...BIENVENIDOS A UNA NUEVA OBRA DE MI AUTORÍA, AGRADEZCO SU APOYO, MUCHAS BENDICIONES....
...⚠️RECUERDEN: LAS IMÁGENES UTILIZADAS NO ME PERTENECEN, SOLO LAS UTILIZO PARA DARLES UN ROSTRO A MIS PERSONAJES, SI NO ES DE SU AGRADO, PUEDEN HACER USO DE SU IMAGINACIÓN⚠️...
...Lida Marín ...
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Adrik de Russie
Soy Adrik de Russie, tengo 41 años, y desde hace dos años, mi vida no es la misma.
La mafia Rusa tocó un día mi puerta, destruyó todo lo que había logrado construir durante 39 años, arrancó de mis manos a mi familia, un día se los llevaron de mi lado y lo único que recibí fue una caja con las prendas que tenían puestas mi esposa y mi hijo, la única información que obtuve, fue lo que había escrito en una nota que venía.
"Tu único problema, es la sangre que corre por tus venas, que esto te sirva como ejemplo, piérdete de nuestro radar, hoy fue tu hijo y tu esposa, que por cierto... Con razón la amas tanto, es una Diosa, lástima que no pudiera seguir con vida, la habría podido disfrutar más"
La sangre Russie que recorre mi cuerpo, hirvió por la ira que sentí, recordé por qué decidí alejarme de todo lo que tuviera que ver con la historia de mi familia, pero ellos fueron más rápidos y me alcanzaron; Mi familia paterna pertenece a la mafia Rusa, ví derramar tanta sangre en mi infancia, que cuando crecí, tomé la decisión de romper lazos, trabajé honestamente, incluso estudie música, ahí descubrí mi amor por el Saxofón.
Me invitaron a hacer parte de un grupo de Jazz, allí conocí a Oleska, la que se convirtió en mi esposa y madre de mi hijo, Nikolai, mi pequeño guerrero de la vida, quien a su corta edad tuvo que ser sometido a una cirugía a corazón abierto, nació con un defecto cardíaco, sufría de desmayos constantes y arritmias, después de varios exámenes, se tomó la decisión de que la mejor opción, era someterlo a cirugía, la cual fue un éxito total, la calidad de vida de mi hijo mejoró un 90%.
Durante 19 años, no tuve noticias del apellido que decidí dejar atrás, hasta ese día que tocaron la puerta de mi casa, yo abrí con total tranquilidad, varios hombres con pasamontañas irrumpieron en mi casa, ví como agarraron a mi esposa y a mi hijo a la fuerza, yo traté de correr hacia ellos y protegerlos, pero un fuerte golpe en mi cabeza me dejó inconsciente, tendido en el piso, cuando recobré la consciencia, no había nadie más que yo, y un charco de sangre, producto del golpe que me habían dado.
Los dos años siguientes, los dediqué a vengar la muerte de mi esposa y de mi hijo, llevándome a mi historial delictivo, la vida de varios tipos, entre ellos, varios miembros de la familia Moguilevich, descubrí que fueron ellos, los que secuestraron y asesinaron a mi familia, todo por una disputa entre familias, al parecer llevaban años en enfrentamientos, también supe que mi hermano Demien, había muerto en una de esas disputas, ahí comprendí, porque me volví su objetivo, ahora yo sería el sucesor de los Russie, así que decidieron cometer semejante crueldad para que mi inestabilidad emocional se viera afectada.
Lo único que hicieron fue despertar una personalidad, que pensé, no había heredado, pero ahora confirmo que solo estaba dormida, el dicho es cierto " las sangre es más espesa que el agua" si mi padre estuviera vivo, estaría orgulloso de mí, pero yo no estoy haciendo esto para que él sienta orgullo, lo hago por qué necesito vengar la muerte de mi familia, ellos no tenían la culpa de nada, incluso, yo me había apartado de ellos, cuando conocí a Oleska, ella no supo nada de mi pasado, y cuando mi hijo preguntaba por sus abuelos, yo simplemente les decía que estaban en el cielo, y aunque mi padre murió hace poco, mi mamá aún vive, eso es lo único que sé dé ella, me había limitado a mantener distancia.
Terminé por abandonar el grupo de Jazz, mi objetivo había cambiado, aún así, no dejé de lado mi preciado instrumento, es lo único que me acompaña en este momento, después de investigar, logré conseguir trabajo en un bar nocturno con temática de Jazz, los clientes que más frecuentan este lugar llamado "Club de Alexey Kozlov" son mafiosos, es de difícil acceso y no está abierto al público común, solo algunas chicas pueden pasar, y son para diversión del cliente.
Todas las noches, llego a las 5 de la tarde, me instaló en la tarima, ajusto mi instrumento, mis otros compañeros hacen lo mismo, y cuando el club se llena, la melodía comienza a sonar, mientras voy siguiendo las partituras y el ritmo se instala en mis oídos, voy ubicando mi objetivo, de esta forma, uno a uno, han ido cayendo, siento pena por mi jefe, Alexey ha sido bueno conmigo, y por mi ha sufrido pérdidas económicas en su negocio, sus mejores clientes provienen de la familia Moguilevich y ellos son mi objetivo.
Cuando el turno termina, aquellos imbéciles salen como pueden del club, ya que al inhalar cocaína y la mezcla del alcohol, los deja en un estado deplorable, pero beneficiosos para mí, generalmente vienen solos, no traen sus guardaespaldas para no llamar mucho la atención, además que no se les permite la entrada, y si los llegasen a traer, tendrían que dejarlos afuera largas horas y esto alertaría a la policía.
¿cómo opero?, yo, salgo primero que todos, reviso el panorama y así mismo actuo, cuando traen su auto, logro colarme dentro, cuando se que tomarán un taxi, los intercepto antes de que siquiera tengan la oportunidad de pedirlo, los llevo a una zona alejada y allí los torturo por largas horas, mientras ellos agonizan, saco mi saxofón y les regalo el mejor concierto de sus vidas, para que eso sea lo último que escuchen y los pueda seguir torturando más allá de su muerte.
Irina Kiev
Soy Irina, tengo 32 años, y llevo 12 años en esta hermosa institución que es la policía, hago parte de la sección de Dirección de investigación criminal.
Siempre me habían encargado casos sencillos, soy la única mujer con alto rango que pertenece a esta unidad, pero un día, el teniente me llamó a su oficina, allí me encomendó una nueva misión, debía infiltrarme para obtener información y encontrar al culpable de multiples asesinatos; No me sentía nerviosa por estar rodeada de estas personas, si no porque por primera vez, me tocaría ir de encubierto, debíamos atrapar al asesino, que en las dos últimas semanas había intensificado sus delitos, mi misión será, descubrir a los culpables, o si es uno solo, al culpable.
Lo primero que hice, fue elegir el personaje que iba a utilizar, tendría que pensar en un traje para una chica que comenzaría a trabajar en un club de Jazz, gracias a algunos contactos, el teniente logró conseguirme un trabajo allí, como bailarina, aunque no me agrada ser el centro de atención, preferí desempeñar esa labor, a tener que ser dama de compañía.
No teníamos ninguna pista sobre el posible sospechoso, pero todo giraba en torno a ese club, que es frecuentado por todos los miembros de la mafia Rusa y algunos extranjeros, ya sabemos quiénes pertenecen, pero por la corrupción, es muy difícil simplemente arrestarlos y condenarlos, por ahora solo tenemos una misión, hallar a ese asesino.
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Llegué al club alrededor de las 4 de la tarde, tenía que preparar mi vestuario, además recibir indicaciones por parte del dueño, Aleksey, un hombre de unos 55 años, muy amable, a simple vista, nadie pensaría que tiene nexos con este tipo de personas, el me mostró el camerino, sería para mí sola, en el club solo hay 3 bailarinas, y a cada una se les respeta su espacio y privacidad, me mostró los diferentes vestuarios que debía utilizar, uno más revelador que otro, mantuve mi compostura y acepté todo lo que el me indicó.
- Recuerda muy bien, tu no prestas servicios de dama de compañía, pero si algún cliente te gusta, es tu decisión si lo haces o no, pero nosotros protegemos a nuestras bailarinas -- yo asentí aliviada.
- Si señor, ¿y a qué hora son las funciones?-- pregunté.
- Primero irán Milenka y Katya, después vas tu, más o menos a las 10 de la noche, será tu turno--
- Ok, estaré lista, ¿antes de eso debo hacer algo?--
- puedes venir al bar y tomar una copa para los nervios, después de tu presentación, te puedes cambiar y pasar a mi oficina por las propinas, el sueldo se paga quincenal -- me aclaró.
- Muchas gracias -- el se fue y me dejó en el camerino, me puse a revisar que todo estuviese en orden, incluso revisé a detalle las prendas y me di cuenta que eran completamente nuevas, desde los zapatos, hasta los accesorios.
Me probé algunos y cuando me decidí por uno, lo dejé listo sobre el escritorio y salí a dar un vistazo por el club, no podía perder tiempo, caminé hacia la barra, allí pedí un agua mineral, el barman me sirvió lo que pedí, yo bebi del líquido, mientras escaneaba el lugar con mi mirada.
Una hermosa melodía comenzó a sonar, giré hacia donde provenía y allí estaba un grupo en el escenario, ajustando sus instrumentos para la función, el jazz tiene una cualidad rítmica especial, conocida como swing, que le otorga un carácter sensual, de repente escuché el sonido del saxofón, la piel se me erizó al apreciar las notas perfectas que de allí salían.
De repente aquel hombre que le daba vida a esa melodía, conectó su mirada con la mía, y sentí recorrer por mi espalda, miles de agujas, que me hicieron saltar en mi puesto, el barman me preguntó.
- ¿Estás bien? ¿necesitas que llame a Aleksey?-- yo negué.
- No, muchas gracias, solo que me puse nerviosa, es mi primer día-- el sonrió amablemente.
- Todo va a salir bien, además...-- hizo una breve pausa-- además, eres muy hermosa, te irá muy bien -- yo me obligué a sonreír.
No podía creer, que todos estos años en la institución, y es la primera vez que me ponen en esta situación, ahora entiendo las palabras de mis compañeras cuando me dijeron que no debía hacer enojar al teniente Boris, y a enojar, se referían a rechazar acostarme con el, pero prefiero mil veces esto, a entregar mi dignidad a ese imbécil.
El club comenzó a llenarse y de repente, todas las mesas estaban repletas de estos tipos, la mayoría vestidos de negro, una nube espesa se formó por el humo de los puros que esta gente fumaba, parecían chimeneas andantes, las meseras corrían de un lado a otro, llevando los pedidos de sus clientes, unas con su mirada cargadas de miedo y otras simplemente contoneando sus caderas para lograr atrapar a uno de estos hombres.
Miré la hora y ya eran las 9:30 de la noche, la primera bailarina ya había hecho su función, así que pedí un shot de tequila y me fui al camerino a cambiarme para mi función.
Me quité la ropa que traía, me puse la ropa que había preparado, cuando estuve lista, me maquille y solté mi cabello, lo peiné, hice algunos ejercicios de estiramiento y practique un poco algunos pasos de baile, de pequeña mi madre me llevaba a una academia, desarrollé muy bien está habilidad, por eso no me siento tan nerviosa, sé que lo haré bien.
Escuché unos golpes en la puerta, abrí rápidamente y era Milenka la chica que bailó primero.
- Katya está por terminar su función, ve y te ubicas a un lado del escenario -- dijo.
- Ok -- me limité a responder.
Salí y cerré la puerta, luego caminé por el oscuro pasillo hasta llegar donde me indicaron esperar, Katya se movía con mucha sensualidad, la música se detuvo y el sonido de los aplausos me trajeron de golpe a la realidad, ella se despidió de su público y se bajó, al pasar por mi lado me miró de arriba abajo y se fue sin decir nada, sacudí mis brazos y subí las escaleras, antes de mostrar mi cara al público, hice ejercicios de gesticulación facial para evitar que me temblará la boca debido a la presión.
Adrik de Russie
Me senté en la barra, mientras las bailarinas terminaban su presentación, estaba acostumbrado a ver a Milenka y Katya, solo eran ellas desde hace unos meses, pero hoy se unió una nueva chica, aún no se cómo se llama, pero hay algo enigmático, algo que me hace no querer despegar mis ojos de ella, llegó el turno de hacer su presentación, incluso pasó a escasos centímetros de mi, su aroma dulce y con toques de vainilla se colaron en mis fosas nasales.
Cerré mis ojos para disfrutar su aroma, cuando los abrí, ella estaba subiendo al escenario, estoy seguro, que su mirada era distinta, estaba cargada de sensualidad, iba dejando a las personas en un estado de trance, toda mi atención se centró en ella, la música comenzó a sonar.
Las luces eran tenues y cálidas, bañando el salón en tonos ámbar y dorado, la fragancia de perfume caro y whisky añejo, se mezclaba con el olor al humo que producían los puros que fumaban los presentes y se mezclaban con el murmullo de copas al chocar y el susurro discreto de conversaciones secretas.
En el centro del salón, un cuarteto de jazz tocaba una melodía lenta, con notas que le daban una atmósfera sensual, allí estaba ella, vestida con un gabán negro de cuero que le quedaba enorme, sus labios rojos como cerezas frescas, cada paso suyo, era sensual, denotando elegancia y glamour, era como una invitación silenciosa.
No bailaba para entretener, bailaba porque sabía que todos la mirarían, se movía con la gracia de alguien que domina el arte del deseo sin vulgaridad, sus caderas marcaban un compás sutil, se movía de manera agraciada y giraba hermosamente, pero cada giro, cada extensión de sus brazos, tenía la precisión de una bailarina entrenada, con la seguridad de una mujer que no necesita pedir permiso.
Yo la observaba desde la barra, inmóvil, incapaz de despegar mi vista de ella, cuando me miró, fue como si el resto del salón se desvaneciera, desee en ese momento, estar cerca al escenario, de repente se quitó él gabán y lo dejó caer al piso, revelando un enterizo que dejaba al descubierto sus piernas blancas, tenía puestas unas medias veladas negras, se adherían a ella como una segunda piel, se veía muy sensual, me dejó completamente atónito.
La estocada final fue ver el movimiento de sus caderas, con una precisión que parecian hondas perfectas, las manos recorrían su propio cuerpo, dibujando curvas invisibles en el aire, como si estuviera sola, como si el mundo se hubiera desaparecido ante mis ojos, solo éramos ella y yo, enfrentándonos en un duelo de miradas, nuestro propio duelo.
La música finalizó y los vitores se escucharon más fuerte que nunca, silbidos que no se hicieron esperar, aquella mujer hizo una reverencia, recogió su prenda y se retiró del escenario, y así como pasó a mi lado para ir hacia el, así mismo hizo para regresar a su camerino, pasó justo a mi lado, ignorando completamente mi existencia, olvidando o ignorando que hace un momento nuestras miradas se cruzaron, dónde estoy seguro, ella ganó esa batalla contra mi.
- ¡Adrik!-- una mano en mi hombro me sacó de mis pensamientos.
- Dígame jefe-- Era Aleksey, quien sonreia con orgullo.
- casi pierdes tus ojos, me alegro haber llegado a tiempo -- se burló.
- Muy gracioso, ¿es la chica nueva?-- el asintió.
- Maravillosa, ¿cierto?, quedé muy sorprendido -- dijo.
- y es solo bailarina, ¿o tendrá que satisfacer a tus adorados clientes?-- la curiosidad me hizo preguntar.
- No, para nada, sabes cómo soy, si la chica quiere, es libre de hacerlo, pero solo la contraté para que haga su presentación de baile, aunque me preocupa, varios de aquí quedaron fascinados con ella, tendré que estar alerta por si comienzan a acosarla-- dijo en un tono preocupado, incluso la sonrisa se borró de su cara.
- Sabes que será difícil, sueles complacer mucho a tus clientes -- el asintió.
- Si, pero también debes de saber, que no soy un hombre fácil, y está es mi zona, el que no quiera seguir las normas, se va-- su tono fue sombrío.
- Creo que me quedaré un rato más, y me iré -- le comenté.
- Puedes beber lo que quieras, yo invito, hoy lo hiciste muy bien -- nos despedimos y se fué hacia los camerinos, supongo que a buscar a aquella mujer.
Por un momento olvidé el objetivo de estar en este lugar, así que me senté en una esquina y comencé a analizar a cada una de las personas, tras un largo rato, me di por vencido, hoy los Moguilevich, no habían decidido salir a divertirse, lo que significa, que será otro día aburrido para mí, y mi humor estaba mejor que nunca el día de hoy, quería cerrar con broche de oro, cortando la cabeza de otro de sus miembros.
Se hizo la media noche, la música a partir de este momento era responsabilidad del DJ, la música en vivo no era necesaria, a esta hora, la droga había penetrado en sus cerebros y los tenía completamente aturdidos, sería un desperdicio trabajar más horas, fui a la bodega donde guardamos los instrumentos, limpié muy bien mi saxofón, lo guardé en su estuche y lo puse dentro del locker, lo dejé bajo llave y salí de aquel lugar, lo que me gusta de este sitio, es que podemos salir por la parte de atrás, no es necesario atravesar el salón para poder regresar a casa.
Abrí la pesada puerta, y cuando ya la iba a cerrar la voz de una mujer, me detuvo-- ¡Espérame, no cierres!-- giré hacia esa voz, y era la enigmática chica, sostuve la puerta con fuerza, hasta que ella logró salir -- Muchas gracias -- me dijo.
- Con mucho gusto, ¿hasta ahora sales?, las demás chicas ya se fueron -- le dije.
- Si, lo sé, pero Aleksei necesitaba hablar conmigo, eso me retuvo por un tiempo -- explicó.
- ¿vives lejos?-- aunque me miró con desconfianza, finalmente se relajó y respondió.
-No, de hecho vivo a unas cuantas calles de aquí-- caminó rápido y antes de alejarse mas, giró -- gracias, adiós -- se despidió y corrió, parecía huir de mi.
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