Feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños a ti – le cantaban tres personas a un niño de no más de 7 años, quien aún dormía.

Tras oír las voces de su familia, el pequeño despierta, y una sonrisa ilumina su rostro, mientras aplaude emocionado el improvisado concierto.

- Feliz cumpleaños, enano – le dice la hija mayor de la familia, quien no duda en ir a abrazar a su hermano y le entrega su regalo.

- Gracias Tana - le dice el niño, quien se cuelga del cuello de su hermana como si fuera un mono y aunque a la joven le molestaba que su hermano hiciera esto, hoy por ser su cumpleaños lo dejo, cuando al fin el niño soltó a su hermana, esta vez fueron sus padres quienes pasaron a felicitar a su hijo.

- Feliz cumpleaños, campeón – le dice su padre, y él, junto a su esposa, abrazan al niño y le entregan su regalo.

- Gracias ma, gracias pa – les dice el niño, quien se cuelga en el cuello de su madre, como lo hizo con su hermana, y es que eso solo lo hacía con las mujeres de la familia, nunca con su padre.

- Bueno, ahora a dormir, aún es muy temprano – les dice Kara a su familia mientras arropa a su pequeño.

La familia, para sorprender al niño, se había levantado mucho antes de la salida del sol, por lo que aún tenían unas buenas horas para dormir por delante.

Kara es una mujer hermosa, de cabellera rubia clara y ojos morrones que hacían destacar su piel clara, y a pesar de tener más de 40 años, aún lucía espléndida.

Por su parte, el pequeño que arropaba era su viva imagen, Kahli era la copia de su madre, el mismo tono de cabello y color de ojos, la única diferencia era que el niño tenía el cabello ondulado, como su padre y hermana.

Por otro lado, Tana era la viva imagen de su padre, su cabello era negro con las puntas naturalmente naranjas, y sus ojos también eran anaranjados.

Drake, el patriarca de la familia, era un hombre que, a pesar de haber entrado ya a sus cincuenta, aún tenía mucha fuerza y vitalidad, además de que era muy apuesto, él compartía las mismas características de su hija, cabello negro con naranja y ojos anaranjados.

A decir verdad el nacimiento de Tana causa el enojo de su madre, puesto que Tana no había sido un bebe clamado y había torturado a su madre con antojos y náuseas durante todo el embarazo, y todo para que al final la pequeña fuera la copia de su marido, debido a esto Kara se negó a tener otro hijo, pero cuando su hija cumplió 11, la mujer sintió la necesidad de tener otro bebe, y fue así como Kahli llego al mundo, siendo casi 12 años menor que su hermana, un bebe que al fin le hizo justicia a la mujer, al parecerse a ella.

Kara terminó de arropar a su hijo, y al terminar ella y el resto de la familia abandonó la habitación del pequeño, intentando hacer el menor ruido posible.

- Descansa, mi princesa, nos vemos en un par de horas – le dice Drake a su hija, mientras le da un beso en la frente.

- Ustedes también – les contesta Tana y se dirige a su habitación, en donde cae profundamente dormida al tocar la almohada.

El sonido de su alarma la despierta algunas horas después, donde, aun con pereza, comienza a prepararse para el día, el cual promete ser uno muy ocupado, Tana se alista rápidamente y baja hasta la cocina, en donde sus padres ya están preparando el desayuno.

- ¿Para qué soy buena? – les pregunta Tana a sus padres, mientras entra a la cocina.

- Ve poniendo la mesa y trae a tu hermano, tu padre y yo acabamos aquí - le dice su madre a lo que Tana va a hacer lo que le pidieron.

La chica pone la mesa rápidamente, y se dirige hasta la habitación de su hermano, al cual ya se encuentra despierto, rodeado de los regalos que le dio su familia.

- Veo que alguien no durmió – le dice Tana al niño, quien corre a abrazarla.

- Gracias, gracias, era lo que quería – le dice el niño, mientras se separa de ella y va hacia la figura de dinosaurio que le compró.

- Me alegra mucho que te gustara – le dice Tana - Ahora hay que vestirte, qué mamá y papá nos esperan para desayunar – le continúa hablando la joven al niño, mientras va al armario del pequeño y busca algo para que se ponga, y es que Tana sabe que si lo deja escoger, el niño no acabará nunca, y es que a veces su hermano tardaba más que ella en arreglarse.

Kahli acepta gustoso lo que su hermana le da, y se viste en tiempo récord, emocionado por el desayuno, ya que sabe que al ser su cumpleaños sus padres le prepararon su desayuno favorito, así que sin esperar a su hermana, baja corriendo las escaleras.

Ante la actitud de su hermano, Tana sonríe y sale de la habitación del niño para ir a desayunar.

Cuando baja, puede ver que su familia ya está en la mesa, por lo que se sienta con ellos y todos comienzan a comer, siendo el más pequeño quien come con más ganas.

- Bueno, campeón, por la expresión de tu cara, algo me dice que no dormiste demasiado después de que te dejáramos solo en tu habitación – le dice Drake a su hijo, quien, aunque sonría, luce cansado.

Ante las palabras de su padre, el pequeño baja la mirada, y es que este solo esperó a que sus padres y hermana se alejaran lo suficiente para abrir sus regalos y jugar con ellos lo más silente posible.

- Te llevaré a dormir un par de horas, ya que de no hacerlo no podrás disfrutar de tu fiesta – le dice Kara a su hijo, a quien levanta con suma facilidad, a pesar de que tenía 7 años recién cumplidos.

- En lo que tu madre va a acostar a Kahli, Tana, cariño, ve con Rosa por las cosas para la fiesta de tu hermano – me le dice Drake a su hija.

- Sí, padre, vuelvo lo más rápido posible – le dice Tara, mientras le da un beso en la mejilla a su padre a modo de despedida, luego toma una bolsa y sale de la casa para cumplir el pedido de su padre.

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Hola a tod@s 👋👋.

Así comienza la nueva historia, que fue la ganadora en las votaciones, antes que nada unas aclaraciones, las imágenes que use fueron creadas por la inteligencia artificial Bing Image de Microsoft, espero que sean de su agrado, desde hace un tiempo me han pedido imágenes de mis personajes, pero no me animaba, pero con esto de la IA pensé que podía intentarlo.

Otra cosa que aclarar es que los personajes están inspirados en dos tipos de zorro de la vida real.

El zorro de fuego, que sería la especia a la que pertenecen Tana y su padre, Drake.

Y el zorro del desierto o zorro fénec, que sería la especie a la que pertenecen Kahli y su madre Kara.

Espero que les guste, y me apoyen en este nuevo proyecto como lo han hecho con los anteriores.

Gracias a tod@s por leer mis historias, son los mejores 😘😘.

Tana sale de su casa y parte rumbo al supermercado de Rosa, que era el único supermercado de la zona, si es que se le podía llamar así, ya que el lugar no era tan grande, pero sí estaba muy bien surtido y, junto a las tiendas más pequeñas, proveían al pueblo de todo lo necesario y más.

Tana y su familia vivían en un pequeño pueblo muy cercano a una zona natural protegida, por lo que el pueblo era muy grande y en este solo vivían los locales la mayor parte del año, de vez en cuando, sobre todo en temporadas vacacionales, personas pasaban en por el lugar, ya que buscaban un lugar cercano a la naturaleza para relajarse y descansar, o simplemente la usaban para surtirse de víveres, ya que buscaban acampar en las zonas permitidas de la reserva, como sea, aun en esa época, eran muy pocos los visitantes, algo que hacía que para Tana el lugar fuera monótono y aburrido.

- Tana, querida, vienes por las cosas de la fiesta de Kahli – le dice la señora Rosa, mientras saca una bolsa con el pedido de Tana.

- Sí, así es – le contesta la joven, a pesar de que la señora Rosa había hecho una afirmación y no una pregunta.

- Aquí están, querida, sabes, hoy se te extraño – le dice la mujer, mientras le da las cosas a lo que Tana le paga.

- Lo sé, mi presencia llena el lugar, lo bueno es que solo será por hoy, gracias por darme el día – le dice Tana, ya que la joven, desde que cumplió 16, comenzó a trabajar allí.

- No tienes que agradecer, querida, ahora ya vete o te pondré a trabajar – le dice la señora Rosa a Tana, quien ríe y sale del lugar lo más rápido posible, ya que sabe que la mujer es muy capaz de eso y más.

Al salir de supermercado, Tana deja salir un suspiro, mientras se pregunta si eso es todo que le depara el futuro, y es que todos en el lugar trabajan en los negocios locales, muy pocos lo hacían en otro lado, y aun así ellos trabajan desde casa, sin dejar el pueblo, y era eso mismo lo que se esperaba de Tana, quién a sus 19 años no sabía si seguir estudiando (desde casa por supuesto) o comenzar a trabajar de tiempo completo con la señora Rosa, una parte de la joven quería irse, conocer, viajar, pero aunque ese fuera su deseo, nunca lo haría realidad, irse sería exponerse y exponerse sería exponer a su familia y a toda su gente y Tana no era tan egoísta.

En el trayecto la joven saluda a todos en el camino, y es que todos allí se conocen y de alguna manera son como familia, debido a esto, Tana tardo un poco más de lo esperado en llegar a su casa, y cuando lo hizo su madre ya estaba con su padre en la cocina, en donde ya no había rastros de que cuatro personas habían comido allí, ya que todo está reluciente.

- Ya volví – le dice Tana a sus padres, mientras levanta la bolsa con los materiales solicitados.

- Qué bueno, mi amor, porque no vas a afuera a poner los adornos y cuando acabes ven a ayudarnos a tu padre y a mí con la comida – le dice su madre, a lo que Tana asiente.

La joven llevó todo al jardín, en donde se llevaría a cabo la fiesta, de esta manera había menos riesgo de que los niños rompieran algo dentro de la casa, ya con los adornos afuera, se dirigió hacia la cochera en donde, pegadas a la pared, habían algunas sillas y mesas plegables, entonces fijo su atención en ellas, y estas comenzaron a levitar, salieron de la cochera para llegar al jardín, en donde solas se acomodaron sobre el pasto a ritmo de la imaginación de Tana, quien tenía los ojos cerrados y visualizada como quería que quedaran las mesas y estas seguían al pie de la letra lo que pensaba la joven.

Así como las mesas, los adornos abandonaron la bolsa y se colocaron en dónde Tana imaginaba y en menos de 10 minutos ya tenía todo preparado y listo.

- Perfecto – se dijo Tana a sí misma al ver su obra, la cual había quedado increíble, y ya con su labor en el jardín terminada, se dirigió a ayudar a sus padres en la cocina, ojalá pudiera usar su magia allí, pero su madre no lo permitía.

- La comida se hace con amor, no con magia – eso era lo que siempre le decía Kara a su hija y a la joven no le quedaba de otra más que resignarse.

- Ya terminé, ¿en qué ayudo? – le dice Tana a sus padres, quienes rápidamente la ponen a trabajar.

Entre los tres acabaron rápidamente con la comida, y uno a uno subió a arreglarse para la fiesta, siendo Kara la última, ya que ella también subió a arreglar a su hijo, y justo a las 2:00 pm comenzaron a llegar los primeros invitados, dando inicio a la fiesta.

Tana miraba a su hermano correr con alegría y sin poder evitarlo, una sonrisa se formó en su rostro, Kahli a veces podía ser molesto, pero aun así era un pequeño encantador, que se había ganado su corazón y lo quería mucho.

- Tana, ven a jugar – le gritó Kahli a su hermana, a lo que Tana no dudó en unirse a los niños, así se aseguraría que no jugarán muy pesado.

La fiesta duró hasta las 7:00 pm, que fue cuando, al fin, tras cinco horas de correr a todos los niños, se les acabó la batería.

Una vez terminaron de despedir a los invitados, Tana uso su magia para limpiar todo con ayuda de su madre, por lo que solo les tomo unos minutos en terminar, y ya con todo listo la familia se reunió en la sala, en donde quitaron la mesita de centro para hacer más espacio, ya con todo despejado Kahli sienta sobre un cojín colocado en el centro de la habitación y los demás se colocan a su alrededor, a la espera de que llegue la hora indicada.

Kahli nació un 18 de marzo a las 8:15 pm, y desde ese momento, ese día y esa hora significaba más que solo el nacimiento de un miembro más de la familia.

Lentamente los minutos pasaron, mientras tanto la familia puso una película para matar el tiempo, y cuando solo faltaban 5 minutos para la hora acordada, todos tomaron sus lugares.

Kahli estaba muy nervioso y la vez emocionado, por lo que esperaba ansioso la hora, y la espera lo estaba matando, entonces el reloj marco la 8:15 pm, y Kahli comenzó a emitir un tenue brillo, brillo que fue creciendo y lo envolvió por completo, y ante los ojos de todos, donde antes había un niño, ahora había un cachorro de zorro fénec, aunque entre el zorro frente a ellos y un zorro de la especie fénec había unas cuantas diferencias, la primera y la más notoria era el tamaño, ya que esta especie de zorros son conocidos por su pequeño tamaño, y el que estaba frente a ellos era tan grande como el niño que antes había sido, aunque aún conservaba los rasgos de un cachorro, otra gran diferencia, era su número de colas, ya que el zorro en la sala tenía 7 de ellas.

- Son siete hermanito – le dijo Tana al zorro, mientras lo estrecha entre sus brazos, y es que a Tana, la forma zorro de su madre y hermano siempre le han parecido adorables, y siempre que el pequeño se transforma, ella no duda en estrecharlo contra sí, aunque esto molestara un poco al infante.

Tana y su familia formaban parte de una especie antigua llamada zorros místicos, los zorros místicos eran seres mágicos que se diferenciaban de sus contrapartes normales por su gran tamaño, su capacidad de tomar forma humana y tener más de una cola, siendo dos lo mínimo y nueve lo máximo, los zorros místicos, como los zorros normales se dividían es especies, pero eso no evitaba que pudieran procrear con otras especies de zorros, es más eso era muy común, por ejemplo, Kara era un zorro fénec y Drake un zorro de fuego, que era una subespecie de los zorros rojos, y sus hijos habían nacido uno como un zorro de fuego (Tana) y el otro como un zorro fénec (Kahli).

El poder de los zorros místicos radicaba en su número de colas, y cada una otorgaba un poder distintos, y combinando los nueve se obtenía una criatura muy poderosa y casi invencible, pero a la vez delicada, los zorros de nueve colas era muy raros, al punto que pasaban generaciones sin que uno naciera, es más entre más colas, era más raro que naciera, es por eso que zorros de 7,8 y obviamente 9 colas eran tan especiales.

Cuando un zorro místico nacía, lo hacía como un humano y no podía cambiar de forma hasta que cumplir un año, que era cuando crecía su primera cola, que representaba el poder de la comunicación por telepatía lo que le permitía comunicarse con cualquier vida animal y poder controlarla, también le permitía comunicarse con los suyos en su forma de zorro, a los dos años crecía la segunda cola, que representaba el poder de controlar la vida vegetal, y así año con año crecía una nueva cola hasta los nueve, siendo la tercera el poder sobre el agua, la cuarta el poder sobre la tierra, la quinta el poder sobre el fuego, la sexta el poder sobre el aire, la séptima el poder del control mental, no solo sobre los humanos, sino también sobre los de su propia especie, la octava era sobre la vida, el poder de curar a alguien que está al borde de la muerte y de traerlo de vuelta al mundo de los vivos si no ha estado más de 24 horas sin vida, y la novena y última era la más peligrosa, ya que era el control sobre la muerte, poder matar a alguien con solo un toque, pero este poder tenía serias consecuencias sobre quien lo usaba, si lo hacía incorrectamente.

En la mayoría de los zorros místicos la aparición de nuevas colas se detenía a antes de llegar a la sexta, algunas mucho antes de eso, es por eso que cuando un zorro llegaba a superar ese número se volvía un evento en todo el pueblo, lo que era el caso de Kahli, quien al sentir su séptima cola, y lograr alejarse de su hermana, brincaba con alegría por toda la casa.

La familia de Tana eran una especie de celebridades en el lugar y todo era por la propia Tana, quien como Kahli, al cumplir 7, obtuvo la séptima cola, superando así el número de su madre, que era seis, y obviamente el de su padre, que era cuatro, pero ella no se detuvo allí, sino que al cumplir los 8 el proceso se repitió, y lo mismo paso en su noveno cumpleaños, lo que la convertía en el primer zorro de nueve colas en siglos, algo que la hacía sumamente especial y valiosa, y ahora todas las miradas estaban sobre Kahli, ya que todo apuntaba que seguirá los pasos de su hermana.

- Son siete, ya son siete – les cantaba el niño en la mente de sus padres y hermana, muy contento.

- Así es mi amor, ahora debemos prepararnos para ir a la plaza – dice Kara, quien toma al zorrito en brazos y lo sube a preparar.

Era una tradición que, cuando un niño obtenía una nueva cola, esto fuera anunciado a todo el pueblo en un ritual en donde todos los habitantes tomaban su forma animal, y le vitorean al joven.

Drake y Tana también van a prepararse para la ceremonia, por lo que ambos suben a sus habitaciones para cambiarse, ya que para la ceremonia se usaban unas túnicas que destacaban los colores de su especie, siendo la de Kara y Kahli color arena, y la de Drake y Tana negras con rojo.

Una vez la familia se ha preparado, todos avanza hacia la plaza central, en donde todos los habitantes se han reunido para celebrar, al frente pasa una mujer mayor, quien es la matriarca del lugar al ser el zorro de mayor edad.

- Estamos aquí para celebrar que Kahli Wuta ha sido bendecido con 7 poderes mágicos, pero antes de dar inicio a la ceremonia, Tana Wuta, pasa el frente y protege nuestro secreto – le dice la mujer, a lo que Tana hace lo que le pide y se conecta a la mente de todas las personas que no son nativas del lugar, y borra de sus mentes cualquier cosa relacionada con el ritual que hubieran visto, una vez lo hace, los manipula para que se vayan a dormir.

- Ya está hecho – le dice Tana.

- Entonces, es hora de celebrar – dice la mujer y todos los presentes emiten un tenue brillo y cambian de forma, y una vez todos están en su forma animal, comienzan una especia de danza, en donde el centro es Kahli, quien brinca contento de haber obtenido su séptima cola.