... aviso ...
Esta obra contiene temas sensibles y escenas explícitas que pueden no ser aptas para todos los lectores. Se recomienda discreción y una lectura consciente.
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Mi nombre es Yenireth Betancur, tengo 24 años y aunque soy contadora de profesión, nunca he ejercido. En cambio, trabajo como manicurista profesional, porque es lo que realmente amo. Elegí estudiar contabilidad por una promesa a mi madre, quien soñaba con ver a sus hijas convertidas en profesionales, con un futuro sólido, sin las carencias que ella enfrentó como madre soltera.
Mi verdadero sueño es montar mi propio salón de uñas, llamado (Tus uñas, tu estilo).
Es una meta que me inspira, que me hace levantarme cada día con determinación. Sin embargo, la vida no es sencilla y cada día los costos aumentan, obligándome a trabajar incansablemente para reunir el dinero necesario.
Trabajo en un salón de belleza, donde a veces me siento como una esclava del horario y la rutina. Pero no me quejo, porque cada cliente atendido, cada perfume vendido, es un paso más cerca de mi meta.
Por ahora, el amor no es una prioridad. Acabo de salir de una relación difícil, marcada por la decepción de la infidelidad. Lo perdoné, pero no por él, sino por mí, porque el rencor mata el alma y la envenena, como decía el querido *Chavo del 8*. Prefiero enfocarme en mi vida, en mis sueños y en recuperar mi paz.
Al final del día, llego agotada al pequeño anexo donde vivo alquilada. Cierro la puerta, respiro profundo y disfruto la tranquilidad de mi espacio. Me gusta la soledad, el silencio me permite pensar sin interrupciones, recordar que mi independencia es una elección y no una imposición.
La separación aún pesa en mi corazón, pero ya no quiero mirar atrás. Este es mi momento de avanzar, de concentrarme en lo que realmente importa.
El despertador rompe la calma de la madrugada. Son las **5:35 a.m.** y me levanto de golpe, sin dejar espacio para el cansancio. Me dirijo al baño, realizo mi aseo personal, preparo un desayuno rápido y me alisto para salir.
El frío de la mañana me recibe en la calle, pero mi mente ya está enfocada en el trabajo. Al llegar al salón, saludo a mis compañeras, me acomodo en mi estación y reviso mis herramientas con precisión. **Cada detalle importa, cada clienta es una oportunidad para crecer.
Las primeras clientas empiezan a llegar. Atiendo a la primera con paciencia y dedicación, concentrándome en cada movimiento. Manos y pies perfectos, una sonrisa satisfecha. Antes de despedirla, le ofrezco los perfumes que vendo, desplegando mi mejor discurso. Presento las fragancias con elegancia, le dejo una pequeña muestra en su muñeca y le permito percibir la esencia. Vender es un arte, y yo lo manejo con confianza.
El negocio marcha bien, pero siempre hay espacio para mejorar.
El celular vibra en la mesa. Es Yaneth, mi hermana menor. Sonrío antes de responder.
Voy para el salón, quiero que tú me atiendas dice con emoción.
¡Claro! Aquí te espero.
Cuando llega, la recibo con cariño y comenzamos la sesión. Mientras arreglo sus uñas, conversamos sobre su vida de casada.
¿Cómo va el matrimonio? —pregunto con curiosidad.
Ella suspira con una sonrisa.
Soy feliz. Cleiver es un hombre maravilloso, siempre atento y cariñoso conmigo.
"La emoción en sus palabras era tan palpable que parecía llenar el espacio. Su alegría irradiaba una plenitud que contagiaba. Tras terminar su manicura, nos despedimos con un abrazo cálido, uno que parecía sellar un momento de conexión genuina y gratitud.
Nos vemos luego, te quiero, me dice con dulzura.
Te quiero más, respondo con una sonrisa sincera.
Soy Raicel Olivares, tengo 28 años y dirijo mi propia empresa de vigilancia y espionaje. Mi vida profesional es impecable: soy justo, responsable y centrado, siempre asegurándome de que mis empleados trabajen en un ambiente de respeto y eficiencia.
En lo personal, sin embargo, las cosas son diferentes. Decidí hace mucho tiempo que el amor no era para mí. A los 19 años, una experiencia amarga me enseñó que ser el chico bueno e ingenuo no lleva a nada. Desde entonces, me prometí no volver a caer en esa trampa.
...Flashback...
💖 La mujer con la que había hecho planes, la persona a la que había querido con una entrega pura, estaba frente a él con una expresión que no prometía nada bueno.
Necesito hablar contigo —dijo ella, evitando su mirada.
Raicel intentó sonreír, como siempre hacía cuando sentía nervios, pero su sonrisa murió antes de formarse por completo.
Dime, lo que sea, lo solucionamos juntos —aseguró, su voz llena de certeza, como si el amor fuera suficiente para vencer cualquier obstáculo.
Ella suspiró, giró la cucharilla dentro de su café con movimientos lentos, como si estuviera eligiendo con cuidado las palabras que destruirían su mundo.
Eres increíble, Raicel… pero siento que estamos en puntos distintos de la vida.
Él frunció el ceño.
¿Cómo que en puntos distintos? Yo estoy a meses de graduarme. Ya hablamos de nuestro futuro, de la boda, de lo que construiremos juntos.
Ella apretó los labios, nerviosa.
Eso es justo el problema. Tú sigues viendo el amor como un cuento perfecto, como algo puro… y yo ya no estoy ahí.
Raicel sintió que su estómago se hundía.
¿Qué quieres decir con eso?
Ella se acomodó el cabello detrás de la oreja, un gesto que él conocía bien cuando estaba incómoda.
He vivido cosas que tú no. Para mí, el amor ya no es idealismo ni promesas de juventud. Necesito algo más… algo que tú no puedes darme.
Las palabras le cayeron como un balde de agua helada. Hasta ese momento, había creído que la historia de ambos era sincera, que su amor estaba construido en un sentimiento auténtico, que podían superar cualquier diferencia. Pero ahora entendía la verdad, ella lo veía como un niño, alguien demasiado inocente para lo que ella quería.
¿Alguien más? —preguntó, con un tono grave.
Ella bajó la mirada, en silencio, pero la respuesta ya estaba clara.
El aire en la cafetería se volvió irrespirable. Raicel tragó saliva, sintiendo que algo dentro de él se rompía sin remedio.
Se levantó sin una palabra más, dejando unos billetes sobre la mesa.
Te deseo lo mejor dijo, con una frialdad que nunca había usado antes.
Salió sin mirar atrás. En ese momento, el amor dejó de existir para él.
...Fim del Flashback...
La gente me llama mujeriego, pero no es así. No tengo la culpa de que todas deseen este cuerpo, y ¿quién soy yo para negarme a los placeres de la vida? Me considero posesivo, sí, pero lo que es mío, nadie más lo tiene ni lo tendrá.
Las mujeres son un capítulo aparte en mi vida. No busco amor ni compromiso; solo calmo mis deseos carnales. No me niego a disfrutar, porque al final, cuando llegue mi hora, lo único que me llevaré será lo que haya vivido y disfrutado.
Mi madre, Rosa 🌹 de Olivares, es el pilar de nuestra familia. Desde que enviudó, ha demostrado una fuerza inquebrantable, y para mí, es más que una madre: es mi vida.
Mis hermanos son sagrados. Mi niña, Rosmery, la más pequeña, está a punto de cerrar un capítulo importante en su vida: su graduación de secundaria. Con apenas 17 años, pronto alcanzará la mayoría de edad y empezará a escribir su propio camino.
Mi hermano mayor, Rosme, con sus 30 años y su dedicación al derecho, ha construido una vida sólida. Está casado con Vicky, una mujer admirable, una bella persona que se ha convertido en parte esencial de nuestra familia.
Nuestra unión es inquebrantable, y pase lo que pase, siempre nos tendremos los unos a los otros.
Departamento
suena la alarma 6:00 a.m me levanto voy a la ducha me alisto salgo en mi auto directo a la empresa.
llego y me encuentro en mi oficina sentado a sus anchas como Pedro por su casa a mi amigo. bueno mejor dicho mi mejor amigo Richard.
Raicel.
oye amigo acaso tienes llaves de mi oficina.
Richard. lo siento por ti pero sabes como soy yo, y respondiendo a tu pregunta. no tengo llave solo le pedí a tu asistente que me dejara entrar no pretenderás que yo te espere afuera o qué, tantos años de amistad no valen..?
Raicel.
sí eres dramático, si sigues así ganarás un Oscar.
mejor dime para que me esperas, es urgente.??
Richard.
necesito que me acompañes recuerda que quedamos en ver los nuevos locales o ya lo olvidaste.?
debemos ir hoy, están en buena zona y recuerda que esa zona tiene mucha demanda por la afluencia de personas que circulan por allí.
Raicel.
cierto mi madre está en la espera porque ella también quiere ir a verlo. recuerda que será ella la dueña quién se encargará de todo lo relacionado con su salón de belleza
Richard.
Llámala y dile que nos vemos en el restaurante las delicias almorzamos y de ahí salimos a ver los locales.
Los amigos se despiden. Raicel llama a su asistente y le pide que se comunique con su madre.
horas más tarde, Rosa analizaba cada espacio con mirada crítica, caminando de un lado a otro, imaginando la distribución del salón. Al llegar al segundo local, su expresión se iluminó.
Este me gusta más, afirmó, recorriendo el lugar con la vista. Es amplio y la esquina es muy concurrida. Se verá espectacular.
Raicel sonrió y sacó su teléfono.
Está decidido. Mañana mismo mando al diseñador a la mansión para que puedas planificar el estilo de tu salón.
Su madre le devolvió la sonrisa, sintiendo que su hijo siempre cumplía su palabra.
El sol apenas comenzaba a iluminar la ciudad cuando Yenireth abrió los ojos con una sensación diferente.hoy sería un día decisivo.
Se levantó con determinación y siguió su rutina matutina, pero esta vez cada paso tenía un significado especial. Hoy no era solo otro día en el salón de belleza; hoy daría el primer paso hacia su propio negocio.
Mientras servía el café su mente ya estaba en otro lugar. En los locales que visitaría, en el futuro que estaba a punto de construir. A media mañana, no pudo resistirse más y tomó su teléfono.
Hermana, ¿puedes acompañarme hoy? Ya tengo el dinero para el local, quiero elegir el espacio perfecto.
La emoción vibraba en su voz. Cuando recibió una respuesta afirmativa, una sonrisa iluminó su rostro.
Horas después, con el bolso en mano y una mezcla de nervios y entusiasmo, caminó hacia el primer local. Este sería su mundo, su espacio, su sueño convertido en realidad.
Yaneth.
bueno hermana dime por cuál te vas a decidir de los 4 locales que vimos. todos están bonitos. claro hay unos que se salen un poco del presupuesto pero no te preocupes en caso de que necesites cleiver y yo te préstamos dinero con los ojos cerrados.
yenireth..ummm no se por cual decidir. todos están hermosos, pero hay unos bonitos que se ajusta al presupuesto y otros un poco caro pero, el que me encantó se sale completamente del presupuesto, puedo decir que quede enamorada de este.
Aunque..! ya que hablaste te tomo la palabra.
déjame y llamo de una, antes que se me adelante alguien.
Marcando al número del agentes inmobiliario
buenas tarde señor Juan le hablo por el local.
si el local que está en la esquina.
si su asistente me lo mostró ya que usted no se pudo presentar
quede encantada con ese local. Dígame si cerramos hoy el trato.
El sonido de la llamada retumbaba en el oído de Yenireth, su corazón latía con fuerza mientras escuchaba la voz del agente inmobiliario al otro lado de la línea.
Disculpe, señorita… pero alguien más ya ha mostrado interés en ese local.
Su espalda se tensó. Llevaba meses buscando el sitio perfecto, y ahora… ¿alguien más lo había reclamado primero?
Espere, no cuelgue, dijo con urgencia Tengo el dinero en efectivo, la cantidad exacta. Si usted lo dispone, puedo dirigirme ahora mismo a su oficina y cerramos el trato.
Un silencio incómodo llenó la línea.
Lo siento, señorita, pero el trato está avanzando con otro comprador.
La frustración la consumió. Ese local tenía que ser suyo.
Hermana, necesito ese dinero ya. Dime, ¿cuento con eso?
Yaneth respondió con rapidez.
Sí, mami, te lo paso a tu cuenta ahora mismo. Pero dime, ¿alguien más obtuvo el local?
Yenireth exhaló, intentando calmarse.
Sí… y no sé qué hacer. Pero no pienso rendirme. Salgo ahora mismo para allá. Ese local será mío, nadie va a venir a cortar mis ilusiones ni a aplazar mi sueño. No solo tendré un salón de uñas.!
Minutos después, llegó a la oficina del agente inmobiliario junto a su hermana. Pero era demasiado tarde.
Las luces apagadas. La puerta cerrada. El trato ya estaba decidido.
Mañana vuelvo, susurró, con determinación en la voz. Esto no acaba aquí.
A primera hora, Yenireth salió decidida a la oficina del Sr. Juan. Hoy era su última oportunidad.
Pero justo al llegar, vio a un hombre salir de la oficina. El otro comprador.
Sin pensar, se plantó frente a él, con el fuego de la determinación brillando en su mirada.
Alto. Un momento, usted no puede irse.
El hombre se detuvo en seco, frunciendo el ceño con desconcierto.
Disculpe, señorita… usted está equivocada. No la conozco.
Antes de que pudiera reaccionar, el Sr. Juan salió de la oficina con expresión seria.
Señorita Yenireth, entiendo su interés, pero el trato ya está cerrado con el señor aquí presente.
La frustración ardió en su pecho.
Ayer hablé con usted. Le dije que realmente estaba interesada en el local y que el dinero estaba listo. Está completo, sólo de firmar y listo.
El agente negó con pesar.
Lo siento, pero la negociación ya está hecha. Sin embargo, tengo otros locales disponibles que podrían ajustarse mejor a sus necesidades.
Pero Yenireth no lo escuchaba. Ese era el lugar perfecto para su salón, y no permitiría que su sueño se desmoronara tan fácilmente.
Respiró hondo y miró al comprador con desafío.
Ya entendí. Me entiendo directamente con el señor… Gracias....?!
Esto aún no había terminado.
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