CAPITULO 01
Habían pasado un año 6 meses desde la muerte de Adonis y 8 meses de la muerte de Max y Agramon; el día había empezado con la alerta de huracán, toda la familia estaba algo alterada, preparándose para el impacto.
Hasta los más jóvenes de la familia estaban ayudando en lo que podían, Roció tenía 8 meses de embarazo 3 semanas; la presión de lo que estaba pasando la hizo ir al hospital, los que tenían profesiones de la salud de la familia se fueron al hospital para ayudar en lo que pudieran, Hermelinda tambien se fue al hospital para cuidarla, sabía que todos estaban ocupados y ella quería ser útil, cuidando de Roció.
JEAN Y Harry fueron a las torres para cuidar la seguridad y guiar a todos en lo que tenían que hacer; en la casa solo se quedó NEYLANE cuidando de Xiao que tenía ya 9 meses de embarazo, que no quiso ir al hospital y ocupar un cuarto que podía servir para alguien que estuviera realmente enfermo, ella sentía que estaba bien.
Xiao estaba en la sala sentada con NEYLANE, esperando por noticias, cada hora o dos horas llegaba alguien de la familia a ver que estuvieran bien; los vientos eran fuertes, el mar se podía escuchar hasta la casa, la lluvia era intensa y así había estado todo el día.
Todos esperaban que el huracán se fuera de paso, que tomara otro rumbo, el daño que ya había causado era bastante grande y muchas personas de la isla ya estaban en el hospital por algún daño físico que habían sufrido.
NEYLANE estaba preocupada por todos en la isla, por sus jóvenes descendientes que estaban ayudando, poniendo sus vidas en peligro, pero tambien entendía que todos tenían que ayudar; ella trataba de distraer a Xiao, no quería que preocuparla para que no afectara en su embarazo, pero las horas pasaban y cada vez estaban más solas.
Eran las 10 de la noche, tenían ya tres horas sin saber nada de nadie y lo que era peor no había señal en el celular, ni línea en el teléfono de casa, tampoco había internet; las dos no decían nada, pero estaban preocupadas y en ese momento se fue la luz, escucharon el fuerte estruendo cuando un árbol cayo en el generador de la luz.
Xiao se asustó mucho al escuchar el horrible ruido, seguido de los rayos en el cielo, NEYLANE la abrazo, hasta ella sintió algo de miedo en esa oscuridad, pero rápido se calmó y busco unas veladoras, encontró algunos candelabros con veladoras, que prendió rápido, las llevo a la sala donde estaban Xiao.
Los ruidos fuera de la casa cada vez se escuchaban peor y lo que lo hacía peor eran el crujir de los árboles al caerse por los fuertes aires; estaba siendo un momento difícil para ellas, que estaban solas en esa enorme casa, aunque estaban seguras, de todos los edificios en la isla, su casa era la más segura, con paredes reforzadas y un techo tan seguro que podía soportan miles de kilos encima.
Cuando el huracán toco la isla, lo que escucharon las altero tanto, que Xiao ya no pudo soportarlo y sus nervios, el miedo la invadió haciéndola que en ese momento su fuente rompiera.
Xiao se quejó por el dolor que sintió al sentir la primera contracción, seguido de la humedad en sus piernas, voltea a ver a NEYLANE y tratando de sonar tranquila le dice. – Creo que el bebé va a nacer.
NEYLANE se le queda mirando al mismo tiempo que le dice. – No me digas eso, no en este momento.
Como cosa de chiste al terminar de decir eso Xiao grita por el dolor de una segunda contracción, el parto se había venido y ellas estaban solas; rápido NEYLANE le pidió que se calmara, mientras que ella iba a buscar ayuda.
Xiao no quería que se alejara, pero no le quedo de otra, NEYLANE fue a la puerta de salida para ver si miraba a alguien, pero no logro ni abrir la puerta de los fuertes vientos que había, intento marcar con su celular, pero seguía sin señal, lo mismo con el teléfono de casa, estaba desesperada sin saber que hacer, escuchaba como Xiao gritaba con cada contracción y después de 30 minutos la escucho decir. – Quiero pujar, siento la necesidad de pujar.
NEYLANE suspiro profundamente sabía lo que eso significaba ella estaba lista para que su bebé naciera, tomo el botiquín de primeros auxilios que estaba en la sala, estaba sobre uno de los pilares, ideas de Daniel por alguna emergencia tenerlo a la mano.
La acomodo en el sofá grande, puso algunas almohadas en su espalda, le ayudo a quitarse las bragas, lo bueno era que traía un vestido materno, para NEYLANE fue un alivio, después tomo el botiquín, saco las tijeras que baño en agua oxigenada.
Se puso entre sus piernas y le dijo, estamos listas mi Xiao, tus padres nos van a cuidar y tu bebé va a nacer bien, yo te voy a ayudar, en ese momento Xiao grita por otra contracción que fue más fuerte.
Xiao empezó a pujar y NEYLANE le decía que pujara más, tardaron un poco y por fin NEYLANE grita de emoción al ver su cabecita, le pidió que siguiera pujando, pero ella sentía que ya no podía más, sentía dolor, se sentía cansada.
NEYLANE se daba cuenta que ella ya no podía más, pero rápido le dijo. – Xiao, no te rindas, falta poco, ya casi sale, solo puja un poco más.
Xiao sentía tanto dolor y un cansancio que sentía que ya no podía, pero tenía que sacar fuerza no podía dejar que nada le pasara a su bebé y pujo con todas sus fuerzas, siguió hasta que NEYLANE grito. – Ya está fuera, lo hiciste bien.
El llanto del bebé se empezó a escuchar en toda la casa, era hermosa, mientras que NEYLANE la limpiaba y cortaba el cordón umbilical como una vez le enseño Daniel; ella había tomado unas clases de parte de Daniel, tenía el conocimiento básico por si pasaba una emergencia, nunca pensó necesitarlo, pero en ese momento todo lo que le enseño le estaba sirviendo para poder atender al bebé de Xiao.
NEYLANE estaba emocionada, la bebé estaba bien, respiraba y tenía buenos pulmones su llanto era fuerte; las dos estaban felices, aunque NEYLANE ya no pudo hacer más, tenía que esperar a que llegara alguien de la familia, que pudiera seguir con la siguiente parte.
Xiao estaba llorando de la emoción y en ese momento dijo. – hola, mi pequeña Estela, bienvenida a la familia.
NEYLANE se emocionó al escuchar el nombre del bebé, que era el mismo que el de su hermana Estela, acariciaba su cabeza y le decía que lo había hecho bien, tambien le daba la bienvenida a la pequeña Estela, mencionando su nombre y lo hizo más de una vez.
A los 30 minutos después del nacimiento de Estela, todo se calmó afuera, ya solo quedaba la lluvia, algo de aire, pero se podía sentir la calma, el huracán había pasado y la puerta se abrió, había llegado Nasir, Janet y la pequeña Maritza, entraron discutiendo, porque las habían dejado solas, cuando se suponía que alguien de la familia iba a estar con ella, pero en el momento que las vieron se quedaron sorprendidas al ver que Xiao tenía a su bebé en sus brazos.
NEYLANE rápido le dijo a la pequeña Maritza que la revisara, que terminara con el proceso, pero ella no quiso hacer más ahí, rápido ordeno a Nasir que la cargara y la llevara al carro para ir al hospital.
Al llegar al hospital vieron que había demasiada gente herida, NEYLANE mando a Nasir a buscar a Dylan, mientras que ella se fue a la habitación con Janet a esperar a Xiao y al bebé; ella se sentía emocionada, recibir un bebé fue lo más hermoso que había hecho en su vida, pero aún más lindo era pensar que ese bebé era la nieta de su hermana y su adorado cuñado; 20 minutos pasaron cuando llego Daniel y Annelly con el bebé, rápido la reclamo NEYLANE, estaba feliz de tenerla en sus brazos.
La familia fue llegando poco a poco, felicitaban a Xiao y trataban de abrazar al bebé, pero NEYLANE se apoderó de la pequeña no se la prestaba a nadie, estaba como si fuera la abuela teniendo a su primera nieta en sus brazos; cuando JEAN y Harry llegaron al saber el nombre de la bebé se pusieron felices, fue algo que no se esperaban era como tener doble alegría.
Dylan fue el último en llegar, estuvo en el pueblo sacando una familia que había quedado encerrada bajo los escombros de una casa, fue difícil, pero al final los sacaron y lo mejor fue que estaban vivos, una vez que terminaron Nasir le dijo que su hija había nacido.
Fue un momento de alegría, el pequeño Brandas JEAN, Kim, Jones y Bruno gritaron de la emoción y lo felicitaron, pero como era de esperarse Dylan se empezó a poner ansioso, se empezó a preocupar por su mujer, tambien sintió algo de tristeza por que no pudo estar en el parto.
Bruno miraba lo desesperado que estaba Dylan por ir con su esposa, pero aun tenían que hacer cosas en el pueblo, estaba sin saber que hacer, en ese momento le dice. – Dylan, vete rápido, tu esposa y tu hijo te están esperando nosotros nos haremos cargo del resto; Nasir será mejor que lo lleves, está demasiado nervioso, puede ocasionar un accidente.
Nasir llevo a Dylan al hospital, corrió por esos pasillos tan largos hasta llegar a la habitación donde estaba Xiao y su bebé; al entrar a la habitación se sintió tranquilo de ver que su esposa estaba bien, se le acerco y la beso, rápido pregunto cómo estaba, Irma que estaba ahí le respondió que todo estaba bien, que no tenían que preocuparse.
NEYLANE tuvo que entregarle el bebé a Dylan, algo de lo que no se sintió muy feliz, pero al ver a los tres juntos fue algo que la alegro; toda la familia se despidió de ellos y NEYLANE junto con JEAN tambien se despidieron de ellos, regresaron a casa.
Al día siguiente Dylan llevo a casa a Xiao, con su bebé, la familia se tomó un poco de tiempo para recibirlos; le dijeron a él que no tenía que hacer nada solo cuidar de su esposa y de su hija.
Todos los miembros de la familia ayudaron con las reparaciones del pueblo, tambien tuvieron que reparar la casa de la playa que aprovecharon para hacerle unas mejoras, como un tobogán que daba a la playa, una alberca a un lado de la casa, la hicieron más cuartos en la casa, un cuarto de juegos para los niños y las mesas que estaban a fuera las hicieron mucho más grandes.
Eso tambien ayudo hacer más grande el pueblo, nuevas casas para parejas jóvenes, el kínder, la primaria y la secundaria la hicieron más grande, al hospital lo hicieron más grande, la plaza tubo mejoras, hasta el manantial tuvo mejoras, las torres de seguridad, la isla completa tuvo una mejora, fue un cambio completo.
Fue un cambio que se hizo en meses, pero la dejaron hermosa la isla; 12 días después del nacimiento de la hija de Xiao nació el hijo de Gregorio y Roció, los tomo por sorpresa en la madrugada, como era de esperarse en esos días Gregorio no ayudo en nada se la paso pegado a su esposa y cuando el momento llego se portó a la altura.
Apoyo a Rocío la llevo al hospital, la familia completa estuvo fuera del quirófano esperando que saliera; para ella no fue un parto sencillo, tuvieron que hacerle cesaría, porque uno de sus bebés venia volteado, tuvieron dos bebés, una hermosa parejita.
Gregorio estaba que no cabía de la felicidad, aunque fue difícil ver cómo le abrieron el abdomen para sacar a sus bebés; él mismo se encargó de cuidarla, de estar para todo lo que ella necesitara y seguía las indicaciones que Irma le dio al pie de la letra, para que su hermosa esposa pudiera estar lo más cómoda que se pudiera.
La familia estaba creciendo, JEAN Y NEYLANE se sentían felices y cuando menos pensaron Adonis ya tenía dos años de muerto, Max y Agramon tenían un año y 10 meses; la familia se reunió para comer, esta vez hicieron que Leandro tambien estuviera, tenía un año 9 meses sin ir a la isla, NEYLANE lo obligó a regresar al igual que a todos lo que ya habían salido de la isla a estudiar.
Los más grandes de los tataranietos que ya tenían edad ya habían salido de la isla, para seguir su propio camino de la misma manera que Leandro, pero en este día, NEYLANE quería tener a toda la familia junta y obligó a todos a estar en la isla.
Todos los tataranietos aprovecharon para pasar unos días con la familia, no todos habían salido algunos se quedaron, los que tenían bien definido lo que querían para su futuro.
Zuria desde que tuvo que tomar el lugar de Agramon, había tenido mucho trabajo, al igual que el pequeño Max, seguido estaban viajando, algunas veces lo hacían solos, otras llevaban algún miembro de la familia o a sus parejas; ellos tambien se tomaron esa semana para disfrutar de la familia, pero a media semana Zuria recibió una llamada, se le hizo algo extraño venia de África y lo que era aún más extraño que el celular que sonó era uno que le dio Agramon.
Agramon le dijo que nunca se separara de ese celular, que llamada que entrara tenía que contestarla y atender a la persona que le hablara, porque era uno de sus aliados más leales.
Zuria tuvo que levantarse de la mesa, la llamada entro justo cuando estaban comiendo, se retiró de la mesa y en cuanto contesto escucho la voz de un joven que le dijo. – General Agramon, disculpe por molestarla soy el tátara nieto de Sekou.
Me mando hablarle por que ocupamos su ayuda, en la tribu y en la zona están desapareciendo las personas, nosotros tratamos de investigar, pero no hemos podido dar con los responsables y lo poco que logramos encontrar fue a un joven muerto por un arma de fuego, usted sabe que en nuestra tribu no contamos con armas de fuego.
Ocupamos de su ayuda, no podemos proteger a nuestra gente solos, mi tátara abuelo se lo pide como un favor y siendo algo brusco dijo que si se negaba tenía que decirle que le debía un favor, que, con la pena, pero se lo está cobrado.
Zuria al escuchar lo que le decía y a pesar de sus palabras algo agresivas, pensó que eso solo podía ser por la angustia que debían estar pasando, pero lo más importante era que Agramon le dijo que siempre tenía que estar para ayudarlos, se los encargo de una manera especial; una vez que el hombre que le hablaba le dijo. – Antes que nada, tengo que decirte que Agramon tiene 1 año y 10 mes de muerto, pero me dejo de encargada a mi para que les ayudara en lo que ustedes necesitaran.
Mi nombre es la maestra Zuria, mañana mismo saldremos para donde estas, solo necesito saber ¿en parte de África estas? Para poder aterrizar lo más cerca posible y mejor sería si tú vas a recibirnos.
El hombre le dijo. – le mandare mi ubicación y yo los voy a esperar en el aeropuerto, mi nombre es Amadi; maestra Zuria, gracias por su ayuda y disculpe si fui grosero con usted, pero estamos desesperados, nuestra gente corre peligro.
Zuria le dijo que no tenía que preocuparse y una vez que corto la llamada, regreso a la mesa con todos; una vez que terminaron de comer, le pidió una reunión a Nasir, a Dulía, a Lían, a JEAN, a Harry, a Maritza, a Max JEAN, a Gadiel JEAN y Brandas JEAN.
Fua algo extraño, pero todos aceptaron y fueron al despacho ahí Zuria les explico lo que pasaba, sobre el celular que Agramon le dio unos meses antes de morir, les dijo que le encargo demasiado a la persona que le marcara a ese número; hablo de la llamada y del problema que parecían tener, que al parecer eran tratantes de personas en África, en una remota tribu.
Una vez que Zuria termino de hablar, JEAN le dijo que él sabía de quien se trataba y le dijo que eran algo más que aliados, Sekou había salvado la vida de Agramon, cuando tuvieron una misión en África, por problemas de los diamantes, ayudaban al padre de Saraí.
Max fue picada por una serpiente y Sekou le salvo la vida, ayudo a Agramon a cargarlo bastantes kilómetros hasta llevarlos a su tribu; ellos los mantuvieron ocultos de los enemigos, hasta que llego su apoyo, en ese tiempo de espera murieron algunas personas de su tribu por protegerlos, pero les mostraron lealtad.
Agramon les ayudo a dejar la tribu segura, la hizo parte de la familia, algo que les dio protección por muchos años, porque desde ese día que ellos salieron de ahí, no había escuchado que ellos tuvieran problemas y si ese celular sonaba era su obligación atenderlo, ayudarlos para que la paz volviera a esa tribu.
JEAN dio la orden directamente, tenía que organizar en esa tarde un equipo que la iba acompañar, no dejo que nadie opinara o que pusiera un pero en la misión, era un hecho que se tenía que atender la petición de Sekou.
Zuria estuvo de acuerdo y se puso a trabajar con ellos, para ver qué equipo la iba a acompañar; Nasir propuso a Jones y a Kira como su principal apoyo, eran de los que más se adaptaban a su forma de trabajar.
Harry propuso a Paola, siendo una de las mejores en tecnología y con buen entrenamiento, buen manejo de arma de fuego, con una buena técnica de pelas, pensó que era el mejor apoyo en esa misión; también dijo que Joshua no podía ir, no tenía entrenamiento y si había un ataque directo no iba a ser de ayuda, pensando que al lugar que iban era incierto, se ocupaba estar preparado para todo.
Maritza propuso que la pequeña Maritza fuera con ellos, ocupaban un médico general y al igual que los demás debían tener entrenamiento, estar preparada para un ataque.
Max JEAN al ver que todos decían que el equipo estaba listo dijo. – Esperen un poco, creo que falta uno más en el equipo y creo que es buena oportunidad para que unos de nuestros jóvenes descendientes vayan a una misión de alto riesgo.
Se que todos han de está pensando que es una tontería, pero no podemos mantenerlos ajenos a los riesgos, tienen que ser fuertes y aprender más de nosotros para cuando se llegue el momento de que ellos estén donde nosotros estamos estén preparados.
El pequeño Max ya está tomando esa iniciativa y ha demostrado que los que ha llevado con él a sus misiones, lo han hecho bien, han aprendido, pero lo mejor es que aprenden de nuestros errores, en el futuro sabrán que hacer en una misma situación, por eso propongo a Lupita.
Ella desde los ocho años, supo que camino quería seguir, fue entrenada por Agramon y por ti Zuria; quiere ser una francotiradora y por lo que he visto lo ha hecho bien, pero necesita un poco más de entrenamiento, estar en misiones como esta para que pueda mejorar sus habilidades.
Recuerden que nuestros enemigos cada vez son más fuertes, ellos se preparan para vencernos, para matarnos y tenemos que estar preparados, pero más que nada nuestros descendientes tienen que estar listos para lo que se viene y para cuando tomen nuestros lugares.
JEAN, Harry y Maritza estuvieron de acuerdo, agregaron a Lupita a la misión, aunque para Zuria no era algo bueno, ponerla en ese peligro era algo que no quería, pero no tuvo más opción más que aceptarlo.
Zuria y Nasir se encargaron de hablar con todos lo que irían en la misión, tambien hablaron con Kilian y Claudia que eran los padres de Lupita; les explicaron el problema que había y de que trataba la misión, lo peligroso que era, si ellos no querían que fuera ellos lo respetarían y la quitarían de la lista, pero Claudia no se la pensó mucho, les dijo que estaba de acuerdo.
Para Kilian fue más difícil tomar la decisión, era su pequeña hijita, que ya tenía 19 años y a los 16 años entro al ejército para ser un soldado como Agramon, quería ser francotiradora, aunque la hicieron estudiar en la misma base, ella era Consultora de seguridad.
En tan solo tres años ella se había hecho una de las mejores de su generación y eso lo sabían sus padres, porque Max y Agramon, que siempre se la llevaron con ellos desde los 8 años, descubrieron sus habilidades y la hacían practicar en la base militar, eran algo duros, aunque era una niña pequeña, pero les gustaba porque ella siempre exigía más.
Para Kilian fue difícil aceptar, pero Claudia le hizo entender que era lo mejor, su hija tenía que ser fuerte, no podía sobre protegerla y meterla en una burbuja, sabiendo los peligros que siempre rondaban a su familia, tenían que hacerla fuerte, prepararla para los peores momentos y eso solo podía ser si iba a misiones tan difíciles como esta.
Una vez que sus padres dijeron que sí, Zuria hablo con ella y fue algo que la puso feliz, rápido fue a su habitación a ser la maleta, a prepararse para la misión; tomo su rifle de francotirador, que era bastante grande se lo había regalado Agramon cuando cumplió 17 años y entro de lleno al cuartel, después de la muerte de Adonis.
Tomo una daga, que tenía un diseño estilo militar, era algo grande y fue un regalo de Max, hasta le enseño algunas técnicas para usarlo, siempre las practicaba a solas, algo que nadie sabía, solo su tío Max supo sobre esa habilidad que tenía.
Zuria le había regalado una pistola corta, eran sus tres armas favoritas y las pensaba usar en esa misión; su maleta de ropa fue algo rápido, tomo algunas playeras de manga corta y las tiro en la maleta, unos pantalones, ropa interior, algunos objetos personales y fue todo lo que aventó a la maleta, era algo desorganizada algo raro en un militar, una crítica que siempre le hizo Agramon.
Esa misma noche ella estuvo lista, sabía que iban a ir a la región central de la república democrática del Congo, estarían en la cultura de los Kuba; no sabía mucho sobre esa parte del mundo.
Esa noche se puso a estudiar el área, con ayuda de Paola que la hizo ver por medio del satélite, estuvo viendo a donde iban a estar, pregunto un poco sobre los problemas a Xiao y Dylan que habían estado en esos lugares, aunque no sabían nada sobre la tribu con la que iban, le hablaron de los peligros con los que ellos se encontraron.
Lupita era una joven que le gustaba estar preparada para todo y le gustaba investigar, saber sobre los lugares a donde iba, eso era algo que hacía cuando viajaba con Max y Agramon, que hizo mucho cuando estaba chica, aunque no participaba en misiones solo se la pasaba con ellos y fuera del peligro, aun así, siempre observaba, escuchaba lo que decían y de esa manera aprendía más de lo que le enseñaban.
Tambien hablo con JEAN Y Harry que tambien habían estado en esos lugares cuando estaban más jóvenes; les pregunto sobre lo que vivieron cuando estuvieron ahí, quería conocer todo lo que pudiera sobre la gente que habitaba esos lugares, sobre comportamientos y estilos de vida.
Sus padres le dieron algunos consejos, su madre le pidió que fuera prudente y que no se pusiera en riesgo si no era necesario; su padre era el que más preocupado estaba, pero le dio algunos consejos, sobre lo que tenía que hacer, de cómo debía tener cuidado, pero al final los dos le dieron su apoyo, le mostraron su confianza.
Ella apenas durmió unas horas estaba algo nerviosa, pero para las 5 am, ya estaba lista; iban hacer 11 horas de vuelo, Lupita sabía que podía dormir en el avión, estaba emocionada y se despidió de la familia con una gran sonrisa.
Todos se despidieron de ellos y una vez que subieron, el piloto despego el avión, cada uno se acomodó en unos de los cubículos a descansar, pero lupita se quedó viendo por la ventanilla, estaba algo ansiosa y nerviosa, pensando en que tenía que hacerlo bien.
Zuria al verla se sentó enfrente de ella y le dijo. – será mejor que descanses y no pienses mucho en lo que te vas a encontrar, cuando este ahí sabrás que hacer; yo confió en ti, sé que lo vas a hacer bien solo confía en tu instinto.
Lupita sonríe al escuchar lo que le dijo, le dio las gracias y se fue a uno de los camerinos donde durmió casi 8 horas, cuando salió del camerino se dio cuenta que todos estaban en la sala de juntas, hablando de lo que iban a tener que hacer, en el momento que la vieron entrar, Zuria le dijo. – Lupita, una vez que lleguemos, vas a reconocer el lugar con el tataranieto del jefe de la tribu, tienes que poner mucha atención, de eso va a depender nuestra seguridad.
El joven se llama Amadi, bajando del avión, tomaras un camino diferente con él, llevaras 5 de mi gente, que serán tu apoyo y estarán a tu mando.
Una vez que Zuria dejo de hablar, Paola empezó a decir. – Vas a poner 10 antenas en el área, eso será para poder estar en comunicación, tambien servirán para poder vigilar el área; yo me mantendré en comunicación contigo, para irte indicando donde debes colocarlas.
Jones le dijo. – Tienes que mantenerte alerta y aparte de mantenerte a salvo, vas a tener que cuidar del joven Amadi, mantenerlo vivo.
Lupita acepto y se puso a trabajar con Paola, sobre lo que iba a tener que hacer con las antenas; cuando el avión aterrizo ella ya estaba preparada, bajo lista con su rifle de francotirador en la espalda, su pistola corta en la pierna derecha y su daga metida en la bota del pie derecho, tambien se colgó la maleta con las antenas.
Bajaron del avión y la gente de ellos ya estaban esperándolos, Lupita se acercó a Amadi, era un joven alto, de piel oscura, ojos cafés oscuros grandes, delgado, su rostro era de hermosas facciones y su ropa era típica de su cultura.
Ella levanta su mano para saludarlo y presentarse, el joven la saludo con respeto, pero tenía una actitud seria, se podía ve su preocupación, su tención, algo que la hizo sentir incomoda, haciéndola quitar su hermosa sonrisa, para tomar una actitud seria, de la misma manera que todos los de su familia estaban.
Lupita al ver a sus tíos se dio cuenta que ninguno sonreía, todos tenían un rostro inexpresivo, hasta se podría decir que parecían témpanos de hielo y al escuchar la voz de su tía Zuria se dio cuenta que era fría, firme, hasta tenía un tono amenazante, algo que la sorprendió, que no entendía por qué ellos se portaban de esa manera tan distante, tan feroz.
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Muchas gracias por el apoyo que me han dado.
Espero que está nueva temporada sea de su agrado y que sigan disfrutando de las nuevas aventuras de los DECENDIENTES YANKELEVICH
Lupita escuchaba las indicaciones que Zuria le daba a Amadi y una vez que termino de hablar, Jones les dijo que tenían que irse; los dos subieron a un Jeep chico ideal para dos personas, él conducía la salida de la ciudad fue en silencio, mientras que ella miraba el camino, comparando la ciudad con otras, hasta que salieron.
Ellos llegaron a las 4 de la tarde, aún estaba el sol, podía ver el camino era desértico, solo tierra había a su alrededor, uno que otro árbol, pero aun así tenía su propio encanto y estaba encantada con lo que miraba, pero a ella no le gustaba el silencio, le gustaba hablar y más cuando tenía la oportunidad de conocer a alguien nuevo.
Lo único que podía escuchar era el ruido del Jeep y eso la estaba desesperado, ya no soportaba ese silencio, sin poder evitarlo dijo. – Ya te lo dije, pero te lo repito, mi nombre es Lupita, la mayoría de las personas me dicen joven maestra, pero si tú quieres puedes llamarme por mi nombre.
Yo puedo llamarte por tu nombre, a mí me gustaría hacerlo porque eso me da confianza y me gusta confiar en la persona que hace equipo conmigo; sabes que vamos a estar juntos durante casi tres días o más, a mí me gusta hablar, el silencio no ayuda a una buena comunicación y como sabrás yo tengo que mantenerte con vida, por eso digo que deberíamos conocernos un poco.
Amadi no despego la mirada del camino, la escucho hablar, pero a diferencia de ella no era bueno hablando, era mas serio, hasta cuando salía de casería siempre lo hacía solo porque le gustaba la soledad, estar con gente desconocida lo hacia sentirse inseguro, no sabía que decir; suspiro profundamente y algo inquieto le dice. – Puedes…
Joven maestra puede llamarme por mi nombre, tratare de seguir sus indicaciones, comprendo la dificultad de la misión y del peligro que vamos a estar; no seré una carga para usted, voy a seguir sus órdenes.
Lupita frunce el ceño y le dice. – Eres un joven muy serio, pero yo soy paciente y sé que terminare ganándome tu confianza; tengo que decirte que no espero que sigas mis ordenes al pie de la letra, más bien espero que me apoyes y si llegamos a tener un enfrentamiento si puedes cubras mi espalda, como yo cuidare la tuya.
Si no fuera por el peligro en el que estamos creo que estaría disfrutando del hermoso lugar, nunca había visto tantos animales libres, como las jirafas, mira tambien hay elefantes y otros animales que no logro saber que son, solo espero que no sean peligrosos o tu dime ¿lo son?
Amadi no esperaba que le agradara tanto la voz de ella se sentía dulce, tranquila y era aún extraño, pero lo hacía sentir en confianza; al escuchar su pregunta le contesta. – si hay algunos animales peligrosos, como los leones o las leonas, los que miras que tienen cuernos, no son peligrosos, pero es mejor no acercárseles, son algo territoriales, pueden atacarte por que invades su espacio, pero aquí los menos peligrosos son los animales, somos los humanos lo que causamos más muertes.
Lupita sonríe al escucharlo hablar, le gusto que fuera un poco más extenso en su comentario y con esa misma alegría le dice. – cuando todo termine, le diré a mi tía Zuria que me deje quedarme un poco mas para conocer este hermoso lugar, claro si tú estás de acuerdo en ser mi guía de turista.
Amadi no supo porque, pero sonríe al escuchar la idea de tenerla un poco más ahí, en ese momento la escucha decir. – Tienes una hermosa sonrisa, deberías de hacerlo más seguido, te hace ver agradable.
Al escucharla deja de sonreír, se pone algo nervioso, ya no le dijo nada más, se volvió hacer un silencio, porque hasta Lupita se dio cuenta de lo que dijo, alago a un hombre sin pensarlo, le dijo que era guapo y eso la hizo sentir algo de vergüenza, ya no lo pudo ver a la cara, se concentró en el camino sin saber que decir.
En hora y media llegaron al primer punto, bajaron del carro, ella empezó a ver todo el lugar para ver donde podían poner la antena, tenía que estar escondida, donde nadie la pudiera ver; ordeno a los 5 hombres que venían en los otros jeeps detrás de ellos, que buscaran un lugar seguro para poner la antena
Ella miro un árbol de baobad era bastante alto y aunque no era tan frondoso, sabía que, si la antena la ponía en la punta de ese árbol entre sus pocas hojas, se podía cubrir bien y la altura ayudaría a tener una mejor señal.
Se le quedo mirando por un momento, su palo era casi liso, no encontraba la forma de subir sin ayuda; ella había practicado para escalar, pero fue en una pared que usaban en el cuartel, pero era lo único, nunca había subido ni un árbol en la isla y no era porque les tuviera miedo a las alturas, era porque nunca lo considero necesario.
Resoplo con fuerza y pensó en esperar a que sus hombres regresaran para ver quien de ellos podía subir.
Amadi que no se despegó de su lado se dio cuenta de cómo miraba el árbol, algo inseguro le dice. – Yo soy bueno subiendo este tipo de árboles, si usted quiere puedo subir y dejar la antena; seguiré sus instrucciones, hare lo que me diga para dejarla de la manera que usted lo quiere.
Lupita le sonríe y le dice. – gracias Amadi, tienes que subir hasta lo mas alto y dejar la antena entre esas hojas, bien escondida yo te indicare desde aquí cuando este bien cubierta y una vez que este colocada presiona el botón verde, eso sería todo.
Amadi tomo la antena que era pequeña, una caja con cuatro palos de plástico alrededor; la caja completa era de color negro y lo único que la hacia que voltearan a verla era un foco rojo que se activaría cuando se prendiera, pero era pequeño en la parte de arriba, ella pensaba que con las hojas del árbol se cubriría bien.
Lupita lo miro subir el árbol, le sorprendió ver que no ocupo nada más que sus pies desnudos y sus manos, se podía ver que era fuerte, que subía con una facilidad, que hasta se miraba fácil; no tardó mucho en llegar a la copa del árbol, acomodo la antena entre las hojas, tuvo que moverla más de una vez siguiendo las indicaciones de Lupita y una vez que ella le dio el visto bueno la sujeto con cintillos de plástico, tambien tuvo que usar pegamento, una vez que la dejo segura bajo con la misma facilidad.
Los 5 hombres ya estaban de regreso, se quedaron al lado de Lupita esperando que él bajara; todos estuvieron viendo desde diferentes ángulos para asegurarse de que no se viera, para ellos fue la mejor idea que Lupita tuvo, la felicitaron y cuando Amadi bajo del árbol siguieron el camino.
Para las 3 am tuvieron que parar y hacer un campamento, para dormir un poco, Amadi hizo una fogata más que nada para alejar a los animales; ella se sentó en un tronco que estaba en el lugar aun lado de la fogata, no hacía mucho frio, pero el calor de la fogata era agradable en esa madrugada.
Se quedo mirando la lumbre, miraba el fuego danzar mientras pensaba en lo que estaban haciendo, ya tenían 11 horas y solo habían logrado colocar 5 antenas, aun les faltaban más de la mitad, iban lentos una semana no iba ser suficiente, tenían que ir de un punto a otro, tenía que pensar en una mejor estrategia, para ser más rápidos.
Uno de los hombres se le acerco, espero un momento en silencio y le dijo. – joven maestra, cualquier decisión que tomo la apoyaremos, solo díganos lo que se le ocurrió.
Lupita suspira profundamente y le dice. – Me gusta que me digan Lupita, de esa forma siento que hay más confianza entre nosotros y en este momento ustedes son mi equipo, necesitamos confiar entre nosotros.
Es peligroso lo que voy a sugerir, pero va a ser la mejor opción que tenemos…
(suspira profundamente y dice)
Tenemos que separarnos, cada uno tomara algunas antenas, para distribuirlas en la zona; ustedes vienen en dos Jeep seremos tres equipos; cada equipo tomara un camino diferente yo seguiré con Amadi, terminare esta zona y ustedes tomaran una diferente, una vez que terminemos nos hablaremos por teléfono satelital y nos veremos en el punto más cercano, de ahí iremos a la aldea de Amadi, que es donde están mis tíos esperándonos.
El hombre no sentía que fuera bueno, pero siguió sus indicaciones y después de dormir un par de horas, cuando el sol salió comieron algo y cada Jeep tomo su camino.
Amadi siguió el camino, antes de la comida lograron colocar tres Atenas, en el camino Lupita le hacía platica sobre el paisaje, sobre los animales que miraba, a las 2 pm se pararon para comer, traían comida enlatada, algo que no era tan bueno, pero tenían que hacerlo rápido para seguir el camino.
A él le gustaba ver como ella tomaba su trabajo con seriedad a pesar de que no dejaba de hablar de cosas sin importancias; hubo un momento que pensó que ella no prestaba atención a lo que estaban haciendo, por que hablaba y hablaba sin parar de cosas que perecían distraerla, pero apenas se acercaban al lugar toma una postura seria y le indicaba en que árbol tenía que subir.
Le gustaba su forma de trabajar, hizo que él que nunca miraba a nadie la viera detenidamente y cuando menos pensó después de dos días juntos, se sentía cómodo al estar a su lado, hasta le gustaba su presencia, tanto le grado que empezó hacerle platica, lo malo era que él no podía ser como ella, si se distraía y olvidaba lo que estaban haciendo.
Eran las 5 de la tarde cuando llegaron a otro de los árboles, esta vez Lupita quiso intentarlo, quería enseñarse a subir como él lo hacía; lo intento más de una vez y en todas termino en el suelo, pero eso no la puso triste, más bien se reía como si fuera divertido, mientras que Amadi se preocupaba en cada caída, esperando que no se lastimara, se apresuraba ayudarla a levantarse, la sacudía y en su desesperación de ver si estaba bien, en esa última caída que fue casi metro y medio, toco su trasero en el momento que trato de quitarle la tierra que estaba en su pantalón.
Lupita al sentir como golpeo más de una vez su trasero dejo de reír, fue realmente incomodo, se giró rápido y sujeto sus manos, al mismo tiempo le dice. – Yo lo puedo hacer.
Ella estaba roja de la cara y Amadi al darse cuenta de lo que hizo, reacciono, sin querer pensó en lo que había tocado; al verla tan roja del rostro, comprendido que no fue algo apropiado, solo se le quedo mirando, ninguno de los dos se movía, fue un momento tan extraño, pero en ese momento el estruendo de un arma al dispararse los hizo reaccionar.
Se agacharon y vieron a todos lados, el disparo no fue para ellos, eso los hizo mover el carro y esconderlo entre unas ramas secas; los dos se empezaron a mover en el área con cuidado y cubriéndose entre los pocos árboles que se encontraban en el camino.
Trataban de ver que camino de ver, pero en ese momento un nuevo disparo se escuchó y Amadi supo a donde tenían que ir; corrió sin decirle nada a Lupita, pero ella no necesito que le dijera nada, solo lo siguió de cerca, hasta que llegaron a un peñasco, se recostaron en el suelo, en la orilla, para ver hacia abajo donde vieron a unos hombres armados, que tenían a unos jóvenes amarrados en el suelo y tambien se dieron cuenta que había un cuerpo en el suelo.
Por lo que observaban lo acababan de matar, parecía que ese joven intento escapar y ellos le dispararon por la espalda; ella tomo una actitud seria y empezó observar todo el lugar, tenían 7 víctimas vivas en el suelo.
Tambien miro que eran 10 hombres armados, que estaban dispersados por todo el lugar, era lo que se miraba a simple vista, pero 5 casas de campaña, aún faltaba ver si alguien estaba dentro; tenían dos camiones grandes, con cajas tapadas con lonas, 3 Jeeps que era para cuatro personas, más grande del Jeep en el que se movían ellos.
Amadi tambien observo el lugar, pero a diferencia de Lupita que conservaba la calma, él no pudo, su mejor amigo, que no era de su aldea, pero tenía una hermosa amistad, siempre se apoyaban y se miraban cada que las aldeas se reunían para las competencias de casa.
Ese joven que era lo más cercano a un buen amigo, estaba entre las víctimas y Amadi no pudo controlar sus emociones, no le dio tiempo de reaccionar a Lupita, cuando empezó a bajar el peñasco, saltando de un lado a otro, llamando la atención de los hombres.
Lupita empezó a maldecir cuando miro lo que hacía, rápido miro como podía bajar sin llamar la atención, aprovechando que Amadi tenía la atención de esos hombres; logra ver a tres metros de donde estaba una cuarteadura, bastante grande como para que ella bajara y no ser vista.
Empezó a escalar para bajar el peñasco, lo mejor era que la abertura estaba hasta tocar el suelo y quedaba escondida, aunque estaba enfrente de una de las cajas de campaña, a 4 metros distancia.
Una vez que bajo, con cuidado se fija para ver lo que pasaba; se sorprende al ver como Amadi logro derrotar a 4 de los hombres que trataron de sujetarlo, que se movía de un lado a otro y eso le ayudo a que los disparos no lo tocaran, pero eso realmente fue suerte, ella sabía que si seguía así lo iban a matar, tenía que ayudarlo.
Pensó en tomar su arma y matar a los que le apuntaban con sus armas, pero en ese momento mira como dos hombres salen de las casas de campaña y otro baja de la caja de uno de los camiones; al ver eso solo le indico que tenía que moverse con cuidado, podría a ver más hombres escondidos.
Con cuidado se acerca a la casa de campaña la que estaba cerca de donde estaba, se asegura de que no hubiera nadie y le gusto ver que ahí estaba un arma más grande que podía disparar en ráfaga, la toma revisa que tenga balas, una vez que miro que estaba armada, sale de la casa de campaña y va a la siguiente.
En la siguiente casa de campaña al abrirlo se topa con un hombre, para su suerte no fue consciente de que estaba ahí, porque estaba entretenido con una de las victimas; ella mira que la joven lo mira, le hace una seña de que guarde silencio, se acerca rápido, brinca sobre el dejando sus rodillas en su espalda baja, lo sujeto del cuello al mismo tiempo que tapo so boca y rápido rompe su cuello, con una técnica que Agramon le había enseñado, donde solo ocupaba un poco de fuerza, era más la maña.
Una vez que lo mato la joven que estaba desnuda iba empezar a gritar por el miedo que sentía, pero Lupita fue rápida tapa su boca y le pide que se calme; le pidió que se cambiara y que se quedara ahí en silencio, que regresaría por ella.
Lupita se movía rápido, aprovechando la confusión que estaba provocando Amadi, logro encontrar a los hombres escondidos y matarlos de la misma manera, con el ultimo tuvo que pelear dentro de la caja de uno de los camiones; recibió un fuerte golpe en el rostro que la hizo caer y golpeo su espalda con uno de los asientos que estaban a los lados de la caja.
El dolor la aturdió, el hombre se dejó ir sobre ella, la tomo del cuello, la quería asfixiar, parecía no tener como liberarse, pero en ese momento recordó lo que una vez Max le dijo cuando estaba en el entrenamiento, en una situación igual; recordó que no tenía que sujetar sus manos, si no golpear con las palmas de sus manos en los oídos al mismo tiempo.
Lo golpeo con fuerza y eso hizo que la soltara, le provoco aturdimiento, hasta el punto de casi dejarlo inconsciente; ella controlo su respiración y se levanta rápido, se dejó ir sobre él tomo su daga y corto su cuello.
Se tomo unos segundos y una vez que se calmó, salió del camión, al salir mira como dos de los hombres estaban sometiendo a Amadi, tomo el arma y mato a los hombres que los rodeaban, ese momento él lo aprovecho logro soltarse y matar a los dos hombres.
Lograron terminar con todos y Lupita se dejó caer al suelo, cuando se aseguró que estaban a salvo, pero en ese momento mira como Amadi cae al suelo, una de las balas le había dado en el hombro derecho, estaba herido y con todos esos movimientos perdió algo de sangre, llego a su límite, termino desmayándose una vez que todos estuvieron seguros.
Lupita se levanta y se acerca a revisarlo, mira la bala en su hombro derecho, el amigo de Amadi también se acerco quería ayudar, pero él no podía hacer mucho, tenía una fractura en el brazo, las otras víctimas estaban shock.
Ella podía ver y escuchar a las víctimas, unas llorando otras gritando, por un momento se sintió a aturdida, no sabía cómo apoyar a todos, pero el amigo de Amadi le pidió que solo se encargara de su amigo, que él ayudara a los demás, tambien la joven que había rescatado salió de la casa de campaña ya con su ropa puesta, empezó ayudar a calmar a todos.
Las cosas parecían avanzar, pero lo difícil lo tuvo ella, nunca había ayudado con una herida de bala no sabía qué hacer y lo que era peor el teléfono satelital no estaba, en ese momento el amigo de Amadi le dijo que tenía que sacar la bala y vendar.
Lupita nunca lo había hecho, pero él sí, aunque no podía hacerlo, pero le dijo que la iba a guiar; primero tuvo que calentar su daga en el fuego y una vez que estaba caliente corto un poco por donde la bala entro, tuvo que usar su mano para sacar la bala, no pudo hacerlo con la daga.
Para ella fue un momento difícil, su miedo era lastimar algún musculo, dejarlo sin poder mover su brazo, pero no le quedo más que seguir las indicaciones del amigo y una vez que termino, lo cubrió con lo que se encontraron en el lugar, con unas camisas limpias hizo unas vendas.
Una vez que termino y que Amadi despertó lo abrazo, estaba feliz de que estuviera despierto, al mismo tiempo lo regaño por lo que hizo, le recordó que ella era la líder, que no debió actuar de esa manera; una vez que se calmó después de gritarle ayudo a su amigo acomodando su brazo, se la entablillaron con lo que pudieron, una vez que terminaron de checar que todos estaban bien, les dijo que tenían que irse de ahí, era un lugar de peligro y sabía que ella sola no iba a poder enfrentar a nuevos enemigos.
Hizo que todos subieran a uno de los camiones y ella los saco de ese lugar, tuvieron que dar una vuelta grande, casi 3 horas, para rodear el peñasco y llegar a donde estaba el Jeep.
Se les hizo de noche y apenas iban a mitad del camino, fue un momento tenso para Lupita, no quería encontrarse con enemigos, eso era su temor; al llegar al Jeep, baja rápido del camión y toma el teléfono satelital, marca a Zuria y le dice lo que paso.
Aun les faltaba poner la antena en ese lugar y lo primero que le dijo fue que la instalara para poder ubicarla y poder ir por ellos; corto la llamada y regreso les dijo a todos que iban a tener que esperar ahí a que llegaran por ellos.
Todos se quedaron dentro del camión, solo el amigo de Amadi salió para hablar con ella, que se había ido al árbol donde tenían que poner la antena; se le quedo mirando, no sabía cómo iba a subirlo, pensó en acercar el camión y de esa manera subir, pero aun así iba a tener que trepar, lo malo era que si caía el golpe podría ser malo, causándole fracturas o la muerte.
Lupita miraba el árbol y suspiraba sin saber cómo hacerle para subir, en ese momento el amigo de Amadi le dice. – Hola, soy Nala, el mejor amigo de Amadi, ¿podrías decirme tu nombre?
Ella voltea a verlo, le sonríe tratando de hacer el momento agradable, extiende su mano y le dice. - mucho gusto Nala, mi nombre es Lupita.
Nala sujeta su mano y en ese momento le dice. – Hasta tu nombre es hermoso, hay algo en ti que sea feo, necesito saberlo para enfocarme en eso y dejar de verte como mi mujer perfecta.
Lupita le sonríe y le dice. – no puedo subir el árbol y si no lo hago todos estaremos atrapados aquí y esa gente podría encontrarnos, estaríamos en peligro ¿eso sirve?
Nala suspira profundamente y le dice. – la verdad no funciona, aun te sigo viendo perfecta, pero yo puedo ayudarte a que subas ese árbol, te puedo decir como le hagas.
Ella al escuchar lo que le dice rápido le pregunto cómo hacerle, él tomo una soga bastante grande y rodeo el árbol; la había visto pelear y sabía que tenía fuerza, le dijo que tenía que sujetar la soga con las dos manos y sus pies en el árbol, iba a tener que subir de esa manera en brincos, sujetándose de la soga.
Le puso atención en todas las indicaciones y lo hizo tal como le indico, logro subir al árbol, algo que la puso feliz; coloco la antena y Nala le ayudo a ver desde abajo para que quedara bien escondida, una vez que termino bajo con ayuda de la soga se colgó de una rama.
Al estar abajo le dio las gracias y rápido marco a Zuria, una vez logro que ellos tuvieran su ubicación, corto la llamada, ya solo era esperar que llegaran.
Nala quería seguir hablando con ella, pero Lupita estaba preocupada por Amadi, apenas termino con eso, fue a la cabina del camión a ver como estaba, se le hacía raro que no hubiera dicho nada y lo que más quería era decirle que había logrado subir al árbol, no entendía por qué, pero le emocionaba decirle.
Lupita se apresuró a llegar a donde estaba Amadi, pero al verlo se alteró él estaba temblado y una vez que lo toco se dio cuenta que tenía fiebre; rápido le dijo a Nala, que estaba atrás de ella, ninguno de los dos sabía que podían hacer, no tenían medicamento, nada para poder bajarla la fiebre y sabían que la ayuda iba a tardar en llegar.
Una de las mujeres que rescataron se dio cuenta de lo que pasaba, les dijo que lo único que podían hacer era abrazarlo para tratar de regularizar su temperatura y tenía que ser pegando la piel con la de él; todos se quedaron callados pensando en quien podría ser, Nala sonríe y dijo. – Me siento algo celoso de mi amigo, ya que la hermosa Lupita va a tener que abrazarlo y sin ropa, que envidia.
Lupita le sonríe y sin que se lo esperara lo hace subir a la cabina, le acomodo el brazo en la puerta, hizo que Amadi se recostara en su pecho y le dijo. – Abrázalo fuerte, que su espalda pegue en tu pecho, no tienen que acostarse, solo tienen que estar sentado y tu mano fracturada no va a estorbar.
Nala, eres el indicado para esto, no traes camisa, no hace falta que te desnude para que ayudes a tu amigo, ya estabas listo para este momento.
Lupita no lo dejo decir nada los dejo solo y se subió sobre el camión, para empezar la vigilancia, estar lista por si algo malo pasaba; ella realmente quería ayudar a Amadi, cuidarlo, porque no quería que le pasara nada, pero en ese momento su prioridad era mantener a todos a salvo y era la única que estaba bien, que podía vigilar.
Subió sobre el camión con su rifle de francotirador, se la paso vigilando, viendo a todos lados, escuchando los ruidos, estaba alerta para cualquier cosa y pensaba en los escenarios de un ataque, en diferentes formas de salvarlos a todos.
Lupita estaba algo preocupada, ni siquiera había tendido sus heridas, el golpe que le dio ese hombre le puso el ojo morado, pero su peor golpe era el de la espalda, que le hizo una herida abierta, gracias a que su camisa era negra nadie se dio cuenta de que estaba sangrando.
Se le había parado la sangre y ahora lo que sentía era un dolor en la espalda, aunque ese era el menor de sus problemas, tenía miedo de que su familia no llegara a tiempo, que sus enemigos los encontraran primero; eran las 2 am cuando su peor miedo se hizo realidad, miro unos camiones, unos jeeps acercándose a toda velocidad.
Todo fue por el rodaje del camión, que esos hombres al llegar al campamento y ver a los hombres muertos, se dieron cuenta que faltaba un camión, siguieron las rodadas, tuvieron problemas en una parte del camino que los envió a otro lado, pero al final regresaron y retomaron en el camino, por eso no los encontraron rápido.
Ella pensó en manejar el camión, sacarlos de ahí, pero sabía que no había mucha gasolina, lo único que le quedaba era dispararles, obligarlos a retroceder; hizo que todos bajaran del camión y los escondió detrás de una loma que estaba aún lado del camión.
Con ayuda de dos mujeres y uno de los hombres que no estaba tan heridos, le ayudaran a bajar del camión a Amadi, para llevarlo a esa loma; una vez que los dejo a todos seguros, subió al camión y se acomodó para empezar a disparar, tambien se aseguró de estar cubierta.
Nala sabía que ella sola no iba a poder y le pidió un arma, para su suerte el camión detrás del asiento había unas armas, tomo una; él se cubrió con el jeep, los dos al ver cerca a los enemigos empezaron a disparar, Nala, tenía que dar disparos consecutivos, pero Lupita, con el rifle de francotirador, podía matar a todo el que pudiera.
Lupita era una excelente francotiradora y logro matar a los conductores antes de que se acercaran más, aún estaban a uno metros de lejos; era precisa y no fallaba ni una bala, algo que le ayudo en ese momento, pero eran muchos hombres, que lograron cubrir y responder el ataque.
Ellos no tenían muchas balas, ni armas, sabían que no iban a poder retenerlos por mucho tiempo, estaban en desventaja, algo que ellos estaban viendo y en ese momento Nala le grita. – Vamos a morir, pero me alegra hacerlo al lado de una hermosa señorita.
Lupita sonríe y le dice. – No vamos a morir, en mi familia hay una regla y eso es nunca pensar en la muerte en momentos como este, tenemos que pensar en opciones y tenga una idea loca, pero necesito que me cubras.
Nala mira como ella empieza a bajar del camión y rápido supo de qué se trataba su idea, en ese momento le grita. – No lo puedes hacer, es una locura.
Lupita no pensaba dejar morir a nadie y lo había decidido subió al camión, lo prendió, le aventó las otras armas que estaban detrás del asiento a Nala, y le dice. – Tienes que disparar como loco, confió en ti.
Una vez que dijo eso, se dejó ir sobre ellos con el camión.
Lupita tenía que hacer salir a esos hombres de donde se cubrían y para eso necesitaba mover los carros, piso hasta el fondo el acelerador, con la ayuda de Nala que disparaba sin parar, en ráfagas, moviendo la pistola de un lado a otro, sin dejar que ellos pudieran asomar la cabeza, eso fue algo que ella aprovecho y al estar a medio metro del impacto, sale del camión en un salto, que la hizo rodar un poco.
Para su suerte el impacto del camión con los otros camiones logro hacer una explosión, gracias a que ellos traían explosivos encima, el choque provoco chispas que de suerte cayeron en los explosivos.
Fue una explosión algo grande, lo que a Lupita le ayudo, fue que al rodar en el suelo termino cayendo en un pequeño pozo que las lluvias provocaban y estaba al lado del camino; si se golpeó, bastante fuerte y su mano izquierda termino recibiendo un golpe bastante fuerte que la dejo sin poder usarla, el brazo se disloco, pero la adrenalina del momento y sus ganas de proteger a todos, pero más que nada sus ganas de sobrevivir la hicieron tomar su pistola corta que estaba en su bota.
Empezó a disparar a los hombres que aun seguían vivos y que iban tras ella, pero se quedaba sin balas, todo parecía perdido, sabía que en ese momento no podía pelear, en el momento que mira a los dos últimos hombres vivos enfrente de ella, ya no tenía balas en su pistola, la guardo en su bota, porque si moría esa pistola tenía que regresar con ella.
Se pone de pie a como pudo, esos hombres le apuntaban con el arma, estaban listos para matarla, ella a pesar de su situación no dejaba de ver a los lados, buscando algo que le ayudara, pero en ese momento solo escucho el grito de Nala diciendo. -agáchate.
Lo siguiente que escucho fue la pistola al dispararse en ráfaga, ella se agacho al escuchar lo que grito, pero justo cuando estaba agachada mira como una de las balas pega en el suelo, cerca de ella, eso si la hizo sudar, se quedó viendo el hoyo que hizo, se dejó caer en su trasero y en el momento que Nala se acerca, lo escucha decir. - ¿estas bien?
Lupita voltea a verlo con el ceño fruncido y le dice. – Estas loco, casi me matas, mira esa es tu bala, se suponías que solo tenías que matar a esos dos, no dispararme a mí.
Nala se empezó a reír con ganas, esa hermosa mujer lo dejaba sin palabras y eso que era un hombre que nunca nadie lo sorprendía, más bien era él quien siempre sorprendía a los demás, pero ahí estaba sin saber que contestarle, escuchando sus reproches después de que le salvo la vida.
Se acerco a ella y le dijo. – recuerdas que estoy malo de mi mano izquierda, apenas pude sostener el arma con la derecha, pero al disparar se movió, no fue mi culpa y me gustaría ayudarte a levantarte, pero no creo poder, el culatazo del arma me acaba de lastimar la derecha, creo que no podre usar las dos manos en un tiempo, tendrás que hacerte responsable de mí y alimentarme en la boquita.
Lupita le sonríe y le dice. – tendré que decirle a Amadi que te alimente, ya que él te debe una más grande, recuerdas lo abrazaste, le diste de tu calor corporal.
Los dos se empezaron a reír y juntos regresaron con los demás, 15 minutos después llego Jones, la pequeña Maritza y Kim; llegaron preocupados por ella, habían visto la explosión, llegaron ahí lo más rápido que los jeeps avanzaron junto con su gente, esperando un enfrentamiento.
La pequeña Maritza al ver el golpe en su cabeza se alteró, quería revisarla, pero ella no la dejo, la mando a revisar a Amadi, que aún seguía sin despertar, estaba más preocupado por él que por sus heridas.
Kim y Jones se le acercaron, le dieron una vuelta completa viéndola de pies a cabeza, Jones dijo. – su espalada tiene una herida y creo que es grande.
Kim que estaba enfrente de ella, dijo. – su hombro izquierdo esta dislocado, hay que acomodarlo y tiene que ser ya.
Lupita estaba por decir que, si pero que su tía la pequeña Maritza tenía que atender a todos, cuando Jones sujeto su mano derecha y la dejo inmóvil, mientras que Kim tomo el izquierdo y de un movimiento se lo acomodo; ella grito del dolor que sintió, nunca se esperó que ellos hicieran algo como eso, esperaba que su tía Maritza le diera algo o le pusiera algo para no sentir tanto dolor, pero ellos lo hicieron sin siquiera dejarla reacciona o por lo menos hacerse a la idea de lo que iba a sentir.
No pudo evitarlo empezó a llorar por el dolor que sentía, no entendía por qué, pero por alguna extraña razón se sentía regañada y castigada.
Kim sujeto su mano en su pecho y mando a Jones con la pequeña Maritza, en su maletín medico traía un cabestrillo, que ocupaban para sujetar su brazo; no pudieron ponérselo la espalda la tenía muy lastimada, no soporto el tirante del cabestrillo, que cruzaba por la espalada.
Jones soltó el aire con fuerza, tuvieron que improvisar, tomaron una camisa y la amarraron por la parte de enfrente para que no moviera su mano; la llevaron al asiento del copiloto en el jeep que manejaba Jones.
Lupita quiso explicarles lo que paso, pero Jones y Kim no la dejaron hablar, eso lo iban hacer cuando llegaran a la aldea; la pequeña Maritza le dio algo de medicamento a Amadi, para la infección por la herida de bala, hizo que lo subieran a uno de los Jeep, tambien reviso a Nala, que hablaba de lo increíble que era Lupita.
Reviso a todos los que rescataron, los subieron a los Jeep y regresaron a la aldea, menos Kim que se quedó con 6 hombres para terminar de poner las antenas que faltaban.
Regresaron a la aldea, fueron casi 8 horas de camino, estaban bastante retirados, al llegar la pequeña Maritza hizo que Lupita fuera a la casa de campaña donde ella se estaba quedando.
Le quito con cuidado la camisa que hacía que no moviera la mano y la recostó boca abajo en una camilla, corto su playera y su sostén, para ver la herida de su espalda; se sorprendió al verla, estaba de lado a lado, era una raspada, pero lo que la estaba lastimando era el golpe, toda es parte estaba morado, se podía ver que había sido un golpe bastante fuerte.
La pequeña Maritza sintió alivio al ver que no había fracturas, le puso una pomada, cubrió la raspada con unas gasas, la ayudo a ponerse una camisa de botones para que no se lastimara el brazo y con una venda gruesa sujeto su brazo a su pecho, para no lastimar su espalda, prefirió vendarla.
Lupita estaba más preocupada por Amadi y le pidió a su tía que lo cuidara, que lo hiciera ponerse bien; ella estuvo a su lado, no quiso ni hablar con su tía Zuria, le pidió un poco de tiempo y al día siguiente cuando por fin él abrió sus ojos, fue un alivio para todos, pero más que nada para Lupita.
Amadi al abrir sus ojos, mira la hermosa sonrisa de Lupita y eso le dio gusto, ser ella lo primero que viera fue algo bueno, pero antes que él pudiera decir algo escucha que la pequeña Maritza dijo. – Lupita, ve con Zuria, ya viste que Amadi está bien, ya puedes ir a dar tu reporte y no pienses que esto se te va a permitir en el futuro, la próxima vez tu reporte tiene que ser lo primero que hagas.
Lupita suspira profundamente, le sonríe a Amadi, le dice. – Que bueno que despertaras, luego te miro.
Una vez que dijo eso salió de la casa de campaña y fue a la casa del jefe de la tribu, en ese lugar estaba Jones, Paola, Kira, Zuria y el jefe de la tribu, en el momento que la vieron entrar Zuria le ordeno que empezará hablar.
Lupita podía ver a todos serios, sabía que estaban enojados y que no iba a ser fácil salir de eso; ella sabía muy bien sus errores, no necesitaba que ellos se lo dijeran, pero era algo que no podía decirles, empezó hablándoles del momento que colocaron la primera antena, recalco que Amadi le ayudo y siguió sus órdenes en todo.
La decisión que tuvo que tomar al separarse de sus hombres para avanzar más rápido con la colocación de las antenas, pero que nunca se imaginó que a los dos días se encontrarían con los tratantes de personas, los ubicaron cuando ellos dispararon su arma para matar a una de las víctimas.
Cuando llego a esta parte hizo un silencio, pensando en las palabras que iba a decir, respiro profundamente y les dijo que observaron el lugar por un largo rato, vieron su forma de actuar, pero al ver que las víctimas estaban en peligro decidió actuar y rescatarlas.
Recalco que todo fue su decisión, el bajar a ese lugar y salvar a las víctimas fue su plan; el rescate salió bien, pero hablo de su error de no haber pensado en el rastro de las ruedas del camión que fue lo que hizo que los encontraran; les describió como enfrentaron a los hombres y de la ayuda que recibió de Nala, de cómo salvo su vida.
Kira, Jones y Paola, se sentían orgullos del buen trabajo que hizo, a pesar de sus errores, lo había hecho bien, pero no podían solo felicitarla, porque para ellos había puesto su vida en peligro y la de Amadi, la forma correcta de actuar era pedir apoyo, vigilarlos hasta que llegara el apoyo y planear una estrategia donde nadie corriera peligro.
Zuria se sentía orgullosa de ella, pero ahí estaba como la líder del equipo y no podía solo felicitarla, tuvo que regañarla, ser dura con ella, hablarle de su imprudencia, de cómo arriesgo la vida de Amadi, de lo mal que estuvo en su primera misión, termino diciéndole que eso no se iba a quedar así, tenía que ser castigada para que eso no se repitiera.
Como iba a estar una semana con el brazo quieto, su castigo iba a empezar una vez que se recuperara; ella iba a tener que ayudar en la cocina de la aldea, eso lo haría mientras estuvieran ahí, no la dejarían participar en ninguna de las misiones para rastrear a los tratantes de personas, quedaría excluida de cualquier decisión.
Lupita aceptaba sobre ayudar en la cocina de la aldea o cualquier otro trabajo que le pusieran, pero no quería quedar excluida de la misión; trato de hacerla cambiar de opinión, pero apenas dijo algo Zuria la callo de un grito al decirle que se guardara silencio y que saliera de ahí.
Fue un momento que, si le molesto mucho a Lupita, salió de la casa del jefe de la tribu inconforme por el castigo que le aplico; camino fuera del pueblo por largo rato, hasta que llego a un peñasco algo alta, se sentó en la orilla y miro algunos animales que estaban pastando, otros solo echados en el suelo, otros corriendo, por un momento fue entretenido, pero eso no lograba calmarla.
Estaba mirando a lo lejos cuando escucho la voz de Nala atrás de ella, que le dijo. – Joven maestra, de haber sabido que eras un descendiente de la familia del maestro nunca he hubiera hablado de la manera que lo hice.
Tengo que disculparme por lo atrevido que fui con usted, por favor no le diga a su familia, sería malo para mí; ellos podrían hacerme algo impensable por la forma en que le hable, hasta te hable por tu nombre.
Lupita no volteo a verlo, suspiro profundamente y le dijo. – Que ridículo te escuchas, ser una de las jóvenes maestras no cambia quien soy y tambien tengo un nombre, que me gusta, aunque sea una lástima que no lo pueda usar, porque todos piensan que es mejor llamarme por un pronombre que la familia adopto para que el mundo nos conociera de esa manera, pero yo prefiero ser nombrada por mi nombre.
No me malinterpretes, estoy orgullosa de ser uno de los jóvenes maestros, de tener la familia que tengo, pero tambien me gusta que otras personas me conozcan por mi nombre, me hace sentir que soy reconocida por quien soy y no hay confusiones cuando esta más de uno de mi familia; porque sabes a todos mis primos y hermanos les llaman jóvenes maestros, entonces, si aquí estuviera con mi hermana o con uno de mis primos, si dijeras joven maestra, sería difícil saber con quién hablas.
Nala se sienta a su lado, se dio cuenta que ella estaba algo decaída y en ese momento le dice. – Si estuvieras con alguien más de tu familia, podría decirte joven maestra Lupita, pero tampoco importaría, porque lo que dije tu prima o hermana no lo entenderían, fue algo que viví contigo y eso es lo que para mí te hace especial, no un nombre.
Cuando estemos a solas te llamare por nombre, cuando estemos enfrente de otros te diré joven maestra; no es porque así lo quiera, pero aprecio mi vida y no me gustaría que tu familia se enoje, podría dejarme sin cabeza.
Escuche lo que paso y tambien me entere que te dejaron fuera de la misión, te vas a quedar solo en la aldea ayudando con los problemas cotidianos; pienso que es injusto, pero si hubieras dicho la verdad esto no te estaría pasando.
No fue tu decisión rescatarnos, ni fuiste la responsable de la herida de Amadi, quien tomó la decisión de rescatarnos sin un plan y poniendo a todos en peligro fue mi amigo Amadi, yo sé que lo hizo por mí, para que no me pasara nada, pero no entiendo por qué tú lo protegiste, si hubieras dicho la verdad no te hubieran castigado, seria él quien fuera reprendido.
Lupita sonríe con timidez y le dice. – Era mi responsabilidad mantenerlo controlado y protegido, esa era mi responsabilidad; aunque no fue mi decisión de empezar el rescate, debí detenerlo en el momento que se movió, pero yo me distraje y solo por eso todo lo que paso es mi culpa, no me gusta el castigo, pero tengo que aceptarlo, esto hará que en el futuro en otra misión no me vuelva a pasar
Por un lado, es eso, pero la verdad creo si hubiera iniciado el rescate con Amadi, los dos lo hubiéramos hecho, hubiera sido de diferente manera y creo que no tuviéramos el mismo resultado, tal vez alguien hubiera muerto y eso si me hubiera hecho sentir peor en este momento.
Lo bueno que el hubiera no existe y todos están vivos, gracias a la decisión que tomo Amadi, eso me reconforta y no me gusta el castigo, pero lo acepto porque eso me va a hacer ser mejor en la siguiente misión.
Nala, se ríe con ganas y divertido le dice. – Venia con la intención de consolarte, de aprovecharme de tu momento triste y en un momento así pensaba robarte un beso, pero tu arruinaste todo.
Estas bien y arruinaste mis planes, tendré que cambiar mi estrategia para conquistarte.
Lupita sonríe al escuchar lo que le dice y le dice. – Estas loco, pero gracias por tratar de animarme; aunque tengo que decirte que tienes una extraña manera de animar a las personas.
Se que tú no eres de esta aldea, pero si te toca quedarte unos días aquí, me gustaría conocer un poco de este lugar y me encantaría que me lo muestres.
Nala le sonríe y le dice. – Si pienso quedarme un tiempo, al aparecer las tribus se van a reunir aquí en unas tres semanas, tengo que esperar a que el jefe de mi aldea llegue y después regresare con él.
Me va a gustar pasar estos días contigo y sé a dónde te voy a llevar, aunque no podre hacer nada mi fractura es sencilla, pero aun así mi mano izquierda va a estar sin movimiento por unos 5 meses y tengo que decir que el golpe del arma en el hombre derecho solo fue eso un golpe.
Aun así, te pienso mostrar algunas cosas divertidas y solo espero poder pasar tiempo a solas contigo, porque lo de conquistarte no fue broma, estoy siendo sincero contigo.
Una vez que dijo eso se levantó y se alejó, dejando a Lupita sin saber que responderle; el escuchar esas palabras de que alguien quería conquistarla, fue realmente extraño para ella, nunca nadie se había acercado con esas intenciones y eso la emociono un poco, aunque ella no lo miraba de esa manera, fue agradable escuchar que a ese joven sentía interés por ella.
Nala desde ese día se la pasaba cerca de ella, haciéndole platica, le llevaba par que comiera algunas frutas que se daban en esas áreas, la hizo probar comidas que él preparo y los dos pasaban tiempo con Amadi, que ya estaba mejor; la semana paso rápido, a ella le quitaron las vendas, Amadi ya se había levantado de la cama, los tres pasaban la tarde juntos.
Los dos la llevaban a conocer hermosos lugares que estaban a los alrededores de la aldea; ella pudo ver animales que solo había visto en libros, la enseñaron a subir árboles como Amadi, algo que ella quería aprender y practico hasta que logro hacerlo en solo una semana.
Le enseñaron a lanzar la soga con dos piedras pesadas en las esquinas para cazar animales, a lanzar las lanzas que ellos tenían, hasta aprendió a usar el arco; en esos días los tres se fueron de casería, aunque Nala no podía cazar, fue con ellos solo para pasar tiempo con ella.
Amadi no era un hombre como Nala, era más serio nunca se fijaba en esas cosas del amor, su concentración era siempre en ser el mejor en su aldea, para lograr ser un buen líder cuando su padre se retirará, pero estar tanto tiempo cerca de Lupita; ver la linda persona que era, lo sencilla que era al estar con los demás, la forma tan educada con la que siempre se dirige a las mujeres de la cocina, lo amorosa que era con los niños, fue algo que lo fue conquistando.
La empezó a ver de diferente manera sin darse cuenta, a sentir la necesidad de verla todos los días, de pasar tiempo con ella, hasta el punto de querer ver su sonrisa, de ser el motivo de su sonrisa.
Hubo momentos donde miro una fruta y solo la tomo para llevársela, inconscientemente se empezó a fijar en lo que le gustaba, en lo que no le gustaba, a observarla con más atención, a darse cuenta de lo que necesitaba y a querer resolver los problemas con los que se encontraba.
Lupita estaba tratando de hacerlo bien, no era mala en la cocina, NEYLANE en un momento de su vida, junto con Daila a todos los jóvenes de la familia tanto hombres como mujeres les enseñaron a cocinar; fue una de las cosas que no le gusto, ella prefería estar con Max o Agramon o Zuria, viéndolos o practicando con las armas, pero todo eso que aprendió le estaba ayudando en ese momento, hacer útil en la cocina.
Cuando terminaba iba al área de entrenamiento de los hombres de la aldea, donde miraba como entrenaban sus técnicas para casar; ellos no eran guerreros, que entrenaran para luchar contra otros, sus hombres lo hacían para casar, para llevar carne a la aldea, eran pacíficos y no les gustaba la idea de tener que matar a otro ser humano.
Lupita estaba viendo como Amadi entrenaba a uno de los hombres, se emocionó tanto que termino uniéndose a la práctica, fue un momento que a ella le encanto, pero para Amadi fue aún más emocionante, más que nada cuando tuvo que ponerse detrás de ella, toco un poco sus pies para acomodarlos, toco sus manos para indicarle como tenía que acomodarlas para aventar una lanza y lo mejor fue en el momento que su nariz quedo cerca de su cabeza, al oler su aroma fresco como el de una amanecer en un campo de flores.
Amadi no quería que eso terminara, le gusto estar cerca de ella, pero ese momento fue tan rápido, que fue algo inquietante y solo quería volverla a tener cerca, pero era buena aprendiendo, no tuvo que volver acercarse, solo la miro festejando con los demás hombres que estaban en la práctica, poniéndose de acuerdo para ir a de casería.
Ya habían pasado dos semanas y esa noche después del entrenamiento, Amadi estaba sobre un árbol a las afueras de la aldea, pero desde ahí miraba la casa de campaña donde Lupita dormía, miraba la sombra que se hacía por la luz dentro de la casa de campaña, la miro quitarse la ropa y recostarse, aunque solo fue una sombra negra, solo eso necesito para sentirse inquieto, para desearla como la mujer hermosa que era.
En ese momento escucho la voz de Nala que le dijo. – si yo pudiera subir a este árbol, creo que tambien estaría como tu viendo a la hermosa Lupita, preparándose para dormir, aunque solo sea una sombra negra, mi imaginación terminaría con la imagen completa.
Amadi se sintió molesto por lo que le dijo, la idea de que él pudiera ver a Lupita de esa manera no le agrado, baja del árbol y en ese momento molesto le dijo. – Lo que dijiste es irrespetuoso y yo no estaba viendo a Lupita, solo estaba viendo el pueblo, pensando en lo que tenemos que hacer para proteger a todos.
Nala le sonríe y le dice. – Yo te conozco muy bien, eres mi mejor amigo, puedo ver que ella te gusta y que no puedes dejar de verla; tengo que decirte que lo mismo me esta pasando, Lupita es una mujer increíble y con un cuerpo que te hace desearla.
No niegues lo que se mira y acepta lo que sientes o mejor no lo hagas y quédate a un lado como un tonto, déjame todo el camino libre, porque yo si pienso conquistarla, la voy a enamorar, daré lo mejor de mí.
Soy un hombre que siempre habla con la verdad, soy directo, tú me conoces, por eso te lo estoy diciendo, pienso luchar por su amor y si tengo que pelear contra ti, lo pienso hacer, porque Lupita lo vale.
Para Amadi sus palabras no fueron nada bueno, lo hicieron sentirse inseguro, furioso con él, termino tomándolo del cuello y le dice. – Si no fuera porque aún no te recuperas de la mano, ya hubiera iniciado una pelea contigo y te hubiera partido la cara.
Ya que tú lo dijiste, desde este momento te digo que yo tambien tratare de conquistarla, aunque eso signifique que tenga que perder tu amistad.
Nala hace que lo suelte y le dice. – bien, entonces así va a ser, desde hoy empezamos esta pelea y ya veremos quién gana el corazón de Lupita.
Al día siguiente los dos se levantaron temprano, sabían que ella todas las mañanas se levantaba a las 5 am, para correr y hacer algo de ejercicio, era parte de su rutina; ellos se unieron a ella, corrieron a su lado, cada uno le hacía platica, algo que molesto a Lupita porque era su momento de correr en silencio, de disfrutar de la mañana, pero más que nada era cuando hacia ejercicios de respiración, hablar era malo cuando corría, disminuía su resistencia al correr.
Termino callándolos a los dos y alejándolos de ella, cuando termino fue a la parte de la cocina que estaba al aire bajo una ramada; esta mañana tuvo que cortar algo de carne y verduras.
Nala y Amadi quisieron ayudar, pero eso era algo de mujeres según la cultura de su tribu, terminaron regañados por una de las mujeres; cuando Lupita termino ahí, fue hablar con los hombres que iban a salir de casería, quería ir con ellos y fue difícil, pero termino convenciendo a Zuria y al jefe de la aldea para que la dejaran ir, algo que puso feliz a los hombres, les agrado la idea de tenerla en su equipo.
Amadi y Nala tambien se unieron a ellos, se la pasaron cuidando de Lupita, cargando su agua, sus flechas porque ella llevaba un arco, tambien llevaba la lanza, pero ellos se la quitaron, trataban de que ella estuviera cómoda, de que no cargara nada.
Lupita al principio no les prestó atención, se enfocó en la plática de todos los hombres, se ponían de acuerdo en lo que iban a cazar y como lo iban hacer; ella participaba con ideas, estaba emocionada, porque una cosa fue a ver ido de caza con Amadi y Nala, que solo casaron un animal pequeño como un conejo, pero aquí estaban por cazar algo más grande, junto con un equipo y eso la emocionaba.
Para ella estaba por ser un buen día hasta que ellos se lo arruinaron, llamando su atención, tratándola como una princesita, no la dejaba hacer nada, ni siquiera la dejaron acercarse al animal que iban a cazar, siempre interponiéndose en su camino, diciéndole que se podía lastimar.
Los hombres casaron el animal y ella al final solo miro desde lejos por que Amadi tomo su lugar, mientras que Nala se quedó a su lado, haciéndola que tomara agua, hasta le dio una fruta, hablándole de algunos pájaros que estaban en uno de los árboles, sin dejarla tomar el arco o participar en la casería.
Lupita se quedó mirando la casería desde lejos, viendo como todos disfrutaba de ese momento y cuando todo termino, Amadi le llevo el animal, para que ella lo viera, demostrarse como el hombre cazador que era.
Ella lo miro con coraje, escuchaba como Nala decía que había casado animales más grandes y una vez que se recuperara la llevaría para que lo viera en acción; respiraba con fuerza, estaba furiosa con los dos y más que sentir admiración de los dos, lo único que deseaba era golpearlos, callarlos para no escuchar más sus hazañas como cazadores.
Estaba tan furiosa con los dos que no les contesto nada, solo se dio media vuelta miro a los otros hombres y les dijo que lo hicieron bien; regresaron a casa, pero ella se mantuvo alejado de los dos, no quería ni verlos, ni escucharlos, habían arruinado su día.
Al llegar a la aldea, ni siquiera volteo a verlos, solo se fue a su casa de campaña, quería alejarse de ellos; los dos al ver que se alejaba trataron de alcanzarla, pero uno de los hombres que fue a la casería, que era algo grande de edad se metió y su camino y les dijo. – Sera mejor que la dejen en paz, ya le arruinaron el día y ahora quieren arruinarle la noche, si siguen así, van a hacer que la joven maestra termine odiándolos.
Entiendo que si fuera una mujer de nuestra tribu lo que hicieron hubiera sido admirado, hasta la hubieran sorprendido, pero al tratarse de la joven maestra no era lo mismo, era muy diferente a la mayoría de sus mujeres, ella no quiere verlos como machos alfas, más bien quiere compartir esos momento con ustedes, quiere cazar de la misma manera que ustedes, no solo verlos; ustedes dos son un par de tontos y si no pueden verla como es ella, será mejor que no piensen en conquistarla, porque solo van a ruinar su vida y la de ustedes.
Los dos se quedaron parados pensando en lo que ese hombre les había dicho y aunque ninguno comento nada sabía que tenía razón, Lupita era diferente a cualquier mujer que hayan conocido, tenían que hacerlo diferente; cada uno tomo camino diferente, querían pensar en cómo cambiar su estrategia para llamar su atención, hacer algo que a ella realmente le gustara y sobre todo que la sorprendiera.
Lupita entro a su casa de campaña, que era algo grande, tomo su rifle y se puso a limpiarlo, sentía la necesidad de usarlo, de practicar un poco con él; su día había sido malo y quería olvidarlo.
Se concentro en lo que estaba haciendo para olvidar lo que había pasado, lo empezó a desarmar, a limpiar cada pieza de la manera que Agramon le había enseñado, era cuidadosa cuando se trataba de su arma y aunque no podía dispararla en ese momento por lo menos la hizo olvidar un poco su coraje, en ese momento escucho la voz de Jones que le dijo. – Parece que tu día no fue como lo esperabas.
Lupita voltea a verlo, estaba parado en la puerta; suspira profundamente y le dice. – No pude cazar.
No entiendo a Nala y a Amadi, no me dejaron participar, pareciera que no les gusta que yo aprenda de ellos, tal vez solo están protegiendo sus técnicas o simplemente es la forma de decirle que no debo ir con ellos y eso es lo que piensan porque simplemente no me lo dicen, lo puedo entender, quedarme solo con lo que se me ordena, no me volvería a meter en lo que no debo.
Jones sonríe, se sienta a su lado y le dice. – Creo que estás viendo mal las cosas y no creo que ellos te quieran hacer un lado.
Escuche lo que paso, los hombres tambien hablan y parece que esos dos solo están tratando de sorprendente, de demostrarte que son hombres capases, fuertes e interesantes, a su manera están tratando de conquistarte, de entrar en su corazón.
Lupita frunce el ceño y le dice. – Tío ¿de que estas hablando? No te entiendo lo que tratas de decirme.
Jones le sonríe. la hace salir de la casa de campaña, camina un poco con ella y cuando estuvieron algo retirados de la aldea le dice. – Los hombres muchas veces somo algo tontos y más cuando se trata de conquistar a una mujer; llegamos hacer tonterías, que muchas veces nos perjudican, como yo cuando entendí mi corazón y supe que estaba enamorado de Kira.
Sabes yo Sali huyendo, no me consideraba digno de ella, dure años alejado de la mujer que amaba, pensando que ella podía encontrar a alguien mejor, que estaría mejor en los brazos de otro hombre, pero cuando supe que estaba en una misión peligrosa y que podía morir, como un loco deje todo, me fui a donde estaba.
Llegue justo a tiempo para evitar que la mataran, pero eso solo me hizo entender que yo la amaba demasiado, que no podía dejar que nada le pasara, estar lejos de ella nuevamente ya no era una opción.
Esos dos jóvenes son más valientes que yo, luchan por lo que quieren y lo intentan, es una lástima que sean unos tontos, que no saben tratar con una mujer como tu; ellos trataron de ser unos caballeros contigo, de sorprenderte, de hacer que los miraras con admiración, pero su torpeza solo hizo que tu terminaras molesta y que creyeras que no te quieren cerca, fue todo lo contrario de lo que buscaban.
Lupita realmente no se había dado cuenta de eso, se para y se le queda mirando a Jones, esperando que repitiera lo que dijo, por un momento pensó que escucho mal, pero él se para, la mira a los ojos y le dice. – Mi sobrina, esto no es algo raro, eres una mujer hermosa, con una belleza que deja sin aliento a cualquier hombre y lo mejor de ti, es el gran corazón que tienes, tu dulzura, tu alegría, eres una persona que tiene un hermoso ser.
Ellos se enamoraron de ti y están tratando de conquistarte, aunque puedo ver que no lo hacen bien, tan mal están que tu ni cuenta te habías dado; tambien esta la parte de que tu mi hermosa princesita eres demasiado distraída, si las cosas no te las dicen directamente nunca te darías cuenta y ellos dan por hecho que de sabes de su interés por ti, solo por lo que hacen para enamórate.
Lupita sonríe con algo de timidez, realmente nunca se imaginó que esos dos jóvenes, que, si eran guapos para ella, tuvieran un interés romántico por ella y eso la emocionaba, aunque tambien la hacía sentir extraña, sin saber que tenía que hacer para responder a sus atenciones.
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