NovelToon NovelToon

De Sirvienta A Señora Del Ceo

Inicio

Narra Melisa

Como todas las mañanas me levanté muy temprano, me di un baño rápido, y escogí un lindo vestido, corto, hasta las rodillas, de color verde.

Algo feo, para mi gusto, sin embargo, el adecuado para ir a mi primer día de trabajo. En una de las mansiones más exclusivas de la ciudad.

Se dice que la familia es una de las más ricas y poderosas de todo Italia. Para una chica ignorante como yo, todas las familias ricas, para mí, vienen siendo los mismo.

Para ese empleo, debo verme muy hermosa y presentable en todos los sentidos. Y para eso,tuve que pedirlevarias cosas prestadas a una amiga.

Ya que no cuento con las cosas que se necesitan para maquillarse. Nunca he tenido la economía suficiente, como para comprarme algunos maquillajes.

El poco dinero que he ganado a lo largo de mis veinte años. Han sido para dárselo al inútil de mi padrastro, y para los gastos innecesarios de mi madre.

Mi Madre siempre decía, qué tuvo hijas para que le dieran dinero y ella no trabajar. Sin embargo, para mi parecer, mi madre está muy equivocada.

Ya que ella, y el inútil de su marido, pueden trabajar y ganar su propio dinero. No hay ninguna necesita de solo estar acosados en un sofá, esperando que yo lleve dinero para comer.

Terminé de colocar el lápiz labial, de color rosa, entre mis labios. Para después, atar mi cabello en una coleta.

Y salir corriendo de mi pequeño, pero, muy pequeño departamento. Al salir a la calle, tuve que caminar más de veinte minutos, a la parada del autobús.

Tarde otros ocho minutos, en lo que llegaba. Mi estómago no tardar en manifestarse, por qué todavía no le daba nada de comer...

Desde la noche anterior, no he comido nada. Y mi estómago ya no soporta tanto sacrificio... Subí al autobús, tomando asiento en el último rincón.

Tarde más de una hora y media, en llegar, a la mansión donde voy a comenzar a trabajar... Al llegar a esta mansión quedé impresionada de lo grande y lujosa que es.

Había trabajado en otras mansiones, pero, jamás en una tan grande y lujosa... Cuando leí, él anunció en un periódico, pensé que era broma.

Era casi imposible que los dueños de semejante mansión, buscarán una sirvienta por anuncios en el periódico. Lo más lógico, hubiera sido que contratarán una sirvienta de agencia. Donde las chicas están bien educadas, y dónde les asegurará que no les iban a robar nada.

Pero, en cambio, pusieron un anunció buscando una sirvienta. Aunque era demasiado extraño, yo no voy a desaprovechar esta oportunidad.

No puedo perder esta oportunidad. Porque desde hace varios días, prácticamente estoy durmiendo en la calle.

¿Cómo fue que termine allí?... Bueno, es una historia muy larga que me da vergüenza hasta acordarme.

Sin embargo, les haré un corto resumen de lo que fue mi vida. Soy la hermana mayor de tres hermanos. Mis padres son divorciados, y viví en la casa de mi madre hasta hace unos días.

Ya que desde que se volvió casar con David, mi vida, en esa casa se volvió un verdadero infierno.

Él no se cansaba de acosarme sexualmente, además, él y mi madre me quitan todo el dinero que gano.

Desde el primer momento en que se casó con Fátima. Ósea, con mi madre. No me deja en paz...

Cansada de todo eso, agarré mi maleta y me salí de esa casa, lo qué más me dolió de irme de esa casa. Es que no he podido hablar con mis hermanos desde entonces.

Uno de ellos se llama Tony, tiene diecisiete años, solo una vez a buscado empleo, sin bien, lo corrieron al seguro día de trabajo. A Tony, no le agrada estudiar, y tampoco trabajar.

Mi segundo hermano, se llama Alfonso, él tiene dieciséis años. Estudia, y ayuda en la casa. Al igual que yo, mi madre lo despoja de todo su sueldo.

Mi tercer hermana se llama Claudia, y es solamente un año menor que yo. Sin embargo, ella prefiere salir con sus amigas e ir a los clubs nocturnos a conquistar hombres de dinero.

Siempre a dicho, que va a casarse con un hombre multimillonario, que la va a sacar de pobre, y que jamás volverá a la vecindad donde vive...

Lamentablemente, esos hombres que ella busca en esos clubs, solamente buscan mujeres hermosas. Para divertirse con ellas y después dejarlas.

_ Tú debes ser, Melisa Shod ... La chica llamó para pedir informes sobre el trabajo de sirvienta. _ Escuche una voz detrás de mí, inmediatamente volteó a ver hacia atrás.

Al voltear veo a una mujer mayor, sin embargo, por la manera en que está vestida, puedo asegurar que tiene un puesto muy importante en esta casa.

Ya que no usa uniforme de sirvienta, viste un elegante traje azul. Está muy bien maquillada, aunque es una mujer de edad avanzada, es una mujer sumamente elegante...

Rápidamente, me limpie mi mano, con mi ropa, y enseguida; la estire para saludar...

_ Sí, soy yo. _ Contesté con una sonrisa entre mis labios.

Cómo si yo fuera un gusano o algo así, la mujer me miró por mucho tiempo, para después continuar hablando.

_ Cuantos años tienes.

_ M mm, apenas he cumplido los veinticinco ... _ Contesté bajando la cabeza, ya que apenas he cumplido los veinte años.

_ Muéstrame tu identificación. _ Me ordena la mujer estirando su mano.

Me quedé atónita, todavía no cumplía los veinticinco, así que no le podía mostrar mi identificación.

_ ¡Qué no escuchaste, niña o eres ¿sorda?... _ Volvió a decirme con un tono de voz que me hizo temblar de miedo.

Lentamente, saqué mi identificación de mi bolsa, estire mi mano, para entregársela a la mujer delante de mí.

La mujer mayor puso sus ojos en mi identificación, fácilmente me di cuenta de la cara furiosa que hizo al ver mi edad.

_ ¡Eres una mentirosa!... Fuera de esta mansión, no quiero que vuelvas a poner un pie aquí!... _ Me ordenó la mujer señalando con su dedo la puerta de salida.

_ Señora, por favor. Deme la oportunidad de trabajar en esta enorme mansión, en verdad, necesito este trabajo, mi madre está muy enferma, y solamente yo puedo salir trabajar, para pagar sus medicina ... Le supliqué a punto de romper en llanto.

_ No, eres una mentirosa. Si has mentido en tu primer día de entrevista ¡¿Qué será de lo demás?! ...

__ ¡Mejor lárgate de una vez y no vuelvas!... _ Volvió a decirme con seriedad.

Mientras le suplicaba a la mujer que me diera el trabajo, y ella se negaba rotundamente. Una mujer extremadamente elegante se acercó a nosotras...

La mujer parecía ser muy joven, más o menos tenía unos treinta y cinco años. Me imaginó que debe ser la hija de los dueños.

_ ¿Qué es lo que está sucediendo?... Nana, Carlota...

__ El inválido de Santiago a estado llamando por mucho tiempo y nadie a subido a su habitación..._ Fueron las palabras que la mujer uso, para referirse al tal Santiago.

Aunque la mujer a un lado era muy hermoso, y tenía una voz Angélica, por la manera que se expresó de ese tal, Santiago. Me puedo dar cuenta de que es una mujer mala. De un corazón negro, al igual que el color de sus labios.

__ Lady, esta es la chica que vino por el anuncio en el periódico._ Dijo la mujer mayor bajando la cabeza.

La mujer volvió a mirarme, al comienzo me sentí muy incómoda, por la manera tan inusual en la que me miraba.

Sin embargo, dibuje una enorme sonrisa entre mis labios. Era una buena oportunidad para hacerme presente, y tener así la oportunidad de quedarme trabajar en esta casa.

_ Se queda, y ahora mismo darle las indicaciones que se necesita para estar en esta casa. _ Ordenó la mujer rubia antes de irse.

__ ¿Está segura?... Es una chiquilla... _ Dijo la señora Carlota.

_ ¿Qué no has escuchado?... _ Volvió a decir la bruja negra.

_ Disculpe, Lady... _ Después de que la señora Carlota, dijo eso, la Lady se fue.

__ Sigueme... Me ordenó la mujer mayor.

La seguí hasta llegar a una de las habitaciones, que supongo, son de los empleados.

Para decir verdad, esta habitación es mil veces más grande de la habitación que he dormido desde que nací.

_ Señorita, debes cambiarte de ropa, el uniforme que vas a usar está en tu habitación. Debes estar lista en menos de cinco minutos. El cabello debe estar recogido, no importa si en una cola de caballo, un remolino, o en cualquier otra cosa. Pero tiene que estar recogido, y no puedes hablar en voz alta. Tampoco puedes mascar goma de mascar, no nada parecido ¿Lo entiendes?_ Termina de ordenarme la mujer que se encarga de la mansión...

Al mirar de hablar a la mujer, salir de la habitación y dejar sobre mi cama el uniforme de color azul. Me dejé caer sobre la enorme cama, quería sentir un momento el delicioso y cómodo colchón que tiene esta cama.

Es realmente cómoda, además, lo suficientemente grande para no caer de ella sin importar lo loca que soy para dormir.

Después de un momento, disfrutando cómo una loca de esta lujosa habitación. Me comencé a poner el uniforme de sirvienta.

Me miré al espejo delante de mí, y me sorprendí demasiado al ver lo bien que me queda este uniforme a mi cuerpo.

Al salir de mi habitación, camine hasta afuera de la mansión, al no conocer nada de esta enorme mansión, me he pedido.

_ Oye, tú debes ser la nueva sirvienta..._ Escuche la voz de un hombre detrás de mí...

Enseguida, me volteo a ver al hombre, sin bien, me llevé una gran sorpresa al ver a un nombre extremadamente guapo delante de mí.

Era un chico de piel morena, de unos treinta años, traía una barba, que lo hacía ver guapísimo... Sin embargo, estaba sentado en una silla de ruedas.

_ Sí, soy yo... _ Le contesté, después de haber babeado por él.

_ Acercate, empuja la silla al jardín... _ Me ordena con un tono de voz que jamás había escuchado en toda mi vida.

Es una voz fuerte, pero al mismo tiempo dulce. También, era ronca, y se escuchaba demasiado hermosa saliendo de sus labios.

__ ¿Qué no has escuchado la orden que te he dado?... ¿Acaso eres tonta?...

Enseguida corrí detrás de la silla de ruedas, para llevar al hombre guapo al jardín... Mientras caminábamos hacia el enorme jardín.

Quería cruzar algunas palabras con él, pero cada que intento decir algo, él levanta su mano para callarme.

Al llegar donde él quería, me detuvo; solamente levantando su mano... Es como si no supiera hablar...

_ ¡Oye al caso no sabes hablar con la boca!... Ya me cansaste ¡Solamente sabes levantar tu mano, cómo si yo fuera una tonta!... _ Le reclame furiosa.

_ ¿Acaso no lo eres?... Ya que se te nota que no eres muy inteligente... _ Me responde con frialdad.

Me volví loca al escuchar al guapo... Solté su silla de ruedas y me alejé de él. Camine furiosa hasta el interior de la mansión.

Me quede parada a la mitad de la mansión sin saber para donde tenía que ganar. Tampoco me podía a poner a llorar, era mi primer día de trabajo y no iba a caer tan bajo.

_ Qué haces allí parada, no fuiste contratada para no hacer nada... Muévete, ven a la cocina para que comiences a trabajar... _ Me ordena la mujer mayor.

Bueno, fui a la cocina, para ayudar en mis deberes. Al entrar, veo a varias mujeres, preparando el desayuno. Pero no es ilógico es que preparan demasiada comida.

Me quiero imaginar que toda esta comida debe de ser, cómo para una docena de personas...

_ Vas a limpiar todo lo que se vaya ensuciando. Después continuarás lavando el piso. Y al terminar deberás ir a la habitación del joven Santiago, para que hagas la limpieza...

Luego de haber pasado toda la mañana limpiando la cocina, no me gane ni un solo gracias de parte de las demás empleadas. Solamente me gané unas malas caras.

Agotada de limpiar, salí de la cocina, para continuar limpiando, las escaleras. Sin embargo, cuando estaba agachado. Escuche la voz de Carlota... Carlota es la mujer mayor.

_ Termina de limpiar, después vas a subir a la habitación de Santiago. Necesito que lo ayudes a estar listo, en menos de una hora... _ Me ordena Carlota.

Al terminar de limpiar las escaleras subía a la habitación del guapo, solo espero que se encuentre de mejor humor....

Una oportunidad

Sube las escaleras en busca de la habitación del joven Santiago, no puedo creer que me he perdido por más de diez minutos buscando la dichosa habitación.

Sin embargo, en esta mansión tan grande y donde hay demasiadas habitaciones. Es casi imposible para una recién contratada como yo, encontrar una habitación y no perderse en todas.

He entrado a cinco habitaciones y ninguna es la habitación del joven Santiago... Todas las habitaciones se encuentran vacías... No logró entender, para qué quieren una mansión tan grande, si solo viven en ella, dos o tres personas.

Hasta donde he visto, únicamente hay dos personas que se dicen ser los dueños, una de ellas, es la mujer, o para mí, la bruja, la que le llaman Lady... Y el otro es mi guapo, el joven Santiago.

En verdad, ese chico me ha enamorado desde el primer segundo que lo vi, me gusto demasiado, pero, fue más que un simple gustar... Fue amor a primera vista...

Agotada de buscar la habitación del chico guapo, me detuve en el filo de las escaleras. Coloqué mi cansado cuerpo, sobre el cristal de las escaleras.

Miré por buen rato cada rincón del pasillo. Cómo intentando adivinar cuál de todas es. Debo reconocer que tengo flojera buscar la habitación, por mi parte.

Les pregunté amablemente a los demás empleados, pero ninguno me pudo decir, cuál era. Todos me ignoraron.

__ Qué esperas, niña, ¿Por qué todavía no entras a la habitación del joven Santiago, para que hagas la limpieza?...__ Escuché la voz de la señora Carlota debajo de las escaleras.

En verdad, no entiendo cómo es que esta mujer ¿hace eso?... Siempre en el momento que estoy descansando y sin hacer nada. Es como si me estuviera cuidando, y en cuando me ve descansando aparece por detrás.

Me acerqué hasta el filo de las escaleras. Puse mi mano en el cristal, para no caerme, y enseguida me asomé mirando abajo.

Carlota estaba furiosa, su nariz estaba pegada con sus cejas blancas. Sus manos se encontraban en una posición de ataque, ya que sus puños se encontraban cerrados.

__ Será porque no sé dónde queda la bendita habitación del joven Santiago... Hay demasiadas habitaciones y para mí es imposible encontrar una... Sin tan solo me hubieras dicho cuál de tantas habitaciones es, para mí hubiera sido más sencillo encontrarla, y terminar lo antes posible mi trabajo...

__ ¡Además, estoy cansada. Parece que no hay más sirvientas que yo en esta casa. Melisa, ve y limpia ahí. Melisa ve y limpia allá, Melisa ve y limpia en el otro extremo!...__ Respondí muy molesta.

__ ¡Basta, niña!... Has olvidado que solo eres una sirvienta más en esta mansión... ¿O, acaso te crea la dueña?..._ Me dice Carlota.

Sé que soy una sirvienta más, y que estoy muy lejos de ser la señora de la casa, pero; solo pido un poco de piedad, y de consideración para mí.

Mis pies me dolían horrores, y desde que llegué a la mansión, no he parado de trabajar ni un únicamente momento, recibo órdenes de Carlota, como si yo fuera un robot, que no siente... Soy un humano no una máquina de acero...

Si no es Carlota la que me ordena limpiar, son las demás empleadas. Ninguna me ha dejado de molestar desde que he puesto un pie en esta mansión.

Sé que soy mil veces más hermosa que ellas, pero, aun así, no se vale lo que me están haciendo...

__ Eres una tonta, cómo se te puede ocurrir qué la habitación del joven santiago, está en la parte de arriba. ¿Eres tan tonta que no te das cuenta?... El joven Santiago no puede caminar, es demasiado tonto que él tuviera su habitación en la parte de arriba... _ Me dice.

Carlota tiene razón, pero; como demonios, iba a saber yo que la habitación del joven no estaba en la parte de arriba... Qué no se dan cuenta, soy nueva, y no sé donde queda cada habitación...

__ Nada más dime cuál es la habitación, necesito arreglarla lo antes posible... _ Le contesté a la mujer.

__ Baja, ahora mismo... Solo me estás haciendo perder mi tiempo... Si hubiera sabido que eras tan tonta, me hubiera negado a contratarte._ Susurró entre dientes, Carlota.

Enseguida, agarré todas mis herramientas para limpiar y voy bajando las escaleras lentamente. Al llegar al lado de Carlota, deje todo en el suelo.

__ Ahora así, dígame ¿Dónde está la dichosa habitación?... _ Le pregunté.

Carlota se dio la vuelta, mientras arrugaba su cara. Caminó hasta el pasillo de los sirvientes y se metió hasta la habitación del fondo.

_ Esta es la habitación. Debe quedar brillando de limpia. No hagas ruido, mientras estás trabajando, al joven Santiago, no le agradan las sirvientas escandalosas... _ Después de decir eso, la mujer se fue alejando de mí.

Estoy cansada, y con mi cuerpo está agotado. Mis hormonas me tienen de un humor que mi yo misma me puedo soportar. Tengo unas inmensas ganas de agarrar a otro ser humano y apretarle el cuello con fuerza.

Con mi mano izquierda agarre todas las cosas de limpieza que voy a usar, mientras que con mi mano derecha, intento abrir la puerta.

Al terminar de lograr abrir la puerta, entre a la habitación con todas las cosas que necesito para limpiar.

Al poner el primer pie dentro de la habitación, el delicioso olor a café, se adueñó de mis fosas nasales...

Amaba el café, desde niña, lamentablemente, fue casi imposible que disfrutará de una deliciosa taza de café por la mañana.

"Qué aroma tan deliciosa" ..._ Mencioné en voz alta.

No obstante, en poco tiempo, mis ganas de beber café, se espumaron. Al escuchar el fuerte regaño de mi guapo.

__ Qué no te enseñaron a llamar a la puerta antes de entrar a una habitación. Eres tan tonta, cómo para darte cuenta de que no eres bienvenida a un lugar…

Dejé todo en el piso, estoy cansada de que todos me llamen tonta, estúpida. ¡He venido a trabajar honradamente a esta mansión! No a pedir que me regalen la plata... ¿Por qué todos me tratan como si hubiera a venido ha pedir limosna?..

__ Escúchame bien, joven Santiago... ¡Estoy cansada de que me traten cómo una tonta, de que me insulten cada vez que pueden!. Sí, soy una sirvienta, que vino a esta casa por trabajo, pero, no para que la humillen cada vez que puede... Soy un ser humano que merece respeto sin importar a lo que me dedique... _ Dije furiosa.

Al mirar el cabeza dura, de Santiago, mis ganas de ir hasta donde está él sentado. Se hicieron más grandes. Su rostro reflejaba una horrible sonrisa en las comisuras de sus labios. Era como si solo estuviera viendo una obra de teatro muy divertida.

__ Has terminado de hablar tantas tonterías... Por qué todavía no comienzas a limpiar todo esto... _ Me dice, dejando caer la taza de café sobre la alfombra...

Estoy tan enojada que mis labios temblaron bruscamente. Estoy realmente furiosa, quiero salir de esta casa corriendo y no volver nunca...

Pero, un segundo después. Recuerdo que estoy a nada de vivir en la calle, entonces me trago el mal sabor de boca, y vuelvo a trabajar...

Comencé a limpiar la habitación, y mientras la limpio, me doy cuenta de que hay varias cosas que están bien organizadas...

Por ejemplo los libros, están orden de colores y orden alfabético. Sin embargo, para una persona que está postrada en una silla de ruedas, sería imposible que él pudiera alcanzar un libro de estos.

Por lo menos tenía que levantarse de la silla, o que alguien más se los diera... No obstante, en este momento, Santiago tiene un libro que se encontraba en lo más alto del librero...

Llevé mi mano a mi frente, para limpiar el sudor que caía por ella... Esta habitación tenía demasiado polvo...

__ Estos libros tienen demasiado polvo... ¿Qué nunca alguien ha entrado hacer la limpieza?... _ Susurré entre dientes en voz alta.

_ Ere la primera sirvienta que entra a esta habitación desde hace meses. Ahora termina de limpiar...

Enseguida, me di cuenta de algo, demasiado grave. Volteó a mirar las piernas de Santiago... Para después, desviar mi mirada en el libro que tenía entre sus manos.

_ Pasa algo, ¿Por qué me miras con tanta curiosidad?..._ Me pregunta Santiago...

No sé, como diablos se dio cuenta de que lo estaba mirando. Pero, debía echar a trabajar mi mente lo antes posible.

__ Joven santiago, podemos platicar mientras limpio su habitación, es muy aburrido estar callada sin poder hablar con alguien .. _ Susurre en voz alta.

Santiago levantó la mirada, y cerro el libro que traía entre sus manos. Lo dejó en el Buró al lado, y puso su atención en mí.

__ ¿Dime de qué puedo hablar contigo?... _ Me pregunta, con una sonrisa burlona en sus labios.

Deje de limpiar los libros, para después caminar a donde estaba el joven Santiago sentado en el sofá.

Yo no era tan tonta como todos piensan, me puedo dar cuenta de muchas cosas y no decir nada. Desde niña, era muy buena para hacer observaciones, sin que nadie se diera cuenta.

Por ejemplo del pequeño movimiento que hace Santiago, para desentumir sus piernas de la misma posición. Aunque ante los ojos de los demás, sea invisible, para mí, es muy obvio, ya que sus piernas, estaban más para la derecha cuando yo entre, ahora están más inclinadas para la izquierda...

Y una persona que no puede caminar, ese tipo de movimientos, serían imposibles...

Al llegar a Santiago, me senté al lado de él. Agarre el libro que él estaba leyendo y con solo ver la portada me aburrió.

"Manipular la mente humana"... Decía la portada del libro.

__ No has respondido mi pregunta, ¿Qué puedo hablar con una sirvienta? ...¿Acaso me vas a enseñar a como limpiar? ... _ Me volvió a preguntar Santiago.

__ Joven, por qué es tan amargado. La vida es tan hermosa, hay muchas cosas por las cuales podemos sonreír... Si es un chico muy guapo, por qué ve la vida tan negra..._ Contesté con sinceridad.

Santiago sonrió y volteó ligeramente a verme. Para después, preguntarme algo que me dejó helada.

__ ¿Estarías dispuesta a casarte con un paralítico que jamás podrá ponerse de pie?...

Inmediatamente, me levanté del sillón, y caminé como un robot a terminar de hacer mi trabajo...

Había escuchado que el joven Santiago hace tiempo tenía una prometida, pero después de que quedó en silla de ruedas. Ella se casó con otro hombre.

__ Te he hecho una pregunta, ¿Te casarías conmigo?... _ Volvió a preguntarme Santiago. Pero esta vez con un poco más de seriedad.

Era muy difícil para mí contestar la pregunta que Santiago me estaba haciendo. Si decía que sí, me iba a ver como una mujer ambiciosa, dispuesta a todo por dinero.

Aunque es innegable que para cualquier mujer casarse con un multimillonario sería lo mejor que le pudiera suceder.

Lamentablemente; no es mi caso, ya que yo no me casaría por dinero. Pero, Santiago ha despertado en mí, un sentimiento que ningún otro hombre ha logrado despertar jamás en mí...

__ No contestaré su pregunta, es claro que usted solo lo está haciendo para ponerme a prueba... _ Le respondí...

__ Si te casas conmigo, tendrás la oportunidad de ser la esposa de un hombre muy rico. Te convertiría en la envidia de muchas mujeres... _ Me dice Santiago, como si me estuviera convenciendo de casarme con él...

__ Lo siento, pero, no aceptaría casarme con usted... ¡Y no es porque no pueda caminar, sino porque no me considero una mujer para usted!... _ Dije, para después agarrar todas mis cosas y salir de la habitación.

Lo menor será que venga a limpiar cuando él no este presente.

Hermosa

...Narra Santiago...

En el momento en que Melisa salió de la habitación, me levanté de este maldito sillón. Estoy cansado de fingir que estoy inválido.

Estoy harto de no poder encontrar ninguna sola evidencia que compruebe qué fue, Paola, la causante de la muerte de mi padre, y del maldito accidente que me dejó en una maldita silla de ruedas por más de cuatro meses.

Me estoy cansando de ver a Paola fingir con tanta naturaleza que ella es mujer intachable. Solo de ver su rostro con esa maldita sonrisa hipócrita, dan ganas de levantarme de la silla; y asfixiar con mis propias manos…

Paola es la mujer más repugnante que he conocido en toda mi vida, es una mujer muy inteligente y astuta. De eso no me queda la menor duda.

Ya que de ser la enfermera de mi madre, pasó hacer la señora de la casa. Casualmente, mi padre se enamoró de Paola, mientras ella se encargaba de atender y cuidar de mi madre que estaba enferma.

A los pocos meses de la muerte de mi madre, Paola y mi padre anuncia su relación, y su futuro matrimonio, todas las revistas más importantes, anunciaron la boda de ellos.

El matrimonio de mi padre con Paola, se convirtió en todo un circo nacional e internacional. "El magnate Wlod, se compró a su esposa muy joven, después de la muerte de su esposa. Ya que la diferencia de edades era demasiado evidente".

Paola únicamente tenía veinticuatro años, mientras mi padre tenía más de cincuenta y cinco años... Paola era dos años menos que yo...

Esa fue una de las razones, por las que me aleje por años de mi padre. No quise saber nada de él, para mí, fue la persona que más me desilusionó.

Por más de cinco años estuve en el extranjero... Hasta hace un año, la noticia de la enfermedad de mi padre; se me fue informada.

Inmediatamente, regrese a la ciudad, solo para encontrarme que él ya había fallecido. Paola, se había en cargado de que mi padre fuera enterado.

Al enfrentar a Paola, ella solo dijo que todo había sido causa de su enfermedad, que mi padre padeció durante años.

Por semanas investigué todo, pero no puede encontrar nada que pusiera relacionar a Paola con la muerte de mis padres... Todo parecía ser como Paola decía...

Deje de insistir sobre la muerte de mi padre, de todas maneras no había nada que culpe a Paola de su muerte.

Al poco tiempo, tomé el control de todas las empresas que estaban a nombre de mi familia.

Fue algo que a Paola no le agrado ni un poco, ella quería ser la que tuviera el mando de todas las empresas. Para mi suerte, mi padre me dejó a mí como el albacea de toda la fortuna.

Fue algo qué a Paola no esperaba. A los pocos días, me mudé de nuevo a la ciudad. Me quedé en la mansión Wlod, para cuidar de Paola e investigar todo lo que pudiera sobre ella.

Por meses trabajé en las empresas, y las hice crecer un veinte por ciento. Pero, el dinero que le daba a Paola, siempre fue el mismo...

Paola y yo, tuvimos varias discusiones muy fuertes. Cada día, ella me exigía que su dinero aumentara, pero, yo solo le daba lo que mi padre puso en su testamento.

Yo no estaba dispuesto a darle a Paola ni un solo dólar más, de lo que no estaba en el testamento.

También tenía planeado casarme con una chica a la que amaba profundamente, pero, al día anterior de mi boda, mi auto se quedó sin frenos y tuve un accidente.

Al despertar. Recuerdo que Paola estaba en la habitación. Aunque su rostro reflejaba preocupación, sé que no era así...

Ya que antes de que los médicos me informaran sobre que no iba a poder volver a caminar. Paola fue la que me lo dijo.

"Santiago, debes ser fuerte. Lo que te sucedió fue algo que nadie esperábamos"…

Paola fue acariciando mis piernas. Sin embargo, yo no sentía nada, mis piernas no respondían a cada caricia que Paola les hacía.

Al ver mi rostro confundido, Paola dijo las últimas palabras.

"Querido hijastro, lamentó ser yo la que te dé, esta noticia desgarradora. Pero, es mejor que te vayas haciendo a la idea de que nunca te vas a poder levantar de una silla de ruedas, quedaste siendo medio hombre, por el resto de tu vida "...

Mi corazón dejó de latir en ese momento, no podía aceptar que nunca más me iba a poder levantar de la cama por mis propias piernas...

Paola salió de la habitación, al poco tiempo entró Úrsula, la mujer con la que me iba a casar.

Úrsula se acercó a mí, pero, no fue para decirme que estaba a mi lado en los peores momentos, sino para quitarse el anillo de compromiso y arrojarlo a mis manos.

_ Lo siento, Santiago. Pero, no puedo estar al lado de un hombre que no va a poder caminar por el resto de su vida. Seré sincera contigo, ya que es lo menos que mereces... _ Esas palabras que salieron de los labios de Úrsula, terminaron de destrozar mi alma.

Desde ese día, mi vida cambió, mi corazón se volvió una piedra. Que solo buscaba venganza.

Cada día, hago un movimiento a mi favor para vengarme de Paola, y de Úrsula. Ambas mujeres pagarán muy caro por todo el daño que me causaron.

Paola es la primera en mi lista, ella va a sufrir demasiado. Cuando vea que su historia de Cenicienta se respete, pero, ahora con otra chica.

Me acerqué a la ventana, necesito tomar un poco de aire fresco. Solo el aire, que golpea ligeramente mi rostro, me hace sentir mejor.

_ Joven Santiago, alguien puede verlo. Lo mejor es que no se arriesgue tanto... _ Escuché la voz de Marcos detrás de mí.

Marcos es el hombre que es enviado por Paola, para que me ayude a bañar, y hacer cosas que yo no podía hacer si en verdad estuviera discapacitado.

_ No importa, quién me pueda ver. Paola no va a creer... _ Le contesté a Marcos con una ligera sonrisa en mis labios.

No era la que alguien me ve de pie, sin embargo, Paola, prefiera seguir pensando que no puedo caminar, para ella continuar manejando todo.

Santiago __ ¿Has investigado lo que te he pedido?...

Marcos se fue acercando a mí, puedo adivinar que tiene mucha curiosidad, de por qué, lo mande a investigar a la nueva sirvienta.

Marcos ___ He investigado todo sobre la nueva sirvienta, pero quiero saber que tiene planeado.

Santiago __ No sé qué tiene esa chiquilla, pero me gusta para usarla en mi venganza contra Paola, y de paso, ocasionarle a Úrsula un muy mal sabor de boca.

Marcos __ No entiendo, en qué esa niña te puede ayudar en contra de Paola. Solo es una chica inocente, y que jamás va a poder tener el mismo nivel que Paola...

Santiago __ Melisa, será mi creación. Convertiré a esa chiquilla en toda una dama, la cual podrá competir con Paola y con cualquier otra mujer...

Marcos __ Y cuál será su propósito, ¿Acaso piensas casarte con ella, para que sea Melisa la que se encargue de Paola?...

Me quedé callado por unos segundos, giré mi cuerpo y me alejé de la ventana. El viento que estaba haciendo, me comenzó a molestar demasiado.

Caminé hasta mi cama, y me dejé caer en ella. Marcos me siguió y tomó asiento en el sillón frente a mí.

Marcos __ Te he hecho una pregunta ¿Por qué dudas en contestarla?...

Santiago __ No es que dude en contestar tu pregunta, lo que pasa es que tú mismo verás como Melisa destruye a Paola.

Marcos __ Cómo puedes estar tan seguro de que una chiquilla ingenua, pueda vencer a una serpiente tan grande y venenosa como lo es Paola... Ni tu mismo lo has hecho en todo este tiempo.

Santiago __ Esa chiquilla ingenua como tú la llamas, se convertirá en toda una devoradora de serpientes.

En más que Marcos intentaba entender mi plan, con cada palabra que decía, él se confundía cada vez más... Su mente no lograba entender como una pequeña e inocente águila, se podía devorar a una serpiente tan grande como lo era Paola...

Marcos __ Es mejor que esperé a ver como esa niña termina por vencer a Paola. Dudo mucho que pueda hacerlo.

Marcos se levantó del sillón, para después caminar hasta donde estaba la jarra con el agua. Marcos llenó el vaso de cristal, y lo tragó hasta mí.

Marcos __ Debes tragar las pastillas...

Agarre el frasco de pastillas que usó para el dolor de espalda. Los dolores cada día se van haciendo menos insoportables, pero debo continuar con el tratamiento. Hasta que todo dolor desaparezca de mi cuerpo.

Santiago __ ¿Hay algo más a lo que hayas venido?...

Marcos __ Paola tiene una cena, algo misteriosa con uno de los socios de la empresa.

Santiago __ Me estás dando a entender que son amantes.

Marcos __ No le llamaría amantes, digamos que son amigos con algunos beneficios.

Santiago __ ¿Y quién es ese socio, que le está ayudando a Paola, a cambio de su cuerpo?...

Marcos __ No me lo vas a creer, pero es Felipe Estrada... El anciano que tiene él, vente por ciento de las acciones de la empresa de construcción en el extranjero.

Me puedo dar cuenta de la siguiente jugada que Paola intenta hacer. Ese anciano puede dar su voto a favor de ella, cuando yo, otro accionista intente quitarla de su cargo en la presidencia. Es una jugada maestra por parte de Paola…

Santiago __ ¿Vendrá solo o va a traer a su esposa?...

Marcos __ No lo sé, puede que vaya a venir con la esposa, ya que debe cubrir las apariencias.

Es una buena oportunidad, para hacer presente a mi futura esposa.

Santiago __ Arregla a la sirvienta, será una cena que Paola no va a olvidar en toda su vida.

Marcos __ ¡ESTÁS PLANEANDO USAR A MELISA!...

Odiaba cuando Marcos, no hablaba sino que gritaba. Como intentando hacer que todos se enteren de lo que estoy planeando.

Santiago __ baja la voz, alguien nos puede estar espiando.

Marcos se puso pálido al darse cuenta del error que acaba de cometer.

Marcos __ Me voy ahora mismo a transformar a la Cenicienta en una princesa...

Santiago __ Esa no era la idea. La idea es que Melisa se presente tal y como es delante de Felipe; y de su distinguida esposa... Conozco muy bien a la esposa de ese hombre, se cree la reina de Inglaterra. Mira con desprecio a toda aquella persona que no nació en cuna de oro como ella.

Marcos __ Esa chica inocente saldrá muy lastimado esta noche...

Santiago __ Te equivocas, ella será la que salga ganando esta noche... La he estado observando todo el día, y me encanto la manera en que se defiende.

Marcos encogió los hombros, para después salir de la habitación. Me volví a levantar de la cama, para darme un baño rápido y poder escoger el mejor traje.

Al abrir la regadera, y dejar que el agua helada caiga lentamente por mi cuerpo, me ha hecho sentir de nuevo vivo.

Después de unos minutos, salí del baño. Agarré el traje negro que tenía sobre la cama. Enseguida, me comencé a cambiar...

Al terminar de arreglarme, escuche que llamaron a la puerta, regrese a la silla de ruedas.

Santiago__ Pueden entrar...

Al siguiente segundo, la puerta de la habitación fue empujada por una hermosa chica.

Melisa __ Buenas noches, Joven Santiago...

Melisa me saludo al entrar a la habitación, se miraba realmente hermosa. Debo de reconocer que Marcos ha escogido un vestido demasiado aceptable para ella.

Santiago _ Buenas noches, señorita Melisa... Por lo que veo, te has convertido en toda una princesa...

Melisa _ ¡Deja de hacerte el idiota, y mejor aclararme que quieres con obligarme a vestir de esta manera tan ridícula!...

Me comenzaba a gustar ver a Melisa enfurecer. Se miraba tan hermosa cada vez que se enoja.

Santiago __ Serás mi invitada a la cena.

Miré como el cuerpo de Melisa comienza a temblar. La chica inocentemente, bajó la cabeza con un inmenso miedo reflejado en sus ojos claros. .

Download MangaToon APP on App Store and Google Play

novel PDF download
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play