Bajo El Mismo Aroma
Capitulo 1 - El café de papá
La primera vez que Elisa sostuvo una taza de café fue en las pequeñas manos de su padre
Nicolás Hernández López (papá)
No es para que tomes, es para que huelas
Elisa Hernández Palomares (7 años de edad)
(Tomando la taza entre sus pequeñas manos)
El aroma dulce y cálido del café recién hecho llenaba el pequeño local que olía siempre a hogar. Elisa tenía apenas siete años y no entendía mucho del mundo, pero sabía que su lugar favorito era ese: detrás del mostrador, viendo a su papá preparar magia en cada taza.
El local era el mismo, pero el ambiente ya no. La risa de su padre no llenaba el espacio, las paredes lucían más gastadas, y el viejo letrero comenzaba a desvanecerse por el sol
Elisa Hernández Palomares
(Viendo la foto de su padre)
Elisa Hernández Palomares
Prometo que no dejaré que esto se caiga
Elisa suspiró, se ajustó la mochila al hombro y se preparó para otro día más.
Universidad por la mañana, turnos en el café por la tarde, y preocupaciones constantes por la noche
Al llegar a la universidad, se encontró con Matías en la entrada
Matías Hernández Palomares (hermano)
¿Cómo dormiste?
Elisa Hernández Palomares
Poco, como siempre. Entre las clases y el café, no paro.
Matías Hernández Palomares (hermano)
Ya te acostumbrarás… o te vuelves loca
Elisa Hernández Palomares
Prefiero lo segundo. Pero algún día esto valdrá la pena
Pasaron las horas, Elisa asistió a sus clases, tomó apuntes y se esforzó por no perderse nada. En uno de los descansos, mandó un mensaje rápido a Matías:
Elisa Hernández Palomares
¿Cómo vas en la empresa? ¿Algo nuevo?
Matías Hernández Palomares (hermano)
A paso lento, pero bien. Te aviso si surge algo
Al terminar la universidad, Elisa fue directo al café. Entró y sintió el aroma familiar
Elisa Hernández Palomares
Hola (detrás de la barra)
Matías Hernández Palomares (hermano)
(levanta la vista del portátil)
Matías Hernández Palomares (hermano)
¿Lista para otro turno?
Elisa Hernández Palomares
Listísima
Elisa Hernández Palomares
Aunque me muero por descansar
Matías Hernández Palomares (hermano)
Apenas estás empezando. ¿Has pensado en alguna idea para atraer más clientes?
Elisa Hernández Palomares
Estaba pensando en hacer eventos, o una noche de lectura, algo para que la gente venga más
Matías Hernández Palomares (hermano)
Suena bien
Matías Hernández Palomares (hermano)
Pero necesitamos más dinero para hacer eso
Elisa Hernández Palomares
Lo sé… pero encontraremos la forma
Matías Hernández Palomares (hermano)
Lo haremos juntos Eli, somos un equipo
(Suena la campana de la entrada)
Elisa Hernández Palomares
¿Quien es a esta hora?
Matías Hernández Palomares (hermano)
No lo sé
Julián Valverde Jiménez
Buenas noches
Matías Hernández Palomares (hermano)
Bienvenido
Julián Valverde Jiménez
¿Eres Matías Hernández?
Matías Hernández Palomares (hermano)
Sí… ¿nos conocemos?
Julián Valverde Jiménez
No, pero estoy aquí por ti. Soy parte del equipo de selección de Grupo Valverde. Hace poco enviaste tu solicitud, ¿cierto?
Elisa Hernández Palomares
¿Vinieron a buscarte al café?
Julián Valverde Jiménez
(Asiente)
Julián Valverde Jiménez
No te localizamos por teléfono, así que decidí pasar. Estamos interesados en una entrevista presencial mañana a las nueve. Es para el área de innovación. Tu perfil llamó la atención de los directivos
Matías Hernández Palomares (hermano)
Claro. Mañana a las nueve. Estaré ahí
Julián Valverde Jiménez
Perfecto
Julián Valverde Jiménez
(Le entrega una tarjeta) La dirección está ahí, que tengan buena noche
Matías Hernández Palomares (hermano)
(Toma la tarjeta)
Julián Valverde Jiménez
(Sale del lugar)
Elisa Hernández Palomares
¿Grupo Valverde? ¿No es esa la empresa súper elegante de los que tienen medio edificio de la ciudad?
Matías Hernández Palomares (hermano)
Sí… es esa. Y acabo de recibir una invitación para trabajar con ellos
Elisa Hernández Palomares
(Sonríe)
Elisa Hernández Palomares
¿Y qué esperas para celebrar? ¡Esto puede cambiarlo todo!
Matías Hernández Palomares (hermano)
Ojalá tengas razón, Eli… ojalá sí lo cambie todo
Y sin saberlo, esa visita inesperada fue el primer movimiento de un destino que ya estaba escribiendo algo mucho más grande
Capitulo 2 - Primeras impresiones
Anna García Lombardi
Leonardo, ¿vas a seguir desayunando o vas a mirar el teléfono todo el día?
La voz de su madre, elegante pero siempre con ese tono mandón, interrumpió el silencio del comedor
Leonardo Valverde García
(Levanta la vista del teléfono)
Leonardo Valverde García
Ya terminé mamá
Anna García Lombardi
Pues si terminaste, cambia esa cara de desvelado. Hoy viene gente nueva a la empresa y quiero que des buena impresión. Eres el hijo del presidente, no un pasante cualquiera
Leonardo Valverde García
Y sin embargo, trabajo como cualquiera
Anna García Lombardi
(Alza una ceja)
Anna García Lombardi
A veces me pregunto si en verdad eres mi hijo
Victoria Valverde García
Tranquila mamá
Victoria Valverde García
Que lo que das, regresa
Anna García Lombardi
¿Y tú? ¿Vas a defenderlo siempre?
Victoria Valverde García
Claro. Para eso soy su hermana favorita
Victoria Valverde García
¿Listo para la junta?
Leonardo Valverde García
Listo. ¿Tú vienes a la empresa?
Victoria Valverde García
Sí, tengo reunión con el equipo creativo. No todo es café con amigas, mamá
Anna García Lombardi
(Mirándolos molesta)
En la empresa, Leonardo caminaba por los pasillos con naturalidad. Saludaba a todos, desde los de recepción hasta los del área técnica. La gente lo respetaba, pero también lo quería, cosa poco común en hijos de empresarios
Mientras él revisaba algunos documentos, su asistente se acercó con una hoja
Asistente
Leo, el chico nuevo para el área de innovación acaba de llegar. Matías Hernández
Leonardo Valverde García
¿Matías? ¿Es el de los cafés?
Asistente
Eso dicen sus referencias. Tiene un perfil muy interesante
Leonardo Valverde García
Hazlo pasar, por favor
Cuando Matías entró a la sala de reuniones, Leonardo lo recibió con una sonrisa abierta y un apretón de manos firme
Leonardo Valverde García
Bienvenido al grupo Valverde, Matías
Matías Hernández Palomares (hermano)
Muchas gracias.. señor Valverde
Leonardo Valverde García
“Leonardo” está bien. Aquí no usamos títulos, usamos ideas.
Matías Hernández Palomares (hermano)
Entonces gracias, Leonardo
Leonardo Valverde García
Vi tu expediente. Eres bueno. Me gustaría escucharte más. Cuéntame qué harías diferente si tuvieras la oportunidad de liderar un proyecto desde cero
Y así comenzó una conversación que duró casi una hora. Leonardo no solo evaluaba sus conocimientos, sino también su carácter. Le caía bien. Se notaba que era trabajador, sincero y con los pies en la tierra
Al final, Leonardo cerró la carpeta y le sonrió
Leonardo Valverde García
Nos vemos el lunes. Bienvenido al equipo
Matías Hernández Palomares (hermano)
(Mirándolo confundido) ¿Ya? ¿Así?
Leonardo Valverde García
Así. Me gusta la gente que no presume lo que sabe, pero lo demuestra con hechos
Matías Hernández Palomares (hermano)
Gracias. De verdad
Leonardo Valverde García
Te veo pronto, Hernández
Cuando Matías salió, Leonardo se quedó mirando la carpeta unos segundos. Algo en ese chico le resultaba familiar. No por haberlo visto antes, sino por la forma en que hablaba de su familia, del esfuerzo, de querer construir algo desde cero
No lo sabía aún, pero ese vínculo los iba a unir más de lo que imaginaba
Capitulo 3 - Entre bebidas y sorpesas
Elisa Hernández Palomares
¿Conseguiste el trabajo?
Matías Hernández Palomares (hermano)
¡Lo conseguí!
Elisa corrió desde la barra y lo abrazó con fuerza
Elisa Hernández Palomares
¡Sabía que podías! ¡Ay, Matías!
Matías Hernández Palomares (hermano)
Me aceptaron en el momento. El que me entrevistó, Leonardo Valverde, fue muy amable. Nada de posturas ni aires de superioridad. Me cayó muy bien
Elisa Hernández Palomares
¿Valverde? ¿Como el apellido de esa empresa gigante?
Matías Hernández Palomares (hermano)
El mismo. Es hijo del dueño, pero ni lo parece
Elisa volvió detrás del mostrador y empezó a limpiar por inercia. Tenía una sonrisa, pero también una ligera preocupación escondida
Elisa Hernández Palomares
¿Y qué significa eso para nosotros? ¿Vas a dejar el café?
Matías la observó en silencio un momento, luego se acercó
Matías Hernández Palomares (hermano)
Claro que no. Voy a trabajar en la empresa de lunes a viernes, pero los fines de semana sigo aquí contigo. Además, con el nuevo sueldo… Eli, podemos ponernos al día con la hipoteca. Tal vez incluso invertir en algo
Elisa Hernández Palomares
(Baja la mirada)
Elisa Hernández Palomares
¿Tú crees que algún día podamos comprarlo de nuevo?
Matías Hernández Palomares (hermano)
No tengo dudas. Ese café va a ser nuestro otra vez. No solo por papá, también por ti
Las semanas siguientes pasaron como en cámara rápida. Elisa dividía su vida entre clases, tareas, el café y ayudar a Matías con ideas para la empresa. Él, por su parte, regresaba cada noche agotado, pero feliz
Elisa y Matías se encontraban comiendo algo en la cocina de la cafetería
Matías Hernández Palomares (hermano)
Ese Leo es raro. Es rico, pero nunca presume. Tiene una hermana amable también, Victoria. Siempre está bromeando
Elisa Hernández Palomares
¿Raro bueno o raro peligroso? (Bromeando)
Matías Hernández Palomares (hermano)
Raro bueno. Como… real. No como los típicos jefes que piensan que el mundo les pertenece
Elisa Hernández Palomares
Entonces ojalá se te pegue algo, porque andas medio insoportable últimamente
Matías Hernández Palomares (hermano)
Cállate
Matías Hernández Palomares (hermano)
Si lo conocieras, seguro te caería bien
Elisa Hernández Palomares
Lo dudo. Yo tengo un radar para los ricos pretenciosos. En cuanto lo vea, sabré si es de fiar
Y aunque lo dijo con burla, ni se imaginaba que ese encuentro no estaba tan lejos como creía
Una tarde, mientras Elisa anotaba pedidos en su libreta, una voz sonó desde la puerta:
Leonardo Valverde García
¿Disculpa, tienen capuchino con leche de almendra?
Elisa Hernández Palomares
¡Sí! Dame un segundo…
Elisa se giró y alzó la vista. Por alguna razón, su corazón dio un pequeño salto
Elisa Hernández Palomares
¿Capuchino con leche de almendra? (tomando la orden)
Leonardo Valverde García
Sí, por favor. Sin azúcar
Elisa levantó la vista, solo por educación, y lo vio.
Traje sin corbata, cabello ligeramente despeinado, una sonrisa relajada… y unos ojos que no cuadraban con el mundo elegante que representaba. No parecía arrogante. Más bien, curioso.
Elisa Hernández Palomares
¿Aquí?
Leonardo Valverde García
¿Porque no?
Elisa Hernández Palomares
No sé… pareces más de los que toman café con nombres raros en lugares caros
Leonardo Valverde García
Oye, que mi gusto por el café es muy flexible (llevándose una mano al pecho con fingida ofensa)
Elisa Hernández Palomares
(Suelta una risa)
Elisa Hernández Palomares
En fin… siéntate, en un momento te lo llevo
Leonardo se fue a una mesa cercana a la ventana. Sacó su celular, pero no dejó de observar el lugar. Le gustaba el ambiente. Pequeño, sencillo… acogedor
Minutos después, Elisa se acercó con la taza y la colocó con cuidado
Elisa Hernández Palomares
Aquí tienes, capuchino con leche de almendras
Leonardo Valverde García
Gracias… ¿cómo te llamas?
Elisa Hernández Palomares
Elisa
Leonardo Valverde García
Mucho gusto, Elisa. Yo soy Leo
Elisa Hernández Palomares
¿Vienes por aquí seguido, Leo?
Leonardo Valverde García
Primera vez. Me lo recomendó alguien
Elisa Hernández Palomares
Pues si no te mato con ese café, tal vez te conviertas en cliente habitual
Leonardo Valverde García
(Rio) Si me matas, que sea con estilo
Ambos se quedaron en silencio un momento. No incómodo. Más bien… curioso. Como si algo en el aire les dijera que esa conversación no era común
Elisa se giró para volver a la barra, pero justo en ese momento su celular vibró. Un mensaje de Matías:
Matías Hernández Palomares (hermano)
Hoy llegó Leo al área, pero salió temprano. Parece que estaba cansado o algo así. Te cuento más tarde
Elisa leyó el mensaje y volvió la mirada hacia el chico de la mesa.
Leo.
Elisa Hernández Palomares
(Parpadeó) No… ¿no podía ser él, verdad?
Leonardo ya se había levantado y dejaba dinero en la barra, con una nota escrita a mano:
“Volveré. Muy buen café. Muy buena atención. —Leo”
Elisa Hernández Palomares
(Leyendo la nota en sus manos)
Elisa Hernández Palomares
¿Quien rayos eres, Leo? (Susurrando)
Y así, sin que lo supieran del todo… sus caminos acababan de cruzarse
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