El asesino de nombre "S". Sólo se habla de eso en el instituto,en las calles y por desgracia también en casa. Caracterizado por matar a sus víctimas de forma lenta y dolorosa, dejando en sus cuerpos su inicial :🕯️S🕯️.
Suspiro negando con la cabeza al ver el Telediario de la noche. Están hablando de él otra vez;al parecer su última víctima vivía en éste pueblo.
— Espero que lo detengan pronto. —Mi madre se lamenta pasando por delante de la tele con una bandeja de galletas.
— Lo dudo mucho. Este tipo de casos no se cierran tan rápido,se tardan años.
Mi madre me fulmina con la mirada dejando la bandeja sobre la mesa del comedor.
— No es por ser pesimista. —Rectifico,mis manos sobre la mesa. — Sólo digo la verdad.
— Me sorprende que estés tan tranquila cuando ése asesino está viviendo en nuestro pueblo ahora.
Le doy la razón a mamá aún cuando no comparto su opinión.
A diferencia de los demás,a mí no me asusta que ese asesino esté aquí. No cometería el error de realizar el mismo crimen en un pueblo tan pequeño como este ¿No?
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La cena con mamá transcurrió lenta y animada, seguimos hablando del asesino de nombre S y de la chica a la que mató: Rita Stihl. No llegué a conocerla del todo, sólo sé que su padre era el carnicero del pueblo.
Ya con mi pijama de la niña de la curva,asomo por la ventana de mi habitación. La vista del pueblo a estas horas de la noche es misteriosa y un poco aterradora gracias al asesinato que se propició aquí.
— Espero que te hayas ido de aquí asesino de nombre S. —Susurro con la vista perdida en el pueblo.
Le doy la espalda a la ventana y antes de que me quiera dar cuenta una mano tibia encierra mi boca y otra me atrae hacia la persona que me agarra.Intento soltar algún sonido pero todo es en vano pues mis sonidos son ahogados por su mano.
— Será mejor que te quedes quieta pequeña. —Dice el sujeto muy cerca de mi oreja,lo cual me causa un escalofrío que recorre mi cuerpo entero.
Pongo mis manos alrededor de su brazo en un intento de sacar su mano de mi boca. Él me suelta y me voltea, pegando mi espalda en la pared; todo sucede tan rápido que no me da tiempo de hacer nada cuando el vuelve a poner su mano en mi boca. Con la otra mano saca un cuchillo aparentemente afilado.
Forcejeo pero me detengo cuando siento la punta de su cuchillo rozar ligeramente mi estómago. Aparto la mirada de su mano en mi cara para dirigirla hacia el sujeto: ojos y cabello oscuros como un agujero negro,su piel blanca,casi pálida. Su mirada vacía acompaña a la perfección esa sonrisa cínica que dibuja sus labios.
No tengo dudas. Es él:
El asesino de nombre S.
— ¿Vas a gritar? —Interroga profundizando el roce de su cuchillo en mi estómago.
Mi respiración se torna acelerada, mis ojos se llenan de lágrimas. Puedo ver cómo disfruta verme así,aterrada.
— Si suplicas por tu vida te mataré rápido,no te dolerá.
Él quita su mano de mi boca y la posiciona en mi cintura.
Me tiemblan los labios,noto cómo la sangre de mi estómago recorre mi ombligo hasta llegar a mis bragas. No noto la herida.
— Suplica por tu vida. —Ordena trasladando el cuchillo de mi estómago a mis pechos.
— No te tengo miedo. —Miento con la voz quebrada.
Él me destroza con la mirada.
— ¿Qué?
— No te tengo miedo ¡Psicópata de mierda!
— Baja la voz. —Ordena apretándome el estómago con la mano que tiene en mi cintura, ahogo un grito. — Mira enana, ya sabes cómo acaba ésto. Te guste o no terminarás en un ataúd con mi inicial grabada en tu jodida cara así que...—Desplaza su cuchillo por mis clavículas. — yo que tu colaboraría.
Trago seco mantenimiento el contacto visual con esos ojos vacíos.
— Que te follen. —Le escupo en la cara.
Él cierra los ojos agrandando aún más esa sonrisa de asesino loco.
— En serio Cali, no quieres verme enfadado.
— ¿Qué vas a hacer matarme? Adelante.
— No tiene sentido si tú quieres que lo haga.
— ¿No te gusta que compartamos el mismo objetivo? A mí sí me gusta verte así.
Suelto eso sin pensarlo dos veces. Puede que sea un asesino en serie pero tengo que admitir que tiene su encanto y que está buenísimo.
Si voy a morir al menos tengo que joder a alguien. El obtiene satisfacción al matar a gente con miedo,aterrados y con pánico;su comportamiento es sádico y obviamente le voy a joder si no suplico por mi vida como lo hicieron los demás ,como lo hizo Rita Stihl.
Él arquea una ceja,al mismo tiempo que disminuye aún más la poca distancia que hay entre los dos.
— Voy a matarte.
— No sabes cuánto lo estoy deseando. —Miento mordiendo mi labio inferior. En el fondo solo quiero que se vaya.
El asesino de nombre S desplaza el cuchillo otra vez a mi estómago y posiciona su otra mano en mi cuello. Su contacto,a diferencia de cuando me asaltó,es cálida.
— No sé qué estas tramando pero no te va a funcionar.
— ¿Por qué crees que estoy tramando algo? ¿Tan raro te parece que quiera morir? Las personas depresivas tenemos pensamiento suicidas. —Intento sonar decidida,deseo que él ignore el ligero temblor de mis labios.
Él se acerca a mi oreja. Su respiración choca con mi mejilla y vuelvo a sentir ese escalofrío pero más diferente. Cuando pronuncia estas palabras sus labios están en constante contacto con mi oreja:
— Cali. No me obligues a violarte.
Una corriente de electricidad recorre todo mi cuerpo, desde mi oreja hasta las puntas de mis dedos. El calor se acumula en mis pechos ocasionando una erección por su parte, palpitaciones en mi sexualidad.
Estoy excitada.
Trago seco,disimulo mi reacción estúpida ante un asesino.
— No es violación si las dos partes están de acuerdo. —Afirmo ignorando el hecho de que él me apunta con un cuchillo. Estiro los brazos para acunar su cara entre mis manos,eso le obliga a mirarme. Su rostro está demasiado cerca del mío.
La sonrisa cínica del asesino de nombre S a desaparecido y por un segundo me parece ver una pizca de humanidad en sus ojos. Las hormonas me traicionan:
Acerco mi rostro al suyo aún más y sin pensarlo dos veces junto mis labios con los suyos. Noto como su agarre a mi cintura aumenta ligeramente. Él corresponde a mi beso profundizando el mismo. Ladeo la cabeza para succionar mejor su saliva que por cierto está deliciosa, él comienza la batalla que se realiza entre mi lengua y la suya;S aparta el cuchillo de mi vientre y coloca esa mano en la pared, pegando su cuerpo al mío, permitiéndome sentir el bulto que se ha formado en su pantalón, ése que ruega por salir y penetrar algo.
Yo me separo por un segundo para tomar aire, nuestras respiraciones están agitadas,mi mente olvida que él es un asesino y yo su presa por que vuelvo a arrollar su boca nada más recuperar el aliento. La mano que antes estaba apoyada en mi cintura sube hasta mis pechos, los toca, los estruja y yo no puedo estar más excitada. Bajo mis dos manos a sus pantalones pero él me detiene.
— Yo no he vendido para esto. —Dice con la voz grave por la excitación.
— Un poco tarde para eso ¿No crees?
Nuestras respiraciones son un desastre y mi cuerpo se restriega con el suyo por instinto.
— ¿Te tiras a todos los que intentan matarte?
— No pero puedo hacer una excepción contigo.
— Tú nunca has follado Cali,y yo no soy cariñoso en la cama.
Me acerco a su cuello y le doy besos cortos. Huele a desodorante masculino y a detergente.
— Pensé que no viniste aquí para esto pero te lo estás pensando.
Él se mantiene rígido.
— Voy a matarte Cali,da igual si echamos un polvo o no.
S me estampa aún más contra la pared,esta vez con fuerza con su mano libre y vuelve a posicionar el cuchillo en mi estómago.
— Me haré una paja en tu honor.
— Me deseas S. Una paja miserable no te servirá para olvidarme.
— Descanse en paz California Hemsley. —Diciendo esto,El asesino de nombre S penetra su cuchillo en mi vientre lentamente.
Su mirada se vuelve a tornar vacío y esa sonrisa cínica vuelve a adornar sus labios. Lo disfruta. Disfruta ver cómo ruedan lágrimas por mis mejillas por consecuencia de su cuchillo invadiendo mis intestinos.
Pero no voy a irme del mundo sin joder a nadie.
Rápidamente y sin darle tiempo a reaccionar atropello mis labios con los suyos,el cuchillo profundiza su trayectoria en el acto pero no me detengo. Siento la sangre en mi boca y se la traspaso a él debido a que él mismo no ha impedido este intercambio de fluidos. El beso se torna salado por mi sangre.
— ¡Cali! ¡Te has olvidado tu cuaderno de Cálculo en la cocina! —La voz de mi madre acercándose a mi habitación obliga a S a apartarse de mí. — ¡Ya no eres una niña pequeña! —S me observa mientras caigo al suelo. — ¡California! —Se aleja de mí caminando hacia la ventana de espaldas a ella. — ¡No te hagas la dormida! —S me mira con una sonrisa coqueta que yo no correspondo antes de salir por la ventana y desaparecer en la oscuridad de la noche. — ¡California Miami Hemsley!
Mi madre abre la puerta de mi cuarto e irrumpe en ella de golpe.
— ¡Te he dicho muchas veces que...! — Su expresión cambia a una de terror al verme tirada en el suelo con sangre, antes de gritar y correr hacia mí. — ¿Qué ha pasado?
— El asesino de nombre S... —Es lo último que digo antes de desmayarme por toda la sangre que estoy perdiendo.
Por culpa del asesino de nombre S...
~~~Nota de la autora:
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Gracias por Leer.
María A.