POV SÁMARA

Este no es un verano cualquiera.

Es en el que ya tengo mi mayoría de edad.

El verano en que todo mi mundo dio un giro que ni yo lo vi venir.

Se que esas cosas no se deben hacer.

De verdad que no.

Las fuerzas del universo tuvieron que unirse en mi contra para enviarme a la escultura némesis más irresistible que jamás hayan visto sus ojos.

Una obra de arte tan, pero tan exquisita, atractivo y deslumbrante obra de arte hecha por los mismos griegos en forma de hombre, asignado para ser mi padre postizo

Él...

Les contaré la historia...

Estoy sentada frente a Pablo, con la mirada fija en el tablero de parqués. Mi mente trabaja a toda velocidad, intentando encontrar una salida, pero cada movimiento que considero parece llevarme a la derrota. Pablo por otro lado, parece tranquilo y confiado, con una sonrisa leve en sus labios.

Con un movimiento deliberado, él toma la última ficha y la coloca en el tablero, cerrando el juego. Me siento derrotada, y mi cuerpo lo refleja al dejar caer mis hombros y bajar la mirada.

—Te he ganado de nuevo—dice con una voz suave, pero triunfante.

Levanto la mirada y veo su sonrisa amplia. Me tomo un momento para procesar la derrota antes de extender mi mano y golpear el tablero ligeramente, indicando mi rendición.

— ¿Cómo demonios lo haces? —pregunte y Pablo negó con la cabeza.

Se reclina en su silla, con una expresión de satisfacción.

—Es cuestión de estrategia y paciencia —responde—. Ver el tablero de manera holística y anticipar los movimientos del oponente—

Me inclino hacia adelante, genuinamente interesada en entender su proceso de pensamiento.

 —Si, lo entiendo. Vale ya, tú ganas y no competiré con eso—

Lo veo reírse.

—¿Cómo crees que será nuestro nuevo papá?—pregunta mientras recogía la basura en la sala.

Me reí.

—¿Como más. Como un papá normal? Podría ser un millón de veces mayor que ella, no se puede saber, solo hay que esperar a que venga y lo presente— le respondí y él puso los ojos en blanco.

— No juzgarías así si fueras tú. Mamá tiene una forma de elegir hombres atractivos—

Esta vez me burlé.

—¿Dónde demonios vas a encontrar a un hombre atractivo que tenga más de cuarenta años? Pregunté y él se burló también de mí.

—Podrías sorprenderte— dijo mientras entraba en la cocina.

Terminé de recoger toda la basura y salí por la puerta trasera de la cocina, recordando lo que me esperaba en el momento en que llegara al jardín trasero. y como de costumbre, ahí estaba.

Un tentador chico de cabello rubio estaba allí, como siempre, cortando el césped al otro lado de nuestra cerca, estaba sin camisa Y sudando.

Definitivamente muy sexy.

Sonreí y me mordí el labio admirando sus musculosos brazos agarrando la máquina con fuerza.

De repente se detuvo para limpiarse el sudor de la cara.

Respiro fondo y giro su cabeza colocando su mirada en mí, pillándome desprevenida.

¡SANTO CIELO!

Parpadeé rápidamente y corrí de inmediato a casa, avergonzada de que me hubiera sorprendido mirándolo junto respiré hondo y vi a Pablo mirándome con un vaso de limonada en sus manos.

—Sabes, debería superar tu enamoramiento por ese chico ni siquiera puedes saludarlo— dijo y yo puse los ojos en blanco.

—Pff. ¿Qué te hace pensar que no puedo hablar con él?—

—Porque pasas cada verano acechando su espalda y huyendo de el en cuanto te ve. Estoy seguro de que va a empezar a preguntarse que te pasa—

Me burlé.

—No es que me importe—

—Aja si, como digas— dijo dirigiéndose a la puerta de la cocina para salir.

—Uhh... Por cierto, me alegra anunciarte que ya no soy virgen— Lo cual me hizo sorprenderme de tal manera que me hizo abrirle los ojos bien grandes.

—¿Qué?!!!!—

—Sí, hermana, con mi novia. Bebimos mucho en la fiesta de Antonio y se convirtió en una orgía. Maldición... deberías haber estado allí. Todos tuvieron sexo. Incluso hasta la insoportable de Lethy.

Tragué saliva al imaginarme ese momento.

—¿En qué se está convirtiendo la generación más joven estos días?— me reí.—Vaya, estoy completamente sorprendida—

—Créeme hermana. Deberías intentarlo se siente tan bien tener sexo. Ve y agarra al chico de al lado, invítalo a un almuerzo y luego lo llevas a tu habitación antes de que se le rompan los pantalones por su erección—Parpadee sin poder creer lo que Pablo me acababa de decir.

—¿Qué? ¿En qué momento llegamos hasta esta conversación? Nooo—

—Puedo de decirte desde mi perspectiva que ese chico quiere llevarte a la cama—

—Si claro, como si él…—

¡DING DONG!

Suena el timbre de la puerta y ambos nos quedamos mirando.

—Llego mamá, es hora de conocer a la nueva conquista—

Me aseguré que todo estuviera en orden, mientras Pablo se acercaba a la puerta para abrirla mientras yo iba detrás de él.

Abrió la puerta y…

—¡BIENVENIDOS!— exclamamos ambos al tiempo y mamá nos sonrió a los dos.

Me acerqué a ella y la abrace con fuerza

—Te extrañe mucho mama—

—Yo también te extrañé cariño, ¿cómo va la universidad?—

—Todo va en orden mamá—

—¿A mí no me preguntas cómo me fue en la escuela?—, musita Pablo con algo de celos.

—Oh, se que siempre estás bien. ¿No eres un chico grande?—, Ambas reímos. — Muy bien chicos. Me gustaría presentarles a Zeus—

Pablo y yo miramos detrás de mamá para ver al hombre que no habíamos notado, pero que había estado detrás de ella todo el tiempo, y mis ojos se abrieron de par en par, pero de inmediato trate de mantener la compostura.

»¡Oh Dios mío! Este es el mismísimo Dios griego«

Lo vi llegar en dirección a nosotros con su hermosa sonrisa y su mirada puesta en mí todo el tiempo.

—Hola, chicos— dijo con la voz más suave y sexy que jamás había escuchado.

»Santo cielo«

Estaba tan aturdida durante un largo periodo que no noté su mano extendida hacia mí.

—Sámara—mi mamá llámame atención, sacándome de mis pensamientos. La miré y ella señaló su mano.

—Oh sí, disculpa— le sonreí un poco apenada.

—Está bien, me pasa todo el tiempo— su intensa mirada me ponía cada vez más nerviosa.

»¿Por qué me mira así?«

Es tan hermoso, no entiendo cómo es esto posible. Definitivamente, es mayor que mamá, ¿Cierto? Pero, caray... mamá parecía incluso mayor que él, ¿O decidió pescar un rebaño más joven que ella? Todas estas preguntas pasaron por mi mente mientras mamá sostenía su mano románticamente y lo llevaba hacia el sofá.

Me senté en el brazo del sofá al lado de Pablo observándolos. Mamá parecía tan feliz con él, me reí suavemente para mí misma, Pablo tenía razón, esta vez realmente Mamá consigue un buen partido. y vaya qué partido, me picaba todo el cuerpo, sentía calor, y cuando le daba una mirada fugaz, está chocaba con la de él, porque ya el tteníala suya sobre mí.

—Ya vuelvo, voy a buscar algunas bebidas—

—Te acompaño mama—dije con la intención de alejarme lo más pronto posible de este dios griego estaba sentado sobre el sofá de nuestra sala con sus largas piernas musculosas cruzadas, perforándome con sus ojos grisáceos más hermosos seductores qué había visto.

No pude evitar sonrojarme estúpidamente mientras me disponía a seguir a mamá, pero...

—No, cariño. quédate con tu padre y hazle compañía, yo me encargo de traer las bebidas—

—Pero...—

—Sin peros, Sámara—

Con un poco de vergüenza volví a la sala para verlo nuevamente mirándome.

—No tienes que evitarme, Sámara. No muerdo—

Mi nombre salió de su boca de una forma que no puedo explicar.

»Al menos así lo escuché yo«

No pude evitar morder mi labio para evitar seguirme sonrojando y que el se diera cuenta.

—No estaba huyendo de ti, solo quería ayudar—

Me senté lo más lejos posible mientras veía a Pablo sentarse al lado de él.

—Bienvenido a nuestro hogar, nuevo papá, es un gusto conocerte—

—Gracias, ya me caes bien. Pareces mucho más amigable que tú hermana mayor—

Lo miré justo cuando acababa de mencionarme para verlo justo en ese momento, guiñarme un ojo.

»¡Santo cielo! ¿Acaba de...?«

Mi corazón empezó a latir a mil millas por segundo, necesita salir de aquí ya...

Incontrolablemente, antes de apartar la mirada rápidamente con el corazón latiendo salvajemente en mi pecho, me levanto de mi asiento.

—Uhh... Volveré enseguida. Tengo que revisar algo que dejé en el césped— dije y me volteé para irme.

—¿Estás segura de eso o es solo otra excusa para alejarte de mí?— su pregunta hizo que me detuviera en seco.

—No tiene nada que ver contigo... Papá—

Lo veo sonreír y devolviendo su mirada y atención a Pablo, y ambos rieron.

—Tu hermano es un poco fogosa. ¿Cuantos años tiene?—

—Tiene dieciocho. Acaba de cumplirlos el mes pasado—dijo sonríendo.—¿Y tú cuántos años tienes?—

—Bueno, puede que no me creas, de que siempre es el caso cuando le digo a la gente mi edad, pero... Tengo cuarenta— los ojos de Pablo se abrieron como plato y Zeus empezó a reír.

—¿Qué???!!! ¿Tienes cuarenta años??!!!—

—Si, chico parece que tengo el genes de la juventud fuerte en mi torrente sanguíneo—

—Obviamente, papá. Maldición. Pensé que tenías veintitantos o algo así. También pensé que mi mamá había cometido un error esta vez—

—No. No lo hizo—

—Entonces... ¿Juegas fútbol?—

—No te preocupes. Juego casi todos los juegos de todo tipo—

—¡Oh, WoW! Eso es estupendo tengo una práctica de fútbol a la que voy todos los fines de semana podrías venir conmigo. Necesito un entrenador constante. Mis compañeros siempre me intimidan por mis pobres habilidades—, dijo Pablo. Con un poco de tristeza en su mirada.

—Claro. Estaré encantado de entrenarte de vez en cuando y borrar esa confianza de sus caras—

—Sé que no es un error que hayas entrado en nuestro hogar—

Una sonrisa se le dibujó en sus labios y miró hacia la puerta por la que salí.

—Sí. Definitivamente, no es un error—

[•••]

Los eventos de la noche fueron espléndidos, Ya que toda la familia disfrutó de una cena extraordinariamente deliciosa que preparé yo misma, y Zeus parecía estar inmensamente impresionado con mi comida.

No paraba de hacer bromas sobre mí y de molestarme en la mesa, tanto que me puse roja y literalmente exploté delante de todos.

Mi hermano y mi madre se rieron de la situación y todo se sintieron muy a gusto con el encantador nuevo papá, que sabía cómo ganarse a todos.

Aun así, durante toda la comida, me sentí muy incómoda, porque sin exagerar. Pasó toda la cena mirándome fijamente, lo que me hizo sentir muy rara y fuera de lugar en la mesa.

Suspiré cuando vi que la cena terminó al fin y todos se dispersaron para ir a la cama.

Pero yo no me fui directamente a dormir. Salí de la casa al porche delantero para relajarme y disfrutar de la fresca brisa nocturna.

Eran tan solo las Diez de la noche.

Suspiré y saqué mi novia y la favorita para pasar el tiempo y relajarme un poco. Lo hacía más que todo porque mi vecino que me gustaba tanto también salía por la noche a relajarse en el coche familiar aparcado frente a su casa. cada noche luchaba conmigo misma sobre si debía ir a hablar con él y hacerle una pequeña charla, pero siempre fallaba.

No sabía por qué no tenía el valor de acercarme a él, ni siquiera para iniciar una conversación o saludarlo.

Dejé salir todo mi aire contenido mientras observaba la luz que emanaba de la ventana tintada del coche, si tan solo pudiera caminar hasta el coche y golpear la ventana.

—¿Qué haces todavía despierta y aquí?— esa voz gruesa me distrajo de mis pensamientos y me iré para ver a Zeus mirándome desde la puerta principal.

»¡Mierda!«

—Hola, papá. Eh... Lo siento. Estaba leyendo. Vengo aquí a leer y luego tal vez a tomar un poco de aire antes de dormir—

—No tienes que explicarme todo—dijo como un suspiro y cerró la puerta antes de acercarse a mí. —En realidad estoy por la misma razón que tú, necesitaba tomar aire—

—¿Características similares, eh?—murmuré con una risita sin mirarlo y pude sentir su mirada sobre mí.

»¡Maldita sea, podía sentir su mirada desnudándome! «

POV ZEUS.

Dios.

¿Por qué demonios tenía que ser más hermosa que su madre?

Y ella es... es una mujer adulta.

La observé morderse los labios nerviosamente, lo que me hizo tragar saliva.

Como desea morder esos labios rosados.

Sentí siempre pierna endurecerse haciéndome remover de mi lugar.

Ninguna mujer me había puesto así de duro mucho tiempo sin siquiera tocarla.

Admire sus pequeños y llenos pechos que obviamente estaban desnudo bajo el camisón de seda rojo que llevaba. Podría jurar que vi la forma de sus pezones contra la tela.

Sacudí mi cabeza y miré hacia otro lado.

»¿¡Qué demonios!?«

No debería estar pensando estas cosas sobre ella. Es demasiado joven para eso, y después de todo, su madre es mi esposa ahora. La miré y respiré hondo cuando el silencio se volvió insoportable.

—¿Por qué eres tan reservada?— pregunté y ella me miró mostrándome sus ojos miel, los más hermosos e inocentes que jamás había visto.

—Eh...¿Lo soy?—preguntó con curiosidad.

—Sí. Lo eres, obviamente—

—Lo siento, no lo sabía— la veo tragar saliva y mirar hacia otro lado. —Yo... Yo solo...—

—¿Hay algo que estés guardando en tu mente sobre mí?— pregunté con curiosidad intentando que me dijera que pensaba.

—¿Qué? No. No. ¿Por qué pensarías eso?—

—No pareces querer apartar tus bellos ojos de mí desde el momento en que entré—

POV SÁMARA.

»¿¡Que!?«

Aprete los dientes.

¿Este hombre me está tomando el pelo? ¿Ahora intenta echarme la culpa de todo a mí?.

—Deberías tener cuidado con las cosas que dices, Porque yo fui la que tuvo que soportar toda la noche que me mirabas como si fuera algún tipo de prueba para resolver—

—¿Yo te estaba mirando? Mírate, ya haciendo una gran soñadora. ¿Qué interés podría tener en ti? Ni siquiera eres atractiva para empezar—

Ahí, justo en este momento sentía mi corazón apachurrarse por escuchar eso, y no me importaba el hecho de que me lo dijera, sino de la forma en que lo hizo.

—En realidad, te estaba mirando porque intentaba llamar tu atención para que dejaras de mirarme, pero cada vez que lo intentaba, tú simplemente apartabas la vista, así que te parecía que yo te estaba mirando a ti—

—Eso no...—

—Sé que definitivamente intentarás defenderte, pero no hay nada que defender en esto. Solo ten cuidado con tus acciones. No quiero que mi esposa piense que soy un infiel—lo miré sin poder entender las cosas que dice. —Obviamente, lo haces jovencita. mMantenteuna distancia prudente de mí. No intentes nunca acercarte a mí ni hacer nada estúpido porque definitivamente no te gustaré—

Suspiré profundamente antes de volver la mirada hacia adelante.

—No entiendo por qué vienes a mí a decirme todas estas cosas, que ni siquiera tenía todo esto en mente. Menos con el esposo de mi madre, no soy lo que crees—

—Más te vale. Esta es tu última advertencia. Deja de mirarme como si fuera tu novio. La próxima vez que ocurre definitivamente habrá problemas—

»Lo miré atónica«

Definitivamente esto es más serio de lo que pensaba, sentí como mi temperamento subía. Pero decidí mantener la calma sin poder entender el giro tan repentino que había dado todo esto.

—¿Me entendiste?— preguntó y no me tomé la molestia de responderle porque trataba de contener la furia que hervía dentro de mí para no responderle cómo se merecía. —¿No me estás escuchando niña?—Suspire. —¿Ahora estás sorda?—

—Me gustaría que me dejara sola por favor señor Zeus—

Pude sentir una sonrisa, pero no me atreví a mirarlo.

—¿Así que ahora estás enojada conmigo porque te dije que no te acercaras a mí?—

»Ya no puedo más«

—Sabes, eres un engreído. ¿Que demonios te hace pensar que tengo el más mínimo interés en ti? ¿Que te hace pensar que alguna vez querría acercarme a ti? ¿Quién demonios crees que soy? No me conoces en lo más mínimo—

POV ZEUS.

Tragué saliva mientras ella desahogaba su ira sobre mí y me di cuenta de que me estaba excitando.

»¡Carajo!«

Su furia era tan sexy y atractiva.

Traté de mantener la compostura y no perder esta batalla con ella.

—¿Ahora me estás gritando? ¿No tienes algo de respeto?—

—Solo tengo respeto por aquellos que respetan mis puntos de vista y percepciones, no por acusadores ansiosos como tú. Mira, te lo voy a decir una vez también. Ahora entiendo completamente a dónde quieres llegar. No me interpondré en tu camino nunca más. Ahora déjame en paz. Por si no lo sabes estaba ocupada antes de que vinieras aquí a arruinar mi noche. Ni siquiera quiero verte acercar a mí otra vez. ¿Qué clase de Padre eres?—

Su osadía me hace enfurecer.

—Que niña tan terca eres—susurré y ella me miró con esos hermosos ojos de avellanas llenos de furia.

—Claro que sí, soy terca, lo admito. Ahora déjame en paz. ¡Lárgate de mi vista! ¡Vete! ¡Desaparece de aquí!—

La observé con incredulidad mientras libraba toda su furia contenida dentro de ella y finalmente apoyaba la cabeza en sus rodillas, probablemente para sacarme de su vista.

Me reí y me levanté.

—Como desees, Sámara— dije volviendo a entrar a la casa.

POV SÁMARA.

Respire hondo y levanté la cabeza cuando escuché que la puerta se había cerrado. Peiné mi cabello hacia atrás con mis dedos.

»¿Qué demonios? ¿Quién se cree este tipo?«

Necesitaba mantenerme lo más lejos posible. Admito que tuve un poco de admiración por su belleza cuando llegó, Pero eso no significaba que quisiera acostarme con él.

»Cielo santo«

No puedo creer que intentó echarme la culpa de todo como si lo estuviera seduciendo algo así. En realidad, pensé que sería un buen padre, pero su actitud en este momento lo arruinó todo.

Ahora lo detesto profundamente y tengo que hacer de ahora en adelante todo lo posible para evitarlo.

»No es digno de ser mi padre«

[•••]

A la mañana siguiente, bostece mientras me sentaba en la cama y me estiraba. Mire por la ventana con el cabello todo despeinado alrededor de mi cara.

Me froté los ojos somnolienta y me levanté de la cama caminando hacia esta para abrirla de par en par y dejar entrar el aire fresco.

»Uff, un nuevo día«

Mire de nuevo a mi habitación mientras el pensamiento de mi encuentro con el estúpido de Zeus se colaba en mi mente.

—Engreído—, murmuré mientras me dirigía al baño para tomar una ducha cepillar mis dientes y hacer mis necesidades.

En cuestión de minutos, salí del baño y entró a mi vestidor para buscar algo que ponerme.

Me decido por unos shor de Jean talle alto con una blusa azul de tirillas por dentro de este, me puse unos tenis, sujete mi cabello en una coleta dejando está caer hasta mis glúteos, me aplique mi perfume favorito y salí de mi habitación.

Bajé las escaleras hacia la cocina para comenzar las tareas del hogar como de costumbre.

Comencé a lavar los platos cantando una melodía alegre en voz baja para no despertar a los demás que aún dormían...

POV ZEUS.

Me lamos los labios mientras miraba la forma curvilínea del gran trasero que se le veía a través de esos shorts.

»¡Dios! Ella es exquisita«

Me peiné los cabellos hacia atrás y suspiré suavemente tratando con toda mi fuerza de contener el deseo que hervida dentro de mí. Sigo sin entender por qué demonios esta chica me hace desearla de esta manera.

Me picaba fuerte la mano por darle una nalgada. Mi verga ya estaba doliendo de lo dura que estaba, en realidad así pasó toda la noche por ella.

»Ni siquiera cogiéndome a su madre hizo que se bajara«

La vi girarse y sobresaltarse un poco, pero de inmediato se recompuso, la miré y ella dejó salir un suspiro.

—Buenos días— dijo pasando inmediatamente junto a mí saliendo de la cocina sin preocuparse si yo respondía o no.

»¿Está tan enojada conmigo?«

Entre a la cocina y me detuve en el fregadero, pronto regresó y me miró de frente a este.

—¿Puedes hacer el favor de moverte? Estoy ocupada aquí—

La miré y ella de inmediato evitó mi mirada y miró hacia otro lado mordiéndose el labio nerviosamente. Podía sentir su nerviosismo profundamente dentro de ella. Lo que me hizo soltar una leve sonrisa en mis labios apoyándome en el fregadero al tiempo que cruzaba mis brazos.

—¿Y si no me muevo qué?

Al fin volteó a verme y sus preciosos ojos miel brillaron con el reflejo del Sol en su rostro.

Solo basta con mirarlos y estos son suficientes para darme una erección severa.

—Solo aparte—

Cada vez que me habla con enojo solamente puedo sentir emociones por ella porque se ve tan sexy.

—Sámara—

Alguien llamó y ambos nos giramos para ver a su madre en la puerta, obviamente con sueño.

—¿Le estás hablando así a tu padre?—

—Oh, cariño estás aquí—me acerqué rápidamente a mi esposa. — No tengo idea porque ha sido tan dura conmigo desde ayer. He estado tratando de conocerla, pero ella es muy dura—, dije al tiempo que la miraba y notaba en su rostro sorpresa.

»Sonreí al ver su asombro«

—¿Eso es cierto, Sámara?—, pregunto Selena.

—Eso definitivamente no es cierto, mamá. Él es el que ha sido duro conmigo sin razón, como...—

—Todo lo que hice fue corregirte por un error que cometiste, pero lo tomaste con odio—

—¿Que?—, grito Selena.

—Pero...—

—Basta, Sámara. Encuéntrame en mi habitación privada de inmediato—, dijo Selena mientras se alejaba de nosotros.

Sámara me fulminó con la mirada en cuanto su madre se fue y yo me reí.

—Ve a reunirte con ella y pídele un consejo—, toda mi intención era hacerla perder el control, eso la haría verse más sexy.

Pero, en cambio, ella me mostró el dedo medio, antes de salir a unirse a su madre.

Ese gesto solo me hizo ponerme más duro.

Mire por la puerta de la cocina y observé su figura mientras se alejaba, admirando su gran trasero que rebotaba sin cesar mientras caminaba.

POV SÁMARA.

Caminé lentamente hacia la habitación privada de mi madre y me detuve en la puerta para verla pasear por la habitación con el dedo en la boca obviamente sumida en sus pensamientos.

Suspiré y entré para ver a mi madre girarse hacia mí bruscamente y mirarme con furia.

—¿Qué significa eso?—

Pregunto con evidente enojo en su voz y baje la mirada.

—No es lo que tú píen...—

—¿Entonces¿Qué es? ¿Qué te pasa, sámara? Pensé que estabas de acuerdo con la idea de que tuvieras otro papá—

Sacudí la cabeza visiblemente no quería que pensara de esa manera.

—Estoy bien con eso mamá. Pero no cuando papá es un imbécil—, dice y mamá me miró con más furia.

—¿Qué quieres decir con eso? Conozco a Zeus y es muy bueno con los niños—

—No soy una niña mamá, y tengo derecho a mis opiniones—

—Entonces dime exactamente cómo está siendo un imbécil contigo—

¿Cómo demonios le voy a decir a mi madre que el hombre me acuso de seducirlo? Definitivamente, le creerá a él y me despreciará.

Dejé salir todo el aire que tenía para evitar más disgustos y decidí mentirle.

—Está bien, tienes razón, estoy siendo una idiota con él y prometo que no volverá a pasar—, dije levantando mi cabeza hacia ella. —Pero con la condición que no se me saque de quicio—

Sin tener que decirle algo más salí de la habitación bajo la atenta mirada curiosa de ella...