NovelToon NovelToon

Siempre Tuyo (Segunda Parte De 'Mi Perdición').

El comienzo.

Cinco años después:

Después de que me convertí en padre, mi vida ha mejorado en un 100%.

No me arrepiento de absolutamente nada y siento que cada día amo más a la mujer que despierta a mi lado todos los días.

- Buenos días, guapo ~me rodea con su brazo y besa mi cuello~

- Buenos días ~sonrío y la subo a horcadas sobre mí~

- Jacob, no puedo llegar tarde ~dice, pero la ignoro besándola y enredando mis dedos en su pelo~ Amor...

- Solo uno...

- ¿Solo uno? ~asiento y cuelo mi mano entre nosotros hasta llegar a su intimidad~

- Solo uno ~sonrío cuando la oigo gemir~

Tira su cabeza hacia atrás y pequeños gemidos salen de ella cuando muevo mis dedos en su interior.

Unos golpes en la puerta nos alarman y ambos nos miramos con pánico.

- ¡El seguro! ~décimos al unísono~

La puerta es abierta por dos pequeños quienes corren a nuestra dirección y rápidamente, bajo a mi esposa de mí haciéndola aún lado, sin darme cuenta esta se enreda con las sábanas y cae al suelo.

- ¡Buenos días!

Zoe se sube a la cama saltando y cantando una de esas rondas infantiles que Kathering siempre le canta, y Noah solo se limita a mirarnos con su rostro endurecido.

- Buenos días, niños ~se levanta rápidamente y se quita el pelo del rostro con una sonrisa~

- ¿Qué hacían? ~nos miramos entreojo~

- Nada...

- Mami, hoy es el primer día de clases ~dice Zoe muy emocionada~

- No le veo lo divertido a eso.

- ¿Por qué?, vas a hacer nuevos amigos y... ~toma a Zoe en sus brazos~

- No estoy interesado en hacer amigos.

- ¿Por qué tienes que ser tan antipático?, tienes cinco años, Noah.

Por alguna razón, ahora parezco ser el culpable de la situación.

- ¿Qué?

- Es así por ti.

- ¿Por mí? ~me señalo~ ¿No es mejor así?

- Mejor no Jacob, es un niño y tiene que hacer amigos, no puede andar por ahí con la cara como si todo le molestará.

- ¿Y qué si no quiere hacer amigos?, si quieres que lo obligue, no lo voy a hacer ~me levanto y voy hasta el cuarto de baño~

Sé que en este momento me debe estar fulminando con la mirada, así que sonrío por eso.

***

- Cielo, ya nos vamos.

- Adiós ~dejo un pequeño beso en su nariz~

Me despido de los niños y quedó solo en casa terminando de revisar algunas cosas. Justo cuando termino de ponerme el abrigo y tomar las llaves del auto, tocan la puerta.

Me apresuro a abrir y no encuentro a nadie, miro a ambos lados, pero no encuentro pista de nadie.

Justo cuando voy a cerrar, observo una pequeña caja en el suelo sin ninguna dirección ni nada, frunzo el ceño porque me parece extraño y decido tomarla para luego ver de qué se trata.

Mi celular comienzo a timbrar y regreso rápidamente a la cocina.

- ¿Qué pasa?

- ¿Dónde estás?, se supone que el nuevo dueño de la editorial, vendría a hablar con el administrador ~me dice Jack~

- Sí, estoy en camino ~dejo la caja sobre la isla y miro el reloj en mi muñeca~

- Aún sigo sin entender por qué comprarte una editorial.

- Lo mismo dijiste con la aerolínea y ya te dije que tengo mis razones. ¿Quieres que me quedé solo con los hoteles?, tengo que expandirme en otras cosas también.

Mientras me voy alejando de casa, creo ver una figura que se me hace conocida, así que freno en seco y entrecierro los ojos para tratar de enfocar mi visión.

Parpadeo un para de veces y ya no hay nadie. No sé si solo fue una equivocación mía o sí de verdad está sucediendo algo extraño, pero en este momento no tengo tiempo para ponerme a pensar en eso.

...ΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩ...

Kathering.

- Tenemos a una mujer que se rehúsa a hacerse la ecografía transvaginal.

>> Ayer vino con una hemorragia que logramos detener y ahora necesita que se le haga la eco para ver sí... ~dice, pero la interrumpo~

- ¿Por qué no quiere hacérsela? ~le extiendo la mano para que me dé el historial clínico de la paciente~

- Dice que es virgen ~la miro y enarco una de mis cejas~

Leo el historial de la mujer, donde se relata que vino con un sangrado vaginal excesivo y... ¿Mujer?

- Carla, la paciente tiene dieciséis años, es una niña.

- Doc, ella parece que está embarazada y no lo quiere decir porque está su madre.

Ahora entiendo porqué no quiere que se le haga la ecografía.

Me dirijo a la habitación donde se encuentra la chica que cuando me ve palidece, le sonrío para darle confianza, pero mira a su madre de reojo.

- Hola, tú debes ser... ~observo su historial~ Mariana. Yo soy la doctora Kathering, pero puedes llamarme Kathe.

- Doc, ¿puede decirme que es lo que tiene mi hija exactamente?, ya que está niña no ha querido decirme ni una sola palabra.

- Bueno, Mariana. Aquí dice que viniste con un sangrado anormal, supongo que también había dolor pélvico ~le digo señalándome la zona y ella asiente~ ¿Estás en tu período?

- No.

- Mariana, es muy importante que pregunte esto así que también es importante que me respondas con la verdad, ¿de acuerdo? ~asiente y le sonrío~

>> ¿Has tenido relaciones sexuales? ~la habitación se queda en silencio por unos largos segundos y ella mira a su madre de reojo~

- ¿Por qué no contestas? ~le dice duramente~

- Madre, sé perfectamente su angustia, pero la está intimidando. Déjeme a mí hablar con ella ~me mira de pies a cabeza~

>> Mariana, te explico, no puedo retirar a tu mami de la habitación porque aún eres menor de edad, ella tiene que permanecer aquí para escuchar y ver que no estoy cometiendo ninguna negligencia contra ti, entonces si quieres que hagamos esto rápido; tienes que hablar.

- Yo... Sí he tenido relaciones sexuales, doctora ~susurra~

- ¿Cuando fue la última vez?

- Hace un día, doc ~su madre se lleva la mano a la frente con decepción~

Probablemente, algo paso en ese momento, por eso el sangrado y estoy segura que está niña está embarazada por la postura que tiene.

Este caso va a ser bastante controversial.

***

  Ya es mi hora de almuerzo y me dirijo al elevador para salir, Hillary me alcanza y nos saludamos.

- ¿Ya vas almorzar?, podemos ir al restaurante de al frente

- Eh... Básicamente, ahí es donde casi siempre vamos.

- ¡Es perfecto! ~finje emoción y río~

Entramos y guardo de nuevo el celular en la bata. Entran algunas personas detrás de nosotras y alcanzo a observar unos tacos negros... Justo los que vi el día del accidente.

Alzo la mirada rápidamente, pero la mujer lleva lentes oscuros y justo cuando procede a quitárselos, las puertas se cierran antes de que pueda detenerlas.

- ¿Todo bien?

- Sí...

La miro con curiosidad porque estamos dentro del hospital y no veo la necesidad de traerlos aquí adentro.

- ¿Qué?

- Ni siquiera voy a preguntar ~digo entre risas y está me da un golpe leve~

Estuve a punto de verle bien la cara a esa mujer y justo las puertas del elevador tenían que cerrarse, ¿se tratará de la misma persona que me chocó?

No... Sería demasiada coincidencia. La persona que me chocó mo puede ser la única que tengo esos tacos, ¿verdad?

El desarrollo.

Ahora me ha entrado una curiosidad que me hace querer devolver para averiguar de quién se trata.

Salgo del elevador y distraída por mis pensamientos, chocó con alguien haciendo que los papeles que este trae caigan al suelo.

- Oh, lo siento ~los tomo y se los entrego~

- No, tranquila, voy con algo de prisa ~dice el hombre entre risas~ Y gracias.

Se me queda viendo unos largos segundos, incómoda carraspeo y eso parece despertarlo de su trance porque cierra los ojos sacudiendo su cabeza.

- ¿Estás bien?

- Si, solo... No había visto a una mujer tan hermosa ~me sonríe~

- Bueno, apuesto que no habías visto a una mujer tan hermosa y casada ~le señala mi anillo y ríe~

- Tienes razón, las mejores siempre están casadas.

- Bueno, yo siento mucho lo que pasó, pero debo irme ~intento irme, pero la voz del hombre me detiene~

- Peter ~lo miro sin entender~ Mi nombre.

- Bueno, Peter, que estés bien ~inclino levemente mi cabeza y continúo con Hillary a mi lado~

- Me pregunto cómo se sentirá Jacob al saber que aún mostrando tu anillo a los hombres no les importa ~ me mira con diversión~

- Estoy muy segura que en este momento le habría gustado arrancarle los ojos a ese tipo por mirarme de esa forma.

En cuanto entramos al restaurante, se quita los lentes y puedo ver sus ojos rojos y algo ojerosos.

- Por favor, no me digas que has estado llorando.

- Por supuesto que sí, ya hemos intentado de todo y nada funciona.

- Tienes que entender que quizá... Dios quiere que pase algo más de tiempo.

- ¿Dios quiere que pase algo más de tiempo? ~frunce el ceño~ Lo dice quien perdió un bebé y meses después quedó embarazada de gemelos.

>> ¿Entonces soy yo la que debo esperar? ~dice duramente~

La verdad no lo dije en ese sentido, pero... No quiero que piense que no me importa su situación solo por lo que pasó conmigo, además, a pesar de que ahora tengo a mis dos hermosos hijos, sigue siendo algo incómodo y doloroso el tema del bebé que perdí; y ella lo sabe.

- No creo que sea correcto hablar en este momento ~estoy a punto de levantarme cuando me detiene~

- No, espera, lo siento ~suspira con tristeza~ Perdóname, Kathering.

>> Es que estoy desesperada, Lían y yo ya hemos hecho de todo, no entiendo porqué para nosotros está siendo tan difícil.

- Siento mucho todo lo que están pasando, pero no puedes creer que por lo bueno que me pasa a mí, no tengo derecho a decir algo al respecto.

>> Si sientes que no puedo opinar porque según tú, yo no sufrí demasiado antes de tener a Noah y a Zoe, entonces es mejor que hablas de este tema con alguien más, quizá con un profesional.

- De verdad lo siento, Kathe. No quiero hablar estas cosas con un desconocido, quiero hablarlo con mi mejor amiga.

>> Lían... Ha estado muy pendiente y siempre está consolándome, pero tengo miedo, no quiero distanciarme por esto, hay momentos en los que ni siquiera quiero que me toque.

El mesero llega con nuestra comida y está ni siquiera espera a que ponga el plato en la mesa para comer como si la estuvieran persiguiendo.

- Hill... Creo que puedes ir más despacio ~trato de detenerla, pero se niega~

- Esto es lo único que puedo hacer bien ~dice con la boca llena.

Me sorprende como es que últimamente come así y no ha subido nada de peso.

>> Déjame...

- Amiga... No es nada sano comer así, además, puedes ahogarte ~la tomo de la mano y le sonrío~ Es ansiedad y no puedes tratar de calmarla comiendo de esta forma ~suspira y asiente~

>> Sé que es difícil, pero aunque no lo creas, también lo está siendo para Lían así que no lo alejes, él necesita a su esposa a su lado.

- Nunca pensé que estuviera llorando por no quedar embarazada, recuerdo que yo le huía a los bebés.

Dice con burla y ambas terminamos riendo.

Lían y Hillary se casaron hace tres años y desde entonces han tratado de tener un bebé, pero por más que han intentado, nada ha funcionado.

Me siento muy mal por ella porque sin esfuerzo yo pude tener a dos al mismo tiempo, por supuesto, sabemos que eso no depende de mí, pero de verdad es difícil asimilarlo cuando has probado miles de tratamientos.

Solo espero que se pueda cumplir su deseo.

Después de almorzar, volvemos al hospital y nos separamos cada quien dirigiéndose a su consultorio.

Aún no se va de la mente la figura de esa mujer, tiene los mismos tacos y precisamente está aquí en el hospital donde trabajo.

Bueno, este es uno de los hospitales más prestigiosos del estado, tampoco es que precisamente la gente venga aquí por mí, pero igual me parece un poco extraño.

Desde el accidente, hace cinco años, me he estado sintiendo observada, incluso esta mañana que dejé a los niños en la escuela; sentí mi cuerpo raramente pesado.

Espero que sean cosas mías.

Justo cuando me dejo ir en la silla frente a mi escritorio, suena mi cel avisando la llegada de un mensaje.

- ¿Quién irá por los niños a la escuela? ~cierro los ojos y suspiro~ No búscaste ninguna niñera, ¿verdad?

- Se me olvido ver las vacantes, lo siento.

- No te preocupes, ya he terminado por hoy, yo paso por ellos.

- Gracias, amor, mañana me encargo yo.

Me olvidé de eso por completo.

Jacob es muy resabiado con los niños y no le gusta para nada la idea de que cualquier persona se meta a nuestra casa y se quede con nuestros hijos, pero a veces tengo turnos que terminan hasta altas horas de la noche y muchas veces él llega hasta tarde a casa.

Sí o sí tenemos que contratar los servicios de una niñera, al menos las veces en las que estaremos fuera de casa hasta tarde.

Buscando niñera.

Ya termino mi turno y la verdad, aunque amo mi trabajo, no veía la hora de salir.

Me despido de mis compañeros incluida Hillary y voy al estacionamiento por mi auto. De nuevo esa sensación de ser observada me ataca y me freno mirando a todos lados.

Me alzo de hombros y continuo mi camino. Son casi la una de la mañana, estoy rezando por no quedarme dormida mientras conduzco.

Al llegar a casa, lo primero que hago es ir hasta la habitación de los niños y confirmar que efectivamente están dormidos, luego voy hasta la mía encontrándola vacía, así que organizo mis cosas y salgo en busca de mi esposo.

Como lo imaginé, está en su despacho rodeando de papales, sonrío porque no ha notado mi presencia y también porque se ve supersexy con lentes.

Con cuidado me alejo y hasta la cocina para prepararle una taza de café.

- Creo que ya es hora de que descanses ~digo llamando su atención~

- Solo me faltan algunas cosas.

- Sabía que dirías eso ~le extiendo las tazas de café y me siento en el borde del escritorio~

- Gracias... ¿Por qué me miras así?

- Admiro al "Adonis" que tengo como esposo ~me cruzo de brazos y sonrío~

- Oh, ¿en serio? ~deja la taza sobre el escrito y se levanta acorralándome~ ¿Sabes cómo te ves más sexy?

- ¿Cómo?

- Con el pelo suelto

Río y con suavidad, desata mi moño haciendo que mos rizos caigan, los acaricia y enreda sus dedos en ellos acercándose a mis labios.

- Me encanta como te ves con el uniforme, pero me encantas más sin él ~susurra~

- Entonces quítamelo...

- Con gusto.

...ΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩ...

En la mañana:

Acabo de dejar a los niños en la escuela y tengo una lista en mano que me ha pasado Sarah de las chicas que están brindando sus servicios de cuidado.

Chicas entre dieciséis y veinte años, todas universitarias y estoy pensando si es buena idea porque ninguna de ellas es mamá.

No quiero ser malinterpretada, pero cuidar niños no es tan simple como parece. Gracias a Dios los gemelos no son traviesos ni maleducados, pero están acostumbrados al cuidado que les damos Jacob y yo.

Zoe es una niña muy dulce, sé perfectamente que no tendrá problemas con ella, pero si pienso en Noah que es frío con todo el mundo, creo que sí va a hacer un poquito más difícil, él no deja que se le acerque nadie que no sea de la familia.

***

No puedo creer que ya vi a todas y ninguna me convenció.

Todas muy lindas, pero unas dejaron ver que sus virtudes no eran la paciencia precisamente, mientras que en otras simplemente veía que no iban a poner mucho esfuerzo como si todo el tiempo estuvieron pensando "esto es pan comido".

Gracias a Dios hoy fue mi día de descanso, por lo que no tuve problemas para ir por los niños de regreso, pero mañana no sé cómo haré si no consigo una niñera rápido.

Los niños suben las escaleras a toda prisa y no puedo negar que siento un poco de envidia por su energía.

- Ya saben que tienen que hacer, ¿no? ~les digo dirigiéndome a la cocina~

- ¡Lavarnos las manos! ~gritan al unísono~

Después de unos segundos, los niños bajan ya cambiados a almorzar y yo me quedo pegada al celular hablando con Sarah.

- Ninguna de las chicas me convenció ~le escribo~

- ¿Entonces que vas a hacer?, ninguno de los dos puede dejar su trabajo y tampoco es una opción dejar a los niños solos en casa.

- Lo sé, Jacob no puede dejar su trabajo a medias para venir y quedarse con los niños, cuando pasa eso se acuesta muy tarde terminando el trabajo aquí en casa.

- Yo voy a ver si consigo a otras chicas, ¿de acuerdo?, tengo que atender a un paciente, pero luego nos hablamos.

- De acuerdo.

Sarah está en un hospital diferente al que estamos Hillary y yo, así que no es raro que ella en este momento esté trabajando mientras que yo estoy en mi día libre.

El timbre de la casa suena y me apresuro a abrirla. Una mujer pelirroja, con sus profundos ojos negros, ya hace parada del otro lado.

Me sonríe ampliamente y aunque sus ojos dan salgo miedo, la verdad es que es bellísima, no es una adolescente, debe tener como mínimo mi edad o quizá sea unos años mayor.

- ¿La Sra. Gardner?

- Sí, ¿en qué puedo ayudarle? ~la miro atentamente~

- Una amiga me dijo que usted estaba necesitando una niñera para sus niños ~me sonríe~ Yo tengo todo el tiempo libre la verdad, así que puedo cuidarlos cuando guste a la hora que guste.

La observo unos segundos de pies a cabeza fijándome en la carpeta que sostiene y con algo de contrariedad, decido dejarla pasar e interrogarla para ver que tal.

No dejaré a mis hijos con cualquiera que se me aparezca, pero después de todo, es justo lo que estoy buscando.

Más que por Jacob o por mí, pienso más en los niños, también es importante que ellos sientan confianza con la persona que se quedarán mientras no estamos en casa.

Download MangaToon APP on App Store and Google Play

novel PDF download
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play