—(esto debe ser una broma...)— Pensó hiroshi tapando con su mano, la maraca en su cuello, antes de caer al suelo por el dolor que lo apuñalaba.
—Hiroshi...— Matthew se acercó a el, tratando de abrazarlo, pero Hiroshi lo apartó rápidamente...
—No me toques.— Dijo Hiroshi apartando a Matthew y levantandose como podía.
Matthew no protesto y un silencio incómodo se formó, llenando la habitación...
—e-esto nunca pasó...— Dijo Hiroshi sin mirar a Matthew.
—¿Que?— Dijo Matthew un poco sorprendido.
—Quitame la marca.— Dijo Hiroshi seguro, mientras señalaba la marca en su cuello.
—No lo haré.— Dijo Matthew molesto. —Ahora eres mi Omega, te guste, o no.— Matthew se cruzó de brazos, negándose a quitar la marca.
—¡Pues yo nunca pedí ser tu Omega!— Dijo Hiroshi molesto, mientras sus piernas temblaban.
Matthew se quedó en silencio, Hiroshi tenía razón, se suponía que solo sería una noche para pasar el celo de Hiroshi... No era parte de esto ser marcado...
—esto nunca paso, yo no soy tu Omega y tú nunca serás mi Alfa— Dijo Hiroshi, para después salir de la habitación, dejando a Matthew solo...
Al día siguiente... En el entrenamiento...
—Hiroshi...— Lo llamo la entrenadora con la lista.
—presente— Hiroshi le levanto como pudo con el dolor en sus piernas, para luego volverse a sentar rápidamente.
Matthew volteo a ver rápidamente a Hiroshi, no esperaba que viniera la entrenamiento después de una noche intensa, encima con un terrible dolor en las caderas y con las piernas que parece que se van a romper.
—(Debería estar descansando)— Pensó Matthew frunciendo el ceño levemente.