Desde que tengo memoria no he tenido una linda familia como otros niños,crecí en un orfanato, siempre desee tener una familia, tener hermanos que me protegieran, siempre quise un abrazo de madre o padre, pero nunca llegó y eso se debe a que soy una huérfana como nos llaman, viví en un orfanato llamado la paz en el reino del oeste,al convertirse en una señorita de 12 años empecé a trabajar en el palacio del reino, ahí ayudaba a los cocineros en pequeñas actividades, por eso ganaba una moneda de oro y una de plata cada día.
Siempre observaba como el pequeño príncipe sol del reino se escabulle por la cocina para observar a las cocineras, nunca le hable ni el a mi. una porque no podía, hacerlo o era extremadamente prohibido dirigir la palabra a alguien tan noble como él.
Lo bueno de trabajar en el palacio era que no debía preocuparme por ropa o comida, e incluso de la educación, aprendí cómo ser una pequeña dama educada. Todo lo aprendía por las doncellas que ya tenían suficiente tiempo ahí.
Pero al yo tener 15 años, el príncipe empezó a acercarse a mí, yo no sabía, porque hasta que un tiempo después él se me declaró yo quedé petrificad porque eso no podría ser una, soy una simple doncella y cuando los reyes se enteren me pueden mandar a la horca.
Yo lo rechacé, pero él no se rindió, aunque yo me escondiera, de él siempre aparecía donde menos lo pensaba por poco y me sale el agua de lavado, la cosa es que después yo empecé a sentir cosas por él y pues nos hicimos novios un amor prohibido por así decirlo nos ocultamos, él era tan respetuoso, cariñoso, detallista, que caí enamorada y ese fue el peor error sentir que estaba enamorada de alguien de diferente clase social.
Los problemas llegaron cuando él tenía 18 años y yo 16 años, era el momento perfecto para que tomara a alguien de esposa, me juro que se casaría conmigo, y que tendríamos lindos bebes, una de sus mentiras fue a la única que tomaré como mi esposa serás tú nadie más.
Pero la reina nos descubrió un día ella no hizo ningún escándalo, pero, siempre está la calma antes de la tormenta, yo seguía haciendo mi trabajo como de costumbre hasta que un día llego una peculiar noticia ami, y era que el pequeño sol del reino había ido a otro reino no por vacaciones, sino que a traer a su prometida, para así oficializar su compromiso mi corazón se partió en dos cuando me entere porque lo amaba, pensé que él lucharía por nuestro amor, pero me di cuenta de que todo era mentira él quería más el poder.
A solo días de que él volviera recibí una carta de él, donde decía que vendría a visitarme , que me extrañaba, que me ama, y no sé cuantas cosas más, pero la verdad estaba en mi nariz, al final de la carta decía que debía de irme del palacio por mi seguridad, pero lejos de ser verdad era que su supuesta prometida podría sentirse inferior de mí, según dijo la reina, ella se aseguró de que me fuera sin decir nada.
Pasaron unos días más cuando la noticia del compromiso del príncipe se hizo público y unos cuantos meses se casaría, yo tenía prohibido salir de la casa de campo a donde me trajeron, no tenía que trabajar, pero a qué precio, cada día recibe una carta de él proclamando su amor que no tendría hijos con su futura esposa y muchas cosas más que no la ha tocado ni nada por el estilo, pero todos sabemos que eso es una mentira, si me amara como dice hacerlo hubiera luchado por nuestro amor.
—Álora, quieres ir al jardín — me dice mi fiel amiga, ya que la enviaron conmigo para que ella no me contara lo que pasa en el palacio
— Está bien vamos — le digo las dos caminamos hacia el jardín ahí hay algunos guardias listos para atacarnos si decidimos escapar, como lo dije una prisión vestida de mansión de campo.
El jardín es tan hermoso, que me hace querer desvanecerme en él, y así desaparecer de la vista humana y nunca volver, si tengo otra vida espero si encontrar el amor verdadero y no como el que me declararon.
cada día salía a regar las flores, porque aunque sienta que mi corazón se parte, no es motivo de encerrarme y no ver la luz del día, total las cosas ya estaban hechas y dudo que se puedan deshacer.
Mientras estuve ahí lo que hacía era leer libros de educación, ya que si algo que amo aparte de las flores son los libros, lo bueno que la mansión tiene una amplia biblioteca.
Ya el mes de la boda real se acercaba, recibí una última carta, donde me decía lo mismo que sentía que las cosas se dieran de esta manera y que me prometía no tocarla en la noche de bodas, proclamando que solo me amaba, pero yo ya me deje vencer, mis sentimientos cambiaron, ya no lo amaba, podría tenerlo de frente y no sentir nada, el tiempo que estuvimos separados fueron suficientes para que mi corazón sanará, no me sentía culpable por ser una doncella y que por eso nos habían separado, mi mente estaba enfocada en la tranquilidad.
Unos días antes de la boda, yo me encontraba descansando en mi habitación cuando entró mi amiga y me dijo que unos nobles pedían hospedaje por una noche, yo me levante y salí afuera para ver quien podría ser, pero quede como espejo perpleja, ya que ante mí tenía al heredero del imperio, el noble más poderoso después del emperador.
— Sea bienvenido su alteza— dije haciendo una reverencia profunda, pero él tomó mi mandíbula e hizo que lo mirara, sus ojos eran hipnotizantes.
— Debemos de hablar a solas — proclamó yo me quede en modo avión, porque quería hablar él conmigo.
Le pedí que me siguiera, yo iba a pasos lentos , ya que no tengo prisa , pero me inquieta saber de qué el sol del imperio quiere hablar conmigo.
Al cabo de unos minutos entramos a lo que es la oficina de la mansión, ahí nos sentamos, le pedí a mi amiga Zaria que si nos podría traer algo de tomar, mientras esperamos él me observa mucho puedo sentir su mirada en mí , pero es una mirada complicada como si se tratara de sorpresa, incredulidad.
— Les he traído té frío y unos postres — nos dice Zaria
— Gracias Zaria ve a descansar — le digo tranquilamente
Al ella salir yo le serví una taza de té al príncipe, y serví otra para mí, mientras que me observa en cómo yo le sirvo su té.
— Bien de que desea hablar conmigo — le digo esperando que me responda
— Has escuchado hablar de la primera princesa del Imperio Velaryon, que secuestraron cuando ella nació — Me dice, creo que sí lo he escuchado
— Si parece que si lo escuché por qué, la encontraron — le digo, ya que es de saber público cuanto el emperador ha sufrido primero la pérdida de su esposa y después que se robaran a su pequeña hija
— Pues déjame decirte que creo que la he encontrado — me dice y toma mi mano, mientras suelta lágrimas de tristeza
— Está bien alteza, debería de pasar tiempo con su hermanita — le digo emociona porque sé lo que ha de sentir su hermanita
— Tú eres mi hermanita — me dice yo paro bien mis orejas, hasta mi taza de té dejé caer, esto sí que me tomó de sorpresa
— Alteza de que usted está hablando — le digo algo aturdida, me está diciendo literal que ahora soy una princesa
— Así es, lo sé por el retrato de mi madre, eres igualita ella, ahora creo que papá se va a arrepentir de no haber buscado en este reino — me dice mientras se soba la cabeza
— Y por qué no buscaron aquí — le digo buscando una respuesta sólida
— Si te busco aquí, pero al no encontrarte aquí decidió explorar los otros reinos, e imperios, incluso pensó que estabas muerta , pero algo en él le dijo que estabas viva — me dice yo siento tristeza por qué no crecí con mi familia por alguien me robó
— Comprendo y no necesitarás hacerme una prueba de sangre — le digo ya emocionada por qué al fin mi sueño se está haciendo realidad, al fin tendré mi familia que me cuide y me ame
— Ese no será problema, traigo mi propio mago — me dice y me da un abrazo, me tomo por sorpresa , pero escucharlo sollozar, mi corazón se estrujó y empecé a llorar como niña chiquita, se siente tan bien un abrazo de hermano mayor
— Siempre soñé con un momento así, anhelé tener una familia que me quisiera y me cuidara — le digo mientras mis lágrimas salen como ríos de agua cristalina por mis ojos, mi pecho se siente más ligero,liberado por lo que está pasando.
— No te preocupes, ahora nos tienes a mí y a papá, además está tu amiga que tiene su oreja pegada a la puerta — yo sonrío , ya que conozco a mi amiga y sé que puede estar así como lo dijo mi ahora hermano
— Ja, ja, ja, ya lo creo — le digo riendo
— Voy a ir a buscar a mi amigo para la prueba — me dice yo asiento y lo acompañó afuera de la oficina y solo al abrir la puerta ahí está Zaria algo alejada
Él sale y le digo a Zaria que venga , ya que parece querer saber lo que está pasando
— ¿Él es tu hermano? — me pregunta de un solo
— Si parece que si tengo una familia — le digo emocionada
— Con razón tienen cierto parecido, pero ahora te irás con él — me dice triste
— Nos iremos querida amiga, ya que tú vienes conmigo si así lo quieres — le digo, ella me abraza mientras asiente
Me vuelvo a sentar en mi lugar porque ya regresó él y viene con su amigo que creo que es el mago
— Bien necesito que se acerquen para poder tomar de su sangre— dice el mago nosotros nos acercamos y él pincha nuestros dedos en una copa de oro y cristal caen nuestras gotas después el hecho un líquido de color claro que hace que nuestra sangre se mezcle muy bien y se deja ver un color azul intenso.
— Que significa — le pregunto
— Que si eres mi hermana — me dice mi ahora hermano y me abraza
— Felicidades, alteza,al fin ha encontrado a su hermana, Sea bienvenida princesa — me dice el mago, yo le agradezco y él sale junto con mi amiga
— Quiero que me cuentes cómo fue tu vida aquí en este reino y por qué vives en una casa de campo con guardias reales vigilando — me dice, yo comienzo a contarle cómo fue mi niñez de lo que recuerdo, cómo fue que empecé a trabajar en el palacio y lo que pasó con el príncipe de este reino y de por qué estoy aquí
— Y eso fue todo — le digo, mientras como unas galletitas
— Comprendo, ese príncipe es un enclenque mira que tú eres muy hermosa, y dejarte ir solo por el trono de su reino, por lo menos no tendremos lazos familiares con personas así — me dice tranquilo
— Al de cuentas cuál es tu nombre — le digo por qué no me acuerdo cómo se llama
— Blaze es mi nombre y el de padre es Azael Dawson es nuestro apellido — me dice el algo sonrojado
— y padre por qué no vino — le digo , ya que me causa curiosidad
— Él está enfermo hace unos cinco años cayó enfermo, estaba en uno de los viajes tratando encontrarte y al parecer tocó una planta que no debía y pues se enfermó, no de muerte, pero su salud es muy delicada, este viaje lo hice porque tenía la corazonada de que te encontraría — me dice yo me siento como mi corazón se estruja de saber la verdadera verdad
— Me encantaría ir a verlo, pero como ves no puedo salir de este lugar, porque aquí moriré — le digo mientras agacho mi mirada de impotencia
— Me encantaría ir a verlo, pero como ves no puedo salir de este lugar creo que aquí moriré — le digo mientras agacho mi mirada de impotencia
— Eso no es un problema, yo pensaba asistir a esa dichosa boda, pero tú eres más importante así que te llevaré al palacio imperial y nadie podrá detenerme — me dice y suelta una risa sonora, se le hacen unos pequeños hoyuelos en sus mejillas
De ahí él fue a la habitación que le prepararon sus propias doncellas, yo fui a mi habitación ahí me recosté en la cama, algunas lágrimas se escaparon de mis ojos.
En esta casa de campo solo estamos dos doncellas y dos soldados que son los que se encargan de la seguridad.
Ellos no se acercan a nosotros ni nosotras a ellos, uno de ellos siempre va al pueblo a comprar provisiones para la semana y hoy es el día que fue.
Empiezo a dar vueltas por mi cama, hasta que por esta entra Zaria.
— Ya trajeron las provisiones,vamos a colocarlas en sus lugares — me dice yo acepto, en el camino recorremos un pequeño pasillo hasta llegar a la cocina, pero nos detenemos antes de entrar, ya que lo que estaban hablando los soldados era muy interesante
— En serio eso escuchaste — le dice uno al otro
— Así es escuché que adelantaron la boda para mañana — le dice este a su compañero
— Bueno y escuchas por qué la adelantaron — pregunta este y yo también tengo curiosidad
— Según escuché dicen que ahora la princesa heredera está esperando un bebé de su alteza — le dice
Yo parpadeo rápido, ya que parece que mi cerebro trata de digerir lo que acabo de escuchar, ellos van a tener un bebé, vaya sí que lo sabía , pero no esperaba que fuera tan rápido
— Estás bien — me dice Zaria, yo asiento
— Pobre de la señorita Álora — le dice a su compañero, cuando ellos salieron se sorprendieron de vernos, pero no dijimos nada
Cuando entramos a la cocina vimos que hay muchas provisiones como para un mes. Dejamos eso de lado y empezamos a arreglar las cosas,después yo empecé a pelar unas papas para hacer un puré de papa, mientras Zaria cocinaba la carne, iba pelando ya la quinta papa cuando entraron las doncellas de mi hermano y una me quito el cuchillo que tenía en mis manos.
— Princesa, eso es algo que no puede hacer — no sabía qué decir
— Pero puedo hacerlo — le digo mientras tomo otro cuchillo para seguir en mi tarea
— Si puede, pero no olvide que ahora es una princesa y las princesas no hacen tareas de doncellas — había olvidado ese gran detalle
— Si lo sé, pero les ayudaré — les digo mientras sigo pelando las papas y una de ellas empieza a picarlas en cuadrados y hacharlas en una olla con agua.
Al tener todo listo, me fui a vestir por qué me había llenado de ingredientes en otra ocasión ni me hubiese cambiado , pero ahora es diferente, debo de comportarme como una noble, algo que nunca estuvo en mis planes, si tener una familia.
Bajo al comedor, ahí está el amigo de mi hermano, se sentó al otro lado de la mesa, al rato entra mi hermano, Zaria se sentó conmigo, ya que es mi única amiga.
Todos empezamos a comer y la comida estaba muy deliciosa, la textura, su delicioso sabor es como comer un manjar de los dioses
Después de comer pasamos a tomar el té, mientras mi hermano contaba alguna de sus aventuras
— Cuando piensas regresar al imperio — le digo
— Pienso que en dos días, en eso, tendremos todo listo para irnos — me dice mientras me mira
— Me parece perfecto, empacar mis cosas, y que haremos con los dos soldados — le digo
— Yo hablaré con ellos — me dice el joven mago, yo asiento ya después todos nos fuimos a nuestras habitaciones
No me dormí luego, porque me puse a leer sobre contabilidad, desde que entré a trabajar al palacio dejaba una parte de mi sueldo para comprar libros y así aprender muchas cosas, a veces leía en la biblioteca real cuando me tocaba limpiarla y lo hacía a escondidas por qué para ellos los plebeyos no debemos de saber cosas.
No sé en qué momento me quedé dormida, pero lo que sí estoy segura es que ya es momento de levantarme,por qué escucho los pajaritos cantar en ventana y más por qué escucho como alguien toca mi puerta, quién será a esta hora.
— Adelante — le digo y por la puerta entra una joven doncella de dieciocho años, quizás
— Buenos días, princesa, su hermano, el príncipe heredero me pidió que de hoy en adelante yo seré su doncella personal — yo me quedo como eh.
— No es necesario, puedo hacer las cosas por mí misma — le digo esperando que cediera
— Lo siento princesa, pero es una orden real y no puedo desobedecer— justo lo que pensaba, tendré que acostumbrarme
— Bien y ahora que sigue — le digo, veo como ella aplaude y por la puerta entran otras cinco doncellas con vestidos,joyas y zapatos en bandejas, yo pego un brinco de la sorpresa
— Y todo eso — le digo tratando de soñar tranquila
— Son regalos de su Alteza — Me dice, mientras se encarga de que las otras chicas coloque las bandejas en una mesa, yo me recuesto en mi cama otra vez, cuando pedí una familia, nunca pensé que sería así, pero no me quejo
— Su baño está listo, necesita que le ayuden a bañarse — me dice esperando que le diga que si necesito ayuda
— Estoy acostumbrada en bañarme sola, si no es mucha molestia me gustaría seguir así — le digo mientras hago ojos de gato tierno
Me meto a bañar, el agua se siente tibia, el olor a pétalos de rosa es una exquisitez, me recuesto en la tina mientras siento como el olor a menta entra por mis fosas nasales, después de terminar mi baño relajante salgo envuelta en una bata, al regresar a mi cama ahí están varios vestidos y ahí está ahora mi doncella con la mano en la mandíbula pensando en qué vestido debo de ponerme.
— El verde me gusta — le digo ella voltea a verme y asiente, después me coloco, el vestido no es tan pesado,es algo sencillo y lindo
(Álora )
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