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MI SEGUNDA OPORTUNIDAD PARA ESTAR CON ELLA.

Aqui vamos una última vez.

Primero que nada muy buenas tardes a todos. Aquí les traigo la novela de Emiliano zoto quien ahora reencarno en un nuevo cuerpo, pasará por mil aventuras intentando encontrar a la mujer que ni en su muerte pudo olvidar. Esa que amo de una manera incorrecta, pero ahora dara todo de si mismo para ser el hombre que ella se merece.

Espero que está nueva versión sea de su agrado tanto así como las anteriores "vendida" y "sin salida". Aquí vamos una última vez...

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La familia Odell, le da la bienvenida al nuevo integrante después de más de seis largas horas de parto Patricia por fin escucha el llanto de su amado recién nacido, lo sostiene con cuidado entre sus brazos y mientras le deja un cálido beso le dice.

- Hola Augustos soy tu mami. Gracias por llegar a nuestras vidas.

Stuart su esposo se apresura también a ver a su primogénito las lágrimas de felicidad caen sin cesar al sostener al pequeño.

Días después cuando es tiempo de volver a casa una gran multitud de periodistas esperan fuera del hospital para intentar captar al futuro heredero de las empresas Odell sin duda ese bebé de apenas días de nacido gozará de un futuro privilegiado que cualquiera envidiaría. Una familia amorosa y sin preocupaciones. ¿Quién no desearía ser el pequeño Augustus Odell?

Pero lo que las personas comunes no conocen es que detrás de toda la gloria siempre existe la envidia y traición. Así fue que para cuando Augustos cumplió sus 12 años fue secuestrado, este no era el primer atentado que sufría en su corta vida, pero sí era el primero que se llevaba a cabo con éxito.

En un cuarto oscuro Augustos despertaba asustado duplicaba entre llanto que alguien lo ayudara tres días enteros estuvo en ese lugar hasta que un día esa puerta por fin se abrió dejando ver a una pequeña niña de su misma edad frente a él.

- Ayu.. Ayúdame por favor.

- Shh sí nos escucharán estaremos acabados. Ven rápido conmigo.

La niña toma sus manos y lo saca a escondidas hasta llegar afuera. Todo es bosque denso y tenebroso.

- ¿A dónde vamos?

- Te llevaré hasta la carretera niño.

- Gracias mi nombre es augustus.

- Ya lo sé.

- ¿Cómo te llamas?

- Yo soy Saray.

- ¿Tú también estabas secuestrada Saray?

La niña guarda silencio. Antes de llegar a las luces de la carretera los niños escuchan los perros acercarse.

- Corre Augustus.

Los niños hacen su mejor esfuerzo por escapar, pero se ven arrinconados pocos metros después.

- Tendremos que trepar este árbol.

- Estás loca...

- Es esto o que los perros nos ataquen.

Los ladridos se escuchaban cada vez más cerca.

- Trepa de una buena vez niño.

Saray coloca sus manos para ayudarle a subir.

- ¿Cómo subirás tú?

- Yo los distraeré.

- Espera no te vayas.

Ese fue el último recuerdo antes de despertar en un hospital, su madre estaba junto a él llorando desesperada.

Augustus abrió sus ojos, pero se mantenía en completo silencio los doctores le realizaban varios exámenes y cuando estaban por realizar el último que era una resonancia magnética Augustus le sucedió algo extraño, fijo su mirada en las luces que lo encandilaban y un montón de recuerdos una vida pasada comienzan a llegar.

Augustus comienza a forcejear desesperado por el dolor que esto le provoca grita preso del miedo, el médico detiene el procedimiento de inmediato para cuando llegan a examinarlo Augustus se encuentra nuevamente inconsciente.

Dos semanas más pasar, dos semanas en las que su pequeño cerebro se esforzaba a procesar una enorme cantidad de información, la fiebre cada día empeoraba y los médicos no encontraban sentido alguno a su condición, sus padres suplicaban por un milagro.

Una mañana como por arte de magia el niño mejoró, comenzó a abrir sus ojos lentamente analizando todo a su alrededor.

Se centra específicamente en sus pequeñas manos, como si no entendiera que eran parte de su cuerpo.

- Hijo mi bebé por fin regresas con nosotros. La mujer lo abraza presa de sus emociones Augustus hijo mío. Mi vida estás bien..

- ¿Quién es esta mujer y por qué me llama hijo?

Patricia mira lastimada a su pequeño hijo..

- ¿Augustus? Soy mamá, tu mamá..

El niño se para y corre al baño para poder verse al espejo.. Recuerda todo lo que vivió y esa voz que escuchaba en un lugar oscuro mientras estaba dormido.. También podía ver el cuerpo del niño en la sala de hospital.

* Hijo mío la vida te dará otra oportunidad, por tu sacrificio al dar tu propia vida por alguien más ahora cuentas con una nueva vida.

*Pero este niño quien es y si yo tomo su cuerpo que pasará con él.. Más importante aun podré ver nuevamente a Sienna...

*El niño te dará su cuerpo, él ya no puede volver de igual manera. Este es un nuevo inicio aquí no existe Sienna o Emiliano, pero su alma también a reencarnado.

* ¿Sienna murió?

*No, este lugar es como ver la otra cara del espejo, así como un universo paralelo.

*Donde está ella..

*Tendrás que buscarla por tú cuenta. Buena suerte hijo mío.

*Espera No.. A que te refieres...

_ Oh mierda como se supone que actúe como un mocoso de tan solo.. ¿Cuantos años tiene? ¿9 o tal vez 10?

Patricia estaba muy preocupada por su hijo así que entró al baño para saber que se encontraba bien.

- ¿Hijo?

- Que me paso.

- Acaso no recuerdas nada Augustus..

Esta es una buena oportunidad para conseguir información y también para que no sospechen de mi.

- No recuerdo nada.

- Hijo sufriste un accidente muy grave, tu cabeza...

Llevo mis manos a la nuca del mocoso y tengo una gran cicatriz, fácil 10 o 14 puntos. Con razón esa voz dijo que el niño nunca volvería.

- Yo soy tu mamá Patricia y afuera está tu papá Stuart. ¿Quieres verlo?

- Si quiero.

Esta es una oportunidad que no pienso desaprovechar, una nueva vida para estar con ella...

Una familia amorosa.

Los médicos revisaron la condición del niño a profundidad para luego mandarlo a casa.

- Esto es un milagro señores Odell, las posibilidades de que su hijo sobreviviera o siquiera despertará algún día eran casi nulas, pero él se aferró a la vida.

- Sin duda esto es un milagro, un regalo del cielo, aun así nos recuerda doctor. ¿Eso es normal?

- Es lo más normal del mundo después de sufrir un traumatismo de tal magnitud. Por ahora llévenlo a casa, es el lugar más cómodo para que comience a recuperarse. Solo no debe abandonar el tratamiento.

- Muchas gracias doctor. Gracias por todo su arduo trabajo.

- Cualquier cosa pueden llamar en cualquier momento. Buena suerte, amigos.

Stuart ayuda a vestirse a su amado hijo, pero la expresión de desagrado de este lo lastima. Augustus siempre fue un niño feliz y cariñoso, este niño frente a él es frío y distante.

- Hijo ahora iremos a casa. ¿Estás bien con eso?

- ¿Puedo preguntar algo?

- Claro que sí campeón todo lo que quieras.

- ¿Cómo fue que me lastime de esta manera?

La sonrisa de Stuart se borra de inmediato por esa pregunta. -- Hijo el mayordomo de nuestra familia nos traicionó y gracias a su ayuda te secuestraron, no justifico mi negligencia yo tenía que protegerte.

- ¿Somos ricos? ¿A qué te dedicas? ¿Tus negocios son legales?

Stuart no pudo disimular su asombro por todas las preguntas de su hijo.

- Si Augustus somos ricos, yo soy el presidente de las empresas Odell de toda esta ciudad y de otras. Nunca he tenido problemas legales con nadie y tampoco planeó tenerlos a futuros.

- ¿Entonces somos los buenos?

- Tú eres el mejor niño del mundo hijo mío. Eres lo más valioso que tenemos tu madre y yo.

Bueno parece que los padres de este niño si lo aman de verdad, pero aun así será muy difícil fingir alguien que no soy y encima un niño.. Yo nunca supe lo que era ser un niño normal, tal vez esto no sea tan malo. El amor de padres que te quieren, un hogar, una familia, jamás tuve nada de eso antes.

- Vamos a casa campeón.

- Si papá.

Stuart sonríe ampliamente por la afirmación mientras Patricia llora en la puerta del cuarto al oír todo. En casa todos los esperaban ansiosos y muy felices.

- Hijo que quieres comer.. Mamá te preparará lo que quieras.

- ¿Puedo pedir lo que sea?

- Claro amor. Todo lo que quieras.

- Quiero cambiar mi nombre.

- ¿Disculpa que acabas de decir?

- Quisiera llamarme Emiliano mamá.

- Porque.

- En el hospital escuché que fue un milagro que yo esté con vida y pensé que como la vida me dio otra oportunidad tal vez también tenía que tener otro nombre.

- Augustus era el nombre de tu difunto abuelo, él era un hombre impecable, de buenos modales y valores. Te pusimos así no solo para honrarlo, sino también para que fueras igual o incluso más grande de lo que un día él lo fue.

- Entiendo mamá. Que tal si me llamo Augustus Emiliano entonces.

- Por mí está bien campeón. Déjalo ser querida.

- Bien cariño tú ganas, solo que yo te seguiré llamando Augustus.

La cena fue entre risas y viejas anécdotas, la seguridad ahora era extrema y solo quedaron los empleados más confiables. A pesar de que todos lo llenaban de cariño Emiliano no podía sacarse de la cabeza los ojos de aquella niña, ese era el único recuerdo que él el Augustus original mantuvo.

- Mamá..

- Que pasa tesoro.

- ¿Cómo fue que me encontraron?

- Porque preguntas eso.

- Recuerdo que yo estaba con una niña en el bosque. ¿Dónde está ella? ¿También la rescataron?

- ¿Hijo por fin tu memoria está volviendo?

- No mamá perdón, es solo que recuerdo a esa niña, sus ojos eran hermoso, yo corría de la mano con ella por el bosque.

- Lo siento amor, pero cuando te encontramos solo estabas tú y en muy mal estado, casi me muero al verte en ese estado..

Las lágrimas de la mujer comienzan a caer al recordar el cuerpo de su hijo al borde de la muerte en aquel bosque.

- Perón mamá no llores. No volveré a preguntar nada más. Ya no llores, seré un niño bueno.

Emiliano sentía su corazón oprimirse al ver las lágrimas de la mujer, así lloraba su madre cada noche culpándolo por haber nacido, así lloraba Sienna cada noche odiándolo. Ya no quería nunca más en su vida volver a ver una mujer llorar por su culpa.

- Amor eres un gran niño. Mami ya no llorará más, tal vez en tu desesperación imaginaste a un ángel que llegaba a ayudarte...

- Ya tengo 12 no soy un bebé..

- Ja Ja siempre serás mi bebé, ese por el que oraba cada noche para qué llegará a mi vida.

Oh joder de verdad está mujer me ama muchísimo. Que suertudo resultaste ser Augustus Odell, no solo naciste con una cuchara de oro en la boca sino que también en una familia amorosa. Que envidia y a la vez que remordimiento, porque ahora yo un maldito gastes se quedara con todo el amor que era tuyo.

Traición.

Como se supone que exprese algo que nunca aprendí. Jamás nadie me enseñó a amar o siquiera simpatizar. El respeto me lo gané a puño limpio, nunca sentí el calor de un abrazo en mi niñez o adultez hasta que llego Aldana. Si la quería, pero no la amaba como a Sienna.

Mi corazón siempre le perteneció solo a ella, a la mujer que lastime, que destroce en mil pedazos, a esa que hice sufrir un infierno en vida y aun así le suplique una oportunidad. ¿Qué clase de idiota descerebrado fui? ¿Quién en su sano juicio le daría una segunda oportunidad a una basura como yo?

Pero ahora todo es diferente.. Ahora puedo ser un hombre mejor, un hombre sin un pasado doloroso y demasiado traumas que le impiden hablar de sus sentimientos, no pienso desaprovechar todas mis lecciones aprendidas.

Ahora debo olvidarme de ese niño, de ese pequeño Emiliano al que su madre quemaba con sus cigarrillos cada vez que llegaba frustrada. Al que recibía terribles castigos corporales tan solo por pedir algo de comer. Ese que fue echado como un perro a la calle por ya no ser útil.

Ese Emiliano debe morir para siempre porque está vez quiero ser feliz y quiero hacer felices a las personas que me rodean. Esta vez daré lo mejor de mí para aprender las cosas buenas, las cosas honestas y así ser un hombre de bien, uno que merezca la felicidad y el amor.

En la mansión todos cuidaban muy bien se Augustus, no se le permitía ir a la escuela como un niño común, pero no se sentía como en una prisión. Sus padres lo llenaban de elogios por sus avances en los estudios y solían ir de vacaciones fuera cada que podían.

Los años siguientes fueron muy felices y productivos, llenos de felicidad, a pesar de todo Augustus nunca se olvidó de aquella niña y el extraño sentimiento que lo invadía al recordar sus ojos.

¿Qué habrá pasado con ella? ¿Estará bien? ¿Como se llamaba mi salvadora? No lo recuerdo que mala suerte, algún día me gustaría agradecerle personalmente.

◇◇◇◇◇◇◇◇◇◇◇◇◇◇◇◇◇◇◇◇◇

En otra parte de la ciudad un hombre con un porte imponente y mirada fría llegaba a casa luego de un largo viaje...

Lleno de furia golpea a su sobrina. - Maldita idiota no puedes hacer nada bien.

- Lo siento tío.

- Ya estoy cansado de tu actitud Saray te casarás con Alex quieras o no.

- Tío Alex y yo somos como hermanos eso está mal.

- No son hermanos de sangre y esto beneficia a nuestra familia. Recuerda que fue tú culpa perder esa gran oportunidad, jamás te perdonaré esa traición Saray agradece que no te mate aquel día.

- Lo entiendo tío.

Una mujer demasiado elegante baja al escuchar los gritos.

- Amor ya volviste.

- Hola Ana. ¿Dónde está Bárbara?

- Nuestra hija está estudiando equitación. ¿Como fue tú viaje?

- Muy bien, diablos mujer porque te vistes así ¿Acaso tenemos una cena importante?

- Claro que si amor. Tenemos una invitación con la familia Santino.

- Genial podré hablar del compromiso de Saray con Alex.

La mujer mira despectivamente a la joven que intenta no llorar, piensa para su misma que por fin la podrán echar de la familia sin problemas de por medio.

- ¿Saray porque lloras? Tanto te desagrada la idea de casarte con Alex.

- No es eso tía.

- Escúchame bien niña estúpida. Sabes que desde el comienzo todos te recibimos con los brazos abiertos, te queríamos como nuestra propia hija, pero con aquella traición te llevaste todos esos bellos recuerdos. Ahora tienes que pagar por tus propios actos.

Es verdad la familia Albarados jamás perdona la traición y yo la cometí al ayudar a aquel niño a escapar. Mis tíos siempre fueron muy buenos conmigo nunca me negaron nada, pero desde aquel accidente ya no me consideran parte de la familia.

Aun así no me arrepiento, sabía desde muy pequeña a que se dedicaba mi familia incluso yo misma los he ayudado a lo largo de los años y comencé a hacerlo desde pequeña.

Llevando de contrabando droga entre mis juguetes, yo sabía lo que hacía y no me importaba porque así era la vida de mi familia, mi vida, pero jugar con la vida de un niño era algo que no podía ignorar.

Siempre prensé que el negocio familiar eran las drogas y armas de contrabando. No la vida. Suena irónico, ya que las drogas y armas acaban con la vida, pero cuando vi a ese niño sufriendo en ese viejo galpón no lo pensé y simplemente lo hice.

A cambio ahora soy considerada paria, una traidora que no merece piedad. Al menos a Alex lo conozco de toda la vida y él nunca fue malo conmigo incluso fue el quién me salvó aquella noche en la que casi me matan a golpes. Pero no quiero ser su esposa, Alex es como un hermano para mí.

La voz de mi prima Bárbara me trae de regreso a la realidad.

- Papi por fin vuelves.

- Hola princesa, aquí te traigo un obsequio.

- Gracias papi.

Bárbara gira hacía mi y le lleva a su habitación para que ya no me regañen más.

- Ven Saray come bombones conmigo.

- Gracias Barbi.

- Hay prima que vas a hacer ahora.

- Voy a hablar con Alex y tal vez podamos fingir ser una pareja solo en papel. Él es bueno y me entenderá.

- Saray solo en tus ojos Alex es bueno.

- A mí nunca me ha hecho daño.

- Aun así ten cuidado.

- Gracias Barbi por todo. Eres la única que me sigue tratando igual después de lo sucedido.

- Ya pasaron 13 años.

- Ellos jamás me perdonarán.

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