FLOR DE LOTO.

Día 1

Decisión.

Relata la autora.

Una noche de invierno en medio de una fuerte lluvia, una

mujer llorando frente a una gran ventana, miraba caer las gotas de lluvia al

mismo son que caían sus lágrimas, en eso cae una fuerte centella y la mujer

logra ver su reflejo en la ventana.

Ve su bello rostro hinchado por los moretones, lleno de

lágrimas que bajan sin control por sus mejillas, se dijo así misma, Marian

hasta donde ha llegado, mírate eres patética., Cerró sus ojos, respiro

profundamente y soltó el aire muy despacio.

En ese momento lo único que se le vino a la cabeza,

fueron recuerdos, esos recuerdos amargos, esos que son repetitivos en su vida,

solo hace una hora acababa de recibir una terrible golpiza del hombre que juro

amarla por siempre, el hombre que años atrás había sido la salvación de un

terrible destino, pero ahora se había convertido en su verdugo.

Recuerdo.

· Marian dónde estás, tráeme

la comida que tengo hambre.

· Si, ya voy es que estaba

durmiendo a la niña, no te sentí llegar, discúlpame, contesta ella entrando a

la cocina.

· Bueno no hables tanto y

tráeme la comida muerto de hambre, contesta el hombre sentándose en el comedor.

Marian le sirve La comida a Stalin su marido, este la

prueba y arruga la cara, la mira y arroja el plato golpeándola en la cara sin

Ningún tipo de emoción.

· ¡Ni para eso sirves, como

me serviste está por quería y además fríos! Marian eres una inservible! dados gritando

con la mano levantada.

Una sonara cachetada se escucha en la enorme sala.

· Recoge eso, no vayas a

hacer y me terminar cortando con los vidrios.

· Marian no llora, solo se

agachó y responde. Si en seguida lo recojo no te enojes Stalin y no grites por

favor la niña se puede despertar.

Él se levanta de la mesa tambaleándose de la borrachera y

se mete a bañar, Marian termina de limpiar el desastre y corre a la habitación

principal para dejarla lista, comienza a sacudirle la cama y dejarla sin

arrugas, si no lo hace ser otra vez golpeada, cuando el regresa del baño con

una toalla amarrada a la cintura la mira de forma arrogante, deja caer la

toalla al piso y se recuesta a la pared sin dejar de mirarla.

· Ven mi amor ya sabes cómo

me pongo cuando tomo, lame sus labios y la mira con una sonrisa, es tu deber

Ocuparte de tu esposo.

Ella lo mira con miedo, le dice en voz baja y temblorosa.

· No por favor otra vez no,

su voz es de pánico, pero hace lo posible para que él no la escuché, pero aún

así ese mal hombre la escucha y eso es suficiente. para él.

Se le acercó muy enojado, la jala del cabello y de un

tirón la arrodilla frente a él, le mete su gran miembro a la boca, en vuelve

fuertemente su largo cabello en sus manos, tirando fuerte del mismo.

La cabeza de la mujer la mueve rápidamente, hasta el

punto de casi ahogarla, ella intenta alejarlo, pero la tiene bien sujeta, en su

desesperación por no ahogarse intenta vomitar, pero solo logra que la golpee,

Marian termina por hacer lo que él quiere, llora en silencio, pero lo mejor que

puede hacer es seguir, se acomoda y trata de hacerlo lo menos doloroso para

ella, ya que entre más se negara más cruel sería el hombre con ella.

Mientras Marian le hacía sexo oral a su marido lloraba y

rogaba en su mente que llegara rápido así podría descansar de esa pesadilla.

Unas ves Stalin termina en su boca la levanta con

Cuidado, la besa en la frente, la mira a sus grandes ojos cafés.

· Vez mí amor, estuviste

maravillosa, me encantas por eso te amo tanto, ahora ve hacerme algo de comer,

muero de hambre y procura que no esté frío. Ella solo se limita a asentir con

la cabeza.

Un rato después cuando ella regresa al cuarto, su verdugo

está dormido de la borrachera, ella se viene lo que le prepara ya que esa era su

cena, está historia era repetitiva y siempre que llegaba borracho, pasaba lo

mismo así que decidió no comer en caso que el cómo siempre votará lo primero

que ella le servía, y comía solo un simple sándwich.

Fin del recuerdo

Marian, mirando la ventana y llegó a una conclusión que debía

hacer algo antes que fuera demasiado tarde, si bien ella aguantaba a ese hombre

por el bien de su pequeña hija, del mismo modo la estaba perjudicando ya que

muchas veces encontré a su hija llorando en un rincón, al ver a su padre darle

Golpes a su mamá.

Estaba cansada de que por más que se esforzara en

mantener su matrimonio este la estaba mandando, decidido que por el bien de su

hija debía escapar de ese horrible lugar, pero tenía un problema no tenía

recursos para hacerlo, así que en medio de esa oscuridad tomo la decisión de

buscar cualquier cosa, lo que fuera con tal de ahorrar dinero para escapar de

ese lugar

Marian secó las lágrimas se acomodó al lado de su

pequeña hija y la abrazo, hablo muy bajito para no despertarla, le dijo a su

hija entre lágrimas.

· Hija prometo que te sacaré

de aquí y nuestra vida será mejor o eso creía ella.

Mis lectores está historia es de maltrato hacia la mujer,

si no les gusta este tipo de lectura es mejor dejarla novela pues es solo el

inicio.

Comenzando.

Día 2

Temprano en la mañana

Llegó a la casa de su buena amiga Mila, la única que

tenía, como era domingo, su marido dormía su borrachera hasta medio día, no la

molestaba y eso la dejaba salir del infierno un rato, Mila era prima de su

marido, era su mejor amiga confidente y la única que se atrevía a defenderla de

él y curar sus heridas, llega a su casa y todo era un desastre, para sorpresa

de Marian su amiga lloraba a mares y está llena de moretones y arañazos, algo

que la asustó mucho ya que está era muy fuerte y tenía un matrimonio estable.

Narra Marian

 Mila que te paso, quien te

golpeó así, dónde te hiciste esto, Mila la mira, pero sigue llorando no ha

parado desde que llegó a su casa,

·        Marian si te contará, no

te imaginas todo lo que me pasó.

·        Pues habla mujer, me

tienes preocupada.

·        Te acuerdas que te dije que sospechaba que Brandon me era infiel, tenía varios días extraño y llegando

tarde a la casa, bueno resulta que anoche no llego a dormir y se me dio la gran

idea de salir a buscarlo, no lo encontré por ningún lado y decidí ver el GPS de

su celular, es más, él mismo me enseñó, para que lo hiciera en caso de que pase

algo con los niños, bueno para no hacerte largo el cuento la dirección me

arrojo que se encontraba en el barrio vecino a unas cuadras de aquí, ya me

conoces no me quedaría sin hacer nada, así que me arregle y tomé la moto ya que

el anda en el carro y pues la verdad quería saber que paso, no dormí en toda la

noche, él no suele dormir fuera, bueno solo cuando es por trabajo y si le pasó

algo pensé yo. Salí como una loca, llegó dónde me dice el GPS y me encuentro su

carro parqueado en la puerta de la casa, mal estacionado al parecer tenía prisa

por entrar, algo muy raro sabes que el ama ese carro y no se arriesgaría a

rayar su bebé como le dice, tocó la puerta y una señora mayor me abre y me

pregunta a quien estoy buscando, está algo desconfiada porque nunca me ha

visto, digo que estoy buscando al dueño del carro, que por favor me diga dónde está,

que no llego a dormir y estoy muy preocupada y que por favor si lo avistó me

diga,. La señora me mira de pies a cabeza niega con la cabeza y cuando creo que

me va a echar me mira y dice ya mi nieta lo volvió hacer, lo siento por ti y

suspiro.

·        Mira hija la tercera

puerta a la derecha me da la espalda y se va en sentido contrario.

Entro a qué lugar y camino por un largo pasillo, hago lo

que me dice y llegó a la puerta, pero me freno porque de ella salen unos ruidos

extraños ya que está entre abierta, me desconcierta mucho, pero no me detendría,

en pujó la puerta y me arrepentí al instante, lo que ven mis ojos creo que

nunca lo voy a superar, Brandon estaba teniendo sexo con una mujer la tenía en

cuatro patas, y se la follaba como un animal, en ese instante perdí la cabeza,

te lo juro Marian que me volví loca.

Grite su nombre llena de ira, él al verme suelta a la

mujer aún lado y correo a mí, él muy descarado me dijo no es lo que crees

puedes creerlo, se arrodilló diciendo amor no es lo que parece. Mal nacido,

además que lo encuentro enganchado dice que no es lo que parece, para terminar,

la mujer se levanta y comienza a reír, eso terminó con mi poca paciencia, me

lanzó a la mujer y la agarro por los pelos y comenzamos la pela, ya sabes cómo

soy no me dejó de nadie.

Brando intenta separarnos y también le doy a él, todo eso

era su culpa, la mujer se suelta de mi agarre y sale corriendo del cuarto, él

me sostiene con fuerza y yo comienzo a pegar le y a gritarle, me dolía mucho y

quería saber porque me hizo eso, yo no lo merecía, sabes todo lo que hice por él,

le di los mejores años de mi vida, tenemos dos hijos y así es como me paga,

siendo un perro infiel tanto que crítica a Stalin y mira es igual, le dije no

te quiero ver y salí corriendo de ahí amiga no se ni cómo maneje sin matarme en

esa moto y sabes que es lo peor que llegue hace dos horas y el aun no vuelve.

·        Mila si me pides mi

opinión creo que debes primero calmarte, él no vale la pena y segundo piensa en

tus hijos que le vas a decir ese tonto puede ser lo que sea, pero es buen padre

eso no se lo podemos negar, por ahora cálmate ya pensaremos en que hacer.

Marian le da un poco de agua y cura sus heridas, espera

que se calmen un poco.

·        Necesito que me hagas un

favor, necesito plata prestada o alguien que me preste pienso poner un negocia

para tener dinero y necesito de tu ayuda.

·        Bueno Marian sabes que

cuentas conmigo para lo que necesites, dime cuánto necesitas y yo te lo doy bueno.

·        Para empezar solo 100 mil.

si me va bien te pagaría y me quedaría algo para mis gastos Stalin cada vez me

da menos plata y necesito comprar me unas cosas.

·        Claro cuenta con eso, pero

ya sabes tienes que tener cuidado con tu maridito, no quiero que te haga nada

por esto, no creas que no he notado los moretones que intensas esconder con

maquillaje.

·        Si amiga no hay problema

te debo una gracias, ya es hora que empiece a valer me por mí misma.

Mientras Marian habla con su amiga, en su mente está le

gritaba que sí, que ella podía conseguir todo lo que se proponía, ese dinero

podría ayudar para ir se lejos de ese hombre horrible que era su marido, en su mente

pensaba, amiga perdón por ocultarte esto, pero mi hija es más importante que

cualquier cosa en el mundo solo necesito empezar con algo que me permita tener

mis ahorros y llegar a ser independiente, voy ahorrar hasta el último peso que

sea necesario, todo por mi libertad.

Capítulo 3.

PERDIDA EN EL NEGOCIO.

Los días pasaron muy rápido ya había pasado una semana

desde que Mila y su esposo se pelearon Marian ánimo mucho a su amiga, pero ella

a los días perdonó al marido y siguieron cómo si nada hubiera pasado, lo bueno

de todo fue que Marian consiguió plata para comenzar un negocio y así poder

empezar a ser más independiente del ogro de su marido.

MARIAN.

La semana empezó bien compré dulces para los niños del

barrio y las ventas son muy buenas además de vender los dulces también hago

helados y he logrado ir pagando la deuda y ahorrando para poder irme de aquí es

lo único en que pienso todos los días juntar lo suficiente para escapar de

Stalin, le ruego a dios que no se dé cuenta de mis planes ya que no me ha dicho

nada por la venta que tengo en la casa lo único que hace es comerse los helados,

pero no importa prefiero eso a que me diga que deje la venta, bueno además que

le conviene ya que muchas hay cosas de los gastos de la casa he podido pagarlas

sin pedirle, pero igual sigo en lo mismo ahorrar para irme de acá.

Unos días después

·   Marian dónde estás, Marian

carajo dónde te me tes, mujer ven acá, grita Stalin por toda la casa.

·        Ya voy que son esos gritos

hasta la esquina se te escuchan estaban dónde Mila buscando unas cosas que

mandé a comprar con el marido de ella que quieres.

·        Nada, que voy a querer

estúpida tengo hambre, llegó del trabajo y tú no estás, aunque de igual forma

no sirves para nada, dame de comer estúpida inservible.

·        Ya voy enseguida te sirvo

siéntate en el comedor.

Relata la autora

Cuando Stalin termino de comer se fue al cuarto y comenzó

a registrar las cosas de Marian, pero no logro encontrar lo que quería y

comenzó a tirar todo y a gritar.

·        Marian ven acá

·        Que quieres ahora, no vez

que estoy atendiendo a los niños que están comprando helado

·        Dame la plata que tienes

ahorrada voy a salir y no tengo plata.

·        Que de que hablas, yo no

tengo plata lo que me gané ya lo invertí en lo que me trajo el marido de Mila,

no tengo nada que darte.

·        Si no me la das a las

buenas me la das a las malas y rápido que no tengo tiempo para perder contigo.

·        Pero te digo la verdad, no

tengo plata es enserio.

·        Mira Marian o me traes la

plata antes que cuente a diez o atente a las consecuencias.

Marian seguía negándose, pero fue inútil Stalin le dio un

par de golpes hasta que se cansó, pero cuando Marian sintió a su niña llorando

en un rincón de la sala saco todo lo que tenía ahorrado y se lo dio para que la

dejara y poder tranquilizar la niña. Lo que no pensó fue que Stalin no conforme

con tomar sus ahorros fue y le robó lo que había vendido en el día y se fue a

llevar.

Cuando Marian durmió a la niña fue que noto todo lo que él

le robó en un día ella perdió su esfuerzo de semanas y lo único que pudo hacer

fue encerrarse a llorar en el baño y esperar que su verdugo regresará para

seguir su tortura una que cada día acaba más con ella ya que cuando el volvió

borracho y oliendo a perfume de otra mujer la violo hasta que sé que dormido.

Ella en medio de sus pensamientos miro al hombre a su

lado y se preguntó en qué momento pensó que él podía ser su salvación, ese

hombre que la saco de la horrible vida que llevaba con sus padres podría darle

una mejor vida y darle ese amor que ella tanto quería y en especial le ayudaría

a olvidar lo horrores por los que tuvo que pasar, solo ella sabía lo mal que se

sentía viviendo con un hombre que la hacía sentir basura y llegar al punto de

odiarse así misma por no tener el valor para enfrentarlo y salir de ese que era

su infierno en la tierra.