ATADO A LA SANGRE
Capítulo 1
El campo de batalla temblaba bajo los cascos de los caballos, los gritos de guerra y el eco de la furia milenaria.
En lo alto de una colina, la figura del rey Aedric alzaba su espada bañada en fuego sagrado, enfrentando a la criatura que tantos años había atormentado a su pueblo.
Valtherion, el rey de los vampiros, sonreía con sus colmillos aún bañados en rojo.
Valtherion/Rey Vampiro
¡¿Crees que puedes matarme, maldito humano?!
__gruñó, mientras sus alas negras con rojo sangre se abrían como una sombra maldita__
Aedric no respondió. Solo corrió hacia él.
Mientras tanto… en el palacio real/Humanos...
Partera
¡Empuja, Majestad, empuje! ¡Ya casi!
La reina Lira apretaba las sábanas con fuerza. Lágrimas caían por sus mejillas, no solo por el dolor… sino porque sabía que él no estaría ahí.
Lira/Reina -Humanos
Aedric… por favor… vuelve...
__susurró, jadeando__
No quiero traerlo al mundo sola… ¡¡Ahhhg!!..
Los sirvientes corrían por la sala, trayendo paños, agua y oraciones.
El palacio entero estaba en tensión, pues sabían que mientras una vida nacía… otra podía extinguirse en el frente.
De nuevo en el campo de batalla…
Valtherion lanzó una ráfaga de energía oscura. Aedric la esquivó por poco y saltó con la fuerza de la desesperación.
La espada sagrada atravesó el pecho del vampiro con un rugido ardiente.
Aedric/Rey -Humanos
¡Por mi pueblo!
__gritó__
¡¡Muere maldito monstruo!!
Valtherion gruñó como una bestia herida, y el fuego lo envolvió hasta reducirlo a cenizas.
__________________________
El llanto de un bebé rompió el silencio en el palacio.
Y tan claro que las paredes lo repitieron como un eco sagrado.
Partera
¡Ha nacido!
__Gritó, alzándolo con manos temblorosas__
¡Un varón!, ¡Es un hermoso príncipe!.
La reina sonrió apenas… sus ojos buscando el techo como si pudieran atravesarlo para verlo a él… a su rey.
Lira/Reina -Humanos
Sylren…
__Susurró débilmente __
Sus dedos apenas rozaron la piel suave de su hijo… antes de caer, inertes.
Partera
¡Majestad!… ¡Majestad!…
Aquel día, nació un príncipe.
Con cabellos blancos como la luna… Y ojos plateados que, sin saberlo, anunciaban el despertar de un linaje que no debía existir.
Las puertas del palacio se abrieron con estruendo.
Cubierto de sangre ajena y polvo, el rey Aedric regresó… victorioso.
Pero no había celebración. No había música. Solo un silencio roto por el llanto suave de un recién nacido.
Aedric/Rey -Humanos
¿Dónde está Lira?
__preguntó, aún con la espada en la mano__
Thalia bajó la mirada. Sus labios temblaban.
Thalia/Niñera del °3 príncipe
Lo siento, mi rey… la reina… no resistió...
El mundo se detuvo para Aedric.
Aedric/Rey -Humanos
No… no…
__susurró primero, luego gritó__
¡¡NOOOOO!!
Su rugido resonó por los pasillos como un lamento que partía el alma.
Avanzó a pasos pesados hasta la habitación, donde el pequeño Sylren, envuelto en sábanas blancas, seguía llorando en brazos de Thalia.
Aedric/Rey -Humanos
¡Dámelo!
__exclamó, arrebatándolo con brusquedad__
Thalia/Niñera del °3 príncipe
¡Mi rey, por favor!
Aedric miró al niño. Esos ojos… esos malditos ojos plateados, aquellos que ni siquiera se parecían a los de él.
Aedric/Rey -Humanos
¡TÚ TE LA LLEVASTE! ¡ERES UNA MALDICIÓN!
__gritó, fuera de sí, y lo lanzó contra el suelo de piedra__
Thalia/Niñera del °3 príncipe
¡¡No!!
__gritó, corriendo hacia el bebé__
El impacto fue seco, y el llanto del pequeño Sylren se tornó desgarrador.
Los guardias se paralizaron. Nadie se atrevió a moverse.
El bebé lloraba con fuerza, temblando. Thalia lo recogió de inmediato, protegiéndolo contra su pecho.
Thalia/Niñera del °3 príncipe
¡¿Está loco?! ¡Pudo matarlo! ¡Es su hijo! ¡Su propio hijo!
__gritó, furiosa__
Aedric/Rey -Humanos
¡No! ¡Él me la arrebató! ¡Fue por él!
__replicó, con los ojos enrojecidos de rabia y dolor__
Lo odio... ¡Lo odio, sácalo de mi vista o yo mismo lo mato!.
Thalia lo miró con desprecio, algo que ningún sirviente había osado hacer y salió de la habitación, no sabía si el rey se calmaría o esa actitud hacia el pequeño príncipe sería para toda la vida.
Aedric cayó de rodillas, temblando. Su espada resonó contra el suelo.
Y por primera vez, el rey que había matado al mayor enemigo de la humanidad…
A los cinco años, Sylren ya sabía que no era como los demás.
No porque fuera extraño… sino porque nadie parecía quererlo.
Vivía en la habitación más alejada del castillo, en la antigua torre norte, donde el viento silbaba entre las piedras frías y apenas llegaba el calor del sol.
Desde allí, podía ver el patio central.
Ese día, todo estaba decorado con cintas color rosa y guirnaldas.
La princesa Alenya cumplía siete años. Su hermano mayor, el príncipe Kaiven, de once, lideraba los juegos con energía.
Sylren miraba en silencio desde su ventana, con la frente apoyada en el vidrio.
Todos reían. Todos comían, pero, nadie lo había invitado.
Entonces, la puerta de su cuarto se abrió con suavidad.
Thalia/Niñera del °3 príncipe
Feliz no cumpleaños, mi príncipe.
__dijo, sonriendo con dulzura __
Llevaba un platito con una pequeña porción de pastel que ella misma había preparado.
Sylren giró lentamente. Sus ojos plateados brillaban con un tenue asombro.
Sylren/5 años
¿Para mí?...
Thalia/Niñera del °3 príncipe
Claro. No puedo permitir que hoy te quedes sin dulzura.
Se sentaron juntos junto a la ventana, envueltos en una manta tejida. El niño miraba hacia el patio.
Sylren/5 años
¿Por qué no puedo estar allá?
Thalia/Niñera del °3 príncipe
Porque a veces, los corazones dolidos cometen injusticias…
__respondió, acariciando su cabello suave__
Pero no es culpa tuya, Sylren.
Sylren/5 años
Sí lo es...
__susurró__
Si yo no hubiera nacido… mamá no habría muerto. Papá no estaría triste. Alenya y Kaiven tendrían una mamá...
Thalia lo abrazó con fuerza.
Thalia/Niñera del °3 príncipe
No digas eso, amor mío. No eres culpable de nada. Naciste con luz, aunque ellos no quieran verla.
Sylren/5 años
Pero si no me quieren... entonces no soy parte de ellos, ¿verdad?
Ella le tomó el rostro con ternura, obligándolo a mirarla.
Thalia/Niñera del °3 príncipe
Eres parte de este mundo, eres una bendición y eso jamás lo olvides, si tú quisieras tomarias este mundo con solo tus manos.
Sylren/5 años
__Ríe__
Yo soy muy chiquito aún, quizás cuando sea más grande, prométeme que siempre estarás conmigo.
Thalia lo miró con tristeza, sabía perfectamente que ella no era eterna, pero rogaba que por lo menos no llegara su hora hasta que aquel pequeño sea más mayor y pueda cuidarse por si mismo.
Thalia/Niñera del °3 príncipe
Lo prometo, pero también tú prométeme que serás feliz.
Thalia/Niñera del °3 príncipe
Así me gusta.
Pero esa promesa no duró mucho tiempo...
Seis años después... Thalia falleció.
Un vampiro una noche la atacó y la mató.
Desde ese instante Sylren odió a los vampiros, pues uno de ellos le quitó a la única persona que le cuidaba, le hacía compañía y sobre todo lo amaba.
Capítulo 2
A sus 17 años, Sylren ya no esperaba amor.
De cabello plateado y ojos grises como el acero, su sola mirada parecía un muro.
Había aprendido a mantenerse intacto, sin importar cuánto doliera por dentro.
El salón estaba lleno de nobles y soldados. En el centro, el rey señalaba un mapa extendido.
Aedric/Rey -Humanos
Esta noche arrasaremos la aldea vampira. Todos deben caer.
__dijo con firmeza__
Sylren se mantuvo a un lado, en silencio. Los murmullos crecían, la rabia de los presentes flotaba en el aire.
Sylren/Príncipe °3
¿Y si hay niños? ¿Mujeres?
__soltó de pronto, sin mover un músculo__
Kaiven, su hermano mayor, sonrió con desdén.
Kaiven/Príncipe heredero-Humanos
¿Otra vez con eso? Eres patético.
Alenya, apoyada contra una columna, arqueó una ceja.
Alenya/Princesa -Humanos
¿O acaso te dan lástima los monstruos?, ¿Acaso no recuerdas que uno asesinó a tu nana?.
Sylren/Príncipe °3
Sí, un maldito vampiro la asesinó...
__Aparta la mirada__
Pero aún así, jamás mataría a mujeres y peormente niños.
Kaiven/Príncipe heredero-Humanos
Realmente eres patético.
Sylren cerró los ojos, ignorándolos. Habló directo al rey:
Sylren/Príncipe °3
Podrías tomar prisioneros. No hace falta matarlos a todos.
Aedric/Rey -Humanos
Tú no das órdenes. Te he tolerado demasiado. Desde que naciste solo trajiste muerte.
Nadie en la sala dijo nada. Sylren tampoco respondió.
Sylren/Príncipe °3
Realmente van a causar más problemas si llevan acabado ese plan...
Fue al pasar el umbral que su cuerpo lo traicionó.
El pecho se le apretó, los latidos se aceleraron con violencia. Sintió un mareo repentino, como si algo invisible tirara de él.
Apoyó la mano en la pared. Le costaba respirar.
Las piernas lo guiaron por inercia hasta el final del pasillo. Las ventanas altas dejaban entrar el resplandor nocturno.
Enorme, roja, suspendida sobre las montañas.
Sylren se aferró al marco de la ventana, como si su cuerpo respondiera solo, temblando.
La miró… y no pudo apartar los ojos.
Sylren/Príncipe °3
Será peligroso que alguien salga de noche en esta temporada...
La Temporada Roja había comenzado.
Las llamas devoraban la aldea como lenguas de odio.
El humo se alzaba al cielo mientras los gritos se apagaban uno a uno.
Cuerpos pequeños yacían entre los restos. Mujeres, niños... incluso un par de cunas carbonizadas. El suelo era un cementerio ardiente.
Solo uno escapó. Herido, sangrando, corrió colina abajo. Tenía que llegar.
[Palacio del rey Vampiro]
El Salón Carmesí del palacio vampiro era solemne.
El rey escuchaba el reporte de uno de los clanes del norte.
Su semblante era sereno, casi distante... hasta que la puerta se abrió de golpe.
Vampiro 1
¡Mi rey!
__gimió, cayendo de rodillas__
¡La aldea de Feralys… la han quemado… todos… todos murieron…!
El silencio se hizo mortal.
Kaelvhar/Rey Vampiro
¿Qué… dijiste?
__susurró__
La joven alzó la mirada con ojos llenos de terror.
Vampiro 1
Eran niños... mujeres... ¡bebés! El ataque fue humano... sin aviso, sin duelo… ¡una masacre!
El cáliz de plata en la mano del rey se quebró con un solo apretón.
Sus ojos brillaron. El aire se volvió pesado.
De su espalda emergieron lentamente alas negras con bordes rojo sangre, vibrantes, majestuosas. El mármol bajo sus pies tembló.
Kaelvhar/Rey Vampiro
Malditos humanos, ¿Así quieren jugar…?
__murmuró, su voz grave como trueno lejano__
Matar guerreros es guerra…
Rheven/Guardia -Vampiro
Pero matar inocentes es cobardía.
Completó su guardia de confianza, Rheven, de cabello oscuro y mirada afilada.
El rey lo miró, decidido.
Kaelvhar/Rey Vampiro
Uno de los suyos va a morir. Que sientan lo que es perder sangre. No quiero ejércitos. Solo leones.
Rheven/Guardia -Vampiro
¿Quiénes lo acompañamos?
__preguntó__
Kaelvhar/Rey Vampiro
Tú. Y tres más. Es todo lo que necesito, ese maldito rey lo va a pagar muy caro.
La sala entera guardó silencio. El rey dio un paso hacia la salida.
Kaelvhar/Rey Vampiro
El rey humano pensó que podía matar sin consecuencias… Ahora sabrá lo que es temerle a la noche.
Y con un solo salto, las alas se desplegaron en toda su extensión. El cielo tembló.
Los demás quienes irían con él lo siguieron transformándose en murciélagos, pues solo los de la familia real tenían alas grandes.
Palacio de los humanos...
El salón brillaba con oro, vino y risas. Era la victoria. Habían arrasado aldeas vampíricas, tomado tierras, proclamado su dominio.
En el trono alto, el rey Kaiven levantaba su copa.
A su izquierda, su hijo mayor el arrogante príncipe heredero, Kaiven era la joya de la noche.
Rodeado de halagos y de damas encantadas.
En el extremo opuesto, casi en las sombras, Sylren cenaba en silencio. Su copa intacta, su plato apenas tocado.
Kaiven/Príncipe heredero-Humanos
¿Por qué tan callado, hermanito?
__dijo, con voz alta, burlona, alzando su copa__
¿Te hace mal la sangre derramada? ¿O solo extrañas a tu niñera?
Las carcajadas lo siguieron. Sylren no lo miró.
Sylren/Príncipe °3
Sigo pensando que lo que hicieron fue una gran locura.
__respondió con calma, llevándose un trozo de pan a la boca__
Un murmullo cruzó la mesa. El heredero frunció el ceño, molesto por no haber logrado provocarlo. El rey padre sonrió, pero solo al hijo mayor.
Sylren miró su copa. Un temblor leve le recorrió los dedos. Un ardor y dolor agudo en su corazón. Como si algo dentro de él quisiera salir.
Fue entonces que las antorchas parpadearon. El aire se tornó denso, metálico, como si la sangre inundara la sala sin ser vista aún.
Las puertas del gran salón estallaron. Dos guardias salieron volando, despedazados. El silencio cayó como un cadáver.
Desde la sombra emergieron dos figuras: Kaelvhar, el rey de los vampiros, con su capa oscura ondeando como una sombra viva.
Y a su lado, su fiel guardaespaldas Rheven, con su espada envainada pero lista.
Kaelvhar/Rey Vampiro
Qué festín tan... cálido.
__dijo con su voz suave y venenosa__
Me preguntaba si quedaba algo de humanidad en ustedes… pero solo hay arrogancia. Y olor a carne podrida.
Aedric/Rey -Humanos
¡Guardias! ¡Mátenlos!
Los soldados apenas se movieron. Una niebla los rodeó… y cayeron, uno a uno, por cortes invisibles.
Kaiven se levantó y tomó una lanza.
Kaiven/Príncipe heredero-Humanos
¡A mí no me asustan, demonios!
Kaelvhar/Rey Vampiro
Tú... sí que te pareces a tu padre. Mismo hedor. Mismo veneno en la mirada.
Y entonces, en un parpadeo, apareció frente al príncipe heredero, alzó una daga oscura cubierta con su sangre, está podría matarlo pues era venenosa para los humanos y la lanzó directo al corazón.
Pero alguien se interpuso.
La hoja se enterró en su abdomen con un sonido húmedo y letal. Un suspiro ahogado salió de su garganta.
Sylren/Príncipe °3
N-No... No permitiré que mates a mi hermano...
Kaiven/Príncipe heredero-Humanos
¡SYLREN!
__gritó, en shock__
Kaelvhar lo miró con sorpresa... luego una carcajada lenta.
Kaelvhar/Rey Vampiro
No eras tú... pero mejor aún. El cordero más débil es el que sangra más dulce.
Se arrodilló junto a Sylren, que apenas podía sostenerse.
Los ojos del joven brillaban tenuemente… un rojo sangre latía en sus pupilas, pero nadie más lo vio.
Kaelvhar lo tomó con firmeza del cuello.
Kaelvhar/Rey Vampiro
Hazle saber a tu padre lo que significa perder algo puro.
Todos gritaron. Algunos retrocedieron. Otros simplemente se quedaron paralizados, horrorizados, al ver cómo el rey vampiro drenaba la vida del príncipe más joven frente a todos.
Sylren cayó al suelo, inerte. Sus ojos entrecerrados, su piel pálida.
Kaelvhar se irguió, con la sangre aún en los labios. Miró a los nobles.
Uno de los invitados intentó huir.
Kaelvhar/Rey Vampiro
Malditos humanos.
__dijo, extendiendo su mano. El noble explotó en una llamarada negra__
Rheven lo decapitó en un solo movimiento.
Rheven/Guardia -Vampiro
Mi rey debemos marcharnos, los demas nos esperan fuera.
El rey vampiro asintió y mirando a Aedric alzó la voz por última vez.
Kaelvhar/Rey Vampiro
Esto fue solo una advertencia. Cada aldea quemada. Cada niño torturado. Cada grito ignorado. Esta masacre apenas comienza.
Y tras mirar al rey humano con desprecio, escupió una última palabra:
Kaelvhar/Rey Vampiro
Hoy murió uno de tus hijos, el próximo... Serás tú.
Se desvaneció en sombras.
El cuerpo de Sylren yacía en el suelo. Apenas una señal de vida. Los guardias se apresuraron.
Guardia 1- Humano
¡Está vivo! ¡Pero apenas...!
El rey humano no se movió al principio. Luego caminó hacia sus hijos… pero fue al heredero, Kaiven, a quien sostuvo por los hombros.
Aedric/Rey -Humanos
¿Estás bien? ¿Te hizo algo?
El otro solo balbuceó, mirando el cuerpo de su hermano menor.
Kaiven/Príncipe heredero-Humanos
No... Pero, él...
Aedric/Rey -Humanos
Llevenlo y que intenten ver si no se muere, no hay mucho que hacer pues lleva el veneno dentro.
Como si el sacrificio de su hijo menor no hubiera valido más que una piedra lanzada al río.
Capítulo 3
Las enormes puertas del castillo vampírico se abrieron de golpe.
Kaelvhar avanzó con pasos decididos, pero de pronto su cuerpo se estremeció como si una fuerza invisible lo aplastara.
Sus rodillas cedieron y cayó al suelo jadeando.
Rheven/Guardia -Vampiro
¡Majestad!
__Corrió a sostenerlo__
¿Qué sucede?...
Kaelvhar temblaba, sus colmillos expuestos y su piel helada sudaba.
Tosiendo, un hilo de sangre se deslizó por su boca.
Kaelvhar/Rey Vampiro
Mi sangre…
__murmuró, observando con horror el líquido rojo mezclado con algo más oscuro__
No es mía… la suya… la del príncipe...
Rheven lo ayudó a incorporarse, llevándolo hasta sus aposentos mientras su rey aún se retorcía de dolor.
Rheven/Guardia -Vampiro
¿Sólo bebió la sangre del chico?
__preguntó, intentando entender__
¿Y lo demás?
Kaelvhar/Rey Vampiro
No lo sé…
__gruñó__
Es como si… su sangre devorara la mía… como si me reclamara...
Ya en la habitación, el rey se dejó caer en el trono junto a la cama, apretando el brazo que le ardía.
Su respiración se agitó más.
Kaelvhar/Rey Vampiro
Eso no era humano.
__dijo con los ojos entrecerrados__
Puede que sea alguna divinidad disfrazada, y no lo noté… si despierta, podría destruirnos.
Rheven/Guardia -Vampiro
Entonces… ¿qué haremos?
Kaelvhar/Rey Vampiro
Lo mataré antes de que lo descubra, el veneno de mi sangre no lo matará.
__susurró con odio—.
No voy a permitir que algo más fuerte que yo viva bajo esta luna.
Pero antes de decir algo más, su cuerpo cayó hacia un lado, inconsciente.
Rheven lo sujetó con fuerza, alarmado.
Rheven/Guardia -Vampiro
¡Majestad!...
Miró preocupado la sangre aún fresca en el suelo, era como si la voluntad del príncipe… Pudiera someter incluso al rey de los vampiros.
Sylren abrió los ojos con un suspiro débil. La luz de la mañana se colaba por los vitrales, pintando su habitación de tonos dorados. Su cuerpo dolía como si le hubiesen arrancado el alma, pero estaba vivo.
Frente a él, su padre lo observaba en silencio, con los brazos cruzados.
Aedric/Rey -Humanos
Vaya.
__murmuró con frialdad—
Supongo que hasta el veneno falló contigo.
Sylren intentó incorporarse, pero apenas pudo levantar la cabeza.
Sylren/Príncipe °3
¿Veneno…?
Aedric/Rey -Humanos
Sí. Una daga envenenada con sangre de vampiro.
__dijo con tono seco__
Era para tu hermano, claro. Pero decidiste entrometerte.
El menor apretó los labios, sin sorprenderse.
Aedric/Rey -Humanos
Pensé que estabas muerto.
__añadió__
Te drenaron casi por completo… Fue casi decepcionante ver que no lo estabas.
Sylren bajó la mirada. Ni una palabra de alivio, ni una muestra de afecto. Solo desdén.
Sylren/Príncipe °3
Lamento arruinar sus expectativas, padre.
Kaiven no respondió. Se limitó a girarse con desdén y salir de la habitación, dejando la puerta abierta tras de sí.
Ya solo, Sylren se dejó caer de nuevo sobre las sábanas. El silencio se hizo denso…
Hasta que una voz, suave y antigua, susurró en su mente como un eco lejano:
Voz
Despierta… toma lo que te pertenece…
Sus ojos se abrieron de golpe.
Sylren/Príncipe °3
¿Qué fue eso?
__murmuró, mirando alrededor, pero no había nadie__
Apretó las sábanas, atribuyéndolo al trauma.
Sylren/Príncipe °3
Seguramente… solo mi imaginación. Casi muero, claro que voy a alucinar.
Suspiró. Su mirada se perdió en el techo de piedra.
Sylren/Príncipe °3
Cumplo dieciocho en unas semanas… y me iré de aquí. De este palacio. De este frío… de este vacío.
Una sonrisa triste cruzó su rostro.
Sylren/Príncipe °3
No me deben nada, así que no me quedaré esperando cariño. Buscaré un lugar donde nadie me conozca, donde pueda vivir… en paz.
Sylren/Príncipe °3
Solo necesito paz...
Sus párpados cayeron. Y por primera vez en días, Sylren se durmió tranquilo, sin miedo. Como si algo, en algún lugar, lo estuviera esperando.
Sylren montó sin prisa, dejando atrás el palacio. El bosque se abría ante él como una promesa de silencio, su lugar favorito desde niño. Su caballo, Éron, trotaba obediente junto a él. Siempre leal. Siempre atento. Como si entendiera más de lo que mostraba.
Sylren/Príncipe °3
Solo un rato.
__susurró__
Antes de que caiga la noche.
Al llegar al claro junto al lago, las nubes rompieron sobre ellos. Lluvia. Pesada. Fría.
Se refugió bajo un árbol, Éron se echó a su lado. El agua tamborileaba en las hojas, cubriéndolo de calma. Sylren apoyó la cabeza en el tronco, cerrando los ojos un instante.
Y con ella, el olor metálico de la sangre.
Un grito. Luego otro. Más adelante, una carroza había sido atacada. Hombres esparcidos en el lodo, cuerpos desgarrados y vampiros.
Dos, quizás tres. Uno bebía aún con la boca manchada de rojo.
Sylren/Príncipe °3
(Debo salir de aquí...)
Sylren retrocedió sin hacer ruido, pero el lodo le jugó en contra.
Sylren/Príncipe °3
Tch…
__resbaló, cayó de lado, y su tobillo crujió bajo su peso__ Maldita sea…
Aquello alertó a los vampiros y rápidamente lo vieron, para ellos era la sangre más joven más deliciosa que la que estaban bebiendo.
Sylren corrió como pudo, su respiración se mantenía firme, el rostro sereno, pero sabía que debía huir. No porque tuviera miedo, sino porque no era estúpido.
Se escondió tras un árbol, conteniendo el aliento. Los pasos se acercaban. La rama de encima crujió.
Sylren/Príncipe °3
Maldita sea... Si me encuentran estaré muerto.
__Sonríe un poco amarga aquella sonrisa __
Aunque eso es lo que desean mi propia familia...
El silencio reinó por un instante...
De repente, una figura emergió de entre las sombras… no uno cualquiera.
Kaelvhar/Rey Vampiro
Vaya, vaya…
__murmuró con voz profunda, su capa oscura empapada y los ojos encendidos__
¿Quién diría que el príncipe menor estaría tan lejos de casa… y tan solo?
Sylren lo miró directo. No se encogió. No pidió clemencia.
Sylren/Príncipe °3
Ustedes malditos vampiros, siempre creyéndose superiores solo por ser poderosos.
__Frunce su ceño __
Kaelvhar sonrió, y en un instante, se abalanzó sobre él.
El reflejo fue instintivo. Los ojos de Sylren brillaron de un rojo sangre. Giró sobre sí mismo y esquivó el golpe. Rápido. Preciso.
Kaelvhar/Rey Vampiro
¿Qué…?
__alcanzó a murmurar__
Maldita sea... Debo acabar con él.
Sylren no se detuvo. Saltó ágilmente a la rama de un árbol, como si no sintiera el tobillo.
Pero en cuanto el brillo rojo de sus ojos desapareció, su fuerza se desvaneció.
Sylren/Príncipe °3
¡Tsk...!
Rodó por el suelo y su mano golpeó contra una roca puntiaguda. Sangre brotó, caliente y espesa.
Sylren/Príncipe °3
Maldita sea... Claramente ya cualquier vampiro cerca sabe que estoy aquí...
__Trata de levantarse __
Kaelvhar apareció frente a él, más rápido de lo que pudo reaccionar. Sus ojos se oscurecieron.
Kaelvhar/Rey Vampiro
Tu sangre huele delicioso~
El rey bajó la mirada, siguiendo el rastro de rojo sobre los dedos del chico.
Su expresión cambió por un segundo. No era hambre. Era desconcierto… y algo más.
Pero pronto apretó la mandíbula. Lo recordaba.
Estaba allí por un motivo.
Su mano se cerró sobre el cuello de Sylren, firme como hierro.
Kaelvhar/Rey Vampiro
Eres un error.
__Susurró, los colmillos apenas visibles__
Y los errores… se corrigen a tiempo.
Sylren no se movió. Solo lo miró con calma, incluso con desdén, mientras luchaba por respirar.
Sylren/Príncipe °3
Mátame si quieres, siempre he sido un maldito error desde que nací.
Las garras de Kaelvhar se clavaron sin piedad en el cuello de Sylren.
La sangre del joven príncipe fluyó cálida sobre su piel, pero lo que no esperaba el rey de los vampiros era el súbito dolor que le atravesó el pecho como una lanza ardiente.
Su cuerpo se arqueó, sus colmillos rechinaron. Soltó al muchacho con un gruñido salvaje, retrocediendo como si hubiese tocado fuego sagrado.
Kaelvhar/Rey Vampiro
¡Maldita sea!...
Sylren apenas se llevó una mano al cuello herido. No gimió, no cayó. Solo se tambaleó hasta ponerse firme otra vez, con la mirada tan fría como el acero mojado por la lluvia.
Sylren/Príncipe °3
Hazlo.
__dijo con voz baja, cargada de rencor__
Mátame de una vez… ¿O también fallas en eso, así como fallaste anteriormente?.
Kaelvhar apretó la empuñadura de su daga con fuerza. Con un rugido, la alzó dispuesto a terminarlo.
Pero al intentar clavarla, su brazo se negó a moverse. El peso en su mano era descomunal, como si una fuerza invisible lo hubiese encadenado.
Su mirada se cruzó con la del príncipe…
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