¿Secretos? Todos tenemos secretos. Unos más grandes que otros pero eso no les quita lo importante que es para alguien no ser descubiertos y ella hará todo lo posible para que no sea visto a la luz.

-¿Vierón el nuevo capítulo de "Juegos al azar"? Casi muero con la última parte - dice alguien atrás mio.

-Cómo no verlo. Es mi cómic favorito. Si la historia es tan emocionante seguro la autora será alguien interesante ¿no lo crees? - le responde Ronald.

-Debe ser alguien horrible por lo que nunca ha salido al público - se ríen.

-Yo creo que debe ser alguien tímida o quizás sea... TODO UN TROLL- siguen las burlas.

-Oye Ada ¿a tí no te gustan esas cosas no? - me pregunta Ronald.

Ronald es un chico seguro de sí mismo y con el ego más grande que he visto. Un perfecto niño caprichoso.

-No pierdo mi tiempo con eso. ¿No creen que están demasiado viejos para estar leyendo cómics de alguien que no tiene el valor de salir a la luz? En vez de hacer eso estudien para los parciales.

-Solo tenías que decir que no te gusta ¿por qué eres tan cruel? - me pregunta Ronald acercándose a mi sitio.

-Solo no aguanto la inmadurez de un par de niños que por lo que veo no tienen futuro como abogados. Yo tampoco lo tengo pero no ando de infantil - le respondo parándome.

-Bueno, bueno. Disculpe señora amargada por venir a socializar. Creo que usted no nació con la habilidad de hacer amigos - me responde dando un paso atrás y sonriendo.

-Vaya estupidez. Suficiente tengo con venir a estudiar algo que odio para aguantar a gente incompetente a mi lado - respondo.

-Vamos Ronald esta chica no vale la pena solo es alguien aislada de la sociedad - le dice alguien tomando su brazo.

-Tienes razón - le responde - y tú... Si no te gusta estudiar Leyes solo renuncia y ve tras tus sueños. No te vuelvas alguien amargada - me dice y se media vuelta.

Es fácil para los demás decir "ve tras tus sueños". Pero para mi es muy difícil luchar con la presión de una familia perjuiciosa que piensa que los artista están condenados a la pobreza. Cuando el artista no puede mostrar su arte con su cara solo muestra su creación sin firma.

La clase termina y salgo con total normalidad al Estacionamiento del Campus. Voy en el último siclo de Leyes y soy aunque odio serlo la mejor de la clase. No tengo amigos dentro de la Universidad y tampoco fuera.

Antes de que mi vida fuera tan solitaria solía tener amigos y mostrarles mi talento pero se burlaban de mi trabajo. Cuando les dije a mi familia sobre mi decisión de ser Dibujante me dierón la espalda y me obligaron a entrar a esta Universidad.

Aunque no todo es tan malo. Secretamente aún sigo mostrando mi talento pero no mi cara.

-¡Ada! ¡Hey! - grita corriendo un chica alta de contextura delgada - wow estas igual que la Primaria. No pensé verte aquí. Bueno en verdad sí porque te he estado buscando pero igual es toda una sorpresa verte - me abraza la desconocida con apareciencia de modelo.

-¿Te conozco? - la aparto de mí.

-Claro que sí, soy Andrea, Andrea Martínez la niña de lentes y frenos de la Primaria - me responde con una sonrisa.

-¿Eres la "dientes de lata"? - le pregunto sorprendida.

-Claro que sí ¿acaso no me reconoces? Porque yo sí te reconocí de inmediato. Estas igual que antes. Alta, con el cabello largo y con esos ojos grandes. Totalmente idéntica a como te recordaba - me responde con una sonrisa.

Obvio que no te reconocí. Osea eras la niña escuálida con frenos y ahora Bam! Eres una chica con una apariencia hermosa.

-Claro que te reconocí. Solo te estaba dando una broma - miento para no quedar en ridículo.

-Tenía miedo de que no supieras quien era pero resulta que eres una bromista. Hay Ada como se nota que sigues igual de dulce y divertida que antes. Seguro tienes muchos amigos con esa personalidad tan linda - sonríe abrazándome.

Si supieras que ahora soy alguien amargada de la vida y si a un montón de amigos te refieras a más sola que el desierto si que tengo cientos de amigos.

-Ada lo siento por venir sin avisar pero es que acabo de regresar de Italia y queria que la primera persona en ver fueras tú - sonríe - ¡vamos a un café! De ahí regresamos por tu carro.

No espera ni que responda y ya estoy literalmente arrastrada hasta la Cafeteria.

Esta niña que no deja de sonreír me incomoda. Sonríe con tanta facilidad que parece alguien rara.

-¿Cómo has estado todo este tiempo? ¿Estás estudiando dibujo? Seguro que sí ¿no? Pues supongo que sí porque tenias mucho talento aunque aveces los ojos te salían algo raros pero aun así me encantaban tus dibujos. Me recuerdo que una vez me retrataste antes de irme a Italia. Me veía algo deprimente en la imagen pero me gusto mucho y lo que más me gustó fué la forma en que...

-Deje los dibujos. Me dí cuenta que no soy buena con eso. Y deja de recordar el pasado por favor - la interrumpo.

-¿Dejaste de di..? Si entiendo no diré nada acerca de eso - me dice de forma apagada.

-Quizás quieras saber la razón pero creo que es más que obvio que alguien hija de abogados prestigiosos jamás podría ser una pobre artista que comé de las propinas de gente sin nada mejor que hacer - agacho la cabeza.

-Ada... - su voz tiembla - tú no pienses eso. Tus dibujos eran realmente hermosos.

Por la forma en que lo dice puedo ver que es sincera.

-Gracias pero ahora solo me enfocaré en las Leyes.

-No puedo hacer nada así que solo diré que pobre talento desperdiciado, podrías haber echo grandes cómics como los hace esta autora anónima de los "juegos al azar". Encerio amo ese cómics. El nuevo capítulo hizo que mi corazón se detuviera.

Así que ella también lo lee. Eso significa que... Ella es otra niña inmadura.

-No puedo negar que tiene un buen trama pero no creo que sea tan sorprendente - tomo un sorbo de café.

-¡Estas loca o qué! Es el mejor cómic! Además no has visto al hermoso de Dilan. Eso sí es todo un hombre - habla moviendo mi mano emocionada.

-Tranquila que estas a punto de tirar mi café - la miro de reojo.

-Lo siento - se ríe - bueno hoy vine para invitarte a mi cumpleaños. Es hoy así que tienes que venir. Además estará Tetto - dice sonriendo.

-¿Tetto? - le preguntó abriendo los ojos.

-Si. Hay.. Me preguntó como seguirá. No lo he visto hace mucho tiempo tampoco - me responde.

-¿Dónde dijiste que era tu fiesta? - le preguntó ansiosa.

-En casa de mi tía Mercedes ¿entonces iras? - pregunta poniendo sus codos en la mesa.

-Si, si si al final es el cumpleaños de mi mejor amiga de la Primaria seria ingrata si no fuera - le respondo sosteniendo sus manos.

-¡Entonces vayamos de compras! - dice parándose de la mesa de golpe.

-¿De compras? Oye yo tengo suficiente ropa como para ir a comprar más.

-No seas una aguafiestas - dice jalando mi brazo haciendo pucheros - Ya pues es mi cumpleaños Ada.

-Ya esta bien pero no me jales así que arrugas mi blusa - le digo parándome.

-Yeah! ¡De compras! - grita emocionada.

No has cambiado nada. Sigues igual de inquieta que antes.

Con su nuestro brazos enlazados nos vamos a la cochera de la Universidad para subir a mi auto. Una vez que estoy al volante me recojo el cabello con una cola de caballo.

-Tu cabello sigue siendo sedoso y oscuro. ¡Me gusta!

-Y tú sigues con la misma personalidad que antes. Pero tu aspecto no es el mismo. Es como si ahora fueras una modelo de revista, si que el tiempo te sentó bien.

-¿Tú crees? Solo crecí un poco y decidí usar maquillaje. Mis frenos ya no están y ahora uso lentes de contacto nada más.

-¿Y a qué te dedicas? ¿Eres modelo? - le vuelvo a preguntar.

-Obvio que no. Aunque sería lindo modelar un montón de ropa linda 🥺. Yo... bueno yo soy maestra - contesta poniendo un mechón de su cabello corto detrás de la oreja.

-Entonces estas cumpliendo tus sueños,bien por tí eh.. - le sonrió.

-Insisto que deberías dibujar. Tus padres son injustos al no dejarte mostrar tu talento. Si solo los tuviera al frente les tiraría un par de almohadas en la cara - frunce el ceño.

-Jajaja no creo que con unas almohadas los espante pero si despertaría su ira. Pero una parte yo elejí estudiar derecho. La cosa fué sencilla sino era esa carrera era la de doctor y sabes que odio la sangre.

-Eso fué jugar sucio - cruza los brazos - detente llegamos - dice desabrochándose el cinturón de seguridad.

-¿Segura que quieres entrar aquí? Este no es el mejor centro comercial,aquí venden ropa de bajos precios y su calidad no están buena - le susurro.

-Hay Ada veo que se te ha pegado lo de tu padre. Desde cuando a la famosa Ada William le interesa tanto todo eso - dice entrando.

No es eso. Solo es que este lugar se ve tan miserable.

-Pasa - dice ella jalándome del brazo para entrar.

Durante 20 minutos decido solo seguirla y ver como pone todo lo que ve en sus brazos.

-¿Ya acabamos? No quiero que me vean aquí. Tengo que cuidar la imagen de papá.

-No es gran cosa estar aquí. Mis padres también son como los tuyos con eso de cuidar su imagen y todo eso pero este lugar no es malo. ¿Qué de malo tiene para un par de jóvenes adineradas comprar ropa en liquidación? Yo lo veo normal - sonríe.

Definitivamente eres la misma niña traviesa de antes.

-Bueno creo que podemos mandar al diablo las reglas de nuestros padres por hoy ¿no? - me pregunta levantando una ceja.

-No pienso comprar nada de aquí.

-Esta bien no compres nada. Solo pruebate quiero ver como te queda - dice dándome un cerro de ropa- vamos entra y pruebate - me empuja dentro del vestidor.

Hazlo por el cumpleaños de tu amiga de la infancia.

-Haber sal. Quiero verte Ada - dice ella del otro lado del vestidor.

-Ahí está - digo saliendo con un conjunto.

-Hermoso, next please.

Esto sigue durante toda una hora sin parar.

-¡Suficiente! Creo que ya has sufrido mucho por hoy - ahora sal para decidir que llevo.

-¿Qué? Pero si tú no te has probado nada - le digo.

-No es necesario. La ví en tí y quiero decirte que... no pienso comprar nada - me responde con una sonrisa.

-¡Tú! - me acerco molesta a ella.

-Jajaja solo quise darte una lección. Cuando te ví y supe sobre que dejaste el dibujo quise enseñarte algo. ¿Sabes que fué?

-¿Luchar por mis sueños? - le pregunto

-Exacto - dice feliz - aún sigues siendo inteligente al final de todo.

-¿Nos vamos o no?

-Si, después de todo ya te hice sufrir - se ríe.

Cuando llego a mi casa me tiro boca a bajo sobre mi cama.

Maldito día de compras.

Debí haberme imaginado que Andrea seguía siendo así de astuta.

Bueno ahora tengo que ir a su fiesta. ¿Qué me pongo? ¿Irá la prensa para poner algo elegante? No lo dudo ella odia esas cosas. Iré como una joven normal para evitar que ella me de "Otra lección de vida".

Creo que esto sería todo. Maquillaje listo, vestido elegante y sencillo listo, peinado sencillo listo, tacos cómodos listo, perfume y bolso de mano listo!. Ahora para la fiesta de la "traviesa e inmadura de Andrea".

-¡Hola! ¡Feliz cumpleaños Andrea! - le digo al entrar a la fiesta.

-Pensé que no vendrías por la lección de la tarde pero veo que sigues siendo igual de leal a tu palabra de niña arrogante y fría - me responde.

-Tu lengua sigue siendo fuerte como lo eran tus dientes de fierro - me rio.

-Ya basta de esto. Que sino voy a llorar - se queja.

-¿Y... Tetto vino? - le preguntó.

-Sabía que vendrías por él! - sonríe.

-¿Acaso me mentiste? - volteo mis ojos.

-Obvio que. Él está en la azotea tomando aire. Hay es tan lindo y sensato que no le gusta las fiestas como tú.

-Si tienes razón él es una persona madura y muy inteligente obviamente no quiere tomar porque eso dañaría su imagen en los negocios.

-No se que piensen ustedes pero yo creo y declaró que son par de aguafiestas ¡si! Eso son ustedes dos. Un par de amargados aguafiestas.

-Ser sensato y maduro no es algo aburrido es algo prudente. Lo entenderás cuando crezcas. Ahora si me disculpas princesa aniñada me dispongo a ver a mi caballero de armadura brillante - digo subiendo las escaleras.

-No subas tan rápido que te vas a caer de la emoción - bromea.

He esperado tanto tiempo para verlo. Tetto es el hombre ideal para cualquier chica. Él es inteligente, maduro, amable y de buena familia. Él es mi primer amor creo que mejor dicho mi único amor. Siento que el corazón se me quiere salir del pecho con cada paso que doy.

-¿Alberto? - le pregunto acercándome.

-¿Si? - dice él volteándo - ¿Ada? ¿Ada William? - me pregunta con una sonrisa.

-Si - me acerco - ¿Cómo estás Alberto? - le preguntó poniendome a su lado.

-Super bien. Los negocios están cada vez mejor ¿y tú? Supe que vas por el último año de Derecho. Sabes cuando acabes creo que puedo decirle a mi padre para que formes parte de los abogados de la empresa.

-¿Encerio? Bueno... gracias. Yo he estado tranquila todo este tiempo.

-¿Sabes que más me alegro al saber de tí?

-Ni idea Tetto ¿Qué fue?

¡Seguro de lo que estoy soltera!

-Que dejaste de jugar a la dibujante. No creo sinceramente que ese pasatiempo absurdo habría tenido futuro. Estoy feliz que hayas optado por una carrera digna y no por un desperdicio de tiempo. Eso es lo que me gusta de las personas, que sean realistas - me dice fríamente poniendo su mano en mi hombro.

-Si - respondo secamente.

-Oue no te pongas así. Mira para que fueras una gran artista tenias que ser alguien con talento y aún si lo tuvieras ese juego de garabatos es trabajo para gente mediocre. Encambio tú no eres así. Tú eres la hija del mejor abogado del país y de una de las accionistas más importantes de Imperio.

-Ah... si tienes razón. Fué una buena decisión dejar esa tontería de dibujar - contesto.

Él tiene razón el dibujo no tiene futuro. Es solo una tontería, una cosa para mediocres. Yo soy la heredera de la familia William Solar no estoy para perder mi tiempo en cosas sin sentido.

-¿Bajas a la fiesta? - le pregunto

-No gracias. Ese lugar esta lleno de personas borrachas e inmaduras, paso - me responde.

-Yo creo que si tengo que bajar oír Andrea. Pero yo también no soporto a esa clase de personas sin clase ni educación - le digo rápido para poder encajar con el tipo de ideal que él quiere.

-Si tienes razón, baja y no tomes mucho. El alcohol solo es para personas vulgares - le dice poniendo su mano en mi cabeza.

Bajo al 1er piso y corro hacia Andrea que está en la barra de la cocina.

-¿Cómo te fué con tu alma gemela? - me pregunta sirviéndose un coctel.

-Somos ligeramente diferentes. Él es muy conservador de su imagen pero es muy inteligente. Eso es lo que amo de él - le respondo poniendo mi cabeza en la barra.

-¿Pero? - me pregunta deduciendo que algo me atormenta.

-Siento que es igual que mis padres. Me dijo que estaba feliz que haya dejado de dibujar. Al escucharlo de su boca creo que tomé una buena decisión olvidándome de esa perdida de tiempo - le respondo tomando de un sorbo una copa.

-Es imbecil. Yo creo que si eso era lo que amabas no tenias que haberlo dejado. Él es el típico niño engreído de papá que solo piensa en dinero no entiendo porque te gusta ese engreído - dice Andrea dándome una copa más.

-Él es el chico que está más cerca a la perfección. Además él sólo dijo la verdad. Para ser artista tenemos que tener talento ¿no? - le digo tomando de golpe la copa que me dio.

-¿Dijo que no tenias talento? Menudo imbecil. Que venga a aquí y le mostraré que es talento con mis puños - dice molesta y me da otra copa - vamos toma, toma eso hace liberar la tensión.

-No es un imbecil solo es alguien con una actitud madura. Yo soy la invecil que quise ganar dinero con unos absurdos dibujos.

Unos, dos, tres, cuatro, cinco y hasta 7 copas terminé bebiendo hasta no poder más.

-Hay ya no resisto Ada, me iré arriba ¿ya? Le diré a Oliver que te vigile para que no hagas estupideces. ¡Hey Oliver, ven! Cuidala please que yo ya no puedo más - dice Andrea subiendo a su habitación.

-Hey maldita mal amiga no me dejes con este tipo con cara de baboso - le digo parándome.

-Siéntate tranquila. Cuando acabe la fiesta te llevaré a tu casa - me dice Oliver ayudandome a sentarme.

-Oye tú eres el niño presumido de la Universidad. ¿Quién diría que menudo invecil pararía ayudándome? - me río.

-Ya basta, quedate en silencio para poder leer la porquería de cómic que disque es mejor que "amores". Quiero ver por qué están bueno "Juegos al azar" - se queja el menudo engreído.

-Shh...no hables así. La autora de "Juegos al azar" literalmente se siente como Hanna. Así de mal se siente ella,asi que Cállate - le digo.

-¿Cómo sabes eso? ¿La conoces? - me pregunta.

-Claro que sí. ¿Quieres saber quién es? Pero sh.. Que si alguien se entera ella puede acabar en la calle despreciada por todo el mundo - le respondo.

-Si solo dime. No diré nada. Te lo juro.