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Dorothea & Kendall

Playlist pt. I y Capítulo 01.

...~🌷 Playlist pt. I 🌷~...

...Love Song ~Lana del Rey....

...Lolita ~Lana del Rey....

...Nonsense ~Sabrina Carpenter....

...New Dance ~XG....

...Diet Mountain Dew ~Lana del Rey....

...make up ~Ariana Grande....

...Cherry ~Lana del Rey....

...Agora Hills ~Doja Cat....

...Cinderella ~Mac Miller (feat. Ty Dolla $ign)....

...Old Money ~Lana del Rey....

...~🌷 Capítulo 01 🌷~...

La vida da muchas vueltas pero aprendemos de ello. De las cosas buenas que nos suceden y de los errores. A lo largo de nuestras vidas vamos decidiendo que cosas desechamos y con cuales nos quedamos. Eso es lo que nos va forjando una personalidad que nos hace diferente al resto.

Escuche la alarma sonar haciendo que abriera los ojos. Ubique donde se encontraba y la agarre de la mesita de noche pasándosela a Kendall. Él se encargaría de apagarla. Lo sentí quitar uno de sus brazos de mi cintura. Frote mi rostro en su pecho cerrando mis ojos.

—Tenemos que ir a clases.— Susurró dejando un beso en mi cabello.

Apretó su agarre en mi cuerpo pegándome más a él. No me queje ya que amaba estar en esta posición. Siempre que él se quedaba a dormir podía descansar sin sentir ninguna preocupación cuando mamá no estaba en casa ya que me hace sentir protegida.

—No quiero.—Me quejé cuando intento levantarse de la cama.

—Te prometo que terminando las clases vamos por pizza.— Dejó suaves caricias en mi cadera, cerca de mi trasero.

—Bien.— Me senté en la cama tallándome los ojos.— Pero quiero que nos bañemos juntos.

Sin obtener respuesta me cargó y nos dirigió al baño. La noche anterior la habíamos pasado juntos por lo que no nos preocupamos por la ropa.

Entre besos, caricias y algunas bromas nos bañamos. Amaba todo esto. Kendall sabe que odio los lunes, los martes y también los miércoles y el resto de los demás días de escuela, a excepción de los fines de semana y días festivos. Cualquier día en el que me tengo que despertar temprano es odiado por mi. Así que él siempre se encargaba de consentirme y hacer que valga la pena.

Me coloqué un vestido azul cielo con flores blancas y unos zapatos Chuck Taylor blancos y Kendall unos jeans y su camisa del equipo que contenía el apellido "Smith" acompañado del número nueve, este último a petición mía ya que es mi número favorito.

Es un nuevo semestre en la universidad y ambos queríamos darlo todo, incluso si no tenemos los resultados esperados queríamos quedarnos con el pensamiento de que lo intentamos.

...~🌷~...

Me baje del asiento del copiloto del Range Rover color rojo. Un obsequio para Kendall por su último cumpleaños.

Kendall viene de una familia de clase alta, por lo que tiene una muy buena posición económica. Sus padres aparte de darles atención a él y a su hermano John, también les cumplen todos sus caprichos. No me quejo ya que muchos de ellos también me benefician.

—Debería ser ilegal que no te guste el batido de unicornio.— Cerré la puerta detrás de mi.

Después de salir de casa fuimos a la cafetería local a comprar desayuno. La crepa rellena de queso crema con moras, fresas, plátano y miel de abeja junto con un batido de unicornio es una delicia.

—Lo que debería ser ilegal es que odies los panqueques.

Me acerqué al bote de basura del estacionamiento para tirar el vaso del batido en lo que Kendall bajaba nuestros bolsos.

—Son una mierda.— Me quejé agarrando su mano caminando al edificio.

—No fueron una mierda cuando me besabas.— Me soltó para agarrarme de la cintura.

—Hay excepciones.— Desvíe mi mirada hacia el lado contrario sintiendo mis mejillas rojas.

Caminamos por el pasillo principal siendo saludados por uno que otro estudiante. Todos los que estaban interesados en el equipo de fútbol americano de la escuela y que iban a los partidos sabían de nosotros. Seria muy idiota de sus partes apoyar al equipo y no saber quien es el capitán del equipo y la estudiante que lleva carteles llamativos en apoyo al número nueve.

Nos detuvimos delante del salón de cálculo integral. Amaba esa clase ya que el profesor siempre pedía participaciones y yo no las desaprovechaba.

—Te veo en la cafetería a la hora del almuerzo.

Asentí recibiendo mi bolso. Es color rosa pastel y lo había decorado con colgantes y pines de cosas que me gustan.

—Pediré lo de siempre.— Me coloqué de puntillas estirándome para dejar un beso en sus labios, aún así Kendall agacho su cabeza.

A pesar de que mis zapatos tenían plataforma, es muy evidente la diferencia de altura, principalmente porque Kendall mide un metro con noventa y cinco centímetros, —lo que yo siempre redondeó a dos metros— en cambio yo mido muy por debajo de él, un metro con cincuenta y cinco centímetros y que siempre redondeó a un metro con sesenta centímetros ya que la mayoría de veces —a excepción de cuando estoy en casa— utilizo zapatos con plataforma. Mis favoritos.

—Te amo.— Colocó un mechón detrás de mi oreja.

—También te amo.— Sonreí dándole un último beso.

Despidiéndome de él entre al aula de clases sentándome enfrente de la pizarra.

No compartía clases con ninguno de mis amigos ya que llevaban materias diferentes o en otro horario y mis compañeros me consideraban una persona molesta ya que cada vez que un profesor termina de explicar un tema le insistía en que hiciera un examen para que evaluara lo que habíamos aprendido. Algunos profesores lo hacían y otros solo decían que lo dejarían para después.

Aparte de que después de cada exposición se abría la ronda de preguntas y soy la que más participaba ya sea respondiendo o preguntando, —otra razón por la que no les caía bien a mis compañeros— pero no es mi culpa querer sacar la máxima calificación y que para ello contaran las preguntas como forma de participación.

...~🌷~...

Mire mi plato con comida sintiéndome triste por lo que había pasado en clases. Me encontraba en la cafetería escuchando a Amber y Johana hablar sobre una película de romance y a pesar de que lo que sucedió en clases fue hace unas horas no me había abandonado el sentimiento. Había pedido pollo agridulce acompañado de puré de papas y vegetales para Kendall y para mi.

Levante mi rostro viéndolo entrar a la cafetería con los chicos junto a él. Dejó un beso en mi cabello. Me puse de pie para que se pudiera sentar y me senté en sus piernas.

—¿Cómo te fue Preciosa?— Acarició mi cintura.

—Mal.— Escondí mi cabeza en su cuello.

—¿Por qué?— Intentó hacer que lo mirara a los ojos pero me negué.

—El profesor me regañó delante de mis compañeros por querer participar mucho en clase y ellos se burlaron de mi.

—Todos ellos son unos idiotas y no debes de hacerles caso.— Me hizo verlo a los ojos, pude notar enojo y venganza en su mirada.— Acaso… ¿no estudiaste para las exposiciones de la siguiente clase?

Asentí recordando que podía vengarme en la ronda de preguntas. Si ellos querían ser malos conmigo les demostraría que yo también puedo serlo. Especialmente porque la mayoría no va preparada para exponer su tema. Dejé un largo beso en los labios de Kendall.

Kendall y yo nos conocíamos desde que yo tenia cinco y el seis. Desde ese día nos volvimos inseparables. Siempre nos cuidamos y protegemos el uno al otro. Nos alegramos en las victorias y nos consolamos en las derrotas. Es sin duda mi mejor amigo y con el que he compartido muchas primeras veces.

...~🌷~...

En cuanto termino la última clase guarde rápidamente todas mis cosas dentro de la mochila y corrí hacia Kendall dándole un abrazo. Él siempre se encargaba de estar en la entrada del aula esperándome.

—Mis compañeros me odian más.— Hablé con una gran sonrisa en mi rostro.

—Esa es mi chica.— Dejó un largo beso en mis labios.— Desde ahora en adelante cada vez que intenten burlarse de ti recordarán este momento.

—Debiste de ver sus caras.— Le pasé mi bolso caminado fuera del edificio.— El profesor tuvo que cancelar la ronda de preguntas porque empezamos a discutir en clase.

—Conociéndote estoy seguro de que lo disfrutaste.— Colocó su brazo sobre mis hombros pegándome a él.

—Por supuesto.—Nos dirigimos a su auto.— No se te olvide que me prometiste que comeríamos pizza.— Pasé mi brazo por su cintura en una especie de abrazo sin dejar de caminar.

—Eres tan lista. Pensé que lo olvidarías.— Dejó un beso en mi cabello.

Nos subimos a su auto y Kendall cumplió lo que prometió. Amaba ir a comer con él ya que siempre nos divertimos y nunca nos aburrimos de hablar, siempre hay un nuevo tema y estábamos para escucharnos y comentar cuando es necesario.

Ambos pasábamos la mayor parte del tiempo juntos y es algo que a nuestras familias no les extraña ya que empezó desde que éramos unos niños. Donde se encontraba Kendall podías encontrarme a mi también y viceversa. Conocemos demasiadas cosas del uno y del otro, desde los peores miedos hasta las cosas que más nos enorgullecen y nos hacen felices.

Pero no por eso significa que nunca discutiéramos o dejáramos de hablarnos ya que es algo que pasaba, rara vez, pero lo hacíamos. Nadie puede culparnos ya que ninguno de los dos somos perfectos y es lo normal en cualquier tipo de relación. Lo malo sería no solucionar nuestros problemas y agrandarlos.

...~🌷~...

Capítulo 02.

El color rosa siempre a sido mi favorito. Mamá y Kendall dicen que es el color que me caracteriza, imagino que es porque siempre que tengo la oportunidad es el que elijo.

Mordí mi labio inferior pensando en que color de sombra de maquillaje elegir. Me debatí entre el rosa intenso con brillos o el rosa pastel. Elegí la primera opción. Agarré una brocha pequeña tomando un poco del producto y lo esparcí en mi párpado. Hice lo mismo en el otro parpado hasta estar satisfecha con el resultado acompañándolo junto a un delineado con lápiz color negro y por último me coloqué brillo labial con olor a fresa.

Guarde el espejo junto a todo el maquillaje en el primer cajón del ropero de mi habitación. Consistía de un total de cinco cajones en donde el primero está destinado para el maquillaje. Me coloqué delante del espejo de cuerpo completo observando mi vestuario. Peine mi cabello en media coleta alta dejando dos mechones sueltos en mi frente. Me aseguré de que los rizos sueltos estuvieran en orden.

Observe el crop top color blanco junto a los jeans de tiro alto acompañados de zapatos de tacón alto con plataforma color negras. Sonreí mirándome en el espejo de cuerpo completo.

Escuche el auto de Kendall en la entrada, me apresure a agarrar mi bolso y bajar las escaleras, antes cerré la puerta de casa y me subí a su auto.

—Gracias por venir por mi amorcito.— Dejé un beso en sus labios.

—Te ves tan hermosa.— Me agarró de la barbilla y me besó una última vez antes de poner en marcha su auto.

—¿Ya te dije lo sexy que te ves con lentes de sol?

Observé la vista a mi alrededor una vez que tuve una afirmación por parte de él. Han pasado dos días desde nuestra ida a la pizzería. Hoy iría a casa de Kendall ya que es el cumpleaños de su madre, ambos habíamos asistido a la universidad en la mañana y decidí que iría un rato a su casa. No me quedaría tan noche ya que mañana tenemos clases.

Cuando era niña me gustaba ir de visita a su casa ya que nunca me aburría. De niña amaba pasar horas ahí ya que había una inmensa cantidad de juguetes y como es grande podíamos jugar a las escondidas o cualquier otro juego sin limitarnos con el espacio. Conforme fuimos creciendo fui pasando más tiempo en su casa incluso llegué a pedirle permiso a mi madre varias veces para hacer pijamadas con Kendall; que luego se empezaron a hacer costumbres. A veces olvidaba algunas de mis pertenencias ahí hasta que Kendall me designó un espacio en su armario y ahora solo le aviso a mi madre cada vez que voy a quedarme en su casa sin preocuparme por un cambio de ropa o mi pijama.

Hasta la fecha sigo sin aburrirme ya que la casa sigue siendo grande para mi y siempre podía encontrar snacks o ver cualquier tipo de película o serie que está de moda ya que Kendall tenía todos los programas de pago. Es como un paraíso.

Me baje del auto una vez que Kendall lo estacionó en la cochera observando los más de diez autos estacionados cada uno en su respectivo lugar. Desde el más común que usaban sus padres y su hermano para asistir a sus asuntos, hasta los autos clásicos de colección y los autos caros de último año. Que por lo que me había comentado Kendall son solo un capricho de su padre.

Agarrados de las manos nos dirigimos a la parte trasera en donde sabíamos que estarían las pocas personas que habían decidido invitar. A pesar de que los padres de Kendall conocen a muchas personas, para asuntos que se consideran familiares preferían hacer las cosas de forma mas íntima.

Dejé el pequeño regalo que había traído junto al resto. Mamá y yo habíamos decidido ir al centro comercial para escogerlo. Un par de aretes con piedras preciosas color azul. No se si son piedras verdaderas o de imitación pero a ambas nos habían gustado.

Salude a las personas que se encontraban en la pequeña fiesta dándome cuenta de que todos son los familiares de Kendall. Abuelos, tíos e incluso algunos de sus primos. A todos ya los conocía desde hace años. Son como mi segunda familia.

Salude a los cuatrillizos que se encontraban cerca de la mesa de dulces. Una mujer y tres hombres que si no mal recuerdo tienen quince años. Me alejé de ellos no sin antes amenazarlos con llevarlos de las orejas hacia sus padres si me daba cuenta de que volvían a tratar de arruinar una fiesta. Son primos de Kendall y son igual de inquietos que un niño de cinco años a la hora de hacer un berrinche por una paleta.

Alcance a escuchar susurros donde decían que mi karma sería tener hijos iguales a ellos. Les di una mirada de advertencia antes de alejarme junto a Kendall.

Salude y felicite a la señora Smith. Su abrazo se sintió muy hogareño. Es una mujer muy simpática y amable, pero cuando se enoja da miedo. Me tocó escuchar varias veces como regañaba a sus hijos cuando eran unos niños e incluso yo, que era a la que no le reprochaban nada sentía el regaño dirigido a mi. Supongo que lo que intimidaba es que no les alzaba la voz y trataba de sonar tranquila, así hubieran la peor travesura Kendall y su hermano.

Después de saludar a todas las personas me senté junto a Kendall. Y cuando digo que me senté es porque me senté en sus piernas, algo común en nosotros y para nada extraño para el resto de los presentes.

—Incluso Jack que tiene tres años se comporta mejor que tus primos.— Susurre en el oído de Kendall viendo como Leticia y sus tres hermanos se aventaban a la alberca con todo y zapatos.

Mire a las tías de Kendall que se encontraban cerca de lo ocurrido levantarse rápidamente de sus asientos y sentarse lo más lejos de la alberca para que no les cayeran salpicaduras del agua.

Miré como Alberta la madre de los cuatro diablillos se dirigió hasta ellos regañándolos por lo ocurrido. Sonreí al verlos salir del agua tratando de disculparse y diciéndole a su madre que no hacía falta confiscar las tabletas y los videojuegos.

—Deja de burlarte de la miseria de los demás.— Kendall pellizcó mi cadera.

Volteé hacia él y le saque la lengua sin hacerle caso a sus palabras. Siempre es bueno burlarse de esos niños, más aún después de todas las travesuras que me hicieron. Como la vez que pegaron un chicle en mi cabello y mamá tuvo que cortármelo por debajo de las orejas. Me la pase horas llorando por su culpa.

—Se lo merecen.— Dejé un beso en sus labios.

Miré a mi alrededor notando que hay muchas flores en el jardín trasero como decoración. Cerca de la casa hay una mesa de dulces y por lo que podía notar habría buffet para comer. Observé el sushi que están acomodando y junto a el se encontraban varias botellas de vino, pero la que se llevó mi atención fue la botella de vino con etiqueta color roja. Cereza es el sabor.

Los vinos de la familia Smith's son una delicia. Siempre que vengo a casa de Kendall tengo la oportunidad de probarlos e incluso desde que cumplí la mayoría de edad siempre que sacan un nuevo sabor me regalan toda la colección para llevar a casa. Mamá y yo los amamos. Por lo que sé son caros y solo puedes comprarlos si eres miembro de alguno de los hoteles Smith's o si consumes en algún restaurante de la misma empresa.

—Debí de traerme un vestido.— Jugué con los dedos de la mano de Kendall.

—¿Por qué?— Me miro divertido.— Creo que en mi cuarto tienes uno.

—Para que me quepa más comida.— Respondí a su pregunta sin mirarlo a los ojos.

Escuché una carcajada por parte de Kendall y lo mire sintiéndome ofendida.

—No te preocupes le diré a los meseros que te guarden un poco.— Golpeé su hombro al verlo burlarse de mi.

—Van a pensar que no hay comida en mi casa y deja de burlarte.— Me queje.

—Lo siento.— Me miro con una sonrisa.

—Te odio.— Susurre soltando su mano.

—Yo te amo más.— Acarició mi cintura.

Ambos sabemos que mi enojo no durará mucho porque Kendall cumpliría lo que dijo y yo lo amo demasiado como para estar enojada con él por una tontería.

Durante mi estadía en casa de Kendall comí lo que prometí y él comió pechuga rellena bañada en salsa dulce acompañándola con uno de los vinos. Ambos nos divertimos y cuando llego el momento bailamos junto al resto. La madre de Kendall abrió sus regalos y no es por presumir pero el mío fue el mejor. Ni siquiera las perlas que estoy segura que valen miles de dólares que le regaló su esposo superaron mi

...~🌷~...

Capítulo 03.

Apoyar a la persona que quieres en su mejor momento es fascinante, pero apoyarlo en su peor momento es tres veces mejor. Saber que hay alguien ahí con quien contar es lo que todas las personas necesitan. Escuchar y ser escuchadas.

Mire la cartulina color rosa fosforescente que había comprado de camino a casa. Hoy es el día del partido y estoy muy emocionada por ver al capitán del equipo en acción.

Agarré el bote de pegamento con diamantina color negra y escribí el apellido Smith junto a un hashtag y el número nueve. Agarré el resto de los botes que había comprado, azul, verde, café, amarillo, etc. Y empecé a dibujar diferentes cosas referente al fútbol americano. No es perfecto pero se nota el esfuerzo y la dedicación.

Mire la hora de mi teléfono dándome cuenta de que había terminado justo a tiempo. Corrí a mi habitación dándome un rápido baño y al salir me coloqué unos jeans junto a una camisa que Kendall me había regalado, similar a la que él usa, solo que la mía había sido confeccionada a mi tipo de cuerpo.

Me hice una coleta alta y maquille mi rostro. Primero hice un maquillaje natural junto a un delineado color azul fuerte para que combinara con la camisa y en cada una de mis mejillas dibujé una línea corta horizontal gruesa color negra.

Sonreí por el trabajo que había hecho sintiéndome satisfecha. Salí de mi habitación bajando la escaleras y me dirigí a la sala confirmando que el cartel que hice ya se secó. Escuché el claxon del auto de Kendall y salí rápidamente de la casa con mis cosas en mano.

—Te ves tan hermosa.

—Gracias.— Dejé un beso en sus labios.— ¿Listo para el partido de hoy?

—Por supuesto, ¿qué traes ahí?— Colocó en marcha el auto dándole un rápido vistazo a la cartulina en mis mano.

—No puedes ver hasta que empiece el partido y escuches a tu fan número uno gritar.

—¿Igual que la vez pasada?— Me dio una rápido mirada sonriendo.

No conteste y solo me reí recordando lo que había pasado. En el último juego el equipo contrario estaba jugando demasiado sucio y a eso sumémosle de que el arbitro les estaba contando los puntos, lo que hizo que estuviera gritando groserías y maldiciendo a medio mundo sin dejar de sostener el cartel que había hecho para ese juego sobre mi cabeza con mis manos, algunas personas se encontraban riéndose por lo que hacía y otras mirándome extraño.

Solo quiero aclarar que no me arrepiento de nada y lo volvería hacer.

...~🌷~...

Kendall se fue a alistar para el juego ya que faltaba menos de una hora para que empezara no sin antes decirle cuanto lo iba a apoyar durante el partido.

Busqué un buen lugar en las gradas que ya casi se encontraban llenas con familiares de los jugadores y estudiantes. Obviamente me senté del lado que apoya al equipo de la universidad.

Los padres y el hermano de Kendall no iban a asistir ya que ambos tenían asuntos que hacer. Los señores Smith por su parte tenían una cena importante para el lanzamiento de un nuevo hotel y John asistirá a una cena con su novio ya que hoy es su aniversario.

Había más personas con carteles, maquillaje o mantas en apoyo a alguno de los dos equipos. Las personas se encuentran divididas, están las que se encuentra en las gradas del lado izquierdo apoyando al equipo de la universidad, en donde era notorio el color azul rey y del lado derecho, se encuentran las personas que apoyan al equipo visitante en donde predomina el color rojo. No me importaba si Kendall o su equipo los veían normales al equipo contrario y a su gente, para mi cualquiera que no apoye al equipo de la universidad son mis enemigos y unos perdedores.

Me encontré a Amber sentada unos asientos detrás de mi, sé que vino para apoyar a su novio Nick que también está en el equipo.

Conforme pasaban los minutos el lugar se está llenando cada vez más. Rojo y azul es lo que más se veía. Son cerca de las siete de la noche y el juego apenas va a comenzar. Quince minutos antes las porristas salieron y cada equipo hizo su rutina. Las personas de las gradas no perdieron su tiempo y comenzaron a gritar y causar un alboroto. Esta vez habían asistido el doble de personas a diferencia del último juego.

Estoy feliz de que Kendall y su equipo tengan más apoyo. Esta noche no sería de las pocas en gritar y lo supe cuando un señor que se encontraba a dos gradas abajo de la mía gritó tan fuerte que estoy segura que se escuchó en todo el lugar.

Las porristas terminaron su rutina y solo bastaron menos de cinco minutos para que ambos equipos salieran de vestidores. Si creí que el ruido que causaba la multitud de personas era demasiado esta vez estaba segura de que terminaría con los oídos lastimados. Levante el cartel que traía gritando la porra improvisada que habían hecho un grupo detrás de mi.

Kendall iba en la cabecera del equipo y ambos contrincantes se posicionaron en sus respectivos lugares dando inicio con el juego.

...~🌷~...

Corrí hacia Kendall con la cartulina en mis manos, alcance a notar que traía su casco en una de sus manos y aunque se encuentra todo sudado no me importo y salté sobre él enrollando mis brazos y piernas en su cuerpo. Me sostuvo con su brazo libre.

El equipo de la universidad había ganado y con ello trajo alegría y una victoria más para todos los estudiantes y personal académico, sobre todo para el equipo de fútbol americano que se había esforzado por ello durante el juego y los entrenamientos.

—¡Amorcito ganamos!— Lo besé.— ¿Pudiste ver mi cartel?— Dejé un beso ruidoso en su mejilla.

Me bajé de su cuerpo mostrándole lo que hace unas horas había hecho para él con una sonrisa en mi rostro.

—Es hermoso.— Sonrió.— Pude observarlo desde la mitad de la cancha. Lo guardaré junto al resto en mi habitación.

Lo sostuvo en manos mirándolo una vez más antes de enrollarlo.

—Hey capitán, no se te olvide que hay una fiesta que nos está esperando por la victoria de hoy.

Voltee a ver al chico notando que es uno de los compañeros de equipo de Kendall. Número cinco tiene escrito en su camisa. Nos enseñó una sonrisa y dándole unas palmadas a Kendall se alejó de nosotros.

—Ve a cambiarte te esperaré cerca de las gradas.

Obteniendo una afirmación dejó un beso en mis labios alejándose de mi. Miré a mi alrededor notando que cada vez había menos personas y como era de esperarse el equipo contrario fue el primero en dispersarse y salir del territorio de la universidad.

No mire a Johana por ninguna parte así que supongo que ya se marchó a la fiesta o a festejar con Nick. Camine hacia las gradas sentándome en una esquina de la primera fila. Escuché como las personas que apoyaron al equipo de Kendall hablaban sobre el juego y la victoria.

—Dorothea.— Escuché una voz pronunciar mi nombre de mi lado izquierdo.

Volteé mirando a un chico casi de mi misma edad. Por lo que podía calcular es de estatura mediana y delgado, tiene un piercing en el labio, el cabello negro y los ojos azules similares a los míos. Nada más que mis ojos son de un azul más intenso.

—¿Y tú eres?— Me crucé de brazos.

No sé quién es, son pasadas las diez de la noche y a esta hora puede salir cualquier persona con malas intensiones.

—Soy Francisco.— Extendió su mano y la estrecho con la mía mirándolo curiosa.— Sé que tienes novio.— Ignore su suposición.— Pero aún así quiero invitarte a una cita.— Metió sus manos en los bolsillos delanteros de su pantalón.

Lo mire sorprendida por tal insinuación que me está haciendo, primero supone que tengo novio y luego creé que voy a serle infiel a mi novio falso.

—¿Eres idiota?— Lo mire molesta ignorando la expresión de confusión en su rostro.— ¿Qué te hace pensar que yo sería infiel?

—Kendall no tiene porque enterarse...

—¿De qué no me tengo que enterar?

Volteé hacía Kendall encontrándolo frente a nosotros con su bolso deportivo colgando de su hombro derecho.

—Él está insinuando que yo sería infiel.— Señale al chico con una expresión todavía de molestia en mi rostro.

—No es eso lo que quise decir...— Soltó una risa nerviosa.

Él chico me envió una mirada para que mintiera por él, lo ignore mirando a Kendall dispuesta a seguirlo delatando, supe que no era necesario cuando mire como Kendall apretaba sus puños y daba un paso al frente.

—Sera mejor que te alejes de ella si no quieres que te golpeé hasta mandarte al hospital.— Dio un segundo paso hacia nosotros.

Él chico no perdió el tiempo e hizo lo que le ordenaron.

—Que bueno que llegaste.— Me puse de pie abrazando a Kendall dramatizando un poco la situación.— Me salvaste de un idiota.

—Hay muchos a esta hora.— Me abrazo dejando un beso en mi frente.— ¿Lista para la fiesta?

Asentí empezando a sentir emoción. Lo mejor es olvidar al idiota de hace unos minutos, me concentraría en ir a divertirme a la fiesta para celebrar junto a Kendall la victoria de esta noche y mañana asistiríamos a la fogata que siempre hace un grupo de estudiantes al día siguiente de cada juego o evento importante.

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