...Aurora:Narrando...
Salgo corriendo en busca de mi auto, necesitó llegar con urgencia a esa empresa, las cosas se están complicando, si no llego con esos papeles todo puede salir mal en esa junta. Mi madre no dejaba de llamar, mi padre se había puesto mal y estaba en el hospital, pero yo tenía que llegar antes a esa reunión, era solo dejar esto e irme para el hospital con mi padre. No era tan compilado, había mucho tráfico y estaba como loca, mi móvil suena, pienso que es mi mamá, pero no, es el jefe Marrón.
- Dime Marrón - digo sabiendo que me esperaba una reacción fuerte de su parte.
-Marrón nada Aurora, o llegas ya o todo se cancela - es lo único que dice colgando la llamada, son darme tiempo a procesar.
Paso a toda velocidad, jamás me gustó manejar de tal forma, pero ya me queda poco para llegar, cuando siento el sonido de un camión que se estrella contra mi auto, todo empezó a dar vuelta, el aire que tenía comienza agotarse, los golpes cada vez son más duro, las lágrimas salen de mis ojos, es como si estuviera viendo una luz al final del túnel y no pudiera llegar y es cuando todo se torna de negro completamente.
...Iris:Narrando...
No puedo más, ya di a luz a mi pequeño, ya puedo irme en paz, eso es lo que siento, aquella enfermedad no iba a desaparecer, pero agradezco que pudieran salvar a mi pequeño, dolía en mi corazón dejarlo, pero luche tanto, ahora me iba junto a mí amando Rodrigo, estoy debilitada, siento las voces de los médicos a fondo, sé que van a querer salvarme, pero ya no más.
...Aurora:Narrando...
Despierto, sintiendo aire nuevamente en mis pulmones, puedo respirar ¿Estoy viva?.¿Me, salve de aquello? Esas son las preguntas que me hago en mi cabeza, estoy en el hospital, pero ¿Dónde está mi familia? ¿Mi padre?, ¿cómo sigue mi padre? Con cuidado me levanto de aquella camilla, mi cuerpo se siente un poco débil, aunque no veo ninguna herida en mis manos ni pie.
-Amiga mía- dice una voz de una muchacha con sorpresa entrándose en la habitación.
Mi cabeza duela, los recuerdos son un poco complicados de apreciar.
-Tengo que llamar al doctor, para qué te revisé, tu hijo está hermosa amiga -añade aquella muchacha con emoción y alegría en su voz, saliendo apresuradamente de la habitación.
¿! Hijo?!, qué hijos de que, no comprendo nada, jamás había visto a esta muchacha en mi vida, y por qué me estaba hablando inglés. En cuestiones de segundo, la puerta se abre nuevamente y aparece el doctor junto a aquella muchacha trigueña de ojos leopardo, muy bonita por cierto.
-Señorita, como se siente, la verdad me alegra muchísimo ver que la enfermedad ya no este a pesar de todo, usted volvía a luchar -comentó el doctor mientras me revisa - Se ve un poco pálida, pero ya va a ir cogiendo su color, por cierto ya le hicimos el análisis al niño y está muy sano, es una belleza ese niño -.
-¿Qué niño?-preguntó en susurro sin entender nada. Acaso esta gente me están confundiendo.
-Orita podrás verlo -añade nuevamente la trigueña con una sonrisa en su rostro acercándose a mí.
-Necesito ir al baño - digo alejándome cuando la veo acercarse más.
Miro a mi alrededor, pero no veo nada de mis cosas, entró al baño y me miro mi rostro en el espejo y juro que quería gritar, cierro los ojos y los vuelvo abrir sí, mi cuerpo está totalmente distinto, más bien, está, no soy yo. Mi pelo está corto, lacio y de un color cobrizo y solía ser largo, rizado y negro, mis ojos ya no son marrón, sino ojos leopardo como aquella chica, me alejo un poco más y veo que mi cuerpo también está cambiado totalmente, antes no me consideraba tan flaca, pero tampoco tan voluminosa como ahora, tenía unas grandes caderas, mis pechos están grandes como hinchados y muy pesados. ¿Dios que es lo que está pasando?, no me reconozco para nada, no es que me estén confundiendo, es que no soy yo. ¿Dónde está mi rostro, mi cuerpo?.¿Mi familia.? El pánico se apodera de mí, ¿esto tiene que ser una pesadilla? ¡Quiero correr y salir de aquí!..
Salgo del baño, viendo que me encuentro sola, suspiro muy frustrada, yo debería encontrarme muerta, tuve un gran accidente, mi auto volcó varias veces. Aparte de que está, no soy yo, no hay rostro de mí para nada. Salgo de la habitación, viendo que no hay nadie en el pasillo, comienzo a caminar por el pasillo, pero siento como tropiezo con alguien.
-Iris que haces fuera de tu cama, ¿con quién dejaste al bebé? -me pregunta con delicadeza cogiendo mi mano.
Iris, se supone que es el rostro que tengo es el de ella, pero como, y que bebé jamás había visto a ese niño.
-No te vi y quise buscarte - logré decirle intentando no sonar nerviosa.
-¿Qué pasa, te sientes mal?- volvió a preguntar, está vez haciéndome caminar hasta la habitación.
Llegamos y siento un llanto de bebé que provenía de adentro de la habitación, la chica cuyo nombre aún no sé, abre la puerta.
-Hay, mira a Marión, mamá está aquí - dice ella cogiendo al niño de la cunera.
Ella me lo extiende para qué lo tomé, la verdad me demoró un poco en reacción y cogerlo. Jamás quise un niño, pero tampoco sentía desagrado tener a ese niño en mis brazos. Se veía muy tierno, su piel morena, y sus ojos achinados y color marrón como solía ser con el otro cuerpo que ahora no tengo. El bebé llamado Marión, empieza a llorar nuevamente, mi cara es de mueca.
-Anda amiga, siéntate y darle el pecho, que él tiene hambre -.
Dice ayudándome a sentarme con una su risa en su rostro.
- Tu cara es de espanto, amiga - agrega pasando su mano por la mía.
Y obvio que tenía que ser de espanto, si no podía comprender nada de esto.
-Debes extrañar a Rodríguez.- la escuché decir parándose a mi lado. La miré sin entender quien era Rodríguez, pero debe ser el padre de esta criatura. La puerta se abre y es el doctor nuevamente.
-Debes de darle el pecho - me dice lo mismo.
Pero como le voy a dar si no tengo leche para darle, jamás estuve embarazada. Todos se quedan mirando esperando a que lo hago, y pues eso hago mientras mis manos tiemblan y sudan. Pero no se lo van a creer, estoy soltando leche , el niño está chupando, ya no está llorando, sus manitos tan pequeños aguantan uno de mis dedos. Suspiro sin poder creer nada de esto, siento las lágrimas llenar mis ojos, sin previsto aviso estoy llorando.
-Debes calmarte para que el niño está tranquilo igual , a pesar de que no este dentro de ti , igual siente tus energía - comentó el doctor , quitando el silencio que se había hecho.
- Si amiga , hazle caso a el doctor Julián -.
-Bueno Iris , viendo los resultados mañana veremos cuando te puede dar el alta -dice el doctor parandose .
- Nos vemos luego en casa Loreta - dice depozitando un beso en sus labios .
Así que son parejas, o más bien eso parece. Ya es de noche y no he podido dormir , mi cabeza da vueltas , busque y todo el el teléfono de Loreta , y me salió algo de una segunda oportunidad que te da la vida en otro cuerpo. Mas meno estuve leyendo y creo que es como fantasía, jamás.oi semejante cosa en toda mi vida.
El bebé se despierta y se levanta muchas veces , le tuve que dar el pecho , la verdad ahora tengo que hacerme cargo de este niño ,y de la vida de Iris. La verdad no sabía nada de la vida de ella , solamente que tiene una amiga y un hijo , nadie sabe que realmente no es Iris . Pero si la vida me dio está segunda oportunidad, tengo que tratar de aprovecharla al máximo, tendré que buscar algo que me haga ver también a mi familia , esto también me estaba afectando la verdad, pero siempre dije que las cosas sucedían por algo , pero se que deje a mi empresa en un gran problema por no llegar , y de tanto apresurarne sucedió esto .
- Estas despierta - la voz de Loreta hace sacarme de mi pensamiento .
-Si , es que Marión se despierta muchísimo - le digo en un bostezo.
-Deberías descasar , yo te ayudo con eso - dice mientras se estira.
-No ibas a casa de tú novio - le digo y ella se hecha a reír .
La miro sin entender porque se ríe de esa manera ; ella sólo niega y se pone a mi lado , yo me hecho a un lado para hacerle espacio .
- Sabes que aún no somos novios , sólo nos acostamos y ya Iris- me dice recostandose en mi .
-A pensé que ya empezaron algo - digo mientras ruedo los ojos para que se viera un poco más creíble .
La verdad necesitó saber más de la vida mía , o más bien la de Iris , la verdad esto será muy difícil , cerré mis ojos tratando encontrar el sueño , pero mi cabeza no deja de pensar , es como una cosa que me está torturado dento de mi pecho . De pensar que rencarne en el cuerpo de una mujer con un hijo , es totalmente fatal , y menos sin saber ni los apellidos .
¡Adivinen!!, estoy en Canadá, en la ciudad de British Columbia, alejada de mi país, yo vivo en España, Barcelona … Ha transcurrido cuatro días desde que salí del hospital, la verdad me sentí como en casa, pero a la vez muy extraña, la casa no era tan grande, de hecho tengo que pagar la renta y me volví como loca, la verdad si no es gracia a Loreta muero, porque no tenía ni idea de donde iba a sacar el dinero, bueno ahora mimos, ya que si fuera en mi otro cuerpo, pues si pudiera con todo los ahorros que tengo. He descubierto también varias cosas, que Iris tiene 29, la misma edad que la mía, su esposo es el tal Rodrigo y que Loreta le dice Rodríguez y murió en un accidente automovilístico, como mismo lo tuve yo. Hay cosas que se parecen a la vida que yo tenía antes en mi otro cuerpo. Encontré en las cosas de Iris sus apellidos, que son Doliente Muñoz, la verdad me gustan más los míos, ósea los que tenía cuando Aurora, Diva Valdés, más de clase, quizás. Con respecto al niño, algunas noches eran más difíciles que otra, me sentía demasiado atormentada, tanto que llegue a un estado de pánico.
-Amiga, hoy el día en la pastelería fue un éxito, todos te mandan saludo .-
Loreta va diciendo mientras baja las escaleras. Ella estuvo toda la mañana en aquella dulcería que ni sabía donde quedaba la verdad, pero desde que llegó no ha dejado de hablar y de mencionar personas que jamás había oído su nombre y era muy confuso todo.
-¿Y eso que estás tan callada?-preguntó sentándose frente a mí.
-La verdad me siento cansada -le digo mientras veo a Marión dormir tranquilamente.
-Quieres ir a descansar, te veo un poco mal - dice mientras me mira fijamente.
- ¿Crees que puedes ir cuidando a Marión para salir un momento?-le pregunto sintiendo la necesidad de ir a salir.
Era como si tuviera que ver algo, realmente , a veces me daban estas cosas de que no era yo la que actuaba en este cuerpo, hago cosas como que involuntarias.
-Sí, está bien, siempre te ha gustado salir - dice sentándose en donde yo me encontraba - la verdad nunca puedes estar quieta. -agregó.
Dándome un nuevo detalles, al parecer Iris es mucho de estar de un lado a otro, así como suelo o solía ser yo en Aurora. No digo más nada y salgo sintiendo aire nuevamente, debido a la mezcla de recuerdos que ahora tengo en mi mente, no sé a donde ir, jamás he venido aquí a Canadá, esto es una experiencia totalmente nueva para mí. Me decido a caminar hasta que llegó como a un lugar donde todos me miran como si fuera asombrado, acaso cambio algo en mi rostro, entró a la cafetería que hay a dos cuadra, en eso siento que están susurrando cosas.
-Iris cierto-dijo una voz atrás de mí haciéndome resaltar. Me giro viendo a un chico alto, de piel blanca, prácticamente pálido, con unos ojos grises bastante intensos, se ve bastante atractivo. -E!, ¿estás bien?-vuelvo a escuchar su voz. .
Reaccionó y me alejo un poco, la verdad no sabía quién era, ahora que debería decirle.
-Dime -digo soltando una risa nerviosa.
-Sabes oí como que, querían cerrar la pastelería-comentó e hice una cara de con función.
¿Cómo van a cerrar la pastelería?, Aparte Loreta no me dijo nada de esto.
-¿Sabes por qué? -le pregunte viendo como cualquiera puede perderse en sus ojos grises.
-Que raro que siendo una de las mejores haciendo pástales, no sepas y no andes como loca - dice uno con un poco de burló en su tono.
Lo miro levantando una de mis cejas… Y ahí me mira rato levantando una de sus cejas también.
-Y desde cuando tú sabes hacer eso, acaso habilidades luego de salir embarazada.-comentó con impresión.
-A ver, vamos a sentarnos para que me digas sobre la pastelería - le digo arrastrándole a una de las mesas vacías.
-Iris, recuerda que soy solo mesero, lo único que te puedo decir es eso y todo porque algunas empresas no apoyaron por nosotros en lo de la repostería - dice y mi mente se pone como en alerta.
Los recuerdos regresan, aquellos documentos que tenía que llevar en aquella junta era para poder reunir una cantidad de dinero y distribuir cada porcentaje en varias pastelerías, si no aquellos rusos tomarían parte de nuestra empresa y cerrarían aquellas que pidieron ayuda.
-Entonces Iris, tus recetas tienes que darlas en otra pastelería más elevada que la de nuestros - es lo último que vuelvo a escuchar de aquel chico, que por cierto trabaja conmigo.
-Es que eso no puede ser así - digo un poco desconcertada.
-Has hablado catalán, Iris -suelta de pronto y lo miro confundía.
-¿Qué has dicho?- le preguntó haciéndome la confundida.
-Nada, solamente estas como rara, solías reír más, el lío del bebé no te tiene bien - me dice con pena.
No me gusta que me miren así.
-Sabes, ya me tengo que ir - digo poniéndome de pie.
Y salgo sin mirar atrás, hay algo que tengo que hacer, en eso mi teléfono suena; más bien el de Iris y es una llamada de Loreta, mi gemela le tiene puesto…
-Dime - digo y me detengo sintiendo pánico.
-Has tardado, ven rápido para que veas lo que está saliendo por todos lados - me dice con una voz de asombro.
-Está bien - termino de decir.
Cuelgo y me pongo en marcha, la verdad no eran muchas cuadras, tal y como lo dije aquel día ...
Download MangaToon APP on App Store and Google Play