Desde pequeña nunca fuí una persona muy social, simplemente prefería estar en mi pequeño espacio seguro donde solo les permitía ingresar a un puñado. Aún recuerdo cuando en el kinder tenía solo tres mini amigas, aunque el tiempo nos distancio.
También recuerdo con claridad el día en el cual ingresé a la primaria y no conocía a nadie mí salón, sin contar a aquellos que estaban en el mismo salón que yo en el kinder pero aún así no me llevaba buen con ninguno.
Pasaron las primeras semanas y mi única interacción con mis compañeros eran tan cortas como los minutos. Ya me había hecho a la idea a los 6 años de edad que no tendría amigos. La primera clase de Educación física, la más detestada por mí, todos mis compañeros estaban muy emocionados y entusiastas por realizar las actividades. Yo sabía que era un caso perdido en todo lo que tenía que ver con actividades físicas y en vez de intentar como otros niños decidí apartarme a la sombra de un árbol. En eso clase fue donde por primera vez conocí a quien hasta el día de hoy es de mis mejores amigas, llamemosla la niña del listón rojo. Ella es la hija mayor de la maestra de Educación física, se veía muy tímida, pero al mismo tiempo llena de energía, eso exacto día llevaba un gran listón rojo que le sujetaba su Crespo pelo.
"¿Qué haces aquí solita?"
Fue lo primero que me dijo al verme hecha bolita bajo el árbol. No quería responder, era parte de mi personalidad cerrada.
"Si no vas le voy a decir a mí mamá que no quieres hacer la clase y te llevarán a la dirección"
Fue lo que pronto agregó con enojo al ser ignorada.
Con ignorancia le dije que su mamá no podría hacer nada, porque no era maestra ni nada parecido. Ella me miró extrañada para luego revelarme que su mamá era la profesora de Educación física. Trás decirme eso comenzé a burlarme pues no le creía. Ella no dijo más nada y ante el silencio note qué tal vez sí era de verdad y callada me levanté a fui hasta donde el resto de niños.
Me fuí muy enojado de regreso al salón, las actividades físicas no eran para nada lo mío, me caí al suelo varias veces haciendo juegos y calentamientos, era muy susceptible en aquel entonces y llore bastante.
Esa fue mi primera y única interacción con la niña del listón rojo en ese año de primaria.
El año voló y ya estaba en segundo año de primaria, sin muchos amigos, solo compañeros con los que charlar.
Sin nada relevante aparte de ser la adoración de la profesora transcurrió otro año màs.
Tercero de primaria, ese fue el año donde conocí a mi mejor amiga real en todo la vida. Nuestra historia comenzó como un "Enemigas a amigas" literalmente era esa niña castrosa y creída a medias, sabía cuándo parar. El día que la conocí recuerdo que mi papá me había regalado un blog de notas para tomar apuntes o dibujar, que fue para lo que lo utilices. Al día siguiente en la escuela lo saqué y mis compañeros querían todos una hoja para dibujar, éramos nenes de 8 años. Le dí a todo el que quería una o incluso dos hojas de la libretita menos a una chica que me la pidió como la última trás yo haber guardado en la mochila ya aquello. Le dijé que no podía, argumento claramente sin sentido porque le había dado ya a media escuela hojas. Ella se molestó bastante y trás dejarle claro que no se la daría se alejó muy enojada. A mí esa acción me dió totalmente igual, ni me agradaba en primer lugar. Fui a almorzar a dejando en el salón la mochila y el blog de notas. Cuando volví por la tarde revisé la libretita y le dí cuenta de que faltaban más de cinco hojitas y con rabia voltie a ver a la chica a la que se las había negado antes para ver cómo claramente estaba dibujando una, lo hizo intención, ella quería que la viese hacerlo para verme molesta y lo logró.
Fui hasta donde ella le grité preguntándole por las hojas faltantes, ella con igual molestia me devolvió los gritos, sin saber que hacer con mi enfado tome la hoja que tenía ya dibujada y la rompí en su cara.
"¡¿Pero qué te pasa ?! ¡¿Estas loca o qué?!" Me gritó con claro enojo y arrebatándome el blog con rabia arranco más páginas e igualmente las rompío, luego lanzó con fuerza el mismo contra el suelo, yo me lancé al piso a recogerlo y comenzé a llorar tan fuerte que alarme a al profesor de eso curso el cual le dió una gran regañon y me dió toda la razón a mí.
(Hoy en día comprendo que la cumpla le fuí yo, pero en aquel momento ambas éramos dos pequeñas niñas)
Nuestra relación no mejoro nada durante mucho tiempo en el cual ambas expulsabamos veneno de la otra a sus espaldas.
De esa manera poco sana transcurrió mi tercer año de primaria dándole paso al cuarto.
Ese año fue de los mejores para mí y mí vida social, me sentaba junto a la hija de nuestra, aún todavía, profesora de Educación física. Al principio no hablamos mucho, no por el insidente en el cual la tache de chivata hace años, sino porque simplemente no teníamos de que hablar en especial. Un día luego de una clase la escuché tararear la canción de inicio de una caricatura que adoraba y desde ese entonces no paramos de hablar sobre esa serie que ambas amábamos.
En otra ocasión tuve la oportunidad de volver a hablar con la niña que desprendió hojas de un blog de notas mío sin permiso, digamosle Rapunzel, su cabello lacio era igual de largo que el de la princesa. Ya ambas habíamos superado ese incidente y platicamos con normalidad de varios temas, en especial cuando el niño que le gustaba se sentaba al lado mío durante las clases en el taller de computación. Eso nos volvió casi inseparables, fue cuestión de tiempo para que nos diéramos cuenta de lo mucho que teníamos en común. No tardó mucho es ser mí primera mejor amiga.
El cuarto año fue un exitazo, dos grandes amigas con las que pasar el rato, aunque entre ellas no había tanta química igual lo disfrutaba.
Mi quinto año no comenzó de la mejor forma posible. Rapunzel había emigrado junto a su madre y la niña del listón rojo le tocó otro salón.
La maestra que nos guiaría ese año y el próximo no era a primera vista la más simpática.
Pero no todo fue malo, en ese salón junto a mí estaba también una de las pocas personas de mi círculo social del Kinder, las dos nos alegramos mucho por esa coincidencia y platicábamos bastante.
A mitad del curso hicieron un cambio de puestos, yo permanecí donde mismo pero frente mí se sentaba una chica con la que nunca había hablado, rápidamente mediante conversaciones cortas y divertidas congeniamos de maravilla, tanto que sin mucha tardanza se volvió mi segunda mejor amiga, mi antigua compañera de Kinder no tardó en incorporarse en nuestro dúo convirtiéndolo en un divertido trío de chicas. El año no transcurrió mucho y conocimos a otra chica que llenó de diversión nuestro tiempo libre, ella había estado en el mismo salón que yo desde el primer año de primaria, pero nunca antes le había dirigido la palabra, tal vez sí lo hubiera hecho antes tuviese más amigas para cuando entre al quinto, nuestro cuarteto rápidamente se volvió en un grupo de cinco con la inclusión de otra muchachita que fue tan pasajera como las olas de la playa, pero aún así su amistad me contentó tanto que no pienso omitirla al contar la historia.
Mi quinto año reboso de alegría y así continuó el sexto de la misma forma con una muy alegre graduación de primaria donde todas lloramos, en especial yo, porque las probabilidades de ir a la misma secundaria eran altas, pero de ir a la misma aula era muy baja. Nos despedimos con mucho dolor de la última en incorporarse a nuestro pequeño grupo, ella debido a una mudanza a otro municipio tuvo que claramente matricularse en otra secundaria.
Luego de la vacaciones llegó el día en que comenzaba el curso, primer año de secundaria.
La niña del listón rojo, mi segunda mejor amiga, mi amiga desde el kinder y la que hizo de nuestro grupo una mermelada dulce nerviosa escuchamos cuando decían en qué salón cada una daría clase. Trás una larga espera llegaron al grupo "1-2" donde nuestros corazones saltaron de alegría al escuchar nuestros nombres de forma continua ser leídos desde una lista.
Todas nos abrazamos y saltamos junto a unas incesantes carcajadas.
A mediados del curso nuestra amiga, la más graciosa, tuvo que viajar a otro país junto a su madre y su padrastro, al enterarme de esa noticia lloré tanto que por mis lágrimas se podía llenar una piscina. Mi mente era invadida por la despedida mí primera mejor amiga y de la última de nuestro cuarteto de quinto de primaria, con la primera seguía en contacto vía redes sociales, pero la otra parecía habernos bloquedo a todas en todos las apps de comunicación existentes, me puse realmente muy triste, el resto de mis amigas igual, pero apesar de los malos pensamientos me alegré mucho por ella, desde que la conocí no paraba de hablar sobre lo mucho que quería ir con su madre a Canadá a vivir.
Hicimos una pequeño fiesta de despedida e imprimimos entre todas fotografías para reflejar en imágenes nuestra amistad.
Las malas noticias en ese curso no acabarán, pues mi amiga del Kinder, denominada por mí como lí tercera mejor amiga, por problemas y conflictos entre sus padres tuvo que mudarse lo suficientemente lejos como para cambiar de secundaria. A inicios del segundo año de secundaria ya ella no estaba.
Solo quedábamos mi segunda mejor amiga y la niña del listón rojo. Nuestra amistad era muy linda, compartíamos muchos momentos de tensión y alegría juntas.
Ya estamos a unos meses del final del mismo y transcurriendo el tiempo eh notado como mi segunda mejor amiga y la niña del listón se acercaban cada vez más por sus gustos en común, me sentía muy celosa, considero que me he vuelto una persona que necesita atención de quienes le importan para sentirse bien.
Me sentía muy excluida de sus planes. Compartía muchas cosas entre ellas que conmigo ya no.
Al quejarme un poco volvía todo a la normalidad, aunque no parecía muy auténtico, pero solo con compartir con ambas y no sentirme sola me contentaba.
Siempre he tenido una personalidad considerada ahora como "fresa" , suelo hablar chillón aunque mi voz no es así y me gusta actuar infantil aunque tampoco lo soy.
Mi segunda mejor amiga es bastante seria y fría, como dirían algunos, aunque es simpática y divertida, en fin. Ella de un día para el otro comenzó una especie de juego que consistía en ignorarme, yo al ser como soy me molestaba bastante y me ponía muy susceptible, mi amiga hija de la profesora de Educación física de la primaria solía regalarla para que me hiciera caso y ella de forma divertida a seguir igual.
Me pasé toda la mañana deprimida y pensando "¿Qué hice mal?".
Ese fue solo el inicio, el juego lo hacía con mucha frecuencia e incluso lo aplicaba aveces con nuestra otra amiga.
Eso al menos permitia que la del listón conversará más conmigo.
El tiempo me distancio de todas ellas, me sentía muy sola, aún conversába con todas ellas, pero no sé sentía igual.
Han pasado ya varios años, me aleje totalmente de mí segundo mejor amiga, la cuál me volvió muy insegura en mis relaciones interpersonales y de la chica del listón, no tengo una excusa o una razón específica para hacerlo, solo quería alejarme de esa etapa.
Trabajo como modelo de una marca bastante exitosa y aveces acepto algunos trabajos con otras marcas y recientemente me han contratado para ser un personaje principal de una serie juvenil de romance. No conozco al resto del elenco, pero estoy segura de que será bueno, la empresa que con la cual firme es bastante buena.
Hasta el día de hoy no estoy segura sobre sí hice bien en alejarme de mis amigas de segundo de secundaria o no.
A la hora de socializar no soy muy buena, pero hago lo mejor que puedo para mantenerme en buena línia con mis compañeros, aún me encuentro muy insegura, pero me esfuerzo al máximo por lograrlo.
Al llegar al set de formación me llevé una sorpresa enorme por quién me encontré allí.
—Tú eres....— tartamude al verla.
Definitivamente era ella, me enteré por las redes que una de mis excompañeras de secundaria había logrado su sueño, viajar por el mundo, lo logró gracias a su esfuerzo en su trabajo de actriz.
—¡No puede ser!— con alegría desbordante a punto de las lágrimas dijo ella, con sus dos manos tapaba sus boca por la sorpresa, no tardó mucho en abalanzarse sobre mí.
—¡Aléjate!— grité ansiosa empujandola.
Continuará????....
Si llega a las 100 reacciones continuó está mini historia.