El Deber Y El Deseo
cap 1 la llegada
[Entrada principal de la mansión Fujikawa. Lluvia ligera. Yui llega con una pequeña maleta.
Sachiko
(abriendo la puerta corredera, con voz seca) —¿Tú eres Yui?
Yui tanaka
(apretando la maleta contra el pecho) —S-sí… Yui Tanaka.
Sachiko
Hablas muy bajo. Aquí, si no te escuchan, es como si no existieras. Ven.
La sigue. El suelo de madera brilla. Yui mira las pinturas antiguas y el gran retrato del patriarca.
Yui tanaka
(susurrando) —¿Es… él?
Sachiko
Masaru Fujikawa. El jefe de la familia. No olvides que aquí, su palabra es la única que importa.
Patio interior. Dos hombres conversan. Uno, con uniforme militar impecable, se gira al oír pasos.
Kaito Fujikawa
¿Quién es ella?
Sachiko
La nueva doncella, señor Kaito.
Yui tanaka
(reverencia profunda) —Mucho gusto, señor.
Kaito Fujikawa
(mirada fría) —Espero que tu trabajo esté a la altura. Aquí no hay segundas oportunidades.
Yui tanaka
H-haré lo mejor que pueda…
Kaito Fujikawa
“Lo mejor que puedas” no existe. Hazlo bien o no lo hagas.
Silencio incómodo. Un joven con uniforme de policía entra sonriendo.
Daichi Fujikawa
No la asustes en su primer día, Kaito.
Kaito Fujikawa
La casa no es un lugar para dulzuras.
Daichi Fujikawa
(mirando a Yui) —Bienvenida, Yui. Si necesitas ayuda, búscame.
Yui tanaka
Es muy amable *pensamiento*
Pasillo lateral. Un joven de cabello algo desordenado aparece, comiendo un bollo.
Sora Fujikawa
¿Y esta quién es?
Sachiko
La nueva doncella.
Sora Fujikawa
¿Otra? A ver cuánto dura… (muerde el bollo) Bienvenida, niña. No te preocupes, aquí no todos somos ogros.
Kaito Fujikawa
(mirada cortante a Sora) —Deja de perder el tiempo.
Sora Fujikawa
(encogiéndose de hombros) —Como digas, “mi coronel”.
En el Jardín lateral. Un adolescente de uniforme escolar imperial cruza el sendero, sin mirar a Yui.
Ren Fujikawa
(mirada rápida, con desdén) —No hables conmigo.
Yui parpadea, sorprendida. Ren sigue caminando sin más.
Sachiko
(en voz baja) —Ese es Ren, el menor. Cree que el mundo entero está debajo de sus zapatos. Mejor ignóralo.
En la Cocina de la mansión. Yui deja su maleta junto a la pared.
Sachiko
Este será tu lugar de trabajo. Empiezas preparando té para el señor Masaru.
Yui se pone manos a la obra. El olor del té verde llena la cocina, pero cuando lo lleva al salón principal, sus manos tiemblan. Frente a ella, Masaru Fujikawa, el patriarca, la observa en silencio.
Yui tanaka
(inclinándose, coloca la taza, pero un poco de té se derrama en el platillo)
Masaru Fujikawa
(voz baja y gélida) —La imperfección no tiene lugar en mi casa.
El corazón de Yui late rápido. Siente la mirada de Kaito, firme y evaluadora, desde un rincón. Sabe que este error será recordado.
Kaito Fujikawa
Fujikawa Kaito – Coronel del ejército, hijo mayor
• Edad: 30 años
• Rol: Militar estricto, disciplinado y leal a su padre, aunque empieza a verse atraído por Yui.
• Carácter: Frío, calculador, acostumbrado a dar órdenes y a que se cumplan sin cuestionar.
Daichi Fujikawa
Fujikawa Daichi – Segundo hermano
• Edad: 26 años
• Rol: Oficial de policía
• Carácter: Bueno, amable, justo y protector, incluso con quienes no pertenecen a su estatus social.
Sora Fujikawa
Fujikawa Sora – Tercer hermano
• Edad: 22 años
• Rol: Sin trabajo estable;
• Carácter: Libre, independiente, desocupado, rechaza la autoridad y las obligaciones formales.
Ren Fujikawa
Fujikawa Ren – Cuarto hermano
• Edad: 16 años
• Rol: Estudiante en la Escuela Imperial
• Carácter: Frío, inmaduro y arrogante; desprecia a las personas que considera de menor posición social.
cap 2 la primera falta
Masaru Fujikawa
(mirada fija en Yui) —¿Cómo te llamas?
Yui tanaka
Yui… Tanaka, señor.
Masaru Fujikawa
Tanaka… no eres de buena familia.
Yui tanaka
(bajando la mirada) —N-no, señor.
Kaito Fujikawa
…(mirando el silencio)
Masaru Fujikawa
Entonces esfuérzate el doble. O no durarás aquí ni una semana.
Kaito, de pie junto a la pared, observa sin intervenir. Sus ojos no muestran compasión, pero tampoco desprecio abierto.
Masaru Fujikawa
(se vuelve hacia Sachiko) —Enséñale las normas. Cada una. No tolero repeticiones.
Yui hace una reverencia y retrocede. El corazón le late en los oídos.
En el Pasillo posterior. Sachiko camina rápido y Yui la sigue.
Sachiko
Primer día y ya llamaste la atención del señor Masaru… no para bien.
Yui tanaka
Lo siento mucho… fue un accidente.
Sachiko
En esta casa, “accidente” significa “descuido”. Y el descuido no existe.
Doblan una esquina y se encuentran con Sora, recostado contra la pared, comiendo una mandarina.
Sora Fujikawa
Vaya, la doncella nueva ya tuvo su regaño. Récord.
Yui tanaka
N-no fue mi intención…
Sora Fujikawa
(sonríe) —Aquí nada es “tu intención”, pequeña. Aprende eso y vivirás más tranquila.
En el Jardín lateral, un poco más tarde. Daichi encuentra a Yui intentando memorizar las tareas.
Daichi Fujikawa
¿Estás bien?
Yui tanaka
Sí… solo trato de no volver a equivocarme.
Daichi Fujikawa
No te preocupes, todos cometemos errores. Solo… aquí se pagan más caros.
Yui tanaka
El señor Masaru es… muy severo.
Daichi Fujikawa
Con todos, incluso con sus hijos. Créeme, no eres la única que siente esa presión.
La voz de Ren se escucha a lo lejos. Aparece con uniforme escolar, mochila al hombro.
Ren Fujikawa
¿Qué hacen aquí?
Ren Fujikawa
(mirando a Yui) —No pierdas el tiempo con charlas. Ni siquiera deberías estar aquí.
Ren se aleja, dejando un silencio incómodo.
Yui tanaka
Parece… que no le caigo bien.
Daichi Fujikawa
Él es así con todos. No te lo tomes personal.
Más Tarde, cocina. Yui prepara la cena. Y Kaito entra sin previo aviso.
Kaito Fujikawa
Te vi esta mañana.
Yui tanaka
(sobresaltada) —Señor…
Kaito Fujikawa
No mires al suelo cuando hables conmigo. Mírame.
Yui levanta la vista. Kaito la sostiene con una mirada intensa, más pesada que cualquier sermón.
Kaito Fujikawa
Aquí no importa si eres torpe o nueva. Lo único que importa es que cumplas. Sin fallos
Yui tanaka
Entiendo… señor.
Kaito Fujikawa
Espero que sí. Porque si vuelves a derramar una gota, no habrá segunda advertencia.
Kaito se marcha. El sonido de sus pasos se desvanece, pero el peso de sus palabras queda suspendido en el aire.
cap 3 voces en la oscuridad
Noche en la mansión Fujikawa. La lluvia arrecia. Yui camina por el pasillo con una bandeja de té para la biblioteca.
Yui tanaka
(en voz baja, para sí misma) —Solo dejarlo y volver… sin accidentes.
Se detiene al llegar a la puerta de la biblioteca. Luz tenue se filtra por el marco. Dentro, se escuchan voces graves.
Masaru Fujikawa
La situación política es inestable. Necesito que refuerces las relaciones con el alto mando.
Kaito Fujikawa
He cumplido cada orden que me has dado, pero no pienso usar a mis hombres como moneda de cambio.
Masaru Fujikawa
No es una petición. Eres mi hijo, Kaito. Y los hijos sirven para algo más que para llevar mi apellido.
Yui se queda inmóvil. La bandeja tiembla ligeramente en sus manos.
Kaito Fujikawa
Sirven… o se rompen, ¿verdad?
Masaru Fujikawa
Aprendes rápido.
Un silencio pesado llena el cuarto. Yui da un paso atrás, pero pisa una tabla que cruje.
Masaru Fujikawa
¿Quién está ahí?
Yui tanaka
(entrando de golpe, inclinándose profundamente) —P-perdón, señor… traía té.
Kaito Fujikawa
(mirada afilada) —¿Cuánto escuchaste?
Yui tanaka
N-nada importante, señor. Solo…
Yui se inclina y sale rápido. El corazón le late como si fuera a escapar de su pecho.
En el Pasillo lateral. Sora está sentado en el suelo, tallando algo en un trozo de madera
Sora Fujikawa
¿Qué cara es esa?
Yui tanaka
Nada… solo… tuve que llevar té a la biblioteca.
Sora Fujikawa
(alza una ceja) —Y te metiste donde no debías.
Yui tanaka
No lo hice a propósito
Sora Fujikawa
Aquí, “sin querer” es igual a “problemas”. Aprende eso rápido.
Al día siguiente, cocina. Yui lava platos mientras Daichi entra con gesto serio.
Daichi Fujikawa
Escuché que anoche estuviste cerca de la biblioteca
Yui tanaka
Solo estaba cumpliendo con mi tarea.
Daichi Fujikawa
Sé cuidadosa, Yui. Esta casa no perdona a los que escuchan más de lo que deben.
Yui tanaka
¿Y si no puedo evitarlo?
Daichi Fujikawa
Entonces… guarda silencio. Incluso con quienes parezcan tus amigos.
Más tarde, jardín cubierto. Ren observa a Yui mientras estudia un libro.
Ren Fujikawa
Si sigues metiendo la nariz donde no te llaman, no durarás ni un mes aquí.
Ren Fujikawa
No me interesa. Solo… no estorbes.
Ren cierra el libro y se marcha. El viento frío entra por el corredor, haciendo que Yui abrace sus propios brazos.
Esa noche, Yui no logra dormir. Las palabras que escuchó —“Sirven o se rompen”— resuenan en su mente. Empieza a comprender que la mansión Fujikawa no es solo un hogar imponente, sino una fortaleza llena de secretos, y que el coronel Kaito, tan frío como autoritario, carga con algo que lo mantiene atado a su padre más allá del deber militar.
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