Quien era yo

Mi nombre era Celin Barreto de 35 años, en mi vida como Celin siempre fui una mujer competitiva me encantaban los retos y las aventuras, Pero mi mejor pasatiempo era leer novelas de vampiros, por alguna razón siempre me sentí atraída a ese tipo de temas me encantaba todo lo que tuviera que ver con magia, demonios, vampiros, dragones e incluso brujas. Debo admitir que era una obsesiva de esos temas, Pero obviamente que en secreto, ya que quien respetaría a una asesina despiadada a quien le gustaban cosas que a la vista de cualquiera solo eran cosas irreales y más aún al demostrar esos gustos estaría demostrando lo mucho que ansiaba tener un amor como los que leía en esas novelas que tanto me encantaba leer.

En mi vida como Celin solo era una asesina, no por elección sino por obligación. Cuando tenía 17 años fui secuestrada por un grupo de asesinos, Pero el haber crecido en las calles siendo una niña huérfana y a la intemperie del mundo me dio algunas habilidades para protegerme. El líder de los asesinos al ver como me resistía a dejar que me llevarán para asesinarme a pesar de la paliza que estaba recibiendo. Bajo de su auto y pidió que me llevarán frente a él ya estando yo casi sin fuerzas en el suelo uno de los asesinos enviados por él se encargó de levantarme del suelo y ponerme a los pies de su jefe, el cual se agachó frente a mí y con un dedo en mi mandíbula levantó mi rostro al verme sonrió y me dijo:

Eres una pequeña con mucha determinación a pesar de tu condición no te das por vencida, así que te daré tres opciones 1- trabajar para mí como mi dama de compañía, 2- convertirte en una asesina y trabajar para mí a cambio te daré todo el entrenamiento y educación que necesitas y tres morir aquí y justo ahora.

No quería morir me había aferrado tanto a sobrevivir desde que escape del orfanato que en mi mente solo me repetía (después de tanto nadar no puedo morir en la orilla) con las pocas fuerzas que me quedaban solo pude asentir con la cabeza a su propuesta, Pero no pude especificar cuál de las dos aceptaría, ya que al poco tiempo quede inconsciente.

Desperté al sentir dolor y ardor en mi entrepierna para darme cuenta de que ya me encontraba en un lugar diferente, completamente desnuda y con dicho hombre dándose placer dentro de mí, mientras yo permanecía con las manos atadas a la cama, ese día fui abusada de todas las formas habidas y por haber no hubo hueco en mi cuerpo al que él pudiera tener acceso que no ocupará, lo único bueno de esa noche es que aunque se sirvió de mí a placer no causó ningún daño en mi interior fue una experiencia extraña para mí, puesto que en el corto tiempo que tenía de vida había visto muchas violaciones y en la mayoría las chicas terminaban desgarradas por dentro, golpeadas e incluso asesinada, pero este hombre aunque no solo tomo mi cuerpo en contra de mi voluntad lo hizo con una forma difícil de explicar.

Luego de haberse servido de mí a su antojo y placer sus palabras hacia mí fueron:

Ya recibiste tu primera clase, la cual es como complacer a un hombre, debes acostumbrarte, ya que será uno de los tantos trabajos que harás para mí, aunque solo yo tendré el derecho de estar dentro de ti. Si me entero de que algún otro hombre aparte de mí te toca yo mismo te mataré.

Desde ese día aun sin haberme sanado por completo mis heridas comencé a ser entrenada como una asesina y como la dama de compañía de aquel hombre que siempre que quería se servía de mí y aunque lo hacía con delicadeza y se podría decir que algo más, odiaba cuando me ponía de carnada para atraer a sus víctimas y luego me obligaba a asesinarlas frente a él no importaba si eran hombres o mujeres yo debía hacer todo lo que él pidiera o mi castigo era severo y lo que más odiaba es que cada trabajo que él me asignaba siempre terminaba con él dentro de mi era como si verme hacer esas cosas encendiera algo en él, me sentía sucia totalmente asquerosa reprimida de libertad solo siendo una asesina y el objeto sexual de un hombre enfermo de la mente. El único momento que tenía para ser feliz era cuando competía con los otros chicos o cuando me mandaban a realizar algún asesinato en algún lugar donde habían paisajes que me encantaban, Pero toda su belleza acababa a la hora de asesinar a alguien inocente solo por gusto o capricho de él para saldar cuentas con quienes lo traicionan.

Mi mejor momento era leer bajo un árbol junto ahí era donde dejaba volar mi imaginación recuerdo que la última novela que ley se llamaba el príncipe del castillo.

Trataba de un vampiro bastante pacífico que peleo muchas guerras en apoyo a todas las especies que trataban de mantener la paz entre ellos contra quienes intentaban desestabilizarla, así fuera su propia raza, Pero aun así jamás fue bendecido con el privilegio de encontrar a su tua lo que lo llevo a dejarse morir poco a poco matándose de hambre al no volver a beber sangre, pero como al ser un ser inmortal no podía morir. Solo se sumergió en un sueño, Pero antes de cerrar sus ojos pidió a la diosa de la luna que solo le permitiera ser despertado el día que apareciera la compañera ideal para él.

Al leer esa novela Mori de amor y deseé en mi corazón poder ser la compañera de ese hermoso vampiro con el cual me sentía identificada, pues ambos teníamos algo en común, lo cual era una vida vacía y llena de soledad.

Al poco tiempo de leer esa novela fui enviada a una nueva misión la cual fracaso, ya que al parecer fuimos traicionados y el enemigo ya me esperaba, esa noche viví mi peor pesadilla no solo fui abusada hasta el extremo por el enemigo de mi jefe. Sino que mi propio jefe cumplió su promesa de ser él quién me quitaría la vida si algún otro hombre ponía sus manos en mí, fui golpeada y torturada de la peor manera por el hasta que morí.

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