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La persona equivocada

Capítulo 1

Nadie nunca me dijo que la facultad de artes visuales podría ser tan agotador. Los residuos de pintura coloreando mi ropa blanca y manchándola de nuevo, un día común más para mí. Las clases normalmente son tan monótonas, nada nuevo que no haya visto antes, garabateo las esquinas de la hoja, el lápiz deslizándose por el papel blanco y formando otro borrador de un cuerpo masculino, mi pasión para dibujar vino de ahí. La idea de que podría dibujar lo que quisiera solo imaginando y colocando todo en una hoja blanca, me deja tan satisfecho, pensar que mis fantasías pueden convertirse en algo más. Los dibujos de la clase y las anotaciones cubriendo hojas y más hojas, sobrando las esquinas que me distraen durante las clases.

Cuando el profesor termina, las voces se vuelven más frecuentes, todos tan visiblemente exhaustos así como yo. Guardo con prisa mi cuaderno y estuche, despidiéndome de los otros como de costumbre y corriendo hacia la salida para encontrarme con mi novio. La sonrisa tonta surgiendo en mi rostro sin que me dé cuenta, miro constantemente al reloj, esperando el horario diario que nos vemos.

Las personas se aglomeran en la entrada de la facultad, más voces invadiendo mi mente, pero nada me quita de la cabeza poder encontrarme con mi novio también, nada podría salir mal. ¿O podría? Vi su silueta justo al frente, apoyado al lado de la escalera del segundo piso, pero con una chica a su lado. Vi su sonrisa mientras conversaba con mi novio, mi felicidad desapareció en el mismo instante, aún más cuando vi a los dos besándose frente a mí.

— Jack...

Cerré los puños de rabia, me paralicé en medio de las personas, me mordía los labios al punto de poder sentir el sabor de la sangre fresca en mi boca. Las lágrimas se juntaron en mis ojos, pero nada parecía suceder. Las voces desaparecieron de mi cabeza y me sentía vacío, no puede ser real, ¿verdad? Mi novio me traicionó con la chica que más odio.

¡Lo que más quería era ir hacia ellos y acabar pronto con esa farsa de noviazgo! Pero, algo me decía que siguiera mi camino a casa y dejar para resolver eso otro día, con más tranquilidad. Soy capaz de hacer una locura cuando me sacan de quicio, él no merece mi rabia o mis sentimientos por él y eso acabó hoy.

Pasé directo entre las personas, disfraz perfecto, pero doloroso por la escena que acabo de ver. Ni siquiera tuve coraje de encarar a esos dos juntos. Saliendo de la facultad, esperé que los carros pasaran al frente para que yo y los demás pasáramos al otro lado, cuando estaba atravesando la calle, un carro negro paró frente a mí y me dio un susto, un paso más y estaría en el camino hacia los Cielos.

— ¡Oye! ¿¡Qué pasa!? ¡Aquí es paso de peatones, idiota!

Golpeé contra el vidrio del carro. Mal se podía ver a la persona que estaba allá dentro, luego el vidrio se bajó y nuestros ojos se encontraron.

— Disculpa, Alisson. ¿Quieres que te lleve?

Me paralicé en el acto, mi expresión se cerró. Otra persona que no soporto.

— No quiero. ¡Ten cuidado la próxima vez, Max!

Lo reprendí, cruzando los brazos bajo el pecho. Mal soportaba mirar sus ojos nuevamente.

— Deja de ser así, tu casa está medio lejos de la facultad y es difícil para ir a pie. Vamos, entra.

Él sonrió amigablemente para mí, odio su sonrisa cínica. ¿Cómo pude soportarlo por tanto tiempo así? Pero, no quería negar que quería salir pronto de aquel lugar, lo más lejos posible de Jack.

— Abre la puerta.

Ordené aún con rabia, él destrancó la puerta para mí y entré al carro. Comparado con el clima de afuera, su carro estaba fresco, el viento entrando en el carro y el aire acondicionado encendido, dando un clima mejor en este calor insoportable.

— Vi a Jack con Sarah. ¿Ustedes terminaron?

Él me preguntó, manejando el carro con una mano. Miraba fijo hacia la entrada de la facultad, donde aún los dos estaban juntos.

— Eso no te inte...

Paro de hablar en el mismo instante. Su cuerpo se inclinó hacia encima de mí, parecía que iba a besarme allí mismo. Volteé el rostro hacia el lado, evitando contacto con él.

— ¿Qué pasa? Te olvidaste de ponerte el cinturón.

Max se alejó con una sonrisa, encontrando gracioso mi expresión.

— Podría colocarlo solo.

Le respondí, mi rostro se calentó solo de que su cuerpo estuviera cerca del mío, ¿qué me dio? Ajusté el cinturón y miré brevemente hacia él mientras conducía en dirección a mi casa.

— ¿Te gusta encarar a los otros?

Aquella sonrisa surgió en su rostro de nuevo, prestando atención al volante, pero brevemente para mí también.

— Calla la boca.

Murmuré, cruzando los brazos bajo el pecho y mirando de nuevo por la ventana. El viento golpeando contra mi rostro y desordenando mi cabello, qué nostalgia.

Ya hacía un tiempo que no andaba en carro, olvidé de cómo era bueno hacer eso. Apoyé mi brazo en la ventana del carro y quedé mirando las cosas pasar, las personas andando, niños jugando, todo normal como siempre. Por un momento, cerré los ojos y una sonrisa tonta surgió en mi rostro. No vi el tiempo pasar, sentía solo el viento golpear y refrescarme, el sol entre las nubes, no había tantas, todas juntas cubriendo el sol como si fuera protegerlo de las cosas.

Sentí cuando una mano me envolvió por la cintura y me jaló hacia sí, mantuve los ojos cerrados, creyendo ser un sueño. ¿Llegué en casa?

Abrí los ojos cuando finalmente sentí el olor agridulce de un perfume.

— ¡Max!

Grité con sorpresa. Sus brazos me envolvían, sin intención de lastimar. Apenas me soltó cuando llegamos a mi cuarto.

— Te dormiste en el carro. Tuve que cargarte.

— ¡Por qué no me despertaste entonces!

Cuestioné, irritado con él. Acomodándome en la cama y mirándolo por respuestas.

— Estabas en un sueño tan bueno. Sonriendo como un tonto.

Él dijo en tono juguetón, tocando mi nariz como si yo fuera un niño.

— Ya me dejaste en casa. Puedes irte ya.

Gesticulé con la mano, apuntando en dirección a la puerta de mi cuarto.

— No te preocupes, ya me estoy yendo. Tengo que ir a un lugar antes de volver a casa.

Max sacó del bolsillo su celular, de tapa negra, la misma que toda vez lo veo usar. Parecía estar conversando con alguien, una sonrisa de canto surgió en sus labios cuando una notificación llegó para él. Quedé tan curioso para saber qué había recibido, pero me contuve. Eso no era de mi incumbencia.

— Voy yendo entonces. Si necesitas, me llamas. Tienes mi número guardado, ¿no?

Él digitó alguna cosa en el celular y lo guardó en el bolsillo del pantalón nuevamente.

— Tengo.

Respondí, encarando el bolsillo de su pantalón. Otra notificación llegó, pero por estar en su bolsillo, no pude ver con claridad qué le fue enviado.

— Bueno, hasta mañana Alisson.

Saludó con la mano para mí, dejando mi cuarto y cerrando la puerta. Aún estaba tan intrigado con quién podría estar hablando, pero eso no me preocupaba tanto. Y sí, la traición de Jack.

— Qué día más horrible...

Me lancé hacia atrás, la cama suave al acostarme mejoraba todo. Encaré el techo por algunos minutos en silencio, con tantos pensamientos.

— Lo más sensato a hacerse sería mandar un mensaje para él. ¿Será que explico lo que vi en la facultad?

Dije para mí mismo, aún mirando para el techo. Su reacción podría no ser la mejor, Jack no es del tipo que acepta ser dejado aún estando errado.

— No. Mejor no.

Me levanté rápido y senté en la cama.

— No voy a hacer eso. Voy a dejar eso del modo que está... necesito relajar, salir un poco debe ayudarme.

Suspiré, largando toda la tensión de mi cuerpo. Nada mejor que dar una salida y aprovechar un poco fuera de casa. Silencié el celular y lo apagué, después fui a tomar un baño caliente para quitar el sueño que yo aún tenía y coloqué una ropa más confortable. Guardé mi celular en el bolsillo y seguí en dirección a un bar que yo acostumbraba frecuentar.

Capítulo 2

Las clases eran tan aburridas, ya sabía todo lo que cada profesor explicaba a todos en las clases. Demasiado fácil, nunca tuve dificultad para entender las cosas que me pasaban. Suelo sentarme en la esquina, donde está la ventana del aula, escondido, manipulo discretamente el celular. Admito que no hay mucho que ver, pero es una distracción que tengo durante las clases.

Una notificación llegó, y mi curiosidad despertó en el mismo instante para ver.

...Furia(en línea)...

¡No se te olvide, durante la madrugada tenemos algo que hacer! Te espero allá.

— Ah, es verdad. Me había olvidado de eso.

Una sonrisa de lado surgió entre mis labios y leí nuevamente el mensaje de "Furia", o mejor dicho, de Thay. No la respondí, no había necesidad. Ella sabe que yo iría, tengo que ir. En realidad, no tengo la opción de no ir.

Pasó algún tiempo más, no sé con exactitud, no calculé, pero las clases terminaron y pude finalmente guardar mis cosas e irme de aquel lugar. No es tan malo, solo algunas personas que no soporto ver.

Las voces mezclándose en mi mente, me hacen perder la poca paciencia que tengo, pero no osó hacer nada. Tomé la llave de mi coche y me apresuré hasta llegar al garaje de la facultad. Encendiendo el coche, miré brevemente a la entrada. Mis ojos se fijaron en Jack y Sarah, un leve aire de confusión surgió en mi rostro.

— Qué extraño. ¿Jack y Alisson terminaron? ¿Jack no era gay? ¿Qué diablos está haciendo ese tipo junto con Sarah?

Hablé para mí mismo, con una sonrisa pequeña mientras los observaba. Vi cuando Alisson pasó, incluso estando un poco lejos de la entrada, puede percibir su modo inquieto. ¿El imbécil de Jack le hizo algo?

Sin demoras, entré dentro del coche y lancé mi mochila para el asiento de atrás. Maniobré el coche y salí del garaje, enfrente, los otros pasaban en la franja de peatones que había por cerca de la entrada de la facultad, cuando vi que Alisson iba a pasar también, andé un poco más con el coche y paré frente a él. Su sorpresa era visible, incluso que no pudiese ver directo que era yo quien estaba en el volante del coche. Bajé el vidrio y nuestros ojos se encontraron brevemente, con una sonrisa amigable en el rostro.

— Disculpa, Alisson. ¿Quieres un aventón?

— No quiero. ¡Ten cuidado la próxima vez Max!

Me respondió irritado, cruzó los brazos bajo el pecho. Una típica reacción que él tiene con algo o alguien lo irrita. Admito que ese su modo es atrayente para mí.

— Deja de ser así, tu casa está medio lejos de la facultad y es difícil para ir a pie. Vamos, entra.

Insistí, aún con cara seria conmigo. No era como si yo fuese a morderlo. Sonreí amigablemente para él, tal vez pudiese dar resultado.

— Abre la puerta.

Fue directo, su voz sonó con aspereza. No había cómo negar eso, yo sabía que él no soportaba tener que ir para casa a pie. Desbloqueé la puerta del coche y él entró.

— Vi a Jack con Sarah. ¿Ustedes terminaron?

Pregunté maniobrando el coche con una mano, di una breve mirada nuevamente para la entrada de la facultad. Donde aún estaban aquellos dos. Los ojos de Alisson ya me decían todo.

— Eso no te intere...

Miré para él, antes mismo de que terminase de concluir su frase, incliné mi cuerpo para frente del suyo y le puse el cinturón. Su cuerpo paralizó y viró el rostro para el lado opuesto del mío, como si estuviese pensando que yo iba a hacer algo con él.

— ¿Qué fue? Tú olvidaste poner el cinturón.

Me alejé con una sonrisa en el rostro, me causó gracia de cómo actuó cuando aproximé mi cuerpo del de él.

— Yo podría ponerlo solo.

Respondió irritado, ajustando el cinturón mientras hablaba.

Saliendo luego de la entrada de la facultad, en dirección a las calles y carreteras, la sensación del viento golpeando en mi rostro mientras conduzco es tan bueno. Pero sé que tiene alguien que me encara.

— ¿Le gusta encarar a los otros?

Pregunté, prestando más atención en la carretera, pero dando una breve atención para Alisson. Sonreí de nuevo para él, me gusta cuando veo que eso lo incomoda y lo deja tan calentito.

— Cállate.

Él refunfuñó cruzando los brazos bajo el pecho nuevamente. Odio cuando me pide para callarme, sonreí forzado a él y continué a conducir el coche normalmente. Él volvió a mirar para la ventana mientras yo mantenía la ruta para que llegásemos a su casa, veía el viento desordenar su cabello y lanzarlo para atrás, trayendo un clima tan bueno. Apoyó su mano en la ventana y quedó de aquel modo hasta el final del viaje, no se movía, percibí cuando había dormido cuando miré para el retrovisor del lado de la ventana en que estaba. Maniobré el coche en la entrada de la casa de él, salí del coche y di media vuelta. Abrí la puerta y con cuidado lo tomé en los brazos, aún durmiendo y con una sonrisa tonta en el rostro, ¿qué debe estar soñando? Yo lo cargué hasta casi que llegásemos a su cuarto. Cuando de repente abrió los ojos y me encaró espantado.

— ¡Max!

Alisson gritó, qué desnecesario haber hecho eso. Un poco más y yo lo dejaría caer de mis brazos. Lo cargué hasta el cuarto y lo dejé en la cama.

— Tú dormiste en el coche. Tuve que cargarte.

— ¡Por qué no me despertaste entonces!

Me respondió irritado, qué modo malhumorado él tiene. Está así más que cualquier otro día que lo vi. Se ajustó en la cama y comenzó a encarme como si esperase que yo le dijese alguna cosa para él.

— Estabas en un sueño tan bueno. Sonriendo como un tonto.

Hablé con un tono dulce. Toqué la punta de su nariz, como si fuese un niño. Una sonrisa en mi rostro, me gusta verlo de esa forma, incluso que él me odie sin razones obvias.

— Ya me dejaste en casa. Puedes irte ya.

Continuó, gesticulando con la mano y apuntó en dirección a la puerta de su cuarto.

— No te preocupes, yo ya estoy yendo. Tengo que ir a un lugar antes de volver para casa.

Tomé mi celular en el bolsillo del pantalón, más notificaciones habían llegado para mí y yo ni había visto.

...Furia(visto hace 10 minutos)...

¡Vuelve luego para acá antes que yo mande a Yamura para el infierno!

Sonreí cuando leí el mensaje de Thay y le respondí.

...Furia(visto hace 10 minutos)...

^^^Ya voy. Ten un poco más de paciencia con Yamura y no lo mates.^^^

— Voy yendo entonces. Si necesitas, me llamas. Tú tienes mi número guardado, ¿no tienes?

Mandé el mensaje para Thay y guardé el celular en el bolsillo del pantalón nuevamente.

— Tengo.

— Bueno, hasta mañana Alisson.

Saludé para él como despedida y cerré la puerta del cuarto así que salí, dejando el cuarto de él.

Fui directo para mi coche y partí para encontrarme con Thay y Yamura, no puedo quedarme un segundo lejos que algo sucede. Aceleré el coche y fui hasta nuestro punto de encuentro de todas las noches.

— ¿Me demoré?

Clamé, forzando una sonrisa a ellos, pero en el fondo quería golpear a alguien. Habían gastado tanto con bebida y Yamura parecía fuera de sí.

— ¿Por eso me mandaste mensaje?

Pregunté a Thay, observando cómo Yamura estaba. Completamente cayendo de borracho, como siempre se queda al beber demasiado. Ni mismo si fuese prohibido de beber, él pararía, siempre da un modo de arreglar una botella de bebida.

— ¿Y qué crees?

Me respondió con ignorancia, sin una pizca de paciencia. Thay tenía motivos muy obvios para estar irritada de aquella forma y, por dentro, yo también estaba furioso con Yamura.

— Pide para alguien venir aquí y llevar a Yamura. ¿Él está durmiendo?

— Yo creo que sí.

Thay levantó el rostro de Yamura de encima de la mesa, de ojos cerrados y boca semiabierta, cayó en el sueño de tanto beber.

Pasó un tiempo y Yamura había sido llevado por alguien hasta nuestro local fijo para descansar. Quedé con Thay en el bar para beber un poco, distraer un poco antes de lo que iríamos a hacer más tarde durante la madrugada. Yamura iría con nosotros, pero por un cierto motivo, él no iría más.

Capítulo 3

Estaba tan distraído que terminé chocando con una persona. Un hombre cayéndose de borracho que estaba siendo llevado con ayuda de otra persona hasta su casa, o eso creí, no tenía idea de a dónde podrían ir, la verdad.

— Ah, lo siento. Mi amigo aquí bebió mucho.

Él cargaba a ese hombre con cuidado, parecía estar dormido, pero estaba siendo llevado de todas formas.

— No hay problema. ¿No es mejor llamar a un taxi?

Sugerí amigablemente.

— Gracias, pero no es necesario. Yo lo llevo en coche.

— Ok, entonces.

Vi al hombre cargar al otro por la ropa, casi cayéndose para llevarlo hasta su coche.

— ¡Zen, llama a Max! ¡La "furia" está detrás de mí!

El hombre borracho decía tambaleándose, casi cayendo al suelo. El otro lo sostenía y lo jalaba hacia su lado para que no se golpeara la cara contra la pared de su lado izquierdo.

— Deja de decir tonterías. ¡Max está con Thay! Vamos a casa.

— No quiero...

Viendo eso, a los dos, procesé lo que aquel hombre borracho había dicho antes. Corrí hacia ellos, mientras uno metía al otro dentro del coche, estaba a punto de entrar al coche e irse, pero fui más rápido.

— ¡Espera!

Puse la mano en la puerta del coche, impidiendo que entrara.

— Con permiso, pero necesito irme.

Presionó el pomo, queriendo abrir la puerta del coche.

— ¿Ustedes conocen a Max?

— ¿Max Frost?

Me preguntó, solo confirmé con la cabeza que sí.

— Sí, ¿y qué?

No era la respuesta que estaba esperando. Esos dos, ¿conocían realmente a Max? El típico tipo que simplemente odio, ellos lo conocen, pero nunca los he visto en la facultad o junto con Max. Quité la mano de la puerta y el tipo entró en el coche.

— Uh.. oye, ¿puedo saber tu nombre?

— Zen Yuan.

Respondió, ya maniobrando el coche para salir. Los vi irse y no dije nada más, observé el coche de ellos hasta que no pude verlos más, estaba muy pensativo ahora.

— Un extranjero...

Murmuré para mí mismo.

— ¡Estoy pensando demasiado en Max, qué locura!

Pasé la mano por el cabello, echándolo hacia atrás. Fui en dirección al bar, siguiendo el camino de antes.

Aún es extraño ver que hay un guardia de seguridad en la entrada del bar, siempre me pregunto el por qué de eso. Pasé sin problemas dentro del bar, son solo tipos bebiendo y conversando, una cierta nostalgia pasa por mí cada vez que vengo a beber aquí. Siempre solo, pido un vaso de shop, lo mismo de siempre, hasta amistad con el barman acabé haciendo. Personas con gustos parecidos siempre se juntan, pero no siempre como amantes.

No sé cuánto tiempo pasé bebiendo y hablando con el barman, mi rostro estaba ardiendo, era tan obvio que ya me estaba emborrachando.

— Rick, trae otro para mí.

Pedí, mientras jugaba con uno de los vasos vacíos en la mesa. Mi visión parecía comenzar a ponerse borrosa, pero no al punto de dejarme aturdido.

— Has bebido demasiado, mejor ir a casa, ¿no crees?

Rick me sugirió amigablemente. El vaso que pedí estaba a su lado, pero no se atrevió a entregármelo. Antes de que le respondiera de vuelta, sentí una mano en mi hombro y una voz masculina surgió.

— Tráeme un shop.

La voz estaba tan cerca y la mano en mi hombro, miré en dirección a la persona que ahora ya estaba sentada a mi lado.

Un tipo alto y guapo, lo admito, era mi tipo. Pero no sería lo correcto traicionar a Jack con alguien que ni siquiera conozco. Irónico decir eso sabiendo que Jack acabó traicionándome con una chica de la facultad.

— ¿Todo bien?

Me preguntó con una sonrisa, cogiendo la bebida de la mano de Rick.

— Sí...

Respondí sin quitar los ojos de él, me preguntaba si aquel tipo tenía novia, mi mente era un desastre después de tanto beber.

— No lo parece.

Me miró mientras terminaba de tomar su vaso de shop de una vez. Aún sonriendo para mí de una forma amigable.

— Te invito una bebida, ¿quieres?

Él ofreció. Yo estaba un poco sobrio aún, pero el pensamiento de haber visto a Jack con Sarah no salió de mi cabeza, entonces, por eso, asentí en confirmación y acepté que me invitara una bebida. Llamé a Rick y pedí dos shops más, dos vasos pequeños y llenos de alcohol.

— No creo que debas beber tanto.

Rick me entregó el vaso en un gesto sutil, no dudé en coger la bebida y tomarla de una vez.

— No estoy muy borracho.

Coloqué el vaso de vuelta en la mesa, mirándolo con una sonrisa en el rostro.

— ¿Cuál es tu nombre?

— Thian. ¿Y el tuyo?

— Alisson.

— Tu nombre es un poco diferente, ¿no eres de aquí, verdad?

Levanté una ceja con curiosidad. En ningún momento dejaba de mirarlo, él tampoco. Un intercambio de miradas sin sentido, tal vez.

— No lo soy. Vengo de Austria.

— Un poco lejos de aquí...

Mi voz vaciló y repentinamente sentí mi cuerpo comenzar a calentarse más de lo normal. Más de lo que debería calentarse con algunos vasos de shop.

— ¿Primera vez que vienes aquí?

Pregunté normalmente y puse la mano frente a la boca, el aire caliente de mi respiración me dejó incómodo. Olía a puro alcohol, obviamente.

— Sí. Creo que no es la tuya.

— Es, no lo es.

Intenté disimular al máximo mi incomodidad, cada segundo que pasaba, más mi cuerpo parecía que estaba ardiendo.

— ¿Está todo bien? Pareces un poco mal.

Acercó su mano a mi hombro, mirándome con preocupación. Mi visión comenzó a ponerse más borrosa y las cosas estaban comenzando a verse borrosas frente a mí, dejándome confundido con todo.

— ¡Oye, Ali! Mejor ir a casa. Has bebido demasiado.

Oí la voz de Rick al lado de mi oído, su figura estaba tan distorsionada para percibir que era él.

— Te llevo a casa.

La voz de Thian surgió, y entonces, envolvió su mano por detrás de mi cuello para que pudiera apoyarme en él.

— Cuidado en el camino.

— Dejé el dinero de las bebidas en el mostrador, yo lo voy a llevar.

— Está bien.

Thian y Rick conversaban. Yo mantenía la mirada alrededor del bar, mi visión confundía todo a mi alrededor. Dejándome con mareos, mi cuerpo está ardiendo, estaba jadeando. Por un momento cerré los ojos, vagamente veía a dónde Thian me estaba llevando, si era para fuera del bar o quién sabe para dónde.

No sé, pero pocos minutos después, nos paramos. Estaba apoyado en el hombro de Thian y aún muy aturdido y mi visión estaba borrosa, oí una voz diferente, pero aparentemente familiar para mí.

¿Con quién Thian estaba conversando? Pensé, intentando reconocer a la persona, pero solo conseguía oír las voces. Otra silueta apareció, no sé quién, pero era la figura de una chica, a quien yo tampoco reconocía.

— ¿Por qué lo estás llevando?

— Ah, ¿no puedo?

— No, no puedes. Pensé que estabas fuera del país, ¿qué has venido a hacer aquí?

La voz, extrañamente era familiar para mí. Los dos conversaban como si se odiaran, ¿quién era?

— En breve lo vas a saber. Ahora déjame pasar.

Thian intentó avanzar mientras yo me mantenía apoyado a su lado. La persona entró en nuestra frente e impidió.

— Él no va contigo. Dame él, yo lo llevo a casa.

Aquella persona sugirió, ¿por casualidad yo lo conocía? No conseguía formar su rostro, mi visión estaba tan borrosa para poder reconocerlo en aquel momento.

— ¿Él es tu novio por casualidad?

— No te interesa.

— Thian, no deberías estar aquí. No vengas a causar de nuevo. ¡Entrega a ese chico a nosotros!

Una voz femenina, el tono irritado con Thian. ¿Quién podría odiarlo? No conseguía ni siquiera formar el rostro de aquella chica tampoco, todo borroso aún. Y el calor que yo sentía aún me dejaba tan mal y sofocado.

— Está caliente...

Jadeé intentando quitarme mi camisa para aliviar el calor que yo sentía, mi respiración estaba acelerada y mi visión borrosa. Esto obviamente no podría ser efecto de solo algunos vasos de alcohol, había algo más.

— Esto no parece efecto de alcohol.

La chica dijo.

— ¿Crees que yo lo drogué?

— No creo, estoy seguro.

El tipo respondió a Thian, me jaló por el brazo, trayéndome para más cerca de sí. Su cuerpo estaba un poco helado, tan bueno como estaba. Deseaba sentir ese toque al lado, de su piel fría chocando contra mi cuerpo, caliente y helado, a pesar de no ser una cosa exactamente buena, era lo que yo quería en aquella hora. Sentir lo helado de su cuerpo y que disolviera todo el calor que irradiaba de mi cuerpo.

— Es afrodisíaco.

Él colocó su mano en mi rostro, percibiendo lo caliente que yo estaba. Su mano helada, tocándome, me dio un choque por la temperatura diferente de la que estaba mi cuerpo.

— Thian, ya has causado demasiado con esto.

La chica dijo irritada.

— Thay, voy a llevar a Alisson a casa.

¿Cómo ese tipo sabía mi nombre? ¿Quién era él? No tenía cómo rechazar, mi cuerpo no reaccionaba de la forma que gustaría que reaccionase, entonces apenas acepté lo que estaba sucediendo y fui con aquel tipo. Él envolvió su brazo por detrás de mi cuello y me hizo apoyarme en él con cuidado, ayudándome para andar. La chica que estaba con él quedó atrás y él se dispuso para llevarme, no sé por qué no me dejó con Thian.

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