—Narra Emily—
Después de lo sucedido busqué a la señorita Cristal por todo el ducado, hasta que llegué a su habitación. Al entrar tan ansiosa, ni siquiera me percaté de que no había tocado la puerta, y me encontré con algo que no pensé ver jamás.
La señorita retraída, asustadiza y callada, estaba sentada en la mesa del balcón de su habitación tomando el té con un niño. Su apariencia y cuerpo escuálido me llevaron a pensar que era un mendigo. Había algunos en las calles de barrios más bajos, a veces familias que no podían sostener a sus hijos los entregaban a orfanatos, pero esos lugares poco a poco se vuelven como una prisión que encadena la pureza de los pequeños y hace su inocencia desaparecer.
El niño con el que la señorita sonreía parecía haber sido víctima de dicha formación. Comía tan apresuradamente que le costaba respirar.
—¿Señorita?
—Ah, Emily, llegaste. Ven, acércate, tomemos el té juntas.
—Señorita... —dije en shock—. M-me temo que debo negarme, no soy más que una simple sirvienta.
—Eres mi dama de compañía. —Al escuchar repentinamente esas palabras de la señorita Cristal, pude sentir que mi rostro delató mi expresión atontada, pero... ¿en qué momento había hablado con el duque?— Y yo te estoy pidiendo que nos acompañes. Me sentiré ofendida y dolida si no lo haces.
—N-no señorita, enseguida voy.
Me senté junto a ambos. La señorita puso una taza de té para mí y la sirvió. El niño ni siquiera se molestó en mirar y solo siguió comiendo.
—Señorita, ¿dónde aprendió a usar los modales? Creí que...
—Creíste que no sabía porque la duquesa siempre me mantenía encerrada, ¿verdad? —Me miró y me guiñó un ojo—. Es un secreto.
—E-entiendo. —Algo nerviosa, tomé la taza de té. Era un té de flores que antes le encantaba a la señorita, y servía para aliviar el dolor debido a las hojas medicinales escondidas en el fondo de la tetera.— Este... señorita, he hecho lo que me ha pedido.
—Oh, bien. Cuéntame todo lo que sepas.
—Sí, señorita.
---
—Y eso fue todo lo que pude escuchar.
—En resumen, el norte mantiene una condición inestable debido al incremento de ataques demoníacos en la zona de la cordillera central, y necesitan el apoyo mágico de la familia Lawnig.
—Así es, señorita... resumidamente.
—Es una situación lamentable, las personas del norte podrían estar en problemas.
—Dicen que el duque monstruo del norte es un temible caza-demonios. Se rumorea que lidera a los demonios y los manipula a su antojo, y que vive con tres demonios tenebrosos. También se dice que tiene cuernos y piel de lagarto.
—Son solo rumores. La reputación de las personas puede ser condenada por otros. Dicen algo, y los demás se encargan de exagerarlo. Así es como funciona la nobleza.
—Sí, pero la señorita...
—Emily, ¿crees que no sé lo que dicen de mí?
—S-señorita, ¡es falso!, ¡están equivocados! La señorita no es ninguna villana.
—Ummm, tal vez no se equivocan tanto en eso. —La señorita miró al niño que se había quedado dormido después de tanto comer.— Emily, pídele a Frank que busque los libros contables del ducado, y que venga a mi habitación lo antes posible.
Frank... aún recordaba ese nombre. Frank había sido el mayordomo de confianza de la antigua duquesa, la madre de Cristal. A pesar de la tensión que envolvía al ducado en estos días, él seguía siendo alguien en quien se podía confiar. Reservado, meticuloso y silencioso, sabía más de la situación interna de la casa que cualquier otro. Si alguien podía ayudar a esclarecer la verdad sobre la administración, ese era él.
—Sí, señorita.
—Oh y... Emily.
—¿Sí, señorita?
—Luego de eso, sal y busca a un jardinero competente. El jardín del duque necesita mantenimiento.
—¡Sí, señorita!
---
—Narra Kasir—
El día y las lecciones habían pasado como de costumbre. Últimamente no tenía tiempo para mucho más que no fuera yo mismo. Había algunas cosas que me preocupaban: la tranquilidad de Riqueta, la duquesa, y su hija Vanessa; el misterio que esconde tan desesperadamente Eleonoro; y la salida repentina de Cristal. Todo parecía estarse volviendo patas arriba.
Hoy en la mañana hubo una reunión con padre nada más regresar. Parecía ser una reunión algo urgente para que un mensajero del emperador viniera al ducado. Por otra parte, ¿de quién era ese carruaje sin insignia? Parece muy misterioso.
—Señor Kasir, su hermana menor, lady Cristal, solicita una reunión con usted.
«¿Cristal quiere verme? Ya está anocheciendo, es tarde. A esta hora ella estaría en el pequeño santuario, rezando frente al retrato de nuestra madre.»
Al ver a Cristal esta mañana, pude sentir que algo había cambiado en ella. Sin embargo, me sentí bien al ver ese pequeño cambio. Pero ahora estoy seguro de que algo extraño pasa. Cristal nunca se acercaría a mí primero, y yo no me acercaría a ella después de tanto tiempo por miedo a que me rechace. El monstruo en que me he convertido...
—Dile que pase.
Al verla entrar con el rostro tan sereno, su cabello levemente recogido, llevaba unos zapatos bajos que marcaban sus pasos. Su mirada me heló el corazón. Esos ojos azules penetrantes y su piel pálida... sin duda alguna, mi pequeña hermana Cristal tiene tanto parecido a nuestra madre. Ella es todo lo que me queda, la única que realmente no me odia en este lugar.
«Mi pequeña y encantadora Cristal, ¿será que finalmente podremos acercarnos?»
—Hermano Kasir.
—Cristal, pasa, siéntate. ¿Qué te trae por aquí?
—Necesito hablar con mi hermano mayor. Quería decirle a mi hermano mayor lo que está pasando.
—¿Lo que está pasando? Cristal, no estoy entendiendo.
—Hermano, quiero que el hermano Kasir se ponga de mi lado.
—¿De tu lado para qué exactamente?
Vi cómo ladeó su cabeza desde el asiento. Su dama de compañía traía unos cuantos libros en las manos, pero Cristal solo tenía una pequeña agenda de notas, la cual usó para cubrirse la boca.
—Ponte de mi lado... para acabar con la Duquesa Riqueta Lawnig.
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Comments
Mary Montilla
Seguro la desgraciada de la Duquesa no permitía que ellos se juntaran con cualquier pretexto 😡😡😡
2025-03-25
5
Olga L. Rozo
ojalá no la defraudar y la apoye, y que ella le cuente la verdad, el le crea y hagan justicia
2025-04-08
0
Liliana Barros
Bueno, el típico estúpido hermano que cree las cosas que le dicen o los rumores, sin comprobarlos
2025-03-11
1