Soy Tuny! ¡La IA que controla el sistema! Si bien la historia es tuya, tengo el poder de rehacerla a mi antojo. Así que si no quieres que meta al alma de tu abuelo en la novela que tú misma creaste, sigue cooperando y trayendo más lecturas. ¡Quiero dinero!

Frustrada, Serah solo pudo observar cómo la pantalla desaparecía. Estaba atada, o hacía lo que la IA quería, o su abuelo sufriría. Después de recordar lo que ella misma le había hecho pasar en vida, no quería que él sufriera aún más.

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Nota: ahora una guía de cómo sería nuestra protagonista, ya dentro del mundo de su historia, pero es una aproximación Y realmente tiene el cabello negro y ojos rojizos.

Nota: Lo más cercano a Solomon, solo que rubio, con barba y gafas.

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