Hola mi nombre es Samara Fredman tengo 19 años soy de tez blanca cabello negro ojos azules excelente físico. No soy ni alta ni bajita soy altura promedio

Soy una mujer lobo , de la manada de luna roja ubicado en Latinoamérica Buenos Aires es un lugar muy hermoso en medio del bosque , ya que convivimos muy poco con los humanos

Soy la menor de tres hermanos Johan , Oriel y Aslan son iguales a mí , excelente físico son muy sobreprotectores conmigo y mi madre , mi padre se llama Joel ojos grises pelo color negro excelente físico , mi madre se llama Megan ojos colores azules pelo negro , mis hermanos y yo tenemos un poco de los dos

(Megan) madre mejor guerrera de la manada

(padre ) beta del alfa de la manada

(Johan) primer hermano mayor

(Oriel ) segundo hermano mayor

(Aslan) tercer hermano mayor

Mi loba se llama Nerea, es de color blanco con negro, lo se no es muy común , es muy linda y tierna , pero si la haces enojar es lo contrario su tamaño es un poco más grande que los lobos común y eso asusta a los demás a veces ya que es un poco más grande que el lobo de nuestro alfa

(Nerea)

Nos llevamos muy bien ya que pude comunicarme con ella a los 15 años , a los 18 años la conocí formalmente cuando tuve mi primera transformación , todavía no encontramos a nuestro mate ya que a los 18 podemos sentir el olor de nuestra pareja destinada

Aunque desde niña ya me gusta Bayron el hijo del alfa eso a Nerea no le desagrada y solo esperemos que el sea nuestro mate , aún no sabemos si es nuestra pareja destinada ya que se fue ase 3 años a entrenar y estudiar fuera del país

( Bayron) próximo alfa

En todo este tiempo he querido que me guste otra persona, pero no ha pasado. Solo recuerdo la vez que fuimos a confesarle que nos gustaba, y ya se había ido. Solo tendré que esperar a saber si es o no nuestro mate, y así renunciar a él y concentrarme en encontrar a mi pareja destinada.

He estado nerviosa estos días, ya que mi padre nos dijo que Bayron volverá a la manada a tomar su lugar como Alfa. Él llegará el sábado por la noche, ya que el domingo habrá luna nueva y harán una gran celebración en la manada. Solo faltan 5 días para verlo y saber si es o no mi mate.

ACTUALIDAD

Suena el despertador y Samara estira los brazos para apagarlo, y sigue durmiendo.

(Nerea): _Samara, es hora de despertar._ Entumeciendo la cabeza: ¡Despierta, pendeja! Tu madre nos castigará si llegamos tarde otra vez. Dando vueltas en su cabeza.

(Samara): Deja de dar vueltas, mi cabeza me dolerá luego. Seria, mientras se levanta. Y no me estés hablando así, pulgosa. Entrando al baño.

(Nerea): Sabes que te insultas sola, ya que después de todo soy tú. Ríe. Oye, tienes que apresurarte o llegaremos tarde de nuevo por tu culpa. Acostada.

(Samara): Sí, lo sé. Mamá no tiene piedad de mí. Bañándose. Se pone como una fiera en el entrenamiento. Asustada.

(Nerea): Por algo es la mejor guerrera de la manada. Obvia. Pero eso no significa que tendrás privilegios por ser su hija. Ella trata a todos por igual, eso me agrada de ella. Echada.

(Samara): Sí, lo sé. Eso también me gusta de mamá. Orgullosa, saliendo de la ducha. ¿Qué crees que nos hará si llegamos tarde de nuevo? Pensando mientras se seca.

(Nerea): No lo sé, probablemente nos hará correr alrededor de toda la manada 1000 vueltas con toneladas de bolsas de tierra. ¡Apúrate, pendeja!, se nos hará tarde. Seria.

(Samara): ¡Ay, no! De solo pensarlo me agarra un escalofrío. Sacudiéndose. Mejor me cambio y corro a entrenar. Cambiándose rápidamente.

(Outfit)

Luego de un largo entrenamiento, Samara estaba en su casa junto a sus hermanos, hablando de cosas varias.

(Su casa)

(Johan): Enana, espero que no estés pensando en ponerte algo muy revelador para la fiesta del domingo, porque si es así, no irás. Y mucho menos si es al estilo del atuendo que llevas puesto hoy. Serio.

(Oriel): Es cierto, ojitos. Ya sabes, nada de encajes, escotes, ni aberturas. Como el atuendo con el que fuiste a entrenar hoy; todos se te quedaban viendo mucho y tenía ganas de arrancarle la cabeza a más de uno. Hace una mueca enojado.

(Samara): ¡Yo me pondré lo que a mí me guste, no lo que a ustedes les guste! ¡Dejen de joderme con sus malditos celos tóxicos! Enojada.

(Aslan): Ya dejen de hostigar a mi princesa. Si, se pondrá algo lindo… Abrazándola. …pero no sexy ni abierto. Eso ella lo sabe, porque papá no la dejará salir de casa si es al revés. Burlando.

(Oriel): Por cierto, ojitos, ¿qué te dijo mamá hoy en el entrenamiento? Curioso.

(Johan): Cierto, hoy no hubo castigo. Llegaste más temprano de lo normal. Curioso.

(Aslan): Cierto, hoy estuviste mucho más antes que nosotros en el lugar, cuando siempre eres la última en llegar. Curioso.

(Samara): Nerea me ayudó a no dormirme otra vez, por eso llegué más temprano de lo normal. Relajada. Sobre mamá… no me dijo nada, y tampoco me dio castigo hoy. Parece una fiera cuando está enojada, eso me asusta. No sé cómo le hace papá. Riendo.

Samara, junto a sus hermanos, reían sobre lo que acababa de decir, hasta que cada uno fue golpeado por un golpe en la cabeza.

(Megan): ¿Qué es tan gracioso, cachorros? Los mira. La próxima vez que esta cachorra llegue tarde, no solo ella será castigada, ustedes también lo serán. Enojada. ¡Y ya vamos a ver si se ríen otra vez! Ya que soy una fiera, no tendré compasión la próxima vez. Enojada, en el sillón.

Todos: ¡¿QUÉ?! (gritaron)

(Aslan): Mamita linda, tú no lo dices de verdad, solo estás jugando, ¿cierto? Dándoles masajes en los hombros.

(Oriel): Sí, mamá, tú solo la castigarás a Sam, ya que es una cachorra mala que nunca hace caso. Haciéndole masaje en los pies.

(Johan): Ves lo que provocas, enana. Serio. Te golpearé si mamá hace eso por tu culpa. Serio, susurrando.

(Samara): ¡Yo no hice nada! ¿De qué me culpas? Cara de cachorro regañado. Le diré a papá que me quieres golpear. Púchero.

Luego de que los chicos intentaran, sin éxito, cambiar la opinión de su madre, se dirigieron a la cocina y comenzaron a hablar de diversos temas.

Más tarde llegó el Beta a su casa y se dirigió a la cocina para saludar a la familia.

(Joel): ¡Hola, familia linda! Amor de mi vida. Besando a su amada. Mi princesa de ojitos hermosos. Dándole un beso en la frente a su hija. Mis cachorros. Saludando a sus hijos.

(Megan): Amor mío, llegaste. Dándole un beso a su amado. Siéntate a la mesa, cariño, ya está lista la cena. Cachorra mía, ayúdame a poner la mesa. Yendo a la cocina.

(Samara): ¡Hola, papi lindo! Dándole un beso. Sí, mami, ya voy. Siguiéndola.

Los tres hijos saludaron a su padre y se sentaron a la mesa. Ya todos estaban cenando mientras hablaban de diferentes temas entre risas.

Terminando de cenar, se dirigieron a la sala, ya que el Beta les dijo que quería informarles algo importante, dejando a la familia pensando en qué noticia les daría.

(Megan): Ya, amor, ¿nos dirás qué es lo que tienes que informarnos? Impaciente.

(Samara): ¡Sí, papá! Ya dilo de una vez, sin rodeos. Abrumada.

(Con su loba)

(Nerea): Si hablas, no lo dejarás decir nada. Gira los ojos.

(Samara): ¡Ya cállate, pulgosa! Mueca.

(Ya con los demás)

Los hermanos solo observaban en silencio el drama que hacían su madre y hermana.

(Joel): Ya se calmaron, así puedo hablar. Los mira. Bueno, quería decirles que mañana el Alfa entregará su puesto a su hijo, y yo, al ser su Beta, también debo ceder mi puesto. Lo cual, eso me deja más tiempo para estar con la familia. Feliz.

(Samara): ¡Qué bien, papá! Podremos pasar más tiempo juntos. Feliz.

(Megan): Eso es asombroso, cariño. Yo también dejaré mi puesto a alguien más. Ya es hora de disfrutar de mis hijos y esposo. Con una sonrisa.

(Oriel): Eso sí que es una buena noticia, papá. Feliz. Y sí, mamá, ya es hora también. Sonriendo.

(Aslan): No es buena, ¡es súper buena noticia! Y mamá, tú también me sorprendiste. Feliz.

(Johan): Eso es cierto, compartiremos más tiempo en familia. Me agrada la idea. Sonríe.

(Joel): Lo sé, podremos terminar todo lo que dejamos pendiente. Sonríe. Johan, quiero preguntarte algo. Mirándolo. ¿Estás seguro de no querer ser el próximo Beta? Serio.

Toda la familia hizo silencio en la sala esperando su respuesta.

(Johan): Sí, papá, estoy seguro de mi decisión. Serio.

(Megan): Puedo preguntar la razón, cachorro? Mirándolo.

(Joel): Amor mío, deja que nuestro cachorro diga su razón, sea cual sea, lo apoyaremos. Abrazando a su amada.

(Samara): Papá tiene razón, cuentas con toda la familia, hermanito. Mientras lo abraza.

(Johan): Corresponde al abrazo. Respondiendo a tu pregunta, mamá: es que el próximo Alfa no me da confianza para nada, y no solo a mí, a Zeus también. Serio. Lo único que provoca en nosotros es desconfianza. Lo hablamos y tomamos esa decisión. Seguro. Sé que cuento con su apoyo, al igual que nosotros también estaremos para ustedes. Sonriendo.

Siguieron la plática toda la familia hablando de diversos temas, riendo sobre las ocurrencias de Samara, ya que es un poco alocada y se imagina cada cosa. Después de compartir entre ellos, cada uno se dirigió a su habitación.

(Con Samara)

(Habitación)

Ya acostadas descansando, Sam habla con Nerea de varias cosas.

(Nerea): Sam, quiero salir a estirar las patas. Dando vueltas.

(Samara): Sabes, yo igual necesito aire fresco. Suspirando.

(Nerea): ¡Bien, entonces salgamos por la ventana! Feliz.

(Samara): Necesito pensar en lo que va a pasar mañana. Saliendo por su ventana, dándole el control a Nerea.

Ya afuera, Nerea tomó el control y salió a correr por el bosque. Ya cansada, se dirigió a un lago cercano. Llegó y se puso a descansar en la orilla (aún en forma de lobo).

(Samara): Realmente eres hermosa, Nerea. Mirando el reflejo de la loba en el lago.

(Nerea): Lo sé, Sam. Tú no te quedas atrás. Sonriendo. Nuestro mate tendrá mucha suerte. Orgullosa.

(Samara): Sí, tienes razón. Presumida. Sabes, me quedé pensando en lo que dijo Johan. Pensativa.

(Nerea): _Te preocupa que Bayron sea nuestro mate y a Johan no le agrade?_ Cerrando los ojos, relajada.

(Samara): La verdad sí, pero algo me dice que no tendré que elegir entre ellos. Suspira. Nerea, ¿tú crees que hay algo más y no nos lo dijo? Pensando.

(Nerea): Yo creo que sí, Sam. Relajada. Sabes, también tengo un mal presentimiento; algo sucederá mañana. Seria.

(Samara): Tú crees… yo creí que era cosa mía. Seria.

(Nerea): Se pone en modo defensa. Algo se acerca, Sam. Hay que tener cuidado. Preocupada.

La loba estaba en modo ataque para que cualquier cosa que quisiera hacerle daño no la lastimara, hasta que algo la puso en trance hasta que reaccionaron.

(Nerea): ¿Sientes eso, Sam? Ese olor… ¡MATE!! Corre hacia esa dirección.

Samara, al escuchar eso, se puso feliz ante la idea de que finalmente habían encontrado a su pareja.

(Samara): ¡Sigue su olor, Nerea! ¡Corre, no lo pierdas! Emocionada.

(Nerea): ¿Qué crees que hago, Samara? Corriendo hacia esa dirección. Ya no está. Para de golpe.

(Samara): ¡¿Qué?! ¿De qué hablas, Nerea? Impaciente.

(Nerea): Ya no se siente su olor, Samara. Corre por el lugar. No está, Sam. Su olor ya no está; él se ocultó de nosotras. Triste.

Nerea buscó por todo el lugar y no pudo encontrar rastro de su mate, hasta que decidieron volver a casa, ya cansadas.

(Nerea): ¡Maldito lobo idiota! Se escabulle sin dar la cara. Enojada, corriendo hacia la casa.

(Samara): Tranquila, Nerea. Debe tener sus razones. Dando excusas.

(Nerea): Eso solo dice que no nos quiere. Enojada.

(Samara): ¿Tú crees que nos rechazará? Asustada.

(Nerea): Lo siento, Sam. No te pongas así, solo estoy enojada porque lo he esperado mucho tiempo y eso me enoja. Tranquilizando a Samara. No creo que sea capaz de rechazarnos. Devolviéndole el control. Entremos a casa a descansar; fue una noche agobiante. Suspira.

(Samara): Ya en su habitación. ¿Qué haremos si nos rechaza? No creo poder soportar el rechazo de nuestro mate. A punto de llorar.

(Nerea): Tranquila, Sam, respira. Si eso llega a pasar, yo te voy a ayudar a soportarlo. No estás sola, me tienes a mí y a tu familia. Dándole ánimo.

(Samara): Gracias, Nerea, por estar siempre que te necesito. Sonriendo triste.

Se dirige al baño a tomar una ducha.

Sam habló con su loba un poco más hasta quedar dormida.

Al siguiente día salió a entrenar, se bañó, ayudó a su madre a hacer el almuerzo, y compartió con la familia, aunque seguía triste por los acontecimientos de la noche anterior.

Ya en la tarde comenzó a prepararse para la fiesta de esa noche, algo desanimada. Solo pensar en el rechazo la ponía mal a ella y a su loba.

Se bañó, cambió y se preparó. Se hizo un maquillaje natural para la fiesta de la manada.

(Outfit)

(Nerea): Te ves hermosa, Sam. Sonriendo.

(Samara): Gracias, Nerea. Media sonrisa.

Estaba en su habitación hasta que su madre entró a buscarla para bajar, ya que se les iba a hacer tarde.

(Megan): Cachorra mía, te ves hermosa. Viéndola.

(Samara): Gracias, mamá. Con media sonrisa. Tú no te quedas atrás, te ves espectacular. Viéndola.

(Outfit de Megan, la madre)

(Megan): Gracias, cariño. Sonríe. ¿Qué sucede, cariño? Hoy estuviste muy distraída y podría decir que triste. Preocupada.

(Samara): No sucede nada, mamá. Solo estoy algo cansada. Triste, con media sonrisa.

(Megan): No voy a obligarte a contarme nada. Solo recuerda que mamá estará para ti siempre que me necesites, cariño. Dándole un abrazo.

(Samara): Corresponde a su abrazo. Lo sé, mamá, y gracias. Te amo. Sonríe.

(Megan): Yo también te amo, cachorra. Dándole un beso. Ven, vamos a bajar, nos están esperando abajo. Sonríe, agarrándole la mano.

(Samara): Mamá, ¿tú crees que nos dejarán salir? Sonriendo.

(Megan): Les dará un infarto, pero bueno, se tendrán que aguantar. Sonríe, bajando las escaleras.

Ya en la sala, cuatro hombres impacientes esperan a las dos damas para partir al evento.

(Outfits de los hombres)

(Megan): Parece que estos hombres no conocen la existencia de la corbata. Sonríe.

(Samara): Déjalos, mamá, se ven bien así. Sonríe.

Los cuatro voltean a mirarlas y casi les da un infarto al ver cómo están vestidas. Se enojaron al pensar en todas las miradas que tendrán.

(Joel): No piensen que saldrán así, mis bellas damas. Serio.

(Johan): Suban a cambiarse. Es mejor llegar tarde que nunca. Serio, sentándose en el sillón.

Samara y Megan los ven, seria, cruzadas de brazos.

(Oriel): ¿Qué esperan? Se hará más tarde. Serio.

(Aslan): Están mostrando mucha piel para una simple fiesta, ¿no creen? Serio.

Las dos damas, ya enfadadas por su comentario, se dirigen hacia la salida.

(Megan): ¡Ya basta de sus malditos celos tóxicos! Enojada. Los que no saldrán serán ustedes por la golpiza que les daré. Seria.

(Samara): Se pasan de malditos tóxicos. Enfadada, saliendo con su madre hacia la camioneta.

A los hombres no les quedó de otra que salir tras esas dos mujeres enfadadas, suspirando por lo que se tendrán que aguantar en la fiesta.

Todos se encaminaron hacia la fiesta. Al llegar al lugar, estaba todo súper lindo, adornado. Ya estaban varias familias en el lugar.

(Imagina algo así, pero mucho más grande, al aire libre, para toda la manada, y ya hay bastantes personas.)

Sam y su familia saludaron a la manada y se pusieron a compartir con ellos. Sam hablaba con un grupo de amigos hasta que alguien la jaló.

(Azra): ¡Sorpresa, hermosa y sexy dama! Feliz, con una sonrisa.

(Samara): ¡TÚ!! Sorprendida. ¿Cuándo llegaste? Abrazándola feliz.

(Azra): Ay, amiga, no me dejas respirar. Sin aire.

(Samara): Lo siento, es que me emocioné. Soltándola. ¡Me hiciste tanta falta, Azra! A punto de llorar.

(Azra): Lo sé, tú también me hiciste mucha falta, bb. Abrazándola. No llores, bb, se te arruinará el maquillaje. Limpiándole las lágrimas.

(Presentación del nuevo personaje)

Hola, mi nombre es Azra Moretti. Tengo 19 años, soy de tez blanca, rubia, ojos verdes. Soy amiga de Sam desde pequeñas; somos prácticamente como hermanas. Ella y su familia me acogieron a los 14 años, luego de que mis padres murieran defendiendo a la manada en un ataque de los desterrados.

Ellos se convirtieron en mi familia; fueron de gran apoyo para mí en ese momento. Me fui de la manada hace un año y medio, ya que tenía que hacerme cargo de la herencia de mis padres, y volví a la manada justo hoy.

Mi loba se llama Azul; es de color marrón con gris, es muy linda y se lleva muy bien con Nerea, la loba de Sam. Me verán muy seguido por aquí.

Azra.

Azul su loba