No entiendo por qué mentimos a diario, de verdad no entiendo. Quizás sea porque es nuestra naturaleza o quizás no se, puede que sea nuestra elección. Aún cuando podemos decir la verdad mentimos, creo que es porque es lo primero en lo que pensamos. No lo sé con seguridad pero para una persona es más fácil mentir que sincerarse. No creo que lo sepan muchas personas pero nos hacemos más daño a nosotros mismos que a los otros cuando mentimos. Es una carga invisible, pero dolorosa; y es que una vez que mentimos no hay vuelta atrás y es que preferimos mentir y continuar con el engaño a girar el tablero y decir la verdad. Y aún con la posibilidad de ser perdonados preferimos seguir engañando a los demás. Es triste porque así nos aislamos en una gran burbuja y, no dejamos entrar a quien quiere ayudar. La mentira nos va consumiendo poco a poco, es como un círculo vicioso del que no podemos salir. Las mentiras por lo general son una armadura que nos ponemos en cima, supuestamente con la intención de protegernos y es una pena en realidad porque nos limita en todos los sentidos y nos va envolviendo hasta el momento en que ya no se puede hacer nada.