Cuando el corazón late sintiendo sus latidos, el escalofrío correr en todo el cuerpo, mientras tu cuerpo no responde a tus órdenes de moverte.
Si, ahí estaba yo, tendida en el suelo en un charco de sangre en tierra enemiga, con mi compañero alado mío gritando que no lo dejara, sus voz se desvanecía de apoco en mis oídos, solo pude reclamar a los cielos ¿Qué deuda estaba pagando? Nunca tuve una familia que me amara, y cuando pensé que al fin alguien me quería morí frente a él, ¿No tendré nunca mi final feliz? Me preguntaba, cuando sentí mi cuerpo caer en un lumbral de oscuridad.
Frente a mí como una neblina una voz masculina sonrió con calidez mirándome
"Te daré una oportunidad humana, Has que esta vida sea lo que tu corazón anhela"
Caí fuertemente ante su última frase haciendo eco en mi cabeza.
Cuando sentí una luz en mis ojos haciendo que saltara de un salto volviendo en sí, mire con desesperación ami alrededor sin entender y con dolor en la frente.
La puerta se abrió de golpe, Una joven y una anciana con mucha angustia me rodearon
- Mi Señorita Despertó- decía la anciana que lloraba
- Mi señora, Que alegría que esté bien - acompaño la Joven
- ¿Qué pasó? ¿Dónde estoy? - pregunté, mi cabeza dolía como si me hubieran dado un palazo y uno bien dado.
- En el palacio Majestad, el Príncipe la trajo, - contaba la joven casi gritando, haciendo que mi dolor aumentara- Pero no se preocupe esos Malditos Bastardos de los ladrones pagaran - terminó diciendo
Mi mente dio una fuerte punzada, recordé mi vida y como morí en el campo de batalla, pero Renací, toque mi cuerpo donde tendría que estar el balazo al darme cuenta de que no era un sueño.
La joven y la anciana miraron preocupadas y avergonzadas al ver como se revisó casi desvistiéndose delante de ellas
- Majestad, ¿Perdió algo?- decía incrédula la joven
- No- digo, al ver sus caras de preocupación, pero mi duda era ¿en quién renaci?
- Dime ... ¿Cómo te llamas?- dije de una sin pensarlo.
La joven se angustió mirando a la anciana, que llamaron rápidamente al Doctor.
- Majestad, soy su doncella Clara y ella es su Nana, Camil- decía con lágrimas y muy preocupada - El golpe fue muy fuerte por favor no se levante el doctor ya viene
Una punzada más fuerte me dio al escuchar sus nombres, los recuerdos de este cuerpo volvieron en mi cabeza como un rayo.
(No puede ser Renací en la Maldita Emperatriz Eludy Volcania) pensaba maldiciendo(De todas las novelas que leí en esta tuvo que ser,¿Peroo qué mal estaré pagando?)
- Carajo - dije entre dientes
- ¡Majestad, Que es ese vocabulario!- dijo la anciana al escucharla, es la primera vez que escuchaban tal grosería en una dama, y mas viniendo que su Emperatriz.
El doctor entró, haciendo una reverencia mientras preguntó fechas importantes, Catalina contestó sin titubear como si le saliera sin pensarlo, pero su mente estaba en recordar la historia, Que no tiene nada de lindo su final.
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Catalina leía muchas novelas, le encantaban las de venganza y traiciones, pero por hacer caso a una amiga leyó la historia de la Emperatriz Sumisa, el título para ella ya era insoportable, pues la historia tampoco era de su agrado, lo único que rescataba de ella era que tenían magia.
Eludy Volcania hija de un Duque Carlos Volcania, quien ganó muy buena reputación por hacer un buen acuerdo de mercados, revolucionando con su manera de exportación a grandes lugares, padre de Eludy Volcania y Astrid Volcania, quien es Hermanastra de Eludy.
Pues el Duque al morir su esposa gravemente al dar a luz dejándolo solo con una bebe, la crío como pudo, hasta que se casó con la mejor amiga de su difunta esposa, Viuda también, pues su marido ya tenía varios años más que ella.
Astrid fue nombrado con su apellido, pues su madre no le dejó en paz a el Duque hasta que lo hizo tomándola como hija propia.
La esposa Celina De la Kurt era vil y cruel con Eludy, la llenaba de malos tratos y comentarios, haciéndola de menos y amenazándola con que tenía que hacer todo lo que ella pedía, poniendo a su hija como la mejor en todo y como no "Mejor para el trono"
El odio y maltrato de parte de su Hermanastra y su madre fue en aumento, Eludy era una marioneta para ellas, su padre nunca sabía que pasaba pues solo venía poco tiempo, su trabajo le dio mucha fama al grado de no estar nunca.
Eludy cumplía los 18 años junto a Astrid, serian presentadas ante la sociedad, Astrid resultó ser el centro de atención ese día, robando el cariño del primer Príncipe, el primer amor de Eludy, dejándola en vergüenza ante todos, quien no pudo decir nada por el miedo que sentía hacia su madrastra con solo mirarla.
Celia aprovechó y la obligó a casarse con el segundo Príncipe, quien nunca la miro, en cambio, se revocaba a escondidas con Astrid y con las que podía, mostrándose siempre como él" Esposo perfecto" ante todos, dejando a Eludy como la mala y amargada, quien solo no decía nada ni reclamaba, pues recibía una paliza de él, y Su madrastra.
Astrid disfrutaba hacerle mal, a tal punto que creo rumores y un plan para drogarla y que robaran su puresa el día de su matrimonio, haciendo que la colgarán frente a todos para matarla en la guillotina, condenándola de "Traición al Príncipe" y "Libertinaje" poniendo a todos en su contra, quedándose con el trono y todo de ella.
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Después de estar pensando en toda historia, no me di cuenta de que el doctor se retiró, quedé en la habitación con la Joven que sonreí aliviada
- Mi señora descanse, le traeré su cena más tarde - dijo sonriendo saliendo junto a Camil.
No dude en levantarme al verlas cerrar la puerta, debía saber que parte de la historia estaba, y que tendría que hacer ahora
(Debo evitar morirme) pensaba con los dedos en la barbilla (No puedo casarme con ese idiota, y esas dos arpías no volverán a tocarme) decía mirando su reflejo y su cuerpo lleno de moretones, haciendo que se invada de rabia (Este cuerpo tan lindo y lleno de moretones) Suspiraba (Tendremos que empezar a entrenar, no dejaré que esta historia termine así) dijo firme, con la esperanza que el alma de la joven Eludy escuchara.
- Viviremos Eludy Volcania, No te quitaran lo que es tuyo- decía para ella, mientras sonríe con tal impotencia que daba miedo.
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Eludy estaba como estrella de mar en la cama cuando la joven Clara entró
- Majestad - dice despacio tocando su espalda al verla dormida profundamente, solo ríe dejando la charola.- Le dejaré esto por si se levanta con hambre- Susurro.
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El sol cálido invadió la pieza, un golpe despertó a Eludy haciendo que caiga de la cama.
- Que? Eh, Nos Atacan - dijo asustada
- Majestad, ¿Se encuentra bien ? Escuche un golpe - decía Clara detrás de la puerta
- Si, si — Contestó estirándose al compás de un gran bostezo- Pasa
–¡¡Majestad!! ¿Qué hace en el suelo? – puso la charola en la mesita ayudándola a levantarse
- Ah?, el suelo se sentía solo así que lo abrase – Dijo burlona
Clara la miro sin entender su sarcasmo, tocando su frente – ¿Se siente bien? ¿Llamo al doctor?
– Fue un chiste, que aburrida – Ríe sentándose en la cama mientras se estiraba como toda perezosa (Que delicia, Haciendo mucho no dormía tan bien) pensó con una sonrisa cálida
- Seguirá acostada –se cruza de Brazos – Tiene que levantarse Su padre llegará pronto– Ordenaba Clara levantándola a la fuerza con una queja de Eludy al compás
–¿Mi padre vendrá? – Preguntó, mientras Clara la vestía
– Sí, fue avisado de su caída y vino lo más rápido posible, El Duque la ama mucho – decía sonriendo – Y no solo él… El príncipe le mando flores y una Carta para usted, seguro está preocupado, después de todo él fue quien la trajo – Termino diciendo
(Ch, flores y una carta... Que pobre imaginación) pensó rodando los ojos – Clara por el golpe no recuerdo bien el rostro del príncipe, ¿Fue el primer Príncipe? – Preguntó haciendo muecas falsas de dolor
– Ya veo… Si, y que bueno que estaba en ese momento – Suspira – No quiero ni imaginarme si no hubiera llegado – decía terminando de alistarla – Listo
(Mm, eso es nuevo, en la novela no sale ninguna interacción con el primer Príncipe, quiere decir que aún no es el debut) pensaba
– Veo que estás reluciente Hemanita – Una voz burlona hizo girar la vista de Eludy, solo la miró fijo para luego largar una sonrisa ladina.
– Vive con eso – Contestó seca Eludy, dejándola con la mirada de rabia, haciendo que chillara los dientes Clara quedó asombrada nunca la escucho contestar a su hermana así.–¿Necesitas algo? – Preguntó sin ningún titubeo
– ¿El golpe te afecto que estás de contestona? – la mira desafiante
– Interesada ¿Quieres uno también para que te calles?- No aparto la mirada, fue filosa y firme, haciendo que Astrid se sobresalte ante ella, solo salió de su habitación sin poder decir algo, Clara largo una risita al verla sin palabras.
– Majestad.. Tiene que enseñarme eso – decía Riendo, mientas salían De la habitación al gran salón.
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Eludy bajaba por las grandes escaleras, miró disimulando a su alrededor, el palacio era tan hermoso por dentro quería salir corriendo y recorrer todo, era un museo pero de los lindos y caros
Vio al Duque entrar casi corriendo a la puerta, fue con paso rápido hacia él al ver a Astrid, chocándola casi sutilmente
– Padre, viniste – se alegra, toma su hombro para alejarlo hacia afuera — Te extrañé tanto– sonríe.
– Mi Hermosa Eludy, no sabes como me preocupe al saber de tu caída– Con tono preocupado
Astrid aclaró su garganta sacándolos de su burbuja –Padre, Me alegra mucho que...– queriendo tirándolo, pero Eludy lo agarro del brazo llevándolo al jardín dejándola con la palabra en la boca
( Maldita Zorra,) maldecía por dentro Astrid al ver como le hizo un gesto de burla con el dedo, pues no sabía que era eso, pero se sintió muy insultada.( Veremos si sigues sonriendo cuando venga madre )
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( Empezaré con recuperar la confianza del Duque, después de todo es mi padre, espero que no sea tan tonto si le doy un aviva burros) decía por dentro mientras sonreía
Tomaron el té en el jardín, Eludy tenía que aprovechar que las arpías no estaban para empezar a hacer su primer movimiento.
– Padre, no sabes cuanto te extraño en el palacio –larga una lágrimas
– Mi niña, no llores –limpia sus lágrimas con su pañuelo
– Pero entiendo estás muy ocupado –agacha la cabeza triste – Hablando de eso ¿Cómo te va Padre? – Eludy recordó en ese momento que antes de su caída supieron que sus entregas tenía bajas
Carlos se sorprendió ante su pregunta, pues nunca le intereso o mostró interés en su trabajo, al contrario, no decía nada – Estamos con algunas bajas, es por eso que estoy ocupado, mis hombres están investigando los detalles de esos problemas – Suspira
– Ho, Padre cuanto lamento escucharlo – Dijo preocupada, una punzada sintió en su cabeza recordando su accidente.
** Dos días antes de que Eludy siguiera a Celia Vio por los pasillos que se reunió con un hombre de aspecto horrible, casi maleante, no pudo evitar escuchar como algunas mercancías serían robadas por él, y Celia fue quien lo mandó.
Aprovecho en meterse en la oficina de su padre y ver archivos de Cheques y grandes encomiendas que no estaban con la firma del Duque, sino su Madrastra, Astrid la vio salir con su carruaje avisando a su madre, su enojo fue obvio, Celia odiaba que saliera sin decir donde, quería tenerla encerrada sin que nadie la viera. A sique planeo darle una lección y enviar tras ella unos ladrones.
Atacando su carruaje antes de llegar al trabajo de su padre, Eludy vio que el mismo hombre que estaba con su madre la atacó, fue cuando recibió un golpe fuerte que la dejo tirada al suelo.
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( Tengo que conseguir esos papeles, Necesitare ayuda) decía apretando el mango dela taza de té.
– Padre, quisiera decirte que voy a retomar mi mando de Emperatriz como heredera al trono –Dijo esperanza
El Duque sonrió al escucharlo – Ho mi niña, que buena noticia, pensé que lo dejarías a tu hermana, Celia me comentó que no lo querías –Cuenta
– Ho no padre, todo lo contrario, le dije que me dé unos días para estar segura, me dijo que estaba muy contenta y que cuando lo decida sea una sorpresa para ella, y todo el reino – Decía sonriendo ( No pienso entregarte mi cabeza en bandeja Maldita Arpía) reía por dentro
– Que bueno mi niña, entonces firmaré tus papeles cuando me los entregues, Celia estará contento seguro, iré por ella– quiso ir a contarle pero Eludy lo detuvo
– No padre, es una sorpresa- Reía – Ella me dijo que cuando lo haga no se lo diga, quiere verme con la corona cuando ya tenga el mando, estaría muy orgullosa de festejarlo conmigo, dejando en claro que confía mucho en mi–Dijo de cierta manera como si fuera verdad.
El Duque asintió feliz – Está bien cariño, será nuestro secreto, seguro se pondrá muy feliz– Dijo largando una risita de cómplice, pero fue muy bien engañado por Eludy
( Mierda estuvo cerca, casi mete la pata) suspiro aliviada sentándose.
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Astrid fue directo con su madre a contarle el atrevimiento de Eludy, habrio su puerta sin siquiera llamar.
Celia estaba regañando a su doncella por no saber peinarla como quería, dejando sus manos rojas de tanto golpearla con el peine de madera, quien tenía sus ojos en lágrimas, pero aguanto no llorar porque eso sería otro castigo
– Madre– Exclama – La estúpida de Eludy está muy contestona y sonriente con el Duque– reclamaba
– ¡Astrid! ¿cuantas veces te dije que toques antes de entrar? – se sobre salto al verla, pensó que era alguien más – ¿Qué quieres decir con qué está muy contestona?– Su expresión cambió a más fría
– Sí, cuando despertó me contestó como si me desafiara, y hoy me hizo un gesto al correrme de Padre – Chillaba como niña
–¿ El Duque está acá ?– mira por la ventana hacia al jardín viendo como reían los dos – ¿Por qué nadie me aviso? – Grito hacia las Doncellas que estaban sin poder contestar.– Le borraré esa sonrisa a esa maldita, (se cree libre de tomarse tal atrevimiento) decía saliendo de la habitación mientras levantaba su vestido para caminar más rápido, mientras regañaba a Astrid por dejarla sola con el Duque.
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–¿Entonces te quedas estos días? – alegre
– Sí cariño,pedí tres días para verte– Contestó Carlos
– Cariño, Llegaste – una voz Detrás de ellos los interrumpió, Celia llegó saludándolo mientras miro a Eludy con sus ojos filosos, Quien solo evito su mirada continuando con su te
– Celia cariño, si le comente a Eludy que me quedaré tres días– Con mirada cálida
– Que bueno Cariño, podrás pasar tiempo con nosotras – Con tono quejoso, que Carlos no noto– Eludy… Veo que estás mucho mejor y fuera de peligro...– Dice buscando algún gesto en ella para saber si recuerda lo que pasó
– Sí… Madre –dice casi asqueada al decir" Madre"
– Espero que la próxima me escuches cuando te advierto que salir tarde al pueblo es muy peligroso , y nada decente para una señorita – Dijo asiendo verla como desobediente ante su padre
– Eludy, ¿Saliste en la noche? Eso no es nada bueno para una Dama – Reclama el Duque
( Que tonto este Duque) – Pero madre, yo recuerdo bien que no te dije donde iba... y Tampoco que era de noche ... – Dice Eludy firme, Celia quedó en silencio al ver su contestación firme, y más ver el Rostro de duda del Duque hacia ella
– Pero que dices Eludy, ¿me dices mentirosa?, solo trato de cuidarte – se victimiza
– Eludy, discúlpate con Celia – Dice El Duque calmando a Celia, quien sonreía en los brazos del Duque
– Yo no dije eso Padre, si no me crees pregunta al cochero, Es más ¿porque no lo hacemos ahora?– Sé levantó y fue directo hacia él, Celia se sobre salto dejándola nerviosa al ver que el Duque la siguió.
– Cariño… No creo que sea necesario, esto seguro que es un berrinche, y el cochero seguro no se debe acordar – nerviosa evitando que siguiera caminando
– Tranquilo Cariño, estoy seguro de que si es un berrinche tendrá su castigo – decía tranquilo
Eludy era amiga del cochero, era el único que se quedaba con ella en el jardín aguantando sus llantos, Jef un hombre anciano con un corazón bondadoso, siempre la alentó a enfrentarse a su madre, pero la anterior Eludy estaba aterrada con solo verla que era imposible, Fue el único en dejar una flor en su lápida.
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