Revelación

Mandé a poner una cámara oculta con audio en el coche de mi hermana y descubrí una verdad aterradora.

Mi hermana empezó a besar a su chofer; ambos tuvieron intimidad en el auto. Mi hermana, con un tono de burla, le pronunció estas palabras:

- Eres el mejor. El cornudo de Alex nunca sabrá que, en realidad, el pequeño Óscar es tu hijo. Alex no lo sabe, pero él tiene una rara enfermedad que solo le permite tener un hijo y con dificultades. Su esperma es débil y es muy difícil que pueda embarazar a una mujer. Aparte, sus espermas tienen una difusión. Pobre cornudo, el único hijo que iba a tener era con la Cerda, y él mismo lo asesinó. Qué bueno que la Cerda murió, así como su madre.

El chofer pronunció estas palabras:

- ¿Su madre?

Ella sonrió:

- Mi madre atropelló a su madre y yo iba en el auto; nuestro padre dio la orden de matarla.

Escuchar esa grabación me destrozó completamente:

- ¡Malditas fueron ustedes!

La rabia y el odio me atormentaban, y tomé la decisión de mancharme las manos tal y como ellas, pero lo haría lentamente:

- Pagarán de la misma manera. ¡Juro que no tendré piedad!

La ira me llevó a un camino sin salida y hice lo impensable. Mi auto estaba en reparación y estaba usando un auto negro con cristales oscuros. Casualmente, vi a mi madrastra cruzando la calle para ir a la tienda y recordé lo que pasó con mi madre. Sin pensarlo, aceleré el auto a toda velocidad y, sin darle tiempo, la atropellé. Ella cayó al otro lado de la carretera. Aceleré el auto a toda velocidad y me perdí. Mandé a que destruyeran el auto y no dejaran pruebas.

Inmediatamente, la noticia de que la esposa de uno de los directores más importantes había sido atropellada se hizo viral. Todos comentaban:

¡Cuánta maldad!

¡Ya no se puede andar en la calle!

¡Qué terror!

¡Ay, un asesino suelto!

Mi hermana me pidió el día llorando:

- ¡Tengo que ir a ver a mi madre, está grave!

Respondí:

- ¡Lo siento, pero hay mucho trabajo!

Ella se arrodilló ante mí y me suplicó:

- ¡Por favor!

Sonreí:

- ¿Eres estúpida o te haces? No me importa si tu madre muere o no, no te daré el permiso. Espera que se termine tu turno y te vas; ojalá y no tengas que ir al funeral.

Todos me miraban aterrados.

Eduart estaba de viaje.

Ella seguía suplicándome:

- ¡No seas tan cruel!

Respondí:

- No soy cruel, simplemente soy una mujer de negocios. No hay permiso. ¡Termina tu trabajo!.

Todos murmuraban:

- * ¡Que cruel!*

-

¡Es una mujer muy dura de corazón!

¡Es una psicopata!

Rosa llamo a Eduart:

- Eduart esa mujer es un demonio, mi amiga le suplico y ni así la dejo ir al Hospital, Nisiquiera las lagrimas la conmueven.

Eduart respondió:

- Lo siento pero no puedo hacer nada ella es la CEO y no puedo volver hasta terminar el negocio.

Eduart colgó.

Mi madrastra está en un estado crítico podría perder una pierna.

Varios días después, supe que mi madrastra despertó y logró sobrevivir, aunque no podrá mover una de sus piernas. Tuve una buena idea.

Me vestí de doctora y entré al hospital; mi madrastra estaba sola en su habitación:

- ¡Hola, madrastra! ¡Soy Alicia, vine a cobrar una deuda!

Ella trató de gritar, pero le mostré el video donde su hija confiesa todo:

- ¡Si abres la boca, tú engendrarás caer!

Ella respondió:

- ¿Qué quiere a cambio?

Respondí:

- Vas a llamar a Rosa y harás que confiese que Drogo a Eduart y que, en realidad, fui yo, o sea, Alicia, quien se acostó con él.

Ella respondió:

- ¿Cómo te volviste hermosa? ¡Es imposible!

La agarré del cuello:

- Ya te atropellé una vez, no me hagas matarte antes de tiempo y, si dices una sola palabra, publicaré este video en todas las redes. ¡Tú decides!

Ella llamó a Rosa; Rosa fue a visitarla.

- Rosa, debes cuidar tu matrimonio. Recuerda que drogaste a Eduart.

Rosa respondió:

- Ni me lo recuerdes, todo salió mal y él terminó acostándose con esa cerda de Alicia. Le hice creer que fue conmigo. Afortunadamente, la gorda murió en ese incendio y la verdad seguirá oculta.

Mi madrastra respondió:

- ¡Así es, cariño!

Vi salir a Rosa y entré a la habitación; le quité el teléfono.

- ¡Bien hecho! Sabes, esta inyección es un narcótico muy fuerte que induce a las personas a tener alucinaciones. ¡Llegó tu hora!

Le inyecté la medicina y salí de la habitación. Traía una máscara y un gorro, y estaba vestida de doctora. Aparte, me puse un bigote y lentes de contacto verdes; aún con cámara, jamás me reconocerían. Compré un auto viejo amarillo con documentos falsos a nombre de un tal Adonis.

Mi madrastra enloqueció y empezó a ver a mi madre. Se quitó el suero y se arrastró hacia la ventana del hospital; eran cristales grandes. Ella, en su desesperación, saltó de la habitación, cayendo desde un sexto piso.

Todos se reunieron tras el incidente y vieron el cuerpo hecho trizas. Minutos después, llegaron mi padre y mi hermana llorando desesperadamente:

- ¡Pobre madre! ¡Ella no estaba loca!

Repentinamente, todos los celulares sonaron; era el video de Rosa confesando que Drogo había matado a Eduart. Eduart se llenó de furia al ver el video y tomó un vuelo de regreso.

Volví a la empresa. Mi hermana volvió para pedirme permiso para estar presente en el funeral de su madre:

- ¿A dónde crees que vas?

Ella respondió:

- ¡Mi madre está muerta!

Sonreí:

- No me importa, te falta una hora de trabajo, tendrás que esperar.

Ella lloraba desconsoladamente:

- ¡Por favor, te lo suplico!

Respondí:

- No me gusta dar favores, luego toman confianza. Te irás después de terminar en una hora.

Me marché; todos me miraban con una mirada de miedo.

Rosa llegó a la compañía:

- ¿Qué haces aquí?

Ella respondió:

- ¡Vine a trabajar!

La miré fijamente:

- No te avisaron, estás despedida. Tu imagen está dañada y dañarás la reputación de la empresa. Tienes prohibido entrar. ¡Seguridad, sáquenla de aquí!

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