Lisa dónde estás, esto ya no es gracioso - ese es mi amigo Leo Crean, él tiene 12 años es mayor que yo por dos años, nos conocemos de siempre, nuestros padres son socios ellos tienen una empresa de cosméticos se llama "Divina como una flor" la verdad no sé a cuál de los dos se les ocurrió ese nombre. Pero bueno eso en este momento no me interesa mucho.
Mi padre es muy conservador y eso me lo ha dejado muy claro, quiere que yo me casé con un hombre adinerado y que no tenga hijos si no hasta los 30 años. Mi madre lo sigue en todo, ella no tiene voz ni voto en nada, porque según mi padre ella solo tiene que hacerse cargo de mi y de nadie más y que él es que trae la plata que por eso ella no puede decir nada ni dar su opinión.
- Lisa me estás asustando sal de dónde estás. - siempre hace lo mismo, para hacerme salir y el termina ganando, pero llevo varias veces en las que no le creo y hago algo muy divertido.
- Te voy a comer. - el pega un brinco ya que no me vio venir por su espalda.
- Lisa siempre haces lo mismo.
- Si, y es muy divertido. Ya que muchas veces me hiciste salir diciendo que estabas asustado porque no me encontrabas y me hacías perder. Te lo tienes merecido.
Y como un león el se abalanza sobre mi, comenzando a hacerme cosquillas, el sabe cuánto me enfada, pero es la única manera que tiene para desquitarse de mis engaños.
Debí haberlo previsto y haber salido corriendo antes de que me atrapará.
- Leo detente que me voy a orinar.
- Ese es el castigo por haberme asustado, te lo tienes bien merecido como me dijiste antes.
Después de unos minutos, que parecieron casi horas los dos caemos al pasto, rojos y con los ojos llorosos por lo que acaba de pasar, nos quedamos en silencio uno al lado del otro mirando al cielo.
- Pasa algo malo Leo
- Porque lo preguntas.
- Es que no es muy normal en ti quedarte tan callado.
- Pienso el lo mucho que me gusta pasar tiempo con tigo, y que nuestra amistad este así de intacta hasta ahora.
- Crecimos juntos, tu padre te llevaba a la empresa y mi madre también, yo tenía cinco años cuando nos conocimos.
- Si, me acuerdo, yo te molestaba mucho y tu llorabas al poco tiempo, te comenzaste a defender y me pegabas, hasta que nuestros padres nos castigaron y nos encerraron en una habitación para que nos hiciéramos amigos.
- Y desde ese momento no nos separamos. - le respondo.
Un silencio se instala entre nosotros pero no es incómodo, es al contrario relajante. Después de unas horas de jugar y de hablar volvemos a casa, mi mamá ya me estaba llamando al celular, bueno después de tantas horas fuera de casa es normal que se preocupe.
Al poner un pie en la casa, mi madre me arrincona para averiguar dónde he estado.
- Donde has estado, mira la hora, es tarde sabes que no me gusta que andes tan tarde en la calle, se que vivimos en un barrio decente pero nunca se sabe.
- Lo se mamá, lo siento estaba con Leo y se nos pasó el tiempo.
- Y donde está él.
- Mamá se fue a su casa, pero me dejó en la puerta de la casa.
La verdad es que Leo y yo no vivimos muy lejos, a unas cuantas casas, por eso es que pasamos tanto tiempo juntos.
- Ese muchacho siempre te hace perder el tiempo, que andaban haciendo hoy.
- Estábamos jugando y hablando mamá, y no es verdad que me hace perder el tiempo, sabes que es mi único amigo y nos distraemos mucho.
- Lo se hija, pero dejemos ese tema para otro día más bien alista la mesa para la cena.
- Papá vendrá a cenar.
- No hija.
Mi padre como siempre no venía a cenar, se la pasaba en la empresa, era ya costumbre que mi mamá y yo cenaramos solas.
Y en las mañanas era costumbre de Leo pasar por mi para ir al colegio, llegábamos y salíamos juntos, la mayoría de los estudiantes nos miraban y murmuraban, el ya se había acostumbrado, en cambio a mí todavía no me gustaba eso.
- Leo estoy cansada de que inventen cosas, solo somos amigos y no entiendo porque tienen que decir que somos novios.
- Cuantas veces te lo e dicho no le pongas atención son niños inmaduros que no tienen mejores amigos. - Se que él tenía razón, no debería de afectarme lo que los demás dijeran.
- Más bien vamos que tengo que mostrarte algo que encontré. - Me agarra de la mano y me arrastra a un barrio no muy bonito, que queda cerca al colegio. - Ya llegamos.
Cuando veo a donde hemos llegado me asusto mucho, es una casa vieja y abandonada, cada vez que pasábamos por acá, decíamos que era la casa embrujada.
- Leo porque me traes a esta casa, sabes que me asusta mucho
- No te asustes, ya entre y no hay nada que temer, solo está abandonada no hay fantasmas ni nada y si los hubiera yo te protegería. A demás hay una sorpresa y aquí podemos escapar y descansar.
- Está bien entremos y espero que no me vayas a asustar y que cumplas tu palabra de protegerme.
Entramos a la casa, y él tenía razón solo estába abandonada, hay varios muebles subimos al segundo piso y había una habitación que el ya había acomodado con cojines para poder sentarnos.
- Cuando tuviste tiempo de hacer esto.
- Tengo mis medios, pero la verdad quería encontrar un lugar en donde pudiéramos descansar y alejarnos de nuestros padres.
- Es muy hermoso, Leo quería preguntarte dos cosas. Primero porque no pasas tiempo con tus amigos y lo segundo es que e notado a mi padre algo extraño.
- Para responderte la primera pregunta es porque me gusta compartir con tigo, tu me conoces mejor que nadie los demás sólo pretende hacerlo y eso me molesta. Contigo mi tiempo no lo pierdo y lo segundo si e notado que mi papá está muy raro también.
- Ojalá y no sea nada serio y que no nos vaya a afectar o separar.
- Seguro que no lo es, tranquila habeces te armas unas películas.
Después de haber descansado un rato en la casa, Leo me lleva a mi casa. Papá ya estaba ahí, así que me inquiete un poco no era normal en él llegar temprano.
- Hola papá, y ese milagro que estés en casa tan temprano - Se gira y me mira directamente a los ojos, esto no es muy buena señal está bastante serio y cuando está así solo significa una cosa, hay malas noticias.
Mi mamá está sentada al lado de él y como es costumbre ella baja la mirada y no dice ni una palabra.
- Te quiero hablar sobre los Crean. - Me comienzo a imaginar cantidad de cosas, espero todos estén bien.
- Que pasa con ellos, ocurrió algún accidente.
- Ellos están bien hija no te preocupes por eso es solo que... - Se queda en silencio por unos segundos. - Ellos se van del pais por un tiempo hija, acabamos de firmar un contrato para la apertura de una fábrica en Italia, uno de los socios tiene que viajar hasta que todo quede organizado aya.
- Papá eso no es posible, Leo es mi mejor amigo y ahora va a estar muy lejos. - Lágrimas comienzan a caer. - Papá cuando se van.
- Los semana entrante.
- Porque tan pronto, eso no es justo no solo se puede ir él papá y dejar a Leo.
- Hija son una familia y no se porque te pones así, solo será un tiempo.
No quería seguir escuchando, salí de la casa lo más rápido que pude, y comencé a correr sin ninguna dirección. Cuando me detuve porque mis piernas ya no daban más, me di cuenta de que había llegado a la casa que Leo me había enseñado esa tarde. Nuestro refugio.
Entre y subí directo a la habitación, me senté en los confines y seguí llorando, no podía creer que Leo se iría, nunca había estado sin el los últimos 5 años. Y perdida en mis pensamientos, no me di cuenta que alguien había llegado solo hasta que hablo.
- Hola - Su voz tenía un tono de tristeza.
- Hola extraño - Avanzó y se sentó a mi lado. No dijimos nada por unos minutos.
- A si que tú padre te lo contó.
- Si mi padre me lo dijo, pero no es justo Leo porque no te puedes quedar ahora que vamos a hacer.
- No lo sé, le pregunté a mi padre porque no me podía quedar y me dijo que el tiempo que nos íbamos era bastante y él no podía estar viajando de Estados Unidos a Italia y viceversa tan seguido.
Me pongo a llorar nuevamente y Leo me abraza con fuerza se que para el también es duro esta separación. Al mirarnos a la cara éramos un desastre completo.
- Nos queda una semana, hay que aprovecharla al máximo. - Dice Leo limpiando me las lágrimas.
- Lo se Leo.
- No quiero que nos separamos, te has convertido en alguien importante para mí.
- Tu también Leo.
- Por el momento es hora de volver a casa, deben estar preocupados ya es muy tarde de la noche.
- Está bien vamos.
Nos levantamos y salimos de la casa, estaba bastante oscuro y ya hacía frío, Leo se dio cuenta de que yo estaba temblando así que se quitó su buso y me lo paso.
- Póntelo tienes frío.
- Pero te va a dar frío a ti.
- No importa, no quiero que te enfermes.
Asentí y le recibí el buso y me lo coloque. Tomados de las manos como dos novios nos fuimos de regreso a casa. En la puerta de la mía se encontraba mi padre y mi madre, cuando nos vieron salieron corriendo y me abrazaron.
- Hija me alegro que estés bien donde estabas, saliste corriendo de la casa y no sabíamos a donde, el padre de Leo nos dijo que el también había salido rápido. - Me dice mi padre.
- Tenía que pensar papá, no es fácil para mí enterarme que mi mejor amigo y su familia se va, no se por cuánto tiempo.
- Lo se hija, pero los negocios no dan espera y así es la vida, no hay que encapricharnos con nada ni con nadie. - Enserio mi papá me dice eso, Leo no es un capricho para mí el siempre a estado hay, y más cuando el mismo a estado ausenta la mayor parte del tiempo.
- Puede que para ti sea un capricho, pero para mi no, él a estado más tiempo con migo que tú. - Se que no le gustó mucho lo que dije, él es un hombre al que no se le discute ni contesta, pero no me voy a quedar cayada.
- Leo gracias por haberla traído de vuelta, pero creo que tú padre te necesita así que ya puedes irte. - Maldita sea porque no puedo hablar de una manera más seria con migo.
- Lisa nos vemos mañana.Y no es ningún problema don Alexander siempre cuidare de ella. - Leo me abraza me da un beso en la frente y se va. Porque mi padre tomo esa actitud con el, será por lo que dije.
Los días siguientes, lo pasamos más unidos que nunca él venía por la mañana llegaba temprano para desayunar, pero tenía que esperar a que mi padre se fuera, la actitud de él había cambiado desde la noche en que le respondí. A la hora de la salida del colegio nos íbamos a nuestro refugio.
Hablábamos de la manera en que nos íbamos a comunicar y como lo íbamos a hacer, los días pasaban y llegaba el momento en que tendríamos que separarnos.
Un día antes de su viaje y como era fin de semana, decidimos salir a un centro comercial a ver una película, mi mamá nos acompaño, vimos una pelicula infantil, después salimos a almorzar.
- Tienen hambre - nos pregunta mamá.
- Si- Respondimos al mismo tiempo.
- Que quieren de almuerzo.
- Hamburguesa - Otra ves al mismo tiempo.
- Si siguen así van a dejar el infierno sin demonios. - Mi madre decía que si dos personas respondían al mismo tiempo se mataba a un demonio.
- Eso sería bueno. - Respondió Leo y nos pusimos a reír.
Después de un delicioso almuerzo en combo hamburguesa, papás, gaseosa y un rico helado, salimos del centro comercial a la casa.
Después de que llegamos, mi mamá nos preguntó si íbamos a entrar para tomar onces.
- No mamá, quiero pasar un rato a solas con Leo, vamos a ir a jugar.
- Esta bien pero no llegues demasiado tarde, sabes que tu padre se preocuparía.
- Mamá, papá nunca llega temprano, nunca se da cuenta de a qué hora llego, así que no veo el problema por el cual te estás estresando.
- Hija lo sé, pero la verdad es que me asusta que él llegue y no te encuentre acá.
- Está bien mamá, llegaré temprano.
Salimos de la casa y comenzamos a caminar hasta la casa abandonada, Leo me cogió de la mano. Cuando llegamos a la casa, subimos y nos sentamos. Nos quedamos un momento en silencio. Para romper el silencio hablo primero.
- Te voy a extrañar demasiado. - Había algo más que quería decirle era un sentimiento nuevo para mí y que desde hace meses lo sentía. - Donde voy a encontrar a alguien como tú, eres muy especial me conoces bien, me tratas de la mejor manera, eres una gran persona.
- Que me quieres decir, Lisa. - Respiro profundamente.
- Tu me gustas, no como un amigo como algo más, se que soy una niña todavía y pensaras que soy tonta pero puedo entender cuando se quiere como un amigo o como otra cosa. - Tenía que decírselo, puede que cuando el esté en Italia conozca a alguien más y se olvide de mi, eso me dolería mucho pero que se puede hacer la vida sigue para todos no es así.
- Lisa, la verdad es que tú también me gustas desde hace mucho no sabía si decírtelo o no tenía miedo de que me rechazaras o de que no sintieras lo mismo que yo. - Nos miramos a los ojos, somos tan inocentes en este momento, como podríamos gustarnos siendo tan jóvenes.
Lo más importante es que es mutuo, no es solo por parte de uno de los dos, ambos sentimos lo mismo. En ese momento Leo se acerca a mi rostro y pone sus labios encima de los míos nos quedamos así por unos segundos.
- Quería hacer eso desde hace mucho.- Por el calor que tengo, creo que me acabo de sonrojar, este es mi primer beso. - Te prometo que cuando nos volvamos a ver seremos más que amigos, tú me gustas mucho.
- Se que no deberíamos hacer promesas, puede que tú encuentres a otra amiga a donde vas pero yo también quiero prometerte que te estaré esperando.
Nos damos otro beso, bueno un pico. De regreso a casa nos vamos cogidos de la mano, el me vuelve a dar un pico en la entrada de mi casa y en ese momento mi mamá abre la puerta.
- Hola hija hola Leo cómo les fue.
- Bien mamá, Leo ya se iba.
- Leo por favor quédate te invito a cenar.
- No es mucha molestia
- No para nada, el gusto es mío el poder tenerte acá una última vez.
- Está bien acepto la invitación, pero espere llamo a mi mamá para avisarle.
El se aleja un momento para llamar a su mamá, mientras tanto yo lo espero. Cuando termina se acerca y como ve que mi mamá no está me da otro pico.
La cena estuvo tranquila ya que mi papá no llego temprano, hablamos de nuestras anécdotas y de nuestra historia desde el momento en que nos conocimos. Al despedirnos sus brazos me rodean para un abrazo y sale de la casa.
A la mañana siguiente me levanto muy temprano y me alistó, mi mamá había quedado de llevarme al aeropuerto a despedirme de Leo y de su familia, esta es la última vez que nos vamos a ver y no sé hasta cuando volvamos a estar cara a cara.
- Te voy a extrañar mucho. - Lágrimas comienzan a salir sin cesar.
- Yo también pequeña, pero nos vamos a comunicar todos los días está bien.
- Está bien es una promesa.
Nos abrazamos con fuerza no queríamos separarnos pero ya era hora, pues su avión estaba informando el abordaje y de esa manera y a regañadientes nos separamos.
Mi madre me toma en sus brazos y me aprieta con fuerza, no soy capaz de mirar el momento en el que pasa por el túnel, si lo hago me iría tras él y formaría un gran escándalo para que no se fuera.
- Hija por favor cálmate no será por mucho tiempo, lo volveremos a ver.
- Lo se mamá, pero es muy doloroso. - Me consuela lo más que puede.
Cuando el llego a Italia me llamo, duramos más de dos horas hablando. Desde ese día cumplimos nuestra promesa, de hablarnos todos los días.
La idea al colegio no era la misma, me iba y me devolvía sola, pasaba mucho tiempo en nuestro refugio, la verdad trate de conseguir amigos pero ninguno era como Leo, todos solo me buscaban por interés.
Hubo un tiempo en el que salí con varias chicas pero la forma en que se expresaban de otras personas no me gustó eran muy superficiales.
Mi padre se volvió más exigente conmigo y más arrogante me había presentado al hijo de uno de sus amigos, quería que yo entablara una amistad con él, pero la verdad no había funcionado, el era muy mimado, se creía más que los demás si puede que tuviera bastante dinero pero eso no le daba el derecho de hablar mal de las personas que tenían recursos limitados.
Ya han pasado seis largos años desde que Leo se fue, a pesar del tiempo el y yo no seguimos comunicando hoy me van a celebrar mis dieciséis años, mi padre espera que cuando cumpla mis veinte me casé con el hijo de su amigo pero eso no va a suceder nunca.
El día de hoy Leo fue el primero en felicitarme me llamo muy a la madrugada. Se me hizo raro lo de la llamada porque se supone que el iba a estar en la celebración, pero me informo que no podía a su padre se le habían presentado unos inconvenientes en la fábrica así que llegarian mañana, Eso me puso bastante triste. El no poder compartir este día tan especial con él.
Download MangaToon APP on App Store and Google Play