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CAUTIVA

Cap 1

En la habitación principal de la mansión se escucha un agudo grito. -Donde está mi esposa? - Vocifera Hernando, al darse cuenta de que ella no está en ningún lugar.

Había recibido un mensaje, diciéndole que su esposa sería secuestrada si él no les daba lo que ellos querían y era el control del mercado. Pero el no ama a su esposa, ella había sido una mera transacción económica una compensación que se había orquestado 7 años atrás. Ella había sido obligada a casarse con él.

Pero cuando se enteró de que ella había tenido noviazgos antes de casarse se sintió traicionado.

Pero sus recuerdos fueron interrumpidos por un mensaje de texto que decía.

-Tu amada esposa disfrutará de una maravillosa tarde. - el mensaje venía acompañado de una fotografía, ella estaba en una cama acostada junto con otro hombre al que no se le alcanzaba a ver el rostro.

Hernando corrió a la sala de seguridad, sus hombres estaban tirados en el suelo inconscientes, dándose cuenta de que la persona que ingreso a su casa y causó todo ese extraño bien podía ser conocido, sin embargo el solo deseaba saber dónde está a ella.

Las horas pasaron, y Hernando no comió ni tomo nada a saludable. Se había pasado las horas bebiendo alcohol para calmar los nervios.

Ella su esposa se encargaba de atenderlo. Si tenían personal, pero a él le encantaba humillarla. Ella debía preparar sus ropas, sus comidas, sus baños. Ella era más su sirvienta que su esposa. Tenían tres años de casados y jamás la había tocado. La trataba con cordialidad fuera de la mansión, pero allí a dentro ella era su prisionera, una que no fue capaz de conservarse virgen para el.

Lo supo por la investigación que solicito semanas antes de su boda, deseaba casarse con una joven pura que solo el hubiese tocado ella sería su compañera de vida.

Pero no, ella había estado con varios hombres antes de su boda, ya no era digna de ser su esposa, por lo tanto, ser su sirviente personal era más que suficiente.

Otras mujeres calentaban su cama, pero no amanecía con ellas, solo eran mujeres de una noche, todas menos una, el decidió usarla a ella, para hacer sentir mal a su esposa. Sin embargo, ella parecía no importarle.

Pese a lo peligroso de su negocio, su esposa no tenía escoltas que la cuidarán, ella manejaba un vehículo que él le había proporcionado, pero limitaba sus gastos, no sería el cornudo ella no tendría el dinero suficiente para mantener un amante.

Sin embargo, ella había mantenido su frente en alto. Lo atendía como el quería, cuidaba sus comidas y que todo lo que él necesitará estuviera a la mano.

La servidumbre la adoraba por su gentileza, ella era todo amor y ternura, pero nadie sabía su realidad. Solo un par de hombres de seguridad que se quedaban al cuidado de la mansión, escuchaban aquellos gritos de tortura, don Hernando la trataba como a una cualquiera. Sin embargo, frente a la sociedad era un hombre diferente, un esposo amoroso y devoto ella era poco para el.

En la madrugada después de mucho luchar lograron desbloquear las imágenes de seguridad.

Se veía a un hombre ingresando a la propiedad. Tenía una gorra y unas gafas por lo que su rostro no era identificable también. Llevaba ropa dos o tres tallas más que la suya. así que su contextura también era difícil de determinar.

Detrás de él dos hombres más ingresan y se separan el primero camina a las habitaciones donde encuentra a Cindy sentada frente a su escritorio. En las imágenes ella se exalta al verlo y retrocede unos pasos , el hombre extiende su mano a ella pero ella lo golpea, sin embargo, el es más grande y logra inmovilizarla.

Todo sucede de prisa. Y el hombre la lleva cargada hasta un vehículo sin rumbo conocido, pues las imágenes varias cámaras a un no se logran rescatar.

Entrada la mañana, Hernando recibe otro mensaje y un vídeo que lo deja helado.

Su esposa está desnuda junto a un hombre teniendo sexo de forma desenfrenada, la imagen se corta. -No sabía que la esposa del gran Hernando Ponce fuese virgen después de tres años de matrimonio.- y el remitente envía otra imagen donde se ve el rastro de sangre.

Hernando se queda helado, Cindy no era virgen, sus informantes lo dejaron muy claro, ella era una joven libertina. No era posible.

El sentía que su mundo se acababa, la había tratado con injusticia, ahora no estaba seguro de quienes era los que lo rodeaban.

Como lograron entrar a su casa? Burlar su seguridad Porqueno tenía información verás de la mujer con la que había compartido tres años de matrimonio, quien había orquestado todo aquello.

Pero lo que estaba viviendo Hernando no se comparaba con lo que estaba a punto de sentir Cindy al despertarse junto a un desconocido.

Cap 2

Una enorme mano está sobre mi vientre. Trato de incorporarme, pero el dolor es punzante, siente náuseas y malestar en mi cuerpo.

Los recuerdos del día anterior me golpean de repente, el dolor que sentía se ha hecho más leve y miro a mi alrededor notando que no estoy en mi casa, en la casa en la que he vivido los últimos años, también giro mi rostro y hay un hombre completamente desnudo a mi lado, y cuando miro hacia la parte baja de mi cuerpo noto que también estoy desnuda.

-No, no qué pasó. - Gritó agitando al hombre a mi lado que duerme muy plácidamente. -Quien eres que carajos hago aquí?

El hombre intenta levantar su cabeza, pero parece que está ebrio.

-Shhhhh, no grites tanta mamá, me siento de la mierda. -Murmura.

-Mama?, no soy tu mamá, que me hiciste. -Cindy estaba al otro lado de la cama y no había notado los rastros de su virtud en la sábana blanca. Si bien estaba dolorida el pánico era mayor.

El hombre levantó la cabeza y la miró y ella a el, ambos sorprendidos, pero antes de decir algo una pantalla se iluminó y allí estaban ellos, teniendo relaciones en televisión, sus rostros estaban pixelados, pero sin duda era la misma habitación.

-Que es esto? Tu me hiciste esto?

-No se que está pasando, tu qué haces aquí. Que hacemos aquí.

-No se, nose que pasa.

La pantalla comenzó a parpadear y la imagen comenzó a borrarse, pero del aparato salió una voz.

-Ahora que estamos todos involucrados quiero que ambos me apoyen en mi cruzada. Y darán su respaldo a la persona que yo les ordene si no su videito será viral.

-Quien eres? - Grito ella.

-Todo a su tiempo, la habitación está paga hasta mañana, si quieren pueden seguir jugando o se pueden ir a sus casas.

Cindy miró a su acompañante.Se sintió avergonzada, ella lo conocía de hacia muchos años, pero después de un tiempo perdieron todo contacto y ahora estaban allí, desnudos y en una encrucijada.

-Que deseas hacer? -Pregunto el.

-No ppretenderás que yo desee volver a meterme en la cama contigo. O si?

-No me refería a eso.Deberíass darte una ducha en lo que yo me deshago de esto. -Dijo señalando la cama.

Ella asintió e ingreso al baño, aún estaba en shock, ella no sabía que pasaba, qué importancia tenían sus decisiones, ella no era nadie, no era más que un cheque para su familia, ella había sido la llave para abrir la puerta a más negocios para su familia, No la amaron, no la cuidaron, no hicieron más que alimentarla como a un cerdo y darle una cómoda habitación para dormir. Pero no le dieron amor paternal.

Después de una larga ducha salió del baño con los ojos enrojecidos.

-Lo siento mucho, jamás...

-Porque te culpas, ambos estábamos drogados, crees que quería mi primera vez de esta forma, no recuerdo nada, y verme en esas imágenes... Su voz se quebró, ella quería llorar. Porque le pasaba esto.

Recordar el dia que se casó con Hernando, después de dar el si y acabada la ceremonia el la envío a casa con una advertencia, que la quería lejos de él. que ella era una mujer sucia y usada, y que jamás la tendría en su habitación. Ella no se había hecho ilusión con su matrimonio. quién compromete a una niña de 16 años con un hombre de 26 heredero de los negocios turbios. A quien se le ocurría esa tontería.

Durante los años que llevaba casada. Hernando perdía la compostura y trataba de hacerla suya, pero en sus ojos solo había ira, asco y ella no quería estar con alguien en esas condiciones, así que hurgaba en la herida y le recordaba que ella ya había sido usada y a él se le pasaban sus intenciones.

No sin antes humillarla y lastimarla. Sin embargo ella mantenia la calma y la neutralidad, jamás se le pasó por la mente decirle la verdad, para que?

Pero de inmediato se recompuso.

-Deberíamosmos regresar.

-Regresarásras a tu casa?, con el? Y si te hace daño.

-Que crees que me hará, no le diré nada, no sabrá nada y todo seguirá igual.

-Cindy no puedes volver con el.

-Y me voy contigo?, crees que me aceptaran, sabes que ellos no me quieren Jacob, ellos querían a mi hermana como tú esposa. Y mira, me quitaron del camino. Lo que pasó ya pasó. Yo no lo recuerdo y tú tampoco, así que ve, ve a casa.

Cindy salió de la habitación, se sorprendió al ver que era una finca a las afueras de ciudad. No había una sola alma. Solo había un auto afuera, ella se asomó se percató que el vehículo tenía las llaves, tras ella Jacob también salió.

-Si que nos trajeron a un lugar lejano.

-Si, pero mira el auto tiene las llaves podemos regresar.

-Cindy, te sientes bien.

-Si, estoy un poco adolorida, pero me encuentro bien.

-Deberiamos ir a otro lugar antes de ir a tu casa.

Ella lo miró con desdén, no pretendía repetir aquello que no recordaba. Sin embargo el, arranco el auto y salieron rumbo desconocido.

Cap 3

Sin teléfonos, ni nada con que comunicarse. Jacob y Cindy no tuvieron más opción que llegar al destino que él había trazado. El hospital privado propiedad familiar.

Y si, la Familia de Jacob era una muy adinerada podría decirse que de las adineradas de la ciudad, pero él mantenía un perfil bajo.

Él la guío al laboratorio donde pidió muestras de sangre para rastrear la sustancia.

Pidió un teléfono prestado y realizó varias llamadas, lo primero que quería saber era quién, quien les había hecho eso y porque involucraban a Cindy.

Después de hacer las pruebas él se ofreció a invitarla a desayunar y después le pediría a alguien que la llevara a su casa.

Él siempre la había admirado, desde que era una niña alegre, Cindy nunca fue consentida ni mimada, era más bien una guerrera, ella a diferencias de muchas niñas, trepada árboles, jugaba a las carreras. Pero cuando él se enteró de que ella se casaría, decidió irse, sí que la quería, pero él se quería más. Así que decidió dejar todo por la paz e irse del país.

Había vuelto por petición de su padre, quería que estuviera al frente de varias negociaciones, para que aprendiera mejor el control de su dinero, le llevaba solo dos años a Cindy, y su compatibilidad se podría cortar con un cuchillo, ellos eran inseparables.

Sin embargo, aquí estaba ella frente a él. Con una camisa sencilla y unos pantalones cómodos. El perfecto cuello de Cindy tenía unos moretones, pero más abajo sobre la curvatura de sus pechos había unos chupones, esto sorprendió a Jacob pues sabía quién era el causante de lo primero y quien de lo segundo.

A su mente llegaron ráfagas de aquel momento. Donde ambos se quitaban las prendas, sus ojos brillaban de deseo.

-Jacob, hola... - Él levanto la cabeza a sus ojos.

-Perdona me decías?

-Te decía que por favor mantengas esto en secreto. No le digas a nadie lo que nos pasó.

— No lé diré a nadie, tenlo por seguro -El suspiro -Tu recuerdas algo?

-La verdad aún no, todavía me duele un poco la cabeza.

-Terminaste - Ella asintió. - Ven un auto te llevará.

De pie en la acera Jacob y Cindy esperaban el vehículo que la llevaría a su casa. Cuando el vehículo aparco el le pidió su número de teléfono y ella se lo dio. El deseaba seguir en contacto con ella. Pues ahora sabía que pese a estar tanto tiempo casada su relación no era la típica. Ninguna mujer llega virgen a los 23 y casada menos.

El necesitaba saber la verdad y el se encargaría de averiguarlo.

...****************...

Cindy llegó a la mansión, los controles rigurosos de ingreso la hicieron sentir incómoda. Pues no comprendía como alguien había entrado a la casa y que nadie notará la amenaza, aunque la única que terminó agraviada fue ella.

Sumida en sus pensamientos ella bajo del vehículo, que salió de la mansión al entrar a la casa, una voz la detuvo.

-Estas bien? - una voz gruesa y varonil, y si era que Hernando era un hombre guapo. Su porte, su cuerpo, su rostro y esos hermosos ojos azules fríos como el hielo.

Cindy lo había admirado, pues le parecía muy atractivo, pero su belleza era solo física, el había sido un completo desgraciado con ella, pero al menos no la había obligado a estar con el.

-Pregunté que si estás bien? - Ella levanto la cabeza y asintió.

-Si, si, estoy bien, subiré a cambiarme y bajo a prepararte la comida.

El la miró con detenimiento, las marcas en su cuello que el mismo le había dejado, después de aquella pelea, pero más abajo estaba adornada con pequeños enrojecimientos.

Era innegable el la había visto en los vídeos y en las fotografías desnuda, pero se negaba a aceptarlo, tantos años de matrimonio, tanto rechazarla para que al final ella si fuera digna de su atención.

-Sube a tu habitación y te das un baño, ya el médico sube para revisarte.

-Revisar, revisar que?, yo estoy en perfectas condiciones, solo salí un rato a despejarme estoy bien, no volverá a pasar.

-Eres tonta o te haces - Dijo enojado - te ordene que fueras a tu habitación y te preparas, el doctor ya viene.

-Esta bien como digas. - dijo frustrada

Cindy subió las escaleras, Hernando siempre la había visto con deseo pero el recordar el informe donde decía que había estado con varios hombres, se indignaba, ella se le había prometido como esposa, y le fue infiel, sin embargo ahora sabía la verdad o una parte de ella.

Por que si bien Cindy permaneció pura y fiel ahora ya no lo era, y lo peor era que él tenía cierta responsabilidad en lo que le había pasado.

Minutos después estaban en su habitación Hernando y el doctor.

Cómo está doctor?

-Bien mi niña y tú, tu esposo está preocupado por ti, al parecer sufriste algún percance y vengo a hacerte unas pruebas, me permites.

-Claro que si.

Cindy llevaba un conjunto clásico, estaba sentada en la cama. Su respiración estaba agitada.

-Te hiciste algún examen?

-Si, está mañana, fui a la clínica a hacerme unas pruebas, es importante para mí saber qué pasó.

-Hernando, para mañana a primera hora tendremos los resultados, pero al parecer según sus pupilas estás en lo cierto. Fue drogada. - Cindy los miro a ambos.

-Sabias lo que pasó?

-Si, recibí una amenaza pero cuando llegue a casa no estaba.

-Qué más sabes?

-Lo se todo.

Ella palideció, su corazón se agitó. El médico la miró extrañado.

Pero cuando le tomo el pulso, sentenció.

-Necesito llevarla al hospital, tu esposa tiene una arritmia, y es posible que lo que le dieron la pueda alterar más. Por ahora no hablaras del tema.

Cuando el doctor volteo a mirar a Cindy ella estaba pálida, y por inercia volteo al lado contrario de la cama y allí vaceo su estómago.

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