Hola a todos y excelente julio, esta vez vengo a ustedes con una nueva novela, pero de hombres lobos y brujas. Si bien es un género que escribí anteriormente, esta novela tiene alrededor de 20 años. Si como leyeron, la escribí cuando tenía 16 para un concurso en mi colegio, no salí ganadora, pero quedé entre los mejores 20.
Obviamente, le hice varios ajustes, agregue y quite cosas y lo que eran solo 20 hojas, aquí serán más de 40 capítulos, espero que la lectura sea de su agrado y comenzaremos con la presentación de los personajes como siempre.
La novela estará a partir del 1.º de agosto y se publicará diariamente, si el tiempo me lo permite haré maratones para poder concluirla antes del 31 de agosto, si no la fecha de cierre es del 20 de septiembre. La idea es por día hacer uno o dos capítulos, a veces más dependiendo mis tiempos.
Como siempre les advierto sobre ciertos temas que se van a tocar que son sensibles para muchos, léanlo bajo su criterio:
☆Adicciones (alcohol y drogas).
☆Violencia (masacres).
☆Intento de violación y abuso físico y mental.
☆Intento de suicidio.
El hecho de que la novela contengan escenas fuertes no quiere decir que este de acuerdo con ellas, recuerden que es ficticio y cualquier semejanza con la realidad es coincidencia, no es necesario que haya comentarios ofensivos hacia mi persona como ocurrió en novelas anteriores, si en algún momento les deja de gustar la lectura no están obligados a seguirla, pero no me insulten.
Sophia Green, 17 años, humana.
Gemelos, Dante y Caleb, licántropos, alfas de su manada, tienen 18 años. Lobos grandes con pelaje negro como la noche más oscura y ojos rojos. Futuros líderes de la manada.
Katherine licántropo, loba blanca mediana. Tiene 17 años y es mejor amiga de Sophia. se conocen cuando ella empieza la nueva secundaria y también comienzan a trabajar juntas.
Evelyn, bruja con más de 1000 años, que aparenta tener 20. Amiga de Sophia de la ciudad donde vivía.
Kity, novia actual de Caleb, licántropo con una loba mediana de color rojizo con marrón. Tiene 18 años.
Luca, licántropo y beta de los gemelos. Tiene 18 años.
Tommy, humano, compañero de trabajo de Sophia y de Kat. Tiene 19 años.
La novela se desarrolla en un mundo ficticio, por ende los lugares que mostraré en imágenes si bien son reales en nuestro mundo, las descripciones o los nombres cambiaran completamente, la idea es que cuando vaya narrando ustedes se puedan imaginar de lo que se habla. algunas imágenes las realice con la IA y otras son simplemente sacadas del Google.
Pueblo de Glasgow
Bosque de Glasgow.
Bien ahora que todo está listo, espero que disfruten mucho de esta lectura. Cualquier cosa me escriben por privado o dejan comentarios en ella.
Les deseo lo mejor en esta mitad de año que queda y que puedan cumplir aquello que se propusieron o estar cada vez más cerca de cumplirlo.
les mando muchos saludos
Pitufina 💕
Para Sophia Green las cosas jamás habían sido fáciles y a sus 17 años muchas veces había deseado no existir, total a nadie jamás le había importado y la única persona que realmente la había amado, había fallecido hace 4 años dejándola con quien en su momento la había abandonado, pero lo mejor será que expliquemos bien este enredo para que comprendan el porqué del sufrimiento de esta niña.
Sophia fue abandonada por sus padres al nacer, de hecho fue su propia madre, Lauren, quien se la entrego a su abuela paterna, cuando la bebe apenas tenía dos días de nacida, la señora no salía de su asombro, porque jamás pensó que su hijo y su nuera se llevaban mal y menos entendió a su hijo cuando descubrió que había abandonado a la chica cuando estaba de seis meses de embarazo. Lo único que pudo hacer fue coger a la beba y la bolsa con ropa y pañales qué la chica le dejo y criarla como si fuese su propia hija en vez de su nieta. Esa fue la mejor parte de la vida de Sophia, su abuela la amaba incondicionalmente y siempre que la retaba lo hacía con el amor de enseñarle lo que estaba bien y lo que estaba mal. Nunca le levanto la mano o la voz, le enseño a cocinar cuando tuvo la edad apropiada y a coser su propia ropa cuando se le rompía. Le enseño a curarse aquellos raspones que la pequeña se hacía cuando se le ocurría escalar el árbol qué había en el fondo creyéndose un superhéroe y también a no confiar en los extraños. La ayudo en sus tareas del colegio y velo en las noches en que la niña se enfermaba, si ella era más su madre que su abuela, por eso el golpe fue tan duro cuando enfermo de repente y casi mortal cuando luego de dos semanas falleció.
El tribunal de familia determinó que, ya que no podían dar con el padre, a pesar de que él todos los meses mandaba cheques para solventar todos los gastos de la pequeña y dejar un pequeño ahorro para la universidad, terminaron por entregarla a su madre nuevamente.
Soy Lauren, ni se te ocurra decirme mama- fue lo único que le dijo mientras bajaban las escaleras del tribunal.
La pequeña de 13 años entendió en ese momento que ya nadie quedaba en este mundo que la quisiera. Encima a eso se le sumaba que su madre vivía con un hombre que lo único que sabía hacer era beber todo el día y gritarle cuando su sola presencia le molestaba. Darrel era peligroso, no solamente con Sophia sino también con su madre, cada tanto la dejaba inconsciente de los golpes y se dormía en el sillón, no trabajaba y encima debía tener su cerveza en la heladera todos los días o su agresividad era terrible. La niña comprendió que lo mejor que podía hacer, era pasar desapercibida por esos dos personajes y cuando no podía hacerlo terminaba en su cama varios días sin poder siquiera ir al colegio para que nadie supiera lo que había pasado.
La única persona que sabía lo que en esa casa pasaba era Evelyn, una joven vecina que había entablado una amistad con Sophia y que a veces dejaba que se quedará a dormir en su casa cuando los gritos y los golpes en la suya era insostenibles, tenía 3 años más que ella e intentaba ayudarle en todo lo que podía, aunque a veces Lauren se interponía entre eso y ya la había amenazado de que no se metiera mucho o terminaría mal. Lo cierto es que a la madre solamente le interesaban los cheques que recibía por mes, ya que con eso abastecía los vicios de su esposo.
A los 17 años, su vida quedó empacada en dos cajas y una valija, su madre había decidido irse de la ciudad a un pueblo que le daba un trabajo con muy buena remuneración y ella aún era menor de edad para decir que no.
Sophia si lo deseas puedes quedarte aquí conmigo- le dijo Evelyn cuando ella fue a despedirse.
Quedarme solo te traería problemas Eve y yo jamás podría hacerte eso- el abrazo duro más de lo esperado porque ambas mujeres lloraban. Una porque sabía que no podría seguir protegiendo a su amiga y la otra porque otra vez volvía a enfrentarse sola a sus abusadores.
Soy mayor de edad, podría si tú quieres pedir tu tutela, pero no te vayas- le suplicaba Eve, el miedo que tenía de lo que pudiese pasarle le acongojaba el corazón.
Estaré bien, hablaremos todos los días- le dijo mostrándole el celular que su amiga le había regalado el día de su cumpleaños.
No dejes que ella te lo quite y lo venda, y si necesitas dinero solo avísame y te pasaré- le dijo secándole las lágrimas.
Sophia se nos hace tarde, quiero tu culo en el auto en este momento- el grito de Lauren hizo que ambas voltearan a verla, estaba apoyada en el vehículo con los brazos cruzados y molesta.
Será mejor que me vaya, espero que nos veamos pronto y créeme que te escribiré seguido- le dijo antes de alejarse.
Si no me escribes o contestas mis llamadas, iré yo misma a Glasgow a buscarte- le grito bien alto para que tanto Lauren como Darrel escucharan.
El viaje fue sumamente silencioso, Sophia repasaba en su mente las palabras dichas por Evelyn, si le hubiese dicho que si, a pesar de tener 20 años, ella misma hubiese hecho todo lo posible por conseguir la tutela y cuidarla, habría estado muy bien con su amiga, pero los problemas que le habría dado hubiesen sido abismales.
Llegaron a un pueblo sumamente hermoso, las calles con adoquines eran magníficas, las casas se alzaban a los costados, en su mayoría de dos pisos, con tejados de color negro o rojo. La plaza central estaba colmada de puestos de vendedores ambulantes y el centro del lugar tenía locales de todo tipo. Muchos jóvenes se juntaban alrededor de un pequeño lago a disfrutar de la tarde que si bien estaba nublado, hacía calor y no había ninguna amenaza de lluvia a la vista.
Pararon frente a una casa antigua, muy parecida a las demás, solo que esta tenía la pared cubierta por una enredadera con pequeñas flores de color morado, la puerta blanca de entrada estaba un poco despintada, dando a entender que hacía mucho tiempo que nadie había vivido allí. Si bien era un lugar muy amplio, las telas de araña y el polvo cubrían gran parte de la superficie del lugar y algunos muebles tenían sábanas blancas encima.
Busca el cuarto más pequeño- le dijo Lauren en cuanto la vio subir las escaleras.
Si lo sé- el desgano en la respuesta era notorio y normal.
En el segundo piso había 4 puertas, por curiosidad abrió una por una y en la última encontró una pequeña habitación con un baño privado, para algunos sería desagradable, pero para ella era un lujo y le encantaba, saber que lo único que compartiría con ellos sería la cocina.
La ventana del cuarto daba a un frondoso bosque, los árboles se alzaban cubriendo la gran parte de la luz que el sol podría darles, se notaba que había un camino para adentrarse, pero pensó que lo mejor era esperar hasta el día siguiente para recorrerlo. Ahora en su cabeza solo había una cosa que era sumamente importante, conseguir un trabajo de medio tiempo para sus gastos personales y para seguir ahorrando. Lauren gastaba todo su cheque en su esposo, así que Sophia comía lo que robaba a hurtadillas por la noche de la heladera o lo que Evelyn le daba, a sus 16 años había comenzado a trabajar en un kiosco y con eso había ahorrado un poco de dinero, su plan era sencillo, cumplir los 18 años y largarse de esa casa y para eso solo le faltaba 9 meses.
La mañana había llegado, aunque al igual que el día anterior, también estaba nublado. Glasgow era conocido por ser un pueblo que vivía gran parte del año con neblina y bajo las nubes, contados eran los días de sol abundante; sin embargo, las cosechas y la vegetación eran sumamente buenas. A pesar del clima, el pueblo se sostenía por la construcción y la pesca, esos eran los dos negocios más importantes que había allí y en poco tiempo pudieron agrandar el lugar para evitar depender de los pueblos aledaños, ahora contaban con una escuela y secundaria y un hospital de última generación.
El líder del lugar era el señor Morrinson, un hombre de mediana edad que junto con su esposa, hacían lo que era mejor para todos los habitantes y conseguían contratos de construcción en otros pueblos que daban trabajo y comida a su gente. Tenían dos hijos gemelos, Caleb que era más grande por solo diez minutos y Dante qué a diferencia del serio de su hermano siempre había sabido ser el alma de la fiesta.
Mientras terminaba de higienizarse, sophia cerro los ojos esperando que a diferencia de la ciudad, en este pueblo y en la escuela no hubiesen bullings. Ya la había pasado demasiado mal en el colegio, ella tenía una condición que según su abuela había sido heredada de su padre, tenía heterocromía, o mejor explicado un ojo de cada color, uno celeste y el otro marrón, para algunos eso fascinante, para otros ella era un bicho raro y así la habían llamado gran parte de su infancia.
Bajo las escaleras con su mochila gastada a cuestas, dentro llevaba dos cuadernos y una cartuchera vieja que contenía dos lapiceras, un lápiz, una goma y un sacapuntas. Como ella se abastecía de todo, esta vez no quiso darse el lujo de comprarse cosas nuevas o de lo contrario sus pocos ahorros bajarían y ya bastante tenía con que debía comprarse la comida hasta que consiguiera un trabajo.
La escuela quedaba cerca de la casa, así que iría caminando, el trayecto la hacía pasar por las calles céntricas, por ende aprovecharía para ver precios y saber de lugares que necesitarán ayudantes. Por esta vez la suerte estaba de su lado, una cafetería necesitaba meseras por la tarde y ella no tardo en ingresar para pedir el puesto.
Muy buenos días, vengo por el trabajo de mesera- dijo al hombre que se encontraba preparando los cafés.
Muy buenos días, pequeña ¿eres nueva en el pueblo?- le dijo el hombre mirándola de arriba hacia abajo, pero no con desprecio.
sí, llegamos ayer a vivir aquí, estudiaré en la secundaria que está cerca y podría trabajar durante la tarde- le explico amablemente.
Muy bien, si te parece correcto, cuando termines hoy las clases puedes venir a probar suerte, mi nombre es Henry- le dijo estirando la mano.
Sophia no tardo en tomarla y darle las gracias por la oportunidad, el sueldo era bueno y le dejaba un buen margen para guardar. Quedaron en que ni bien terminaran las clases a las 3 de la tarde ella se presentaría a trabajar, él le tendría preparado el uniforme y el horario sería hasta las 10 de la noche, podía merendar y cenar allí mismo o llevarse la cena a su casa, lo cual le encantó porque eso le evitaba comprarse comida y que Lauren o Darrel se la comieran.
Siguió su camino hasta la secundaria, pero ahora una sonrisa adornaba su rostro, la felicidad de saber que nuevamente podía darse el lujo de comprarse ropa o de abastecerse de productos de higiene le llenaba el pecho.
El edificio donde iba a estudiar era bastante moderno a comparación del pueblo en sí, pero se notaba acogedor. Si había algo que a Sophia no le gustaba era ser el centro de atención, que era lo que estaba pasando en este momento. Como era la nueva, todos la miraban mientras ella caminaba por los pasillos y se dirigía hasta la recepción donde debían darle el material de estudio y sus horarios.
Muy buenos días- una chica de cabello rubio y ojos claros la cruzó justo antes de que ella ingresará en recepción -ni nombre es Katherine y tú debes ser Sophia ¿verdad?- la chica extendió la mano para saludarla.
Buenos días, si esa soy yo- le contesto estrechando su mano y devolviéndole la sonrisa.
Bien, soy del consejo de estudiantes y mi deber es enseñarte el lugar, pero como tenemos la misma edad, de seguro compartiremos varias clases juntas- le dijo mientras ambas entraban en la oficina para retirar los horarios de Sophia.
Buenos días, chicas, oh tú eres Green, bienvenida a Glasgow, estos son tus dos libros de estudio y aquí tienes tus horarios. Espero que tu estadía en este lugar sea sumamente satisfactoria- le dijo Mary, una señora de mediana edad, de cara regordeta y sumamente amable.
Bien tenemos varias materias juntas, en este momento debemos ir a matemáticas. ¿Te gusto el pueblo?- Kat era muy agradable y conversadora, en parte le recordaba a Evelyn.
No puede recorrer aún mucho de este lugar, pero parece que todos son amables aquí. Ya a la mañana por suerte conseguí trabajo, así que creo que me irá muy bien- le contesto también sonriendo.
¿En serio? ¿Dónde?- le pregunto curiosa.
En la cafetería de Henry- le contesto.
Increíble, entonces aparte de ser compañeras aquí también trabajaremos juntas- le dijo abrazándola, lo cual sorprendió a Sophia.
¿tú también trabajas allí?- le pregunto devolviéndole el abrazo.
Si, cuando salgo del colegio, si gustas puedo llevarte tengo auto- le dijo mientras ingresaban en el aula.
No quisiera molestarte- le contesto.
Oh vamos no es molestia, aparte cuando salimos te dejo en tu casa. No es lindo caminar sola de noche por más que vivas cerca de allí- le dijo dejando su mochila en el pupitre.
Bueno, pero me dejarás darte para la nafta cuando cobre- le contesto y se sentó a su lado, donde justo había un asiento vacío.
Bien, bien. Si quieres también puedo traerte al colegio, no te lo dije antes, pero vivo a dos cuadras de tu casa. Cuando me dijeron que debía darte la bienvenida, leí tu archivo, así que si te parece bien nos manejaremos juntas- la sonrisa de Kat era contagiosa y a pesar de que Sophia no había sido jamás una chica muy dada, lo cierto es que se sentía muy a gusto con ella.
¿Vas a ser mi chófer?- le pregunto curiosa.
No, si me dejas, seré tu amiga- le propuso.
Me encantaría, en verdad te lo agradezco- le dijo antes de que el profesor pidiera silencio y comenzará con la clase.
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