No pude evitar mirar el cielo azulado.
Las estrellas brillando desde el cielo con resplendor.
"¿Que tan grande sera el mundo?".
Pregunte en voz baja.
"Señorita, debe de venir a descansar".
La voz de mi niñera se escucho.
"Grace".
"Si".
Respondí tranquilamente cerrando por la ventana.
El aire de la noche entro por la ventana abierta y cuando note sentí que alguien me observaba.
No pude evitar mirar con curiosidad, pero no había nadie.
"Señorita Kari".
Grace me llamo de nuevo.
"De acuerdo".
Entre cerrando por la ventana y con ella tambien la cortina.
Grace ya tenia la ropa de dormir para cambiarme, asi que me acerque a ella.
"Dime, Grace".
"¿Por que mi madre no esta?".
Pregunte con vacilacion.
Grace volteo a verme con una pizca de angustia.
"Lo siento mi señorita".
"La señora decidió otro estilo de vida".
Dijo con una mirada complicada.
"Esta bien".
Dije bajando levemente la mirada.
Sabia que tenia madre y rara vez se hablaba de ella en la mansion.
Yo lo sabia.
Ella nos había abandonado.
Solo que nadie me lo quería decir en la cara.
"Además, no debe de preocuparse".
"Su padre la ama mucho".
"Y yo estoy aqui".
Comento con una leve sonrisa para tranquilizarme y a la vez es consoldadora.
"Lo se".
Grace termino de cambiarme y señalo la cama.
"Duerma bien, pequeña señorita".
"Jeje".
"Si".
Respondí.
Al final Grace cerro la puerta de la habitación.
Cuando note que ella ya no entraba, salte de la cama para ir a mi escritorio.
Lo que quería es terminar mi dibujo.
Los sueños son extraños.
Me muestran cosas como si fueran de otro mundo.
Una especie de fogón pero mas practico.
Cada vez que soñaba con algo nuevo lo dibujaba en mi libreta y lo intentaba explicar.
'Quiero inventar'.
Quiero poder crearlo.
Pensé mientras miraba los dibujos de mi libreta.
A un lado de la libreta tenia un libro de los tipos de magia y lo que podría usar.
¿Si le pido dinero a mi padre?.
Es posible que me de unas monedas pero no sera suficiente.
¿Si le pido ayuda a la señora Salem?.
Ella cuando me ve suele ayudarme explicándome en lo que puede.
Creo que es lo mejor.
Termine mi dibujo en la libreta y lo que quería que hiciera.
A veces cuando termino de dibujar y veo lo que escribí me siento extraña.
"Es como si no perteneciera aquí".
Me quede pensando un momento en lo que me acomode en la pequeña silla.
Luego guarde el cuaderno, abrí la cortina de mi habitación y camine con el libro de regreso a mi cama.
Con la luz de la luna mire el libro y seguí leyendo donde me había quedado, hasta que me dormi.
Al otro día.
Grace me alisto como siempre.
"Señorita, ¿Por que volvió a leer ese libro?".
Grace me pregunto con preocupación.
"Quiero aprender, quiero inventar".
Dije, eso quería hacer.
Tal vez con eso Grace no tendría que sufrir mucho con el fogón mágico de fuego que aveces suele perder el control.
Como ahora.
Las flamas azules del fuego llegaron hasta el techo.
Grace rápidamente lo controlo, pero siento que no debería de pasar.
"Grace, te quemarás con el fuego y te quedaras calva".
Comente, la expresión de Grace fue de desaprobación pura.
"Solo lo menciono".
Murmuré evadiendo su mirada molesta.
"Vamos, Grace".
"Kari solo es una niña pequeña".
Mi padre bajo a desayunar.
"Papá".
Le hable de repente.
"¿Que pasa?".
"Buenos días".
Primero salude, es decir, el cielo es de tonos naranjas con amarillos marcando la mañana.
"Buenos días".
El respondio.
"¿Que es lo que hará hoy mi linda hija?".
Pregunto con curiosidad.
"Quiero ir a ver a la señora Salem".
Dije, mi padre negó.
"Hoy no".
Respondió de repente.
"¿Por qué?".
Pregunte confundida, nunca me habían prohibido ir a ver a la señora Salem, pero hoy era diferente.
"Bueno, mañana tal vez si".
"Pero, hoy tenemos que ir al palacio".
Mi padre respondió.
"¿En serio?".
Pregunte sorprendida.
¿Al palacio imperial?.
El asintió con la cabeza.
"¿Por qué?".
"Bueno, hoy solo tengo que entregar unos documentos y podemos salir a comer algo dulce".
"¿Te parece?".
Mire a mi padre que espero mi respuesta emocionado.
"Si".
No pude evitar asentir.
Desayunamos lo que sirvió Grace y después partimos para el palacio imperial.
Subimos al carruaje mientras veía a los señores Selman desde su jardín.
Ellos alzaron sus manos para saludarme.
"Parece que les agrada".
"La señora Selma nunca tuvo hijos, asi que creo que te veo como la niña que nunca pudo tener".
Mi padre murmuro.
Mire las calles por la ventana.
Las casas sombrias, los carruajes negros, los tipos de existencias.
"Padre, ¿En que categoría estamos?".
Pregunte, mi padre me miro con una pequeña incomodidad.
Clases, sociales y de razas.
"Kari, nuestra familia solía ser grande y poderosa".
"Ahora solo somos los restos que dejaron".
"Pero, al menos no hay deudas que debas de cargar".
Mi padre comento con una mirada triste.
"¿Papá?".
Pregunte con curiosidad.
"Si, todo esta bien".
"Al menos, podemos decir que con lo que tenemos estamos bien".
"Nuestro linaje es puro, incluso cuando no tengamos el poder y la riqueza que solíamos tener, el linaje nos mantiene".
Mi padre comento.
'Linaje'.
'Riqueza y poder'.
"Papá".
"¿Si?".
"Bueno, durante varios meses he leído muchos libros de magia que hay en el librero".
"¿Puedo pedir piedras de mana para experimentar?".
"Quiero poner en practica lo que he estudiado".
Dije, mi padre me miro con ojos abiertos de la repentina petición.
"¿Quieres aprender alquimia?".
"¿Por eso quieres ir con la señora Salem?".
Evite la mirada de mi padre pero asentí con mi cabeza.
"Tal vez pueda hacer algo".
Asentí con la cabeza.
Entonces llegamos al palacio imperial.
Mi padre tomo mi mano para ver el gran palacio imperial frente a mi.
"Es inmenso".
Dije, mi padre asintió con la cabeza.
"Es muy grande".
"Vamos hacia allá".
Dijo señalando la parte donde mucha gente iba dirigiéndose hacia dentro del palacio.
Caminamos por los grandes pasillos de mármol hasta llegar a la oficina de mi padre.
"Espera aquí, hija".
Dijo señalando el asiento que había en una esquina.
Entendí, ahí lo espero mientras puedo ver el jardín.
Me senté mientras las personas entraban y salían.
Mi padre desaparecio de mi vista entrando a otra habitación.
"Vaya, pero si es la hija de Hunt".
Dijo un señor de mediana edad que había entrado a la oficina.
Se había acercado lo suficiente para que todos lo notaran en el momento que había hablado.
"Saludos, señor".
Dije levantandome y haciendo una reverencia.
El señor solo me observo con extrañeza, pero esos ojos rojos me dieron una sensación de frialdad.
El asintió con la cabeza y después se alejo.
'Bueno, la gente es extraña'.
¿Por que no se presenta?.
Ni siquiera su nombre pudo decir.
Me volví a sentar en la silla y voltee a ver al jardín, solo para ver un gato negro rondando.
Un gato mediano de negro completo incluyendo sus ojos.
"Que bonito".
Dije al verlo y me quede viéndolo por la ventana mientras salia mi padre.
El gato se acerco hasta quedar frente a mi.
"Miau".
Extendí mi mano, pero por la ventana seria imposible tocarlo.
"Quisiera acariciarte, pero debo esperar a mi padre".
Murmuré en voz baja.
'Que lindo'.
El gatito no se movio en lo que esperaba y cuando vi, note que se acercaban dos gatos mas.
Del mismo tamaño y como si fueran tres gotas de agua.
Los tres se quedaron del otro lado de la ventana, movían su cola como si algo les agradara.
"Kari".
De repente la voz de mi padre se escucho.
Voltee a verlo.
Parecía haber terminado con lo que tenia que hacer.
"Vamos, hija".
Asentí con la cabeza y voltee a la ventana solo para ver que los gatos ya no estaban.
Salí con mi padre de su lugar de trabajo y en el camino, vi como habían personas haciendo reverencias.
El emperador caminaba por el gran pasillo donde mi padre y yo estábamos.
Mi padre se inclino y al final hice la reverencia que Grace me había enseñado por si algún día me encontraba con alguien importante.
El emperador se detuvo frente a nosotros.
"..."
No pude evitar sentirme nerviosa.
Mi padre fue quien hablo.
"Saludos a su majestad el emperador".
Entonces le dije lo mismo.
"Saludos a su majestad el emperador".
El emperador asintió.
"Asi que es la niña de Hunt".
La voz baja del emperador resonó por el pasillo silencioso que había dejado su presencia.
"Asi es, majestad".
Mi padre asintió y lo mire con curiosidad pero solo de reojo.
El emperador parecía tener al menos unos 30 años a simple vista.
"Traigan dulces para la niña".
El emperador de repente dijo.
¿Qué?.
Dulces.
El asistente que iba al lado del emperador, se sorprendió pero rápidamente fue por ellos aun cuando tuvo que ir a comprarlos en el momento.
En pocos momentos, el asistente regreso con una bolsa llena de dulces que había conseguido como si su vida dependiera de ello.
Incluso jadeaba por aire.
"Ten".
El emperador miro levemente que dulces habían traído y me dio la bolsa.
Sorprendida la tome con cuidado.
"Gracias, majestad".
Dije un poco nerviosa por la situacion, pero sabia que es lo que tenia que hacer.
"Bien, cuidate".
El emperador siguió con su camino después de eso.
"Si, gracias majestad".
Volví a decir y el se perdió en el pasillo.
Mi padre sorprendido miro la bolsa de dulces.
"Creo que solo iremos a comprar el té".
Murmuro mientras me tomaba de la mano.
No pude evitar sonreir.
Fuimos saliendo del palacio.
Mi padre tenia una expresión de duda, pero luego volvió a su normalidad.
"Parece que su majestad el emperador le llamo la atención tu hija, Hunt".
El hombre de ojos rojos que me había saludado anteriormente.
"Marqués de Van, un placer".
Mi padre lo saludo con cortesía, pero en su mirada parece que se llevaban bien.
"Si".
Mi padre señalo una banca que había en el jardín exterior que daba a la salida del palacio.
Una vez mas camine hacia ahí para esperar.
Asi era cuando salia con mi padre y lo saludaban.
Sientate y espera hasta que terminen de hablar.
Mire la bolsa de dulces mientras los olores me llegaban a mi nariz.
"Huele rico".
No pude evitar sentirme con hambre.
"Miau".
De repente escuche el maullido del gato.
Voltee instintivamente.
"Gato".
Lo llame.
Los tres gatos aparecieron y fueron acercándose por el aroma.
Luego entre en pánico.
Mire mi bolsa de dulces con preocupación.
"Son mios".
Dije con la bolsa apretándola para que no me lo fueran a robar.
Los gatos se acercaron, pero por alguna razón no parecían interesados en mi bolsa de dulces.
Escuche como sonaban sus ronroneos.
"Que lindos".
Dije, tocando a uno por la espalda.
Otro se había tirado panza para arriba como diciendo, vamos a jugar y el tercero se mantuvo a un lado acostado.
Mi padre empezo a tardarse en lo que hablaba con el marqués.
"Si hubiera sabido que tardaríamos mucho, me hubiera quedado con Grace para que la señora Salem me explique como funcionan las piedras de mana".
No pude evitar comentar.
Me estaba aburriendo.
Al final mi estomago gruño pidiendo comida.
"Ya me quiero comer los dulces".
Murmuré tocando mi estomago y decirles mentalmente a mis tripas que se calmen.
Los gatos empezaron a maullar.
Mi padre apareció en ese momento.
"Lo siento, hija".
"El marqués si que tenia cosas que decir".
"Vamonos".
Dijo, mirando como los gatos me rodeaban.
"Si".
"Adiós gatitos".
Dije alejándome para tomar la mano de mi padre.
Camine con mi padre y una vez mas voltee a ver, solo para ver a los gatos yéndose por el otro lado.
Al final solo compramos té y terminamos regresando a casa.
Cuando volvimos disfrutamos un buen té.
"Asi que con esto puedo trabajar".
Dije, la señora Salem solo observaba fijamente por como iba el primer invento.
"Lo haces bien, aprendiste en pocos años lo que muchos tardan aprender en décadas".
La señora Salem realmente se veía impresionada.
Una estufa mágica que no hace que tus pelos queden chamuscados.
"Increíble, una niña de 13 años ha creado algo interesante".
La señora Salem dijo emocionada.
El primer invento había resultado favorablemente.
Grace estaba sorprendida y asintió estando de acuerdo.
"Mi señorita es un genio".
"Que alegría".
El señor Salem con su cigarro en la bolsa asintió.
Los dos siendo una pareja de magos negros tenían telarañas en su piel, no eran como Grace y yo, si no podría decirse la especie mas baja de este mundo.
Solian ser humanos, pero vendieron su magia por poder demoniaco.
Entonces su magia natural se corrompió.
Por eso las telarañas.
Llevaban aquí al menos unos 200 años.
Grace se levanto a tomar una tetera y llenarla de agua, para probar el funcionamiento de la estufa.
"Todo para probarla".
Dijo colocándola y modifico el fuego para ver si todo estaba en orden.
Me quede pensando sobre la estufa.
Es bueno.
¿Como puedo comercializarla?.
"Para que puedas registrarla, debes de llevarla al edificio de comercio que pertenece al imperio, ellos harán una especie de derechos de invento y con eso incluso pueden invertir para que puedas crear tu propio negocio".
El señor Salem comento después de apagar su cigarro.
"Si, ¿No hay problemas por mi edad?".
"Aun soy menor de edad".
Dije, pero ellos negaron.
"Señorita, ¿Sabe cuantos niños han nacido con un don como el de usted?".
"Ya sea negocios familiares, sea invento u otra cosa, todos pueden empezar a hacer su fortuna".
"De todas formas, la vida de mi señorita es muy larga, debe de aprovechar que puede ganar de forma tranquila y asi tener una buena vida".
Grace dijo como un comentario casual.
Eso era cierto.
Mi vida es muy larga a comparacion de cualquier otra.
Eso es lo que significa linaje.
Al menos te desvivieras, tu vida continuaría hasta no se donde.
"Entonces, Grace".
"¿Me ayudas mañana a llevarlo?".
Pregunte a Grace que asintió con la cabeza viendo como el agua hervía y nada exploto.
Cuando mi padre regreso del trabajo, el mismo estuvo de acuerdo con la idea.
'Dinero'.
Si, es mejor tener dinero.
Ahora necesitaba impulso para poder promocionarlo.
Al otro día mi padre junto con el señor Salem me acompañaron al edificio del comercio.
Se llenaron los formularios correspondientes.
Mi padre no dudo en poner mi nombre.
"Esta listo".
"Solo falta esperar".
Dijo, el edificio tenia que verificar el invento y luego se comunicaran.
No pude evitar estar nerviosa, porque si funciona podre hacer dinero.
Aunque nunca me intereso.
¿Por que no intentarlo?.
Recuperar la riqueza de Hunt.
Si, eso podría ser interesante.
Espere durante tres días cuando llego una notificación de parte del edificio.
"Grace, ya salio".
"Vamos, vamos".
Dije emocionada.
"Si, señorita".
Salí de mi casa para tomar el carruaje y voltee instintivamente a ver la casa de los Salem.
"¿Señora Salem?".
Pregunte en shock, la señora Salem estaba tirada inconsiente en el piso.
Grace que la vio se acerco a apoyarla.
Luego e señor Salem que regresaba del pueblo se sorprendio al verla.
"¡Cariño!".
Dijo en pánico.
La señora Salem había quedado inconsiente en el suelo.
"Vamos, señorita".
"La señora Salem necesita descansar".
Grace dijo para sacarme de aquí.
"Si".
Llegamos al edificio del comercio para ver que habían aceptado el invento y que el financiamiento por parte del gobierno había sido aprobado.
Me emocione por la respuesta, pero luego pensé en la señora Salem.
"Felicidades, mi señorita".
"Va por buen camino".
Dijo animandome.
"Gracias".
Cuando regresamos, el medico revisaba a la señora Salem.
Pero solo negó con la cabeza.
No faltaba decir, ella estaba grave.
A los pocos días, ella falleció.
Dormida en su cama.
En el mundo oscuro no son importantes para la mayoría de su gente.
La mayoría al morir solo queda polvo, pero para los magos que solían ser humanos, creo que es mas complicado.
Ellos los entierran a veces.
Grace me dio un libro de como formar tu negocio y varios libros mas para estudiar.
Quería que supiera mas del tema, pero con lo que pasaba con los Salem me distraía.
"Grace, ¿Que se supone que hará ahora el señor Salem?".
Pregunte con curiosidad.
"Bueno, el quedo solo".
"Muchos magos negros que conozco se hacen solitarios".
"Pero creo que este señor hará otra cosa".
Dijo al ver como veía la tumba de su difunta esposa que estaba en la colina.
"¿Como que?".
No pude evitar mirar con curiosidad.
"Ya lo veras".
"Solo no se sorprenda".
Grace dijo, pero no le tomo mucha importancia.
"Siga con las lecciones, no quiero ver a mi señorita fracasar".
Voltee a ver de nuevo los libros de texto y al final en un papel empece a escribir un plan de seguimiento.
La producción de la estufa debía ir con cuidado.
¿Tal vez pueda hacerlo a nivel nacional?.
Si es asi, el dinero llegaría como lluvia.
Durante los proximos días, seguí estudiando hasta que un día una parte de la casa del señor Salem exploto.
El temblor llegó hasta mi casa, asi que todos salimos a ver que pasaba.
Cuando me acerque a ver, vi una persona familiar.
Me quede boquiabierta de la sorpresa.
"¿Señora Salem?".
Dije incrédula.
"Regreso".
El señor Salem tenia unas ojeras mas marcadas, pero con una sonrisa triunfante.
Si podría decir que regreso, pero algo no me gusto.
Es ella, pero a la vez no.
'Parece una mueca viviente'.
Mas porque su rostro, su piel, no había telarañas de la magia negra.
¿Asi se ve una humano?.
No había mucha diferencia de nosotros los demonios.
De echo podría decirse que los Hunt son mas que parecidos a los humanos en este imperio.
Aunque la familia imperial tambien tiene forma humana como fase inicial.
Pero tambien podría decirse que no es una humano.
Voltee a ver a Grace que me hizo una señal para guardar silencio.
"Me alegra que el señor Salem, haya logrado lo que desea".
Dije alejándome y el señor Salem solo sonrió como si hubiera obtenido la aceptación que necesitaba.
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