—Papá, me explicas por qué debo casarme yo —le decía en reproche a mi padre, realmente no se que le suceda, viajo de italia a Nueva York, solo para darme la grandiosa noticia que debo casarme, por un desconocido, por sus malditas alianzas en la mafia italiana, La familia Greco con la Familia Russo, que emoción
—Eres la última hija que tuve y ese fue el trato, a si que apúrate, debemos volver ya —mi padre cree que debo dejar todo lo que he hecho aquí, mis estudios, mi trabajo, mis amigos, todo lo he conseguido sola, sin su ayuda, sin su dinero, y ahora viene aquí a darme órdenes, y el idiota de Stefano que solo se queda callado, a si les cuento tengo un mellizo, es Stefano, deberían casarlo a él.
—Stefano debería casarse el también nació al último, recuerda llegamos juntos al mundo Stef —el idiota me mira mal, y sonríe
—Lo lamento Hermanita, a tu prometido le gustan las mujeres, a si que yo quedó descartado —pongo los ojos en blanco y tomo mi celular que no deja de sonar, veo que es Angel, Dios me olvide por completo de él, con todo esto, Angel es mi novio desde hace 3 años, y ahora como le dijo que me voy en unas horas para casarme con otro
—No puedes obligarme a casarme, tengo una vida en Nueva York y jamás te pedí nada papá
—No tienes opción, te recuerdo que eres una Greco y somos una familia, aquí todos estamos juntos, a si que apúrate y responde ese maldito celular o apagalo —salgo molesta de la sala, a mí habitación y miro en la pantalla, que Angel sigue llamando, desde ayer que recibí la llamada de mi padre, no he hablado con él, ni le e respondido mensajes, se que si no respondo, lo tendré aquí, y es capaz de tumbar la puerta para asegurarse que siga viva, suspiro y le respondo
****llamada telefónica****
•Amor, lo siento es que llegó mi padre y mi hermano
•Estan en tu departamento
•Si, necesito que hablemos
•Que pasa nena
•Te veo en la cafetería cerca de mi departamento, en una hora.
****Fin de la llamada*****
Me duche y me puse algo ligero, no estaba tan frío afuera, salí de la habitación y los ví sentados hablando de quién sabe que —debo salir, no tardo —dijo y ambos me miran serios
—Nos vamos por la noche stef —solo asentí y tome mi bolso y salí hacia la cafetería, cuando llegue ya estaba Ángel ahí, tenía su sonrisa, esa que enamora a cualquier chica, pero ahora estoy a punto de borrarla, lo saludo con un beso cálido en los labios, el me mira
—Te vez sería, todo bien con tu papá —niego y tomo su mano
—Ángel —me mira, ya que lo llame por su nombre, algo que muy poco hago —debo decirte algo —el me mira atento esperando a que hable, yo tomo aire y me armó de valor —en la noche me voy a Italia —el me mira confundido y sonríe
—Cuando vuelves nena —creo que no me entendió, siento como me sudan las manos
—Me voy para no volver, me voy a casar —lo suelto sin pensarlo, antes de que salga corriendo yo, como una cobarde, sus ojos me analizan como que no creen o no comprenden lo que acabo de decir.
—¿Te vas a casar?, con quién, espera soy tu novio —siento un nudo en el estómago, al oírlo hablar a si, oir cómo se le corta la voz
—No lo hago por gusto, mi padre me está obligando —me mira y sonríe secamente
—Tu padre te obliga, 6 años aquí, jamás te viene a ver, solo te llamaban una vez al mes, y me sales ahora con que vino hasta aquí, solo para eso, por Dios Stefani y las noches enferma, los días malos que tenías, cuando los necesitabas, dónde estaban, ahora ellos necesitan de ti, y vienen por ti, jamás les pediste algo, siempre siendo la chica fuerte del grupo, la que nadie le da órdenes, la que todos siguen, la líder, ahora solo se dejo manipular por su papi, que te paso, en un día cambiaste de ser independiente a ser la niña de papi —sus palabras duelen, y lo entiendo, pero creo que se paso, a mí también me duele todo esto, y eso no lo ve
—Angel es que no lo entiendes, no es que tenga opción, no me dejó manipular, pero no sabes quién es el señor Grecco, ni de lo que es capaz
—Donde está tu amor por mi, estás tirando 3 años a la basura por tu famíla, la que por 6 años te dejó sola, dónde estuvieron, cuando muy y apenas alcanzaba tu salario del restaurante para pagar tu mensualidad, dónde estuvieron en cada logro de la universidad, cuando lograste comprar tu departamento, cuando compraste tu carro, con tu esfuerzo, no me vengas con esas cosas, ahora solo te buscan por qué te necesitan, y cuando los necesitabas, dónde estaban, allá en Italia disfrutando de su dinero, tranquilos, mientras tu aquí te desvelabas por estudiar, ser la mejor, trabajando para pagar tus gastos —creo que si sigo aquí, esto terminará mal, por qué se que tiene razón, pero como le explico que mi familia es mafiosa, y no tengo opciones, o sé desatará una estúpida guerra por no cumplir su maldito trato —Dónde quedó tu dignidad —creo que ya fue mucho, mejor me voy, a si que tomo mi bolso dejo lo de la cuenta y salgo, afuera está una camioneta con escoltas esperándome, como está cerca me vine caminando y ni noté que venían detrás de mi
—Señorita Grecco, su padre nos mando —yo solo asiento, mira atrás y veo a Ángel sorprendido por ver a los escoltas con armas, y vestidos como militares, se aerca a mi, y el mismo tipo que me habló se pone entre los dos, yo le hago una seña para que se quite, el se hace a un lado sin dejar de ver a Ángel
—Quien es tu papá —me dice ya más calmado, yo sonrió y me encogi de hombros
—Que importa eso, entre menos sepas mejor créeme, te amo Ángel, pero ojalá algún día entiendas por qué no puedo oponerme a esto —le doy un beso y camino hasta la camioneta, Pero en eso se detiene otra camioneta y veo que se baja Stefano con una sonrisa y mira a Ángel
—Este es mi cuñadito —dice con una sonirsa ladina, miro mal a Stefano, y maldición, trai su arma, a la vista como si fuera cualquier cosa, se le olvida que no está en Italia, tomo su mano y miro hacia su arma, acomoda su saco y se safa, camina hasta Ángel y estoy por ir, cuando papá me detiene y me mira con cara de que ni se me ocurra —me gusta decir las cosas una sola vez Ragazzo(chico), olvídate de mi hermana, créeme esa chica jamás fue para ti —veo como Ángel me ve de reojo, y me Safo de mi padre y camino hacia ellos —a si que olvídate de su relación
—Basta Stefano, este no es tu asunto, iré con ustedes, lo que yo haga aquí, jamás les a importado, a si que te puedes joder, y dejarlo en paz, por qué te juro que si le pasa algo a Él, te juro que se me olvidará que eres mi mellizo y sacaré las garras Grecco, solo por defenderlo a el, o vengarlo, este Ragazzo como le dices, me dio mucho más que todos ustedes más que lo que los Grecco Colombo me pudieron dar, el estuvo en mis peores momentos y ustedes no, a si que olvídate de querer amenazarlo, que aquí la única que puede decirle algo soy yo —miro a Ángel y tomo sus manos —Vete, y no mires atrás, y no me olvides, te amo, yo estaré bien —lo solté y mire a Stefano —Él es mi asunto no el tuyo —camine hasta la camioneta, y me di cuenta de que mis maletas ya iban, suspiré y en poco estábamos en un hangar clandestino, era de esperarse, tome mi celular y le mandé un mensaje a Ángel
****WhatsApp***
Mi Ángel❤️🩹: quédate en el departamento, prometo que volveré, no sé cuándo, pero lo haré, te amo, y a ti es a quien más le debo, no a ellos
Guarde mi celular y mire a mi padre —Y mi auto, cuando harás que lo lleven —me mira con su mirada imponente, esos ojos grises
—Allá te compro otro —lo miré sería y negué
—Ese Lamborghini me costó a mi tenerlo, no soy tus otros hijos, que todo te piden, se va o no me subo a ese Jet —papá sabía que cumplía lo que decía, soy igual a el, soy la que más se parece a el, tanto físicamente como en su forma de ser, hace señas y se acerca uno de sus escoltas, lo veo que asiente y después me mira a mi
—Te llegara en 4 días a Italia —sonrió y me subí al Jet, creo que una parte de mi, aún extraña los mimos de mi papá, pero desde que mamá no está todo cambio...
Mi padre me sale con que debo casarme con la hija menor del señor Carlos Grecco, sé que tiene 4 hijos, son 3 mujeres y su único varón, creo que me caso con la melliza de él, que literal nadie conoce, solo sé sabe que desde lo de la señora Grecco, ella se alejó de ellos, nadie sabe por qué, y realmente yo me dedique a estudiar, a entrenar y volverme el mejor, soy el mayor, por ende me corresponde el lugar de mi padre, mi hermano menor estudio medicina y mi hermana, vive en Milán es modelo y tiene su propia marca de ropa, y le va bien, mantiene el apellido Russo Rizzato en alto, pero bueno, ahora sé que en unos días me caso, con una Grecco, una que jamás he visto, aunque todas las hijas de don Carlos, son mimadas, son hijas de papi, esa no será la excepción, siempre las consiente demasiado, y yo que no soporto eso, odio el desorden, soy un hombre que le gusta tener el control, y nada se me escapa, tengo el respeto de muchos y el odio de unos cuantos, me llaman el inalcanzable, ya que jamás me han visto con alguien, eso de las relaciones no se me dan, soy malo, prefiero lo libre, sin compromiso, la verdad una sola vez me basto para saber que lo de andar de novios no es para mí, en mi empresa de tecnología soy un CEO frío, nada tolerable, odio la impuntualidad, la gente inepta, dijo, me costó mucho llegar a la cima, como para dejar que un inepto o inepta cometa un error que me cueste millones, por eso, no cualquiera logra entrar a mi empresa, también ayudo a mi padre con los negocios de la organización, soy un hombre muy ocupado, no tengo tiempo para nada, que no sea el trabajo, mucho menos para jugar a la casita, y al matrimonio, pero si quiero tener el control total de la organización debo casarme en una semana con la hija menor de Don Santino Grecco, que fastidio es esto, pero deje todo en manos de mi madre y de Sasha mi hermana, se supone que Stefano fue por su hermana y llegan mañana, mi madre y Sasha irán a verla para ver lo de la dichosa fiesta
—Y esa cara que —y ese es el fastidioso de Alessandro mi mejor amigo y socio, como siempre entrando sin tocar
—Y a ti no te enseñaron a tocar —le dijo sin dejar de ver mi laptop
—Ya, ya, dime ya sabes cómo es tu futura esposa ,—me dice sentándose frente a mi con su peculiar sonrisa que a veces me molesta
—No, y ni me interesa, debe ser igual que sus hermanas de mimadas, le daré una tarjeta y que se entretenga comprando o se vaya de viaje o yo que se —Miro a Alessandro que sonríe y niega
—Yo si —lo miro mal, y el no borra su sonrisa
—Tu que Alessandro —le pregunto aún sin dejar de verlo
—Nada Massimo, nada, ya relájate —solo niego, de verdad como termine siendo amigo de este cabeza hueca —vamos al bar está noche.
—No podré, mañana tengo varias reuniones y tengo la comida con los Grecco para lo del matrimonio, ahora ponte a trabajar y déjate de tonterías —el sale riendo y me mira mandándome un beso, mi vida sería una mierda sin el, el es todo lo contrario a mi, es más relajado, más alegre, hasta mas sociable y extrovertido, pero ahora yo me siento estresado, cansado, fastidiado, tomo mi celular y llamo a Mónica.
***Llamada***
Paso por ti en 20
está bien, a dónde vamos
Al hotel
***Fin de la llamada***
termino de guardar unas cosas y agarro mi saco, bajo al estacionamiento me subo a mi Ferrari y aceleró hasta casa de Mónica, ella ya está afuera, sube y llegamos al hotel en silencio, subimos por un ascensor privado, hasta una suite, el hotel es mío también, entramos, y me sirvo un whisky, le doy uno a Mónica y está me mira —Que te pasa Massimo —levantó la vista de mi celular para verla
—Casi nada, mañana voy a la estúpida comida de los Grecco, en una semana me caso, a si que nada, estoy bien —le dijo, y miro como abre su boca de sorpresa o tal vez asombro
—Te vas a casar, con quién y nosotros qué —a si ya recordé por qué no se lo había dicho aún, es muy dramática y odio estás escenas
—Si, me caso, no oíste bien, a sí que está es la última vez que la pasaremos juntos, no necesito a mi padre o a mi futuro suegro de tras de mi, por estos encuentros después de casado, me bastará con soportar a mi futura esposa —se escucha extraño decirlo, pero esa es la realidad —ahora a lo que vinimos, o te vas —ella deja el vaso de whisky, sonríe y deja caer su vestido, dejando a la vista su lencería de encaje rojo, una de tantas que le regale, me quito el saco y la playera, le devoró la boca, y empezó a morderle el cuello, los pechos, y a sí me saco a mi amigo, y se lo introdujo de una sola estocada, ella gime y eso me calienta más, a si paso la mayor parte de la noche, fofollándome Mónica... Me levanto a las 6 de la mañana, me ducho y me cambio, con uno de los trajes que tengo aqui, me acomodo la corbata cuando Mónica habla
—Ya te vas —la miro y asiento
—En una hora mandaré un taxi por ti, yo tengo varias reuniones —le dijo eso, tomo mis lleves, y salgo dejando a Mónica ahí envuelta en una sábana, desnuda, llevo a sí con Mónica como un año, pero siempre fue a su, solo sexo y ya, paso toda la mañana de la empresa, en restaurantes, en reuniones, cerrando tratos de la empresa, y con nuevos socios para la organización, llegó a mi casa, como a las 4, al llegar me recibe Ginebra mi ama de llaves
—Buenas tardes, señor —toma mi saco y sonríe
—Hola Gin, no comeré aquí —le dijo y ella asiente, subo a mi habitación y me doy una ducha rápida, me pongo un traje casual negro, me dejó medio despeinado mi cabello, bajo y está Gin en la puerta me da un termo y dos pastillas —Gracias Gin, te adoro —le doy un beso en la frente y salgo tomándome las pastillas y lo del termo, subo a mi Ferrari, dejo el termo a un lado y aceleró hasta la mansión Grecco...
...Stefani...
Llegamos a casa, miro a mi alrededor y ha cambiado muy poco, al entrar me recibe mi nana —Mi niña bienvenida —la abrazo y le doy un beso en la mejilla
—Gracias Nana, me alegra estar aquí, solo por ti —ella sonríe y entra conmigo, sin soltar mi brazo, otra empleada, toma el saco de Stefano y el de papá
—Suben las cosas de la niña a su habitación —les da la orden Stefano y todos asienten, agachan la cabeza y salen por mis maletas y cajas, miro a mi alrededor, y veo casi todo igual, me entra una nostalgia estar aquí, después de 6 años, en eso oigo una voz
—Bienvenida Stef —me dice Venecia, mi hermana mayor, la abrazo y ella a mi.
—Me alegra verte, y Victoria —se encoge de hombros y sonríe
—A de estar por ahí, metida en un libro —dice ella con una sorisa, yo solo asiento
—Quiero descansar —dijo y mi Nana sube conmigo hasta mi antigua habitación, que está igual que hace años, miro todo a mi alrededor
—Tu papá dijo que nadie tocaba tu habitación, solo me dejaba entrar a mi para mantenerla limpia mi niña —sonrió y me siento en la cama, suelto un suspiro —mi niña no lo hagas, si no quieres —me encantaría creer que tengo otra opción
—Hay Nanita, ojalá pudiera volver a Nueva York y dejar que Venecia o Victoria se casen, pero sabes que no se puede, no tengo opciones, sabemos cómo es esto —le dijo y siento como se me corta la voz, extraño a Angel, solo el sabe que hacer cuando me siento sin salida, pero ahora nos separa mucho, suspiro y mi Nana me da un beso en la frente antes de dejarme sola, me levanto y lleno la tina, y tomo una toalla, y me meto a la tina, ahí me quedo como por 3 horas creo, después me meto a la ducha, y cuando salgo veo una charola con comida, me doy cuenta que no he comido desde ayer, tomo el sándwich y me lo como, junto a la fruta y el jugo, después miro entre mis cosas, y busco un vestido, al entrar a mi closet, veo vestidos lujosos y de marca, suspiro y tomo el mío, está nuevo, me pongo un conjunto de lencería de encaje negro, y después mi vestido en corte corazón, pegado a mi abdomen, con una abertura, hasta el muslo, me pongo unos tacones altos, me resaltan mis piernas, me hago un maquillaje natural, y solo marco mis ondas, dejándolas caer en cascada por mi espalda, tomo mi celular, y miro que Angel solo vio el mensaje, me da tristeza, siento un nudo en la garganta, tengo 22 años y me voy a casar, no me lo creo, deje al dueño de mi corazón, solo por ser una Grecco, a veces quisiera haber sido yo la.... Escucho la puerta, haciendo que salga de mis pensamientos
—Mi Niña solo faltas tu allá abajo —asiento, tomo mi cartera, guardo mi celular y salgo de tras de mi Nana, ella baja primero y después yo, veo a un tipo de espaldas, con el cabello medio despeinado, y volteo, hasta parece que lo hace en cámara lenta, y a si siento que bajo la escaleras, sus ojos azules, se clavan en lo grises míos, lo veo verme de arriba abajo, y por inercia hago lo mismo, a simple vista se ve bien, mi mirada se desvío a Stefano, que no se ve alegre, raro en el, al llegar abajo, Stefano me ofrece su brazo y lo tomo, caminamos juntos hasta en medio de todos
—Ella es Stefani Greco Colombo mi hija menor- dice mi padre, el tipo de los ojos azules intensos, da unos pasos hacia mi, y me pide la mano, la levantó lentamente
—Soy Massimo Russo Rizzato, es un placer —me da ún beso en la mano, yo asiento con una sonrisa forzada
—Un gusto Massimo —después mira atrás de él y dice
—Mi madre, y mi padre, Sasha mi hermana y Antuan mi hermanó —yo sonrió y asiento, en eso mi Nana aparece
—Sonríe mejor, o estás de humor para el sermón, de Don Santino —me dice Stefano al oído, y rio bajo, me siento y Massimo se sienta a mi lado, veo la fila en la que están los empleados, esperando la orden de mi padre para servir, a los segundos mi padre hace una seña con su mano, unos sirven la comida, y otros vino blanco, yo hago seña al empleado para que no me sirva.
—No bebe, solo te encargo agua por favor —veo como me miran, como bicho raro, siempre e creído que el alcohol apendeja, y yo no necesito eso, no estoy para eso, el empleado, me sirve agua en otra copa, y deja la jarra frente a mi, yo solo sonrió.
—Es una cena especial, una copa no te hará mal —dice mi padre con tranquilidad, hasta parece que se le olvida lo que pienso del alcohol y que a parte no puedo beberlo, sonrió y lo miro
—Olvidas papá que yo no puedo beber —Stefano me apoya
—Cierto, ella no puede beber —mi padre asiente y sonríe, la cena transcurrió normal, sin más inconvenientes, después pasamos a la sala, y Massimo se acerca a mi
—Podemos hablar a solas —yo asiento y salimos al jardín, nos sentamos en una banca, y miro mis manos esperando a que hable, después de segundos hablo —se que tampoco quieres esto o si —yo niego —quiero que dejemos unos puntos claros, por aparté —yo asiento
—Nada de sexo —me mira sorprendido y rie —no es juego, tampoco quiero dormir en la misma habitación que tú —el deja de reírse
—No, lo lamento, debes dormir en la misma habitación —solo asiento —nada de engaños —asiento
—No quiero a tus amantes en mi casa, mira lo del sexo es enserio por mi métele a la cama a quien quieras, pero fuera de la casa donde viviremos, me da igual lo que hagas, yo no debería estar aqui —me mira y asiente —odio cenar sola, a si que ya estará en ti, si ceno o no —me mira confundido —Si nadie cena conmigo, no ceno a si de fácil —el asiente —de ahí en fuera el resto me da igual, y no necesito nada de ti, antes de que lo olvide, debo trabajar, no soy ama de casa, ni mantenida —El sonreía solamente
—Okey, le diré a mi abogado que ponga todo esto en un contrato, que solo tu y yo conceremos —asiento y en eso suena mi celular, lo saco para ver quien es y veo que es Angel
—Volvemos adentro - guardo el celular y el asiente sin decir nada.
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